Juan Ayuso, a RTVE: "Depresión no, pero estuve cerca"
- La joven perla del ciclismo español habla para RTVE de su lesión del año pasado y de sus aspiraciones en este ilusionante 2024
- Disfruta aquí y en RTVE Play de la entrevista completa y en Teledeporte este martes 5, después de la etapa de la París-Niza
En argot ciclista un gallo es un jefe de filas. Tal vez con la connotación implícita de ganador. Porque ser un gallo más que una condición es una actitud. Juan Ayuso (Barcelona, 2002) tiene pinta de gallo, desde que era pollito. Cuando abandonó una no tan prometedora carrera de futbolista (llegó a jugar en una de las canteras de más renombre en Madrid, el CD Canillas) y se mudó con su familia a Alicante. Allí se subió a una bicicleta de carretera y comenzó a "ganar, a ganar y volver a ganar" que dijo El Sabio.
De hecho, aún de junior, llegó a simultanear concentraciones con Movistar y UAE Emirates deshojando una margarita que al final se quedó en el equipo emiratí. Su presencia en aquella época era incómoda para los otros clubes ciclistas porque si estaba Ayuso y estaba bien "no había para nadie". Un pequeño caníbal que pronto se encontró a su némesis: Carlos Rodríguez.
“ Carlos siempre me ha motivado. Los dos nos hemos hecho mejorar mucho“
Compitieron y mejoraron mutuamente. "En España arrancaba y llegaba con 5 minutos, la presencia de Carlos siempre me ha motivado. Los dos nos hemos hecho mejorar mucho", nos confiesa a TVE en esta larga entrevista de inicio de temporada.
"Costaba levantarse de la cama"
Más sosegado, con más pausa que las declaraciones apresuradas de meta. Así nos enteramos que el año pasado por culpa de una larga lesión acarició una depresión, en la que no cayó gracias al apoyo de su familia y de Víctor Moreno, el rehabilitador del UAE Emirates que utilizó su camilla también como diván esos días en los que “costaba levantarse de la cama”.
Juan es un chaval de 21 años con las inquietudes propias de su edad. Pelis, videojuegos, amigos y ese mayor logro que dice tener lejos de la bici que es "trufa" esa cachorrita de color caoba con la que se enreda entre carantoñas muchos días antes de salir a entrenar.
El Tour de Francia y los Juegos, sus grandes ilusiones
Unos entrenos que hace cada día con un ojo puesto en el debut en el Tour de Francia. Su gran ilusión. De hecho, ya barajaron que fuera el año pasado, justo antes de su lesión. Allí estará en junio en la salida de Florencia a la sombra de su gran gallo: Tadej Pogacar, pero ojo que la sombra cambia en función de dónde pegue el sol. Y si hay posibilidad, él también quiere deslumbrar en la ‘grande boucle’ si se da, "estaré encantado de tener mi propia oportunidad en el Tour", dice.
“Estaré encantado de tener mi propia oportunidad en el Tour“
Respecto a sus opciones en los Juegos Olímpicos de París ya ha hablado con el seleccionador y espera ganarse una de las 3 plazas de España para la prueba en ruta. Allí lo que espera es "el caos", una carrera loca con ataques desde lejos que con los que compensar un recorrido más llano de lo que le gustaría para sus opciones de medalla.
También tiene muchas esperanzas en el Mundial de Suiza, más montañoso que los JJOO, lo que supone la casi segura renuncia a la Vuelta 24 "si todo va bien el Tour".
No hay tiempo para todo. Y a su edad descarta hacer dos grandes. "Los campeones no tienen edad y Juan lo es. No vale ni como excusa, ni como límite” nos dice con orgullo de padre Joxean Fernández "Matxín" mientras Juan intenta aguantar la sonrisa. Sonrisa de "jugón". Porque al final, todos sonríen igual.
El preparador vasco, hoy Manager del UAE Emirates, es además de su descubridor, su mentor. El encargado de frenar sus ansias de victoria mientras va puliendo a este diamante en bruto. Y atesora unos cuantos en el equipo, nombres como el de Igor Arrieta que salen sin querer en la conversación. "Sin ser el 'Killer' que es Juan son muy parecidos", dice Matxín de su otra perla española.
Una entrevista-charla "para muy cafeteros" y para todos aquellos que quieran descubrir un poco más quién es este chico de mirada segura, rostro con restos aún de acné que está llamado a recoger el testigo de los grandes 'vueltómanos' de nuestro país: Perico, Induráin, Contador… le ha tocado ser coetáneo de Pogacar, Vingegaard, Evenepoel, Roglic... lo tiene difícil, pero le gustan los retos. Él no se arruga: porque es un gallo.