Diez años sin Yago Lamela, el saltador que apareció de la nada para renovar la longitud española
- El 7 de marzo de 1999 el asturiano logró la histórica plata en los Mundiales de pista cubierta de Maebashi con un salto de 8,56 m
- En 2014, Lamela fallecía a causa de un infarto, tras varios episodios de depresión y sin poder cumplir su último gran objetivo
Se cumplen 10 años sin el hombre que revolucionó la longitud española sin una carta de presentación. Yago Lamela, un saltado tímido que se transformaba en el foso, llevó al atletismo español a la euforia inesperada para celebrar aquella mítica plata en los Mundiales de pista cubierta de Maebashi en 1999. Un atleta envuelto en luces y sombras, cuya llama se apagó hoy hace diez años a causa de un infarto a los 37 años.
En el recuerdo quedará siempre aquel salto de 8,56 metros que estableció el récord de Europa perdurable durante una década (el 9 de marzo de 2009, Sebastien Bayer se lo quitó con 8,71m). En la localidad nipona de Maebashi, Lamela miró a los ojos directamente al cubano Iván Pedroso, invencible desde 1993, para surgir inesperadamente, dejar una plata histórica en el casillero español y un duelo aún memorable aquel marzo del 1999.
“Cuando competías contra él nunca podías darle por ganado“
El fin de la carrera de Yago llegó un 11 de marzo de 2009, con 31 años, cuando 'colgó los clavos'. El asturiano anunció su retirada despúes de tres platas mundiales (dos de de ellas en pista cubierta, Maebashi 1999 y Birmingham 2003) y una al aire libre, en Sevilla 1999; también fue bronce en París 2003 y consiguió una plata en el Europeo bajo techo de Viena 2002. También fue olímpico en Sidney 2000 y Atenas 2004.
Privado de un futuro prometedor, enroscado en una depresión
Su brillante carrera estuvo marcada también por varios episodios trágicos tanto en lo deportivo como en lo personal. Dos operaciones en el tendón de Aquiles y el grave accidente de tráfico que sufrió en Albacete en 2005 le lastraron sus últimos años de atletismo. Una nube negra empezó a flotar sobre el joven atleta que libró su última gran competición contra la depresión, en 2011, dos años después de haberse retirado.
“No pudo demostrar todo el talento que tenía“
El 8 de mayo de 2014, Yago falleció en Avilés, en casa de sus padres a causa de un infarto. El asturiano vivía "enroscado en su pensamiento", según explicaba su compañero y discípulo Alfonso Cuervo: "Él intentaba arrancar, pero se metía en pensamientos circulares y empezaba 'raca-raca-raca'" explicó entonces Cuervo a 'El Mundo'. Yago quedó privado de sus planes de futuro: convertirse en entrenador nacional.
"Cuando competías contra él nunca podías darle por ganado"
Una profesión que sí alcanzó su rival de aquella mítica tarde de 1999, Iván Pedroso ahora entrenador de lujo de atletas campeones como Ana Peleteiro, Fátima Diame o Yulimar Rojas. Pedroso recuerda a Yago como uno de los mejores saltadores españoles: "La pena es que no pudo demostrar todo el talento que tenía. Cuando competías contra él nunca podías darle por ganado", ha declarado el cubano en varias ocasiones.
Su entrenador en Asturias, en esos primeros momentos que le valieron el despegue como atleta, fue Juanjo Azpeitia, que guarda los clavos de Maebashi en su casa como "oro en paño" y que le recuerda como un hombre "tímido" que en el foso de convertía en "excepcional" por su "capacidad de concentración".