Pedro Rocha deberá esperar a la presidencia de la RFEF por el recurso de Miguel Galán
- La Comisión Gestora admite el recurso de Miguel Galán por los avales y lo traslada al TAD
- Imputado en el caso Brody contra su antecesor, Luis Rubiales, se le abre otro frente al dirigente extremeño
Pedro Rocha tendrá que esperar para ser el nuevo presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). El exdirigente de la Federación Extremeña era el único candidato con más de los los avales necesarios. Pero la Comisión Electoral ha estimado el recurso presentado por Miguel Ángel Galán y lo ha elevado al Tribunal Administrativo del Deporte (TAD), que tiene cinco días para decidir.
Galán, presidente de Cenafe, había impugnado los avales de Rocha. Aunque su recurso llegó fuera de plazo, la Comisión Electoral acordó elevarlo al TAD para que sea el tribunal deportivo el que lo estudie. Desde la candidatura de Rocha se muestran a la espera, confiados en los 107 avales de los 138 posibles que presentó el extremeño.
La Comisión recibió también el pasado viernes las candidaturas de Benigno Figaldo y Pau Codina, ambas con cero avales, mientras que otros que habían anunciado su intención finalmente no presentaron su candidatura, caso del periodista Carlos Herrera, la abogada Eva Parera y el expresidente del Córdoba, Javier González Calvo.
Otro frente más para Rocha
No obstante, el abierto ahora no es el único frente al que se enfrenta el sucesor de Luis Rubiales, puesto que está siendo investigado en la causa abierta contra el anterior presidente por corrupción en el caso Brody.
Además, también tiene otro frente abierto en el TAD, ya que Galán también elevó un recurso contra algunas de las decisiones de Rocha al frente de la Comisión Gestora, previos a su renuncia para presentarse como candidato.
En caso de que el TAD lo considere como falta muy grave, podría pedir su inhabilitación al Consejo Superior de Deportes (CSD). El órgano gubernamental, presidido por José Manuel Rodríguez Uribes, lleva semanas en conversaciones con la FIFA para que la posible intervención no perjudique a la posición de España en la organización del Mundial 2030.