Rafa Nadal, de nuevo al servicio tras un año en blanco
- El tenista español afronta su salida y entrada de año más atípica tras una temporada lesionado
- El balear regresa en Brisbane para "disfrutar" de los torneos que han marcado su carrera
Rafa Nadal cierra su año más atípico desde que llegó a la élite del tenis.Tras lesionarse en enero de 2023 en su encuentro del Abierto de Australia ante el estadounidense Mackenzie McDonald, anunció el pasado 1 de diciembre su vuelta a la competición para el Torneo ATP 250 de Brisbane que arranca el 31 de diciembre y finaliza el 7 de enero, antesala del primer Grand Slam de la temporada en Melbourne.
Será un inicio de temporada en las antípodas de lo que nos tenía acostumbrados el ganador de 22 grandes tras un año en blanco obligado por una lesión que le obligó a cancelar su participación torneo tras torneo y le mandó al quirófano para operarse del psoas ilíaco el pasado mes de junio tras haber anunciado días antes su renuncia a su torneo fetiche, Roland Garros, y poner fecha por primera vez a su retirada, probablemente en 2024.
"No merecía retirarme en una rueda de prensa, por eso quiero disfrutar de los torneos con los que he sido feliz a lo largo de mi carrera", ha afirmado el balear en su preparación para el regreso a la competición en un año donde la doble cita de París -Roland Garros y Juegos Olímpicos- habrá pesado en su decisión.
Perdido en el fondo de la clasificación ATP, la lesión ha condenado al de Manacor a resurgir desde los infiernos del puesto 666 del ranking mundial, un abismo meramente anecdótico para el tenista que junto a Novak Djokovic y Roger Federer, forma ya parte de la leyenda de este deporte.
¿Qué Nadal veremos?
Las dudas siempre son un componente básico de cualquier regreso a la competición para un deportista, y más después de una lesión, por lo que el Rafa Nadal que vamos a ver es una incógnita para todos.
Según Álex Corretja, extenista, analista y comentarista de tenis en varios medios, ha explicado estos días que espera un Nadal "más centrado en el servicio y en la fluidez de su muñeca que en la épica de correr de lado a lado para sacar adelante los partidos por al desgaste físico que supone".
"Aunque tenga su patrón de juego, creo que vamos a ver a un Rafa más agresivo, contundente y suelto, por eso está entrenando con jugadores más jóvenes que le puedan exigir llegar poco a poco a conseguir el ritmo de juego que necesita", ha explicado.
El propio Nadal ha sido claro al respecto: "Espero de mí no esperar nada, esta es la verdad. Tener la capacidad de no exigirme lo que me he exigido durante toda mi carrera. Creo que estoy en una época diferente, en una situación y en un terreno inexplorado, con lo cual uno tiene interiorizado lo que ha hecho durante toda su vida, que es exigirse el máximo".
"Yo ahora mismo lo que espero es ser capaz de no hacerlo, de no exigirme el máximo. De aceptar que las cosas van a ser muy difíciles al comienzo y darme el tiempo necesario y perdonarme que las cosas vayan mal al comienzo, que es una posibilidad muy grande, pero saber que puede haber un futuro no muy lejano en que las cosas pueden cambiar si mantengo la ilusión y el espíritu de trabajo y el físico me responde, sin ninguna duda", analizó a través de sus redes sociales.
Las vías de entrada a los torneos
Rafa Nadal regresa a la competición en el ATP 250 de Brisbane, antesala del primer Grand Slam del año, el Abierto de Australia, donde regresará un años después gracias a una de las dos vías de entrada que tiene el balear para disputar los torneos del circuito ATP, la wild card ó el ranking protegido.
La wild card es una invitación que concede discrecionalmente la organización del torneo a jugadores que no tienen el puesto del ranking suficiente para la disputa del mismo, como es el caso del español en el puesto 666. Normalmente se conceden a tenistas jóvenes con necesidad de promoción a a viejas glorias a las que el ranking no les permite disputar el torneo, como por ejemplo Stan Wawrinka, ganador de tres Grand Slam, en el pasado Madrid Open.
El ránking protegido es la otra modalidad a la que se acogen los tenistas que han estado ausentes del circuito debido a una lesión de un mínimo de seis meses, como es el caso de Rafa Nadal.
Para calcularlo, se obtiene el promedio del ranking del jugador durante los primeros tres meses en que se ausentó y utilizarlo para entrar al cuadro principal como una excepción especial.
Los jugadores con lesiones de seis a once meses pueden hacer uso de este ránking por espacio de nueve torneos o nueve meses a partir de que juegan su primer torneo regresando de la lesión, lo que ocurra primero. En el caso de que el jugador haya estado ausente por doce meses o más, entonces podrá utilizarlo por doce torneos o doce meses.
Si el jugador consigue Invitación Especial para entrar a un torneo, este no se contabiliza dentro de los torneos a los que puede acceder por el ranking protegido.
Más allá de los formalismos propios de la competición, Rafa Nadal se ha ganado el derecho a darse una nueva oportunidad para disputar los torneos que han marcado su carrera como Roland Garros o el Trofeo Conde de Godó, entre otros, con los Juegos Olímpicos de París 2024 en el horizonte cercano.
En una de las escenas más icónicas de la historia del cine, Rick le dice a Ilsa al final de Casablanca "siempre nos quedará París". Parafraseando a Humphrey Bogart e Ingrid Bergman, los amantes del tenis podríamos decir en este final de 2023 "Siempre nos quedará Rafa Nadal".