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Lamine Yamal activa el modo ‘super saiyajin’ para que el Barcelona siga luchando por la Liga

  • El joven jugador de 16 años se sacó un golazo de la chistera para meter presión a Real Madrid y Girona
  • Gündogan falló un penalti ante un permisivo y poco mordaz Mallorca

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Barcelona - Mallorca: resumen del partido de la 28ª jornada de Liga | Primera

No practica las artes marciales ni tiene una fuerza sobrehumana como Goku, pero Lamine Yamal hizo que todos los asistentes vestidos de azulgrana al Estadio Olímpico de Montjuic levantaran sus manos para celebrar un gol que mantiene al FC Barcelona en la lucha por la Liga.

Incisivo y activo, pero no rematador, arrancó un Barça con Marc Guiu en punta, como gran novedad ante el Mallorca. La otra, Raphinha, que asumió el rol de interior ante las múltiples bajas azulgrana en el centro del campo. Pero sólo duró 36 minutos.

Güdogan se topa con Rajkovic

Fue el brasileño quien forzó un penalti en el minuto 24 por un pisotón que hizo saltar al banquillo no para protestar, sino para preocuparse por la enésima lesión azulgrana. Del lanzamiento se encargó Gündogan… Que falló. Rajkovic le adivinó el tiro, abajo y a la izquierda.

La iniciativa en ataque del Mallorca la asumieron Darder en los centros, Larin a la carrera y Muriqi buscando remate, pero se encontraron con un inconmensurable Cubarsí, que ya tiene su propio cántico en Montjuic.  

En la segunda parte, la primera gran ocasión se la apuntaron los bermellones, con un larguerazo de Muriqi de cabeza, y replicó Lamine Yamal en el otro área con un zurdazo que también expulsó la madera. Empezaba el Barça a reclamar terreno.

Lamine Yamal se viste de ‘Super Saiyajin’

Montjuic reclamaba más pólvora y Óscar Hernández (que sustituyó al sancionado Xavi) metió a Lewandowski y Vitor Roque (por Joao Félix y Guiu). Sin embargo, volvió a ser Lamine Yamal, un chaval de 16 años, quien se echó el equipo a la espalda.

Se coló en el área haciendo buen un pase de Lewandowski, recortó a su marca y la puso con una sutileza propia de los mejores en la escuadra. La celebración, con la lejana gente de las gradas. Hay un nuevo ídolo en Montjüic.

Antes de que se cumpliera el 90 quedaron unos minutos para que Lewandowski reclamara su trono como ‘9’, con una jugada individual, un caño y una falta no pitada. Pero las miradas estaban todas puestas en Yamal.