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Laura Ester, en Conexión París: “El oro olímpico de waterpolo es una espina que tenemos clavada”

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Laura Ester y Maica García confían en lograr el oro olímpico de waterpolo en París 2024

Son campeonas del mundo, tres veces campeonas de Europa y tienen dos platas olímpicas. La selección española de waterpolo lo ha ganado todo, todo menos el oro olímpico. “Es una espina que tenemos clavada. Hemos tenido la suerte de estar en tres Juegos Olímpicos y siempre lo hemos hablado, nos falta ese oro que todo deportista quiere. Nosotras estamos trabajando para poder conseguirlo”, asegura Laura Ester, portera de la selección española.

Tanto ella como Maica García, la boya de España, aspiran a disputar sus cuartos Juegos. Las dos jugadoras estaban en las finales de Londres 2012 y de Tokyo 2020, las dos sufrieron en las derrotas ante el mismo rival, Estados Unidos. “Es nuestra bestia negra en esta década, me duele y me da rabia, pero es así” confiesa Maica y añade que “estamos trabajando para ganar a las americanas. Es un trabajo duro, difícil y muy completo, de cabeza y físico, pero hay que creer en ello y en París es posible conseguirlo”.

Laura Ester confiesa que “hace unos años, 5 o 6, las americanas eran superiores a nosotras y nos tirábamos al agua, prácticamente, perdiendo. Era una mezcla de juego y de cabeza, pero lo hemos hablado y lo estamos trabajando. Ahora, el nivel está más igualado, los partidos se deciden por detalles y hay que dar el paso de ganar el oro y… ¿por qué no en París?

La selección española se verá las caras con Estados Unidos en la primera fase del torneo, comparten grupo junto a Francia, Italia y Grecia. Las cuatro primeras clasificadas disputarán los cuartos de final, en el otro grupo están Países Bajos, Australia, Hungría, China y Canadá.

Dos medallas de plata olímpicas, en Tokyo 2020 y en Londres 2012.

España afrontará la cita olímpica tras un 2024 exitoso, ha ganado la medalla de bronce en el Mundial de Doha del pasado mes de febrero y la medalla de plata en el Europeo de Eindhoven del mes de enero. Los Juegos de París pueden ser los últimos para dos de las jugadoras más laureadas de la historia del waterpolo española. “No sé ni los títulos que hemos ganado, no llevo la cuenta… con el club deben ser más de 50 y con la selección, contando medallas, creo que 5 en Europeos, 4 en Mundiales y las 2 medallas de plata olímpicas” nos cuenta Laura Ester sin darle mucha importancia a su palmarés.

Pese a los triunfos conseguidos en la piscina, el waterpolo español no tiene ni el seguimiento ni el reconocimiento que merece. “No sabemos vender nuestro producto. Es un trabajo de todos, de la Federación, de los clubes… Es un problema interno y nos tenemos que poner a trabajar. Hay que dar visibilidad y más ahora que somos los mejores del mundo en chicos y chicas. Tenemos que trabajar todos juntos”, argumenta Maica. En la cita olímpica todo es diferente porque “llegamos a ser el centro del mundo durante dos semanas”.

Maica García: “Necesitaba descansar para recuperar mi mejor nivel”

Maica García, nacida en Sabadell hace 33 años, debutó con la selección española cuando solo tenía 17, desde entonces solo se ha perdido un gran campeonato, el Mundial de Budapest en 2017 porque “necesitaba parar. Como dijo Simon Biles en los Juegos de Tokyo, los deportistas vivimos en un nivel muy alto de exigencia. En 2017 se me juntó todo, no estaba bien a nivel físico, temas personales… y no estaba preparada. Yo no quería estar por estar y necesitaba descansar, si quería volver al máximo nivel tenía que parar y eso fue lo que hice”.

La boya española, elegida mejor jugadora del mundo en 2014, recuperó la excelencia en el juego y ha sido clave en los éxitos de la selección española en los últimos años. Las guerreras del agua son, como dice Laura, “un grupo de amigas y eso se nota en la piscina. Estamos 24 horas juntas, puede haber algún roce, pero si no estamos unidas, se nota en el agua”. La portera de la selección y del CN Sabadell, de 34 años, ejerce de veterana “intentamos ayudar a las más jóvenes para que sepan lo que se van a encontrar en las grandes competiciones, que los nervios los lleven lo mejor posible”.

La mezcla entre veteranía y juventud ha sido la clave del éxito de la selección que dirige Miki Oca desde hace 14 años.