El Barça aplasta a un Sevilla indolente para avanzar a semifinales de Copa de la Reina

• Seis goles en la primera parte acabaron con cualquier sueño visitante, desde el minuto cinco en el que Salma hizo el primero

Resumen Copa de la Reina cuartos de final | Barça - Sevilla

El Johann Cruyff volvió a disfrutar, en los cuartos de final de la Copa de la Reina, ante el Sevilla, de un dominio total del Barcelona desde los primeros minutos, con un zurdazo de Salma Paralluelo desde más allá de la frontal que acabó en la red de la portería sevillista tras el desvío involuntario de Diana Gomes. Caroline Graham Hansen se erigió como el catalizador de todas las acciones ofensivas de su equipo, desde el sector derecho, acompañada de Aitana Bonmatí.

La nómina de ausencias por lesión no era corta, puesto que nombres como los de Mapi León, Alexia Putellas, Jana Fernández, Sandra Paños y Fridolina Rölfo se tuvieron que resignar a ver a sus compañeras desde la grada, en una imagen por la que otros equipos suspirarían por tener en sus plantillas.

Ni diez minutos pasaron hasta que Salma Paralluelo agitó la defensa visitante con su juego de espaldas para brindar un pase al espacio a Mariona, que facilitó un envío al segundo palo para que Aitana, sola, doblara la ventaja. Casi sin solución de continuidad, Salma repitió el dibujo para que, esta vez, Vicky López asistiera, en una jugada calcada, a Mariona Caldentey para subir el tercer gol al marcador en menos de 20 minutos.

La punta sevillista Martín-Prieto no escondía su frustración, al gesticular de manera airada por las numerosas pérdidas de su equipo en el origen del poco juego ofensivo generado. Aitana forzó un penalti que Mariona no falló para firmar su doblete y, cuatro minutos después, Mariona, tras una internada en el área por el sector derecho, regaló el doblete a Salma, con un remate a placer, en una llegada desde segunda línea. Los goles seguían sucediéndose con el sexto, obra de Graham Hansen tras una nueva asistencia de Vicky López, omnipresente en el juego ofensivo blaugrana.

El técnico sevillista, Cristian Toro, aseguró que no se repetiría una imagen como la brindada por su equipo en Liga, con una derrota por ocho goles a cero, pero observaba, impertérrito, un equipo impotente y empeñado en generar juego desde la defensa pese a las constantes pérdidas mientras se sucedían los goles.

Tras el descanso, el campo cambió la dirección de la inclinación, con el Barcelona embotellando al Sevilla cerca de su área pero con menor vértigo que en la primera parte. Aitana, con otro remate plácido, firmó su doblete tras el mal despeje de Esther Sullastres al cabezazo de Salma. Cristian Toro comenzó a mover el banquillo, con María Pérez, jugadora cedida por el Barcelona, ovacionada por la grada del Johann Cruyff. También abandonaron el terreno de juego Martín-Prieto y Rosa Otermin, que fueron sustituidas por Débora Sampedro, Arola Aparicio y Amanda Sampedro.

Jonatan Giráldez comenzó a dar descanso a sus jugadoras y sentó en el banquillo a Aitana, Vicky López y Mariona, que cedieron su sitio sobre el césped a Giulia Dragoni, Bruna Vilamala y Ari Arias. El encuentro comenzaba a mostrar las ganas del pitido final conforme los cambios se sucedían, esta vez, con la entrada en juego de Nazaret Martín por Antionette Payne, que no era sino un testigo más del control absoluto del partido que continuaba ejerciendo el Barcelona.

Justo después de que Graham Hansen, de menos a más en el partido, e Irene Paredes fueran sustituidas por Esmee Brugts y Marta Torrejón, Ariana Arias aprovechó el envío de Ona Batlle al segundo palo para subir el octavo tanto al marcador, idéntico resultado al del precedente liguero. La jugada nació de un nuevo disparo de Salma desde la frontal que acabó con la jugadora en el suelo por un balonazo en su rostro.

El partido llegó a su final con idéntico resultado al del último precedente liguero y con una sensación de dominio abrumador del equipo de Jonatan Giráldez que continúa firme en su propósito de redimirse tras la eliminación de la pasada edición por la alineación indebida de Geyse Ferreira.