Madrid y Barça saltan del banquillo a la final de la Supercopa
La Supercopa de España ya tiene su final, de nuevo un clásico entre Real Madrid y Barcelona, que han eliminado a Atlético de Madrid y Osasuna respectivamente, con un elemento común: el brillo de sus suplentes.
El amplio, y lujoso, fondo de armario de los dos grandes del fútbol español resultó determinante para sacar adelante las semifinales de la Supercopa, con la entrada desde el banquillo de jugadores de la talla de Kroos, Brahim, Pedri o Joao Félix.
La primera semifinal, un derbi inolvidable en el que se marcaron ocho tantos, se desniveló con el buen hacer de los suplentes madridistas. Tras una primera parte frenética, con cuatro goles, el ritmo se estancó en la segunda mitad. Ancelotti, entonces, decidió oxigenar su centro del campo con la entrada de Toni Kroos en el minuto 67 en lugar de Luka Modric. El alemán, pese a los silbidos constantes, agilizó el juego de los suyos.
Aunque el cambio más evidente surgió con la entrada en el campo de Camavinga y Brahim en el minuto 81 en lugar de Mendy y Tchouaméni. La potencia de uno y los cambios de ritmo del otro revolucionaron el partido. Entraron con 2-3 en el marcador y fueron básicos en la remontada definitiva. El malagueño especialmente, con sus internadas por la derecha y el quinto gol con una carrera para el recuerdo.
Igual de determinante fue la entrada de Joselu en la prórroga, siendo protagonista en el 3-4, cuando provocó el autogol de Savic que puso por delante al Madrid en el minuto 116. El gallego, no obstante, tenía clara la autoría del gol.
Las entradas de Güler y Ceballos resultaron más testimoniales, tan infructuosos como los cambios que introdujo Simeone en su Atlético, claramente superado en la prórroga. Witsel y Riquelme no mejoraron el buen partido de De Paul y Lino, mientras que Correa apenas dispuso de balones. También dio entrada a Azpilicueta, Nahuel Molina y Javi Galán, de improvisado medio centro.
Pedri y Joao Félix impulsan al Barça desde el banquillo
Un día después, Barcelona y Osasuna se jugaban el segundo billete a la final de la Supercopa de España en Arabia Saudí. Y, de nuevo, el banquillo fue fundamental para la victoria del equipo azulgrana.
El 0-0 reinó en el marcador hasta bien entrado el partido. Fue en el minuto 59 cuando Gundogan asistió a Lewandowski para colocar el 1-0 en el marcador. Dos minutos después, Xavi hizo un doble cambio: salieron del campo Sergi Roberto y Ferran para dar entrada a Pedri y Joao Félix, dos jugadores que, en buena forma, serían teóricos titulares en el club culé.
Su entrada dinamizó el juego del Barcelona y el portugués, con ganas de agradar, rozó el tanto en una jugada individual en el minuto 69 que desbarató Sergio Herrera con un paradón. Arrasate, mientras tanto, metió más madera en su parcela ofensiva, con la entrada de Raúl García y Moncayola en lugar de Iker Muñoz y Arnaiz.
El resultado no fue el esperado y el Barça decantó el partido de su lado de forma definitiva con un gol en el descuento con firma de dos suplentes. Joao Félix, de nuevo con una gran jugada individual, asistió a Lamine Yamal, que había entrado antes del descanso por la lesión de Raphinha, para que marcara el 2-0 definitivo.