La cuesta de enero que acabó con Xavi
- La presión por los malos resultados empujan a Xavi a su renuncia el próximo 30 de junio
- En enero, el Barça ha caído eliminado en Copa y Supercopa, y ha enterrado sus opciones ligueras
Sábado, 27 de enero, diez de la noche. La luz del túnel de la temida cuesta de enero busca rendijas para hacerse paso con la esperada llegada de febrero. Pero no en Barcelona. Montjuic es un polvorín. El Barça ha caído con estrépito ante el Villarreal y la salida de Xavi a la sala de prensa se demora de forma preocupante. Es la gota que ha colmado el vaso de un enero nefasto en Can Barça.
La situación parecía ya insostenible en la previa del partido. El viernes, un tranquilo Xavi Hernández volvía a mostrar su molestia ante las reiteradas preguntas de la prensa sobre su futuro. "Estamos hablando de mi continuidad desde julio", recuerda un Xavi arrinconado por una presión irrespirable. "Ser entrenador del Barça es desagradable y cruel", llegó a decir este sábado, tras anunciar que su etapa como técnico culé acabará el próximo 30 de junio.
El de Terrasa se agarraba en la previa al proyecto deportivo e incluso hablaba de que ya trabajaba con Deco en la próxima temporada. ¿Era un farol? Tras su dimisión en diferido, aseguró que la decisión estaba tomada desde hacía días. Y ayer, como el viernes, volvió a aferrarse a las opciones deportivas que le quedan. Si el viernes aseguraba que hay equipo "para competir Liga y Champions", tras la derrota con el Villarreal que le aleja a diez puntos del Madrid, afirmó que lucharán por la Champions. Es su última bala.
Lo hará ya desde la 'tranquilidad' de que en junio se acabará todo. "Me queda menos que más", dijo el viernes. Nadie esperaba que el "menos" fuera tan exiguo. Pero el peso de los resultados del maldito enero fue definitivo.
Adiós a la Copa, Supercopa y Liga
El Barça arrancó el año con una sufrida victoria en Las Palmas (1-2), que se sacó adelante con un gol de penalti de Gundogan en el descuento. El sufrimiento, instalado como uno más en la Ciudad Condal, permaneció, y de qué manera, en el cruce de Copa con el Barbastro, un equipo de Segunda RFEF que amenazó con dar un susto al gigante (2-3 ganaron los culés).
La Supercopa, tercer título que disputó en apenas once días de año, se presentó como la oportunidad para levantarse, tal y como hiciera hace un año. No fue así. Pese a su cómoda victoria en semifinales contra Osasuna (2-0), se llevó un varapalo inmenso en la final ante un Madrid que le pasó por encima (4-1). Pocas cosas pueden doler más en Barcelona.
Pero la cuesta de enero no da descanso y a la vuelta de Arabia le esperaba Unionistas de Salamanca en octavos de Copa. De nuevo tuvieron que remontar un resultado adverso para ganarse un lugar en la siguiente fase (1-3). Abonados a los partidos locos, en Liga se impusieron en la batalla del Villamarín por 2-4, tres días antes de viajar a San Mamés para firmar su entierro copero en un nuevo choque de alta intensidad. Los hermanos Williams acabaron con el Barça (2-4) y un nuevo título se le escapaba de las manos a Xavi.
Así, después de caer en Supercopa y Copa, y con la Liga prácticamente imposible, el Villarreal le dio la puntilla este sábado y Xavi acabó detonando en Montjuic. Apenas quedaban cuatro días para acabar enero, pero Xavi dijo basta.