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Investigaciones revelan el maltrato infantil al que someten a los deportistas de élite para llegar a ser campeones

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Detrás de las medallas olímpicas y de las audiencias millonarias no es oro todo lo que reluce. Detrás de ese brillo, se esconden las sombras de la preparación de los deportistas de élite que suben a lo más alto del pódium. Las prácticas abusivas en los entrenamientos, tan controvertidas y criticadas en la antigua Europa del Este, han sido importadas ahora por Occidente.

En los últimos años, algunos de los más grandes campeones han dejado atrás el silencio y han hablado de sus infancias rotas. Miles de deportistas siguen hoy su ejemplo y una oleada de denuncias sin precedentes está revolucionando el deporte de élite.

niña con pantalón negro y chaqueta azul patinando sobre hielo

La patinadora de 11 años, Jacqueline Schneider, denunció las humillaciones y la presión psicológica que su entrenadora ejerció sobre ella durante dos años

Cuando el oro cuesta sangre

El 16 de junio de 2022, el deporte en el Reino Unido vivió toda una revolución. La Federación Británica de Gimnasia solicitó una investigación, a raíz de las 3.500 denuncias que había recibido en los últimos 8 años. Por primera vez en la historia del deporte, un informe detallaba el inquietante precio que tienen que pagar los futuros campeones: castigos físicos, horas excesivas de entrenamientos, en ocasiones, con lesiones de por medio, insultos, gritos, aislamiento y control abusivo de los atletas, incluso fuera del horario de entreno.

joven llorando y delante de ella un hombre y una mujer de espaldas

Los deportistas denuncian brutalidad física y psicológica, privación de alimentos y presión constante para obtener resultados

Los resultados no dejaron indiferentes a nadie. Las denuncias de los deportistas llegaron a los medios de comunicación a través de los propios afectados. La investigación no habría llegado tan lejos, si la exgimnasta de élite, Claire Heafford no hubiera presionado para conseguirla.

De su experiencia de antaño en la preparación para las competiciones surgió la empatía con los que ahora seguían sufriendo en el deporte. Recuerda cómo de pequeña le pegaron en gimnasia y el entrenador le gritaba. Llegó a creer que era la única niña a la que le había pasado esto.

La realidad es que se trata de un sistema de control coercitivo, de abuso físico y emocional sistémico

Sin embargo, “la realidad es que se trata de un sistema de control coercitivo, de abuso físico y emocional sistémico”, asegura. Y lo pudo constatar a los treinta años, cuando retomó la gimnasia y presenció un suceso inadmisible.

cuatro gimnastas y una mujer peinando a una de ellas

La exgimnasta británica Claire Heafford, sentada en la silla, entrena ahora lucha libre que le ayuda a sobrellevar los traumas sufridos en su etapa de gimnasta

Ante la caída de una gimnasta de diez años, “el entrenador le saltó encima, la agarró por el cuello, la arrastró fuera del gimnasio y la metió en el armario. Oí cómo le gritaba”, cuenta horrorizada. “Hay una crisis de maltrato infantil en el deporte y nadie habla de ello”, señala el creador de la Fundación Global Athlete, Robert Koehler.

El entrenador le saltó encima, la agarró por el cuello, la arrastró fuera del gimnasio y la metió en el armario. Oí cómo le gritaba

Ante este tipo de sucesos, en 2020, Claire fundó Gimnasts for Change, la asociación que recoge las voces de deportistas de varias disciplinas y que ya está establecida en 13 países, entre ellos, España. Denuncian los actuales sistemas deportivos de nuestras democracias occidentales que “empezaron a imitar lo que estuvo haciendo el Bloque del Este”, según advierte el sociólogo de la Universidad de Toronto, Peter Donnelly y luchan por conseguir un cambio cultural que erradique los abusos y el maltrato infantil en el deporte.

tres gimnastas con lso brazoa abiertos entrenando en ginmasio

Los métodos severos se extendieron por todo el mundo y los niños se encontraron en medio de las carreras por las medallas

Más lesiones, más graves, más jóvenes

Durante los últimos años se han sucedido decenas de informes y estudios realizados por psicólogos, sociólogos deportivos y médicos sobre estas malas prácticas en la preparación de los futuros campeones. El diagnóstico “es una catástrofe que está destrozando a un niño tras otro”, advierte Paulo David, exsecretario del Comité de Derechos del Niño de la ONU, mientras se pregunta. “Pero, ¿qué es esto?, ¿la ley se detiene a las puertas del gimnasio?”.

El número de lesiones va en aumento, las vemos a una edad más temprana y, además, cada vez, son más graves

En las consultas de medicina deportiva, “el número de lesiones va en aumento, las vemos a una edad más temprana y, además, cada vez, son más graves”, explica el cirujano en Ortopedia del Hospital Infantil de Boston, Mininder S. Kocher.

radigrafía de hueso lesionado

La osteocondritis es un desgaste del hueso y del cartílago, una de las patologías más comunes entre los niños deportistas de élite

Los expertos aseguran que el niño deportista entiende que es una pieza fundamental del engranaje del sistema. No le interesa hablar de sus lesiones y, además, se les hace creer que sin sufrimiento, no hay éxito. En esta carrera frenética por mejorar resultados y dar más espectáculo quienes están pagando el precio son los niños y, cada vez, son más pequeños.

De la gimnasia a la natación, el patinaje, el boxeo…

Pero, a principios de 2024, algo cambió. Cerca de mil deportistas de élite de varias disciplinas denunciaron los abusos cometidos contra ellos, en su mayoría, antes de los 18 años.

Romper ese silencio es lo que hicieron antes otros grandes campeones. Simone Biles y Michael Phelps denunciaron sus infancias rotas por el maltrato que sufrieron mientras les preparaban para ser los mejores. “Pasaba 25 o 26 horas a la semana en la piscina, estaba muy deprimido”, contaba el deportista más condecorado de la historia de los Juegos Olímpicos.

Yo sentía que era una máquina, un número que generaba ganancias a los organismos y divertía al público

Ambos hablan de los estragos que les causó el deporte de élite y, gracias a ellos, los deportistas han comenzado a rebelarse; la perspectiva del éxito a cualquier precio está cambiando. “La gente se está dando cuenta del daño físico y psicológico que estamos infligiendo a nuestros hijos”, alerta Koehler. “Yo sentía que era una máquina, un número que generaba ganancias a los organismos y divertía al público”, revela la ex nadadora artística canadiense, Gabrielle Boisvert.

nadadora en la piscina haciendo una pirueta

La campeona canadiense de natación sincronizada, Gabrielle Boisvert, aún sufre las secuelas de los traumatismos sufridos en la adolescencia cuando entrenaba

Durante su carrera en la natación sincronizada sufrió seis conmociones cerebrales en los entrenamientos y recuerda que el punto de inflexión se produjo en la última, cuando su entrenadora la obligó a meterse en la piscina. Ahí fue cuando decidió abandonar.

No sabíamos que esto iba a provocar una oleada de denuncias tan importante

Reunió a otras cuatro nadadoras más e interpusieron demandas contra la federación. “No sabíamos que esto iba a provocar una oleada de denuncias tan importante”, afirma satisfecha. La revolución en el deporte de élite está en marcha porque cada día más deportistas están rompiendo el silencio impuesto durante muchos años y alzan su voz contra los maltratos infantiles infringidos por sus entrenadores y el sistema. 

joven entrenando con cara de sufrimiento

El maltrato infantil y las prácticas abusivas también han llegado al deporte amateur