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Lamine Yamal: el partido en el que el niño se hizo adulto

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Lamine Yamal, la sensación del España - Francia y de la Eurocopa a punto de cumplir los 17 años

Se acaban las palabras para definir la grandeza de un pequeño que es ya un gigante. Un gigante, que crece, sin límite, entre adultos, siendo un joven de apenas 16 años, casi 17.

Lamine demuestra su edad cuando festeja, cuando bromea, cuando habla con los medios…Con esa alegría, esa ilusión, esa energía inagotable… Pero esa misma edad, la oculta incomprensiblemente cuando tiene la pelota en los pies, porque cuando juega al fútbol el niño se hace adulto, el niño compite como un adulto, el niño lucha como un adulto, y el niño revienta redes como un adulto.

El gol de Lamine Yamal frente a Francia en la semifinal de la Eurocopa 2024 para empatar el encuentro 1-1 en ese momento, es la consagración de lo que ya se sabía, pero que una vez más, Yamal ha demostrado. Ha dejado claro que es un talento descomunal y un diamante en bruto, que en noches como la de la semifinal contra los de Deschamps, se va puliendo poquito a poquito.

Lamine Yamal pone el empate en el marcador con un golazo desde fuera del área

Una brutalidad de gol, ‘made in Yamal’, como le gusta a él. Una acción que se está convirtiendo en su seña de identidad y en su marca registrada: irse para dentro con el balón, y chutar con esa zurda de oro al palo largo que, aunque se la huela o se la intuya el portero rival, resulta físicamente imposible detener.

Lo ha intentado Maignan, el hasta este martes, mejor portero de la Eurocopa con un 100% de efectividad (obviando el penalti encajado contra Polonia, que previamente había parado, pero que se volvió a lanzar). Y lo intentó estirándose hasta el límite, pero como todos, al final, terminó viendo el balón dentro de su portería.

Una locura, que Lamine Yamal, te lo explica como si nada al terminar el encuentro: “la he cogido, no he pensado, he intentado meterla donde ha entrado y ya está, muy feliz”.

Un truco que el mago Yamal se sacó de la chistera, y que fue todo un déjà vu de lo que ocurrió hace un año en la semifinal del Europeo sub-17. Adivinen el rival: Francia. Porque a veces, la historia se repite.

El 13 de julio es su cumpleaños: 17 añitos, y Lamine tiene un deseo claro: “ganar, ganar y ganar. Es lo que tenemos en la mente. Era mi objetivo llegar a mi cumpleaños en Alemania”. Y así llegará.

Tras la semifinal, Lamine fue galardonado con el trofeo al MVP del encuentro. Un golazo antológico en el partido en el que el niño, se hizo adulto. Nada más queda por decir para definir a este chico, mejor dejémosle que siga definiéndose él mismo.