Celta de Vigo 1-2 Barcelona: Lewandowski, de penalti en el tiempo añadido, acaba con la resistencia del Celta
- El delantero polaco, autor de un doblete, decisivo en la victoria del Barça en Balaídos
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Ficha técnica:
1. Celta: Guaita; Mingueza (Kevin, min. 85), Starfelt, Carlos Domínguez (Unai Núñez, min. 46), Ristic (Manu Sánchez, min. 58); Allende (Swedberg, min. 77), Tapia, Beltrán, De la Torre; Aspas, Larsen (Douvikas, min. 85)
2. Barcelona: Ter Stegen; Kounde, Araujo (Íñigo Martínez, min 46), Cubarsí, Cancelo; De Jong, Christensen (Gündogan, min. 57), Pedri (Fermín, min. 75); Yamal (Romeu, min. 99), Vitor Roque (Raphinha, min. 57), Lewandowski
Goles: 0-1, m.44: Lewandowski. 1-1, m.46: Aspas. 1-2, m.97: Lewandowski, de penalti.
Árbitro: Pulido Santana (comité canario). Amonestó a Allende (min. 15), Christensen (min. 38), De Jong (min. 93), Ter Stegen (min. 94) e Íñigo Martínez (min. 100) por parte del Barcelona.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la vigésima quinta jornada de LaLiga EA Sports disputado en el estadio Abanca Balaídos ante 23.096 espectadores. Se guardó un minuto de silencio en memoria de Rafael Álvarez Alarcia, exportero del Celta en la década de los 70.
El FC Barcelona se impone al Celta de Vigo en partido jugado este sábado en el Municipal de Balaídos (1-2), de la jornada 25 de LaLiga. Un encuentro que no se decidió hasta el tiempo añadido con un penalti anotado por Robert Lewandowski, autor de los dos goles azulgranas, cuando los vigueses casi celebraban el empate con gol de su capitán, Iago Aspas.
El conjunto azulgrana se fue al descanso por delante en el marcador, aunque le costó encontrar el camino. Pese a la superioridad del Barça en el manejo del balón, el Celta cerraba bien los espacios atrás. No obstante, Lamine Yamal había mandado el primer aviso antes de los diez minutos en una buena jugada iniciada por un Vitor Roque titular.
A esa ocasión le siguió una del Celta de Johan Strand Larsen a pase del capitán, Iago Aspas. La combinación entre ambos era casi el único recurso ofensivo de los de Rafa Benítez, que no renunciaban a su filosofía de salir de la presión con toque, pero le faltaban futbolistas de calidad para hacer frente a los culés.
El Barça llegó a acumular hasta un 70% de posesión en la primera parte, pero eso no se tradujo en un gran número de ocasiones. Tampoco le hizo falta, porque tiene en la delantera potencial de sobra para convertir cualquier jugada en gol. Un centro aparentemente sin peligro de Lamine a la frontal lo convirtió Robert Lewandowski en gol con un control orientado y un misil imposible para el meta Vicente Guaita (minuto 45). Gol de auténtico 'killer' en dos toques el del polaco, su undécimo en lo que va de temporada.
Tanto Benítez como Xavi introdujeron cambios en la reanudación, los dos en sus respectivas defensas. El del Celta dio entrada a Unai Nuñez por Carlos Domínguez, mientras que el del Barça de Iñigo Martínez por Ronald Araújo. Quizá por problemas físicos en ambos casos.
Gol 200 de Aspas
El que no tiene problemas físicos a sus 36 años es Aspas. Si en la primera parte eran los centros de este a Larsen los que no encontraban el gol, probaron al revés con un socio en medio y el tanto del empate llegó.
Nada más ponerse el balón en juego en la segunda parte, combinaron en la frontal con taconazo del noruego a Mingueza y otro de este al capitán, cuyo disparo fue tocado por Koundé lo suficiente para esquivar la estirada de Ter Stegen (minuto 47). Balaídos celebró el gol 200 en la carrera de Aspas.
Xavi trató de recuperar la iniciativa dando entrada a Gundogan por Christensen, que había repetido como pivote, y a Raphinha por su compatriota Roque. En el Celta, Benítez tuvo que sustituir de nuevo a un lesionado, Mihailo Ristic, para que ocupara el lateral izquierdo Manu Sánchez. El serbio se deshacía en lágrimas en el banquillo.
El gol animó a los vigueses, aficionados y jugadores. Los locales intentaron hacer más cosas en ataque con su 30% de posesión, lo que estiró y animó el partido. El ritmo de ida y vuelta hizo que afloraran también más imprecisiones para desesperación de los técnicos, sobre todo Xavi. Los dos parecían calcarse incluso en los momentos de decidir los cambios. El culé hizo entrar a Fermín por Pedri y Benítez, a Swedberg por Allende.
Pero con un 30%, por mucho ánimo que se tenga, se necesitan muchas fuerzas y el Celta se las fue dejando en el campo antes de los 90 minutos. En el tramo final Benítez introdujo más cambios buscando refresco y mantener al menos un valioso empate. Pero cuando ya estaban en el tiempo añadido, Fran Beltrán cometió penalti sobre Lamine en un intento de despeje. La tángana previa al lanzamiento de Lewandowski era reflejo de la tensión y la importancia de la victoria para ambos.
La parada de Guaita se celebró como un gol, pero el meta se había adelantado y hubo que repetir el penalti. Lewandowski no perdonó a la segunda y convirtió la celebración de Balaídos anterior en una sonora pitada. Había anunciado seis minutos de añadido y al final fueron ocho.