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Carlos Llavador y Lucía Martín-Portugués caen derrotados y dejan a la esgrima española sin representación en París 2024

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Llavador consigue la primera victoria olímpica en esgrima en 16 años, pero cae ante Hamza

El floretista Carlos Llavador y la sablista Lucía Martín-Portugués han dicho adiós a la competición de Esgrima de los Juegos Olímpicos de París 2024. El madrileño lo ha hecho en octavos de final, ante el egipcio Mohamed Hamza, y la madrileña en su debut de dieciseisavos ante la húngara Anna Marton, campeona del mundo en 2023.

Llavador venía de ganar en su primer duelo 13-15 al surcoreano Taegyu Ha, pero se ha visto impotente ante el tirador egipcio, uno de los favoritos a colgarse una medalla en la preciosa instalación dispuesta en el Grand Palais de París.

Llavador estuvo todo el combate por debajo en el marcador. Lograría empatar 5-5 la contienda y cuando el marcador discurría 6-7, el egipcio reclamó la acción a los jueces. Ambos duelistas tuvieron que comprobar sin caretas las conexiones de sus trajes para certificar que funcionaban correctamente. Ese minuto parados hizo que Llavador perdiera la buena racha y, aunque igualó el pulso 7-7, el primer asalto concluyó 7-8 para el egipcio.

En el segundo asalto no hubo opción de remontada como la que si vivieron los franceses con su representante de al lado. Hamza seguirá adelante en la competición por el 15-12 final.

Lucía Martín-Portugués dice adiós en su debut olímpico en esgrima

Decepción por la derrota de Martín-Portugués, que apuntaba a medalla

En el primer turno de la mañana se vivió la mayor decepción dentro de la delegación española comandada por el presidente esgrimista José Luis Abajo, 'Pirri'.

Lucía Martín-Portugués cayó eliminada en sable y abandonó el Grand Palais de París entre lágrimas.

La madrileña acudió con el objetivo de pelear por las medallas y gracias a su ránking no tuvo que disputar la primera ronda.

Llegó a dominar su duelo en varias ocasiones hasta que se vino abajo en la segunda mitad del enfrentamiento con la húngara, mucho menos atenazada por los nervios.

La sablista se derrumbó al finalizar su actuación y certificar la derrota: "Qué vergüenza, he perdido a la primera cuando venía a por medalla. No me he encontrado", repitió en varias ocasiones en la zona mixta del Grand Palais.

Lucía Martín-Portugués estuvo arropada en las gradas por la princesa de Asturias, Leonor de Borbón, y su hermana, la infanta Sofía, que estuvieron sentadas en las gradas, como un aficionado más, junto al presidente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco, y el presidente de la Federación Española de Esgrima, 'Pirri'.

Todos ellos animaron a la deportista española, que, tras su debut olímpico a los 33 años, se marcha a casa con un sabor amargo, pero con el orgullo de devolver a la esgrima femenina a los Juegos Olímpicos 16 años después. Desde Pekín 2008, cuando Pirri logró el bronce en espada, la única medalla española olímpica en este deporte, no había una mujer española en competición.