El Mallorca hace tropezar al Girona y pasan a semifinales
- Larin y Abdón Prats por partida doble arruinaron el sueño copero al Girona que creyó hasta el final con los goles de Stuani y Savinho
- El Mallorca ya espera en semifinales para seguir creyendo en la Copa, que no ganan desde 2003
El peor partido de la temporada le llegó al Girona, quizás en una cita poco afortunada para Míchel. Tarde o temprano tenía que pasar. Tarde o temprano, como es lógico, tendría que ocurrir ese ‘bache’, ese ‘tropiezo’, ese momento de debilidad no controlada de un Girona que encadenaba una extraordinaria racha de 16 partidos sin perder, y que precisamente, tuvo que hincar rodilla en un todo o nada.
El artífice fue un excelso Mallorca, con sus verdugos Cyle Larin y Abdón Prats por partida doble, y por parte del Girona, Stuani recortó diferencias y Savinho mantuvo la ilusión copera hasta el final (3-2). Javier Aguirre se cobra la venganza sobre Michel, que en Liga, vio cómo su equipo caía 5-3 en Montilivi.
Ahora el escenario era otro. Son Moix. Y también, otro cuento.
El Mallorca metió el dedo en la llaga gironí
Lo que se suponía una virtud del Girona; defender en campo rival con la defensa muy adelantada, se convirtió en el factor principal para hacer daño por parte del Mallorca.
El primer gol bermellón llegó de ahí, balón por alto buscando el desmarque en banda de Dani Rodríguez, y el centrocampista del Mallorca metió el pase de la muerte para que Larin se rehiciese de un mano a mano fallado al comienzo del encuentro, y rematara a placer para superar a Juan Carlos y poner a los locales por delante.
Con el tercero, el Mallorca emplearía la misma fórmula: buscar las cosquillas, meter el dedo en la llaga. Balón en largo para que lo bajase Larin a la espalda de los defensores, y el canadiense buscó el disparo, que lo desvía Antal y Munuera Montero señaló penalti por mano tras la llamada del VAR.
Abdón Prats tomó la responsabilidad. Engañó a Juan Carlos y balón que terminó al fondo de las mallas desde los 11 metros.
Antes llegaría el segundo, un trallazo descomunal del mismo, de Abdón, que sorprendió a todos en el estadio y más aún a Juan Carlos, que no pudo contestar al latigazo del ariete mallorquinista.
El Girona se quiso meter en el partido
Partido gris de los de Míchel, sin ninguna ocasión clara en 60 minutos, pero veían cómo se disipaban algunas nubes cuando Martínez Munuera señalaba otro penalti, esta vez en favor del equipo gironí. Agarrón de Raíllo sobre Stuani que fue castigado, además, con amarilla, pero Munuera Montero consideró que el capitán mallorquinista protestó de manera desmedida y le mostró la segunda amarilla. Roja y expulsión.
Stuani recortaría distancias, poniendo algo de esperanza para el cuadro catalán, y desde ese momento, el Girona, sabía que tenía que apretar al máximo. Hasta el final.
El Girona se volcó, y quiso apretar el partido
Rozó el Girona el 3-2 en varias acciones, la más clara de Dovbyk en el 84’ a centro de Couto que se perdió sin llegar a la escuadra. El Mallorca no se achantaba, y en una contra, el pirata Muriqi pudo sentenciar, sin encontrar la fortuna.
Siguió remando el Girona, y el sabio Savinho apretó el gatillo para seguir creyendo. Era el minuto 96 y al Girona le faltaba un gol, pero también le faltó tiempo.
Pasó finalmente el Mallorca que se convierte en semifinalista de una Copa, que hace soñar a la isla desde que la conquistaran en 2003 por última vez.