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Una reacción coral y dos extremos que son veneno: las claves de la remontada de España ante Georgia

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Lamine Yamal y Nico Williams, la imagen de la España que se lo pasa bien en la Eurocopa

1 de julio de 2018. España y Rusia se ven las caras en octavos de final del Mundial. La selección se estrella ante un rival parapetado atrás. Después de dar más de mil pases y disparar veintitrés veces, la Roja no pasa del empate ante Rusia y se va para casa en los penaltis.

6 de diciembre de 2022. España se mide a Marruecos en octavos de final del Mundial. La selección vuelve a chocar contra un muro y no es capaz de anotarle un gol en 120 minutos a un equipo muy defensivo. Otra vez fuera en los penaltis. De nuevo, trece tiros y más de mil pases.

Estos dos partidos son los más reseñables, pero podríamos poner varios ejemplos más con equipos que han hecho sufrir a España haciendo de la defensa su mejor arma. Hubo un tiempo en el que la Roja se veía sin ideas, descolocada y frustrada ante este tipo de selecciones, que tendían una trampa de la que España no sabía escapar.

El gol de Georgia, obra de Le Normand en el minuto 18, despertó los fantasmas del pasado. Durante unos minutos se vivió un 'déjà vu', con la selección sumida en una precipitación excesiva frente a un rival que disfrutaba en ese contexto. El aturdimiento, por suerte, fue efímero, y la actitud del equipo fue muy diferente a la mostrada en los ejemplos anteriormente mencionados. Valiente, paciente y precisa, la selección supo hurgar en las debilidades de Georgia para introducirse en su muralla.

El juego por banda y los disparos desde fuera del área, recursos que marcan la diferencia

El encargado de guiar el asedio fue Rodri Hernández. El timón español apareció cuando más se le necesitaba. Completó un partido descomunal, ganando todos los duelos que disputó y registrando un 93% en el pase. Por si fuera poco, desatascó el partido con un disparo desde la frontal del área, un recurso cada vez más utilizado por la selección y que antes parecía un tabú en su juego. Por esa vía llegaron dos de los cuatro goles de la Roja: el de Rodri y el de Dani Olmo. El centrocampista del Manchester City tuvo al lado al que se está convirtiendo en su más fiel escudero, Fabián Ruiz, que volvió a dejar otra actuación para el recuerdo con gol y asistencia.

Latigazo marca de la casa de Rodri para poner el empate ante Georgia

El asalto de la muralla georgiana tuvo otros dos protagonistas principales, uno por cada lado. Lamine Yamal y Nico Williams, Nico Williams y Lamine Yamal. Los dos forman el dúo por excelencia de esta Eurocopa. Como viene siendo habitual en el torneo, los extremos fueron dos puñales que abrían una vía de agua en la defensa rival cada vez que encaraban a su par.

La Roja tiene con ellos un recurso que no tenía en las últimas ediciones de torneos grandes y que, precisamente, hubieran sido de gran utilidad para desencallar partidos como los de Rusia y Marruecos. Por suerte, tienen 16 y 21 años, respectivamente. Valorémoslos.

La España más coral e inconformista

Resulta difícil destacar solo uno o dos jugadores de la victoria de España sobre Georgia. De hecho, ya hemos mencionado a cuatro (Lamine, Nico Williams, Fabián y Rodri), pero podríamos resaltar a más: Carvajal, Cucurella, Dani Olmo... La actuación de la selección fue un trabajo coral. Prueba de ello es que los cuatro goles tuvieron un sello distinto y hasta seis jugadores diferentes participaron en ellos.

Otro aspecto a destacar del juego de la Roja es el inconformismo. España no bajó el pie del acelerador ni siquiera con 4-1 en el marcador. Los jóvenes son puro descaro y quieren demostrar en cada minuto que pasan en el campo. El cuadro de Luis de la Fuente acabó el choque con 36 remates (13 de ellos a puerta) y obligó a Mamardashvili a realizar nueve paradas. Un vendaval de ocasiones que, para el técnico, se tradujo en un resultado demasiado corto: "Sabemos lo que cuesta estar aquí, pero el resultado ha sido engañoso. El partido era de 8 o 9-1".

El próximo rival es Alemania. Palabras mayores. Pero si algo podemos dar por seguro, es que esta selección será valiente y tratará de llevar la iniciativa. Es su sello de identidad.

De la Fuente: ''El resultado es engañoso, podía haber sido un 9-1''