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Pista olímpica

Duplantis, récord sobre récord: así han sido los vuelos del rey de la pértiga

El saltador sueco no se ha conformado con el oro en la final de salto con pértiga. De París 2024 se lleva, además, los récords olímpico y mundial que le confirman como líder incontestable de la disciplina.

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Duplantis consigue el oro, el récord olímpico y el mundial en París 2024
Duplantis consigue el oro, el récord olímpico y el mundial en París 2024 Europa Press / InfografíaRTVE

Se daba por hecho que Mondo Duplantis revalidaría el oro que ya consiguió en Tokio hace tres años. También parecía probable que pulverizara el récord olímpico. La principal incógnita de cara a estos Juegos era, por tanto, si aprovecharía la cita en París para elevar los 6,24 del récord del mundo que él mismo registró en abril de este año.

Le bastaron cuatro saltos para asegurarse el oro olímpico, pero decidió saltar al menos dos veces más: una por cada récord a batir. El olímpico lo superó sin dificultad y el mundial, aunque se resistió un poco más, acabó rindiéndose una vez más ante el saltador sueco. Sus rivales se fueron bajando a medida que subía el listón y tras un último salto de 6,25 metros, Duplantis se coronó como el indiscutible rey de la pértiga.

Con el oro no basta

Duplantis se reservó en el primer salto de la final de salto con pértiga: los 5,50 metros iniciales quedaban más más de 70 centímetros por debajo de su récord. Saltó la segunda altura, 5,70, sin que le cambiara la cara. Se ahorró los 5,80. Saltó los 5,85. Se ahorró los 5,90. Y a los 5,95 se incorporó, ya definitivamente, a la final de salto con pértiga de París 2024.

Mientras los finalistas se iban despidiendo uno tras otro, el sueco fue el único en llegar sin fallos a los 5,95. Intentaron los seis metros el prometedor Emmanouil Karalis y el estadounidense Sam Kendricks, pero ninguno de los dos consiguió superarlos. Duplantis sí lo hizo, sin demasiado esfuerzo, y así se aseguró el oro olímpico. Pero no era suficiente.

Tras unos momentos de incertidumbre, el listón se colocó en 6,10 metros para que Duplantis lo saltara y batiera el récord olímpico. Como así hizo sobradamente, superando los 6,03 del brasileño Thiago Braz en Río 2016 y añadiendo uno de los pocos hitos deportivos que aún le faltaban a su palmarés. Pero tampoco era suficiente.

Tres saltos para superarse a sí mismo

El estadio de Saint Dennis se vino arriba cuando el listón volvió a alzarse, esta vez hasta los 6,25 metros. Compitiendo ya solo contra sí mismo, con una medalla de oro al cuello y un récord olímpico en el bolsillo, Duplantis mantuvo la tensión.

Un primer intento acabó con la barra en el suelo y el gesto frustrado del sueco sobre la colchoneta. Duplantis pidió palmas al público, que por supuesto concedió, y cogió carrerilla antes de arrastrar la pértiga unos centímetros antes de llegar al cajetín, en ese gesto tan suyo y tan inexplicable. Pero una vez más, el salto acabó con la barra en el suelo y la frustración del sueco.

Hubo una nueva pausa, mientras Duplantis recalibraba y el estadio contenía la respiración. Solo le quedaba una oportunidad para culminar lo que había ido a hacer a los Juegos Olímpicos de París 2024. Y, tres horas después de que empezara la final de salto con pértiga, a la tercera fue la vencida.

Mondo Duplantis, un atleta que ha hecho de batir récords una rutina -el de París es su noveno récord mundial-, convenció al mundo de que éste era especial. El saltador sueco salía disparado y eufórico desde la colchoneta. Antes de envolverse en la bandera sueca y pasearla por el estadio, corrió a la grada para abrazar a su pareja y celebrar con los suyos que la agonía de los últimos minutos había dejado paso al desenlace que todos esperaban. El oro vuelve a ser suyo, el récord olímpico también, y la mejor marca del mundo sigue llevando su nombre, ahora un centímetro más arriba.


En la elaboración de esta información ha participado Juanma Leralta (InfografíaRTVE - Evoluciona).