El España - Noruega del Mundial de balonmano, el partido más loco del año 2023 para los seguidores de Teledeporte
El gol sobre la bocina de Dujshebaev para forzar una prórroga, tan emocionante como inolvidable
Como no podía ser de otro modo, la votación sobre el partido más loco de 2023 ha tenido emoción, pero se ha impuesto el España - Noruega de los cuartos de final del Mundial de balonmano. Los seguidores de Teledeporte han elegido ese encuentro por delante de los deselances increíbles de tres finales de fútbol.
Ese gol sobre la bocina con los Dujshebaev de protagonistas puede servir además de inspiración para los Hispanos, que están concentrados para afrontar dentro de unos días el Europeo con el ambicioso objetivo de lograr además la clasificación olímpica.
1. España - Noruega, cuartos de final del Mundial de balonmano (34% de los votos)
Cuando todo está perdido siempre queda algo de esperanza. Lo podría decir algún cantautor de moda, pero no, lo dijo Dani Dujshebaev en el campo, sin necesidad de hablar. España estaba preparando las maletas para irse del Mundial cuando Noruega se complicó la vida con un pasivo y el lateral español supo leer la jugada para pedir la bola a la carrera y lanzar sobre la bocina para mandar el partido a la prórroga.
El milagroso 25-25 dio lugar a dos prórrogas más en las que España consiguió el pase tras una intervención espectacular de Gonzalo Pérez de Vargas al final del partido ante Bjornsen hizo estallar de alegría a los 'Hispanos'.
2. Levante - Alavés, vuelta del playoff de ascenso (25%)
Quizá no fue el partido más movido del año, ya que llegó con 0-0 a la prórroga, pero lo que pasó en ella fue para corazones fuertes. El Levante se veía en primera, llegó a dar dos palos en el tiempo extra para confirmar su presencia en Primera División, pero el guion estaba escrito por Chistopher Nolan y el giro que venía no se lo esperaba nadie.
Una mano en el último córner del partido a favor del Alavés (m.123) silenció el Ciutat de Valencia durante 5 minutos. Eso es lo que tardó el árbitro del partido en tomar la decisión de ir a ver la jugada, para finalmente dictaminar que existía penalti. Villalibre decidió ese día desayunar lo mismo que Antolín Panenka aquel famoso día de 1976 para definir con la misma tranquildad que el checoslovaco, como si no hubiese un ascenso en juego. Un gol en el 129 que valía un ascenso para el 'Glorioso'.
Lo mejor y lo peor del deporte, la locura de la alegría y el dolor de un palo así, el perfecto ejemplo de la locura que causa una sola acción hacen a este partido merecedor de entrar en esta votación.
3. Barcelona - Wolfsburgo, final de la Champions League femenina (23%)
Una remontada como la que se vivió en Eindhoven tenía que estar aquí. El Barcelona venía de perder la Champions anterior y con el 0-2 del Wolfsburgo, el miedo de una nueva final perdido volvía a aflorar. El 0-2 del descanso desapareció por completo en pocos minutos, con dos goles del Barcelona, que salió espoleado tras la charla de Giráldez en el entretiempo.
El doblete de Patri Guijarro en 2 minutos dejó al Barcelona 40 minutos para certificar la remontada, conseguida por un tanto de Rölfo tras un barullo en el área en el minuto 70. Una remontada que vale la segunda Champions del Barça en la historia.
4. Atlético de Madrid - Real Madrid, final de la Copa de la Reina (18%)
Empezamos con una final con derbi que ya de primeras era llamativa. El posible primer título del Real Madrid en el fútbol femenino contra un histórico con ganas de demostrar 'quién manda en la capital', que diría el cántico. Parecía que el Real Madrid se encaminaba a su primer trofeo, bailando sobre el diluvio de Butarque, pero no todo estaba dicho.
Lucía del Moral puso la esperanza en el minuto 88 y la locura la desató Banini con un golazo de falta en el minuto 95 que guardarán en la retina todos los aficionados que acudieron a Leganés ese mojado día de mayo.
En los penaltis apareció la capitana Lola Gallardo, vestida de muro en la lotería que decidía el título. El Real Madrid tan solo anotaría un gol en sus lanzamientos por tres del Atleti, que levantaría al cielo la segunda Copa de la Reina de su historia.