Remontada y maniobra decisiva de Pidcock para repetir oro en mountain bike
- El campeón olímpico en Tokio revalida el triunfo en París remontando al francés Koretzky
- David Valero, bronce en los pasados Juegos, terminó décimo sin poder luchar por ir en cabeza
Es sabido que la carrera de mountain bike, con sus subidas, bajadas, vericuetos y obstáculos, es un terreno propicio para las sorpresas y los giros de guion. También para las emboscadas. En una última vuelta trepidante, el británico Tom Pidcock (Leeds, 1999) revalidó en la colina de Elancourt el oro en los Juegos Olímpicos de París, tras el logrado hace tres años en Tokio, con un espectacular adelantamiento en la última vuelta. El día antes de cumplir 25 años, se ha hecho a sí mismo el mejor regalo que cabía esperar.
La historia de su triunfo no está en el qué, sino en el cómo. Pidcock era el favorito, pero su rendimiento era una incógnita después de haber abandonado en la primera semana el Tour de Francia, que disputaba con el Ineos, debido a un positivo por COVID. Siguiendo su estrategia de carrera, se puso pronto en primer lugar, pero sufrió un pinchazo en la cuarta vuelta. Logró remontar y, cuando todo parecía abocado a un sprint final entre los tres corredores más regulares -Pidcock, el francés Víctor Koretzky y el sudafricano Alan Hatherly-, un arriesgado ataque a Koretzky en la zona del bosque le puso en cabeza de manera definitiva para rebasar en solitario la línea de meta.
El percance que no impidió la victoria final del campeón del mundo, ganador de todas las carreras que ha disputado esta temporada, echó al traste las opciones del principal candidato español al podio, el granadino David Valero, bronce en Tokio 2020. La gravilla que salpicaba el circuito hizo que tuviera un incidente en una curva y echó el pie al suelo cuando estaba gestionando su lugar en el pelotón para lanzarse a la remontada en el último tercio de carrera, su especialidad. Cuando quiso darse cuenta, marchaba 21º, a 40 segundos de la cabeza de carrera, pero no pudo recortar la distancia.
Después de las primeras escaramuzas posicionales, las primeras vueltas las lideraron el suizo Mathias Flueckiger y el sudafricano Hatherly, pero pronto tomó los mandos Pidcock, hasta que un pinchazo justo antes de la zona técnica le relegó a 37 segundos de la cabeza cuando ya estaba liderando la marcha. De pronto, el francés Victor Koretzky se vio en cabeza y abriendo hueco, mientras que por detrás el vigente campeón empezaba una carrera nueva.
El favorito local y actual número uno del ránking mundial se veía así cerca de la medalla de oro y trataba de aguantar a ritmo de contrarreloj el de sus perseguidores, Pidcock y Hatherly, instalado a rueda del británico. Valero, por su parte, en 14ª posición y a minuto y medio de los tres primeros, veía alejarse la esperanza de remontada, y aun la de diploma olímpico, que se esfumó finalmente por apenas 20 segundos.
Después de 70 minutos de una carrera tan agobiante por el calor como emocionante, Koretzky fue alcanzado a seis kilómetros del final y ahí empezó el tira y afloja con Pidcock. Primero atacó el británico y le respondió el francés en la subida, el terreno más favorable al intercambio de posiciones, a menos de un kilómetro de la meta. Y al llegar al tramo del bosque, como un Robin Hood, Pidcock le robó la primera posición del bolsillo con una maniobra tan audaz como polémica a ojos de la afición francesa, que obligó a Koretzky a levantar incluso el pie del pedal para no perder el equilibrio.
Pidcock cruzó la meta con un tiempo de 1:26.22, nueve segundos por delante de Koretzky y once mejor que Hatherly, que completó el podio. Por su parte, David Valero cruzó la línea en décimo lugar a 2:27; y el otro español participante, Jofre Cullell, fue 24º, a 5:51 del líder. "Estoy contento con el rendimiento, he intentado luchar por las medallas, venía a eso, pero estaban caras. Me voy bien, con buenas sensaciones, es un buen resultado, aunque aspiraba a más", señaló en meta el granadino.