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¿Una piscina anti-récord? París 2024 termina con 19 marcas batidas en natación

  • La piscina instalada en La Défense Arena tiene 2,20 metros de profundidad por los 2,5 o 3 que exige World Aquatics
  • Han caído cuatro récords mundiales, por los seis de Tokio 2020 y Río 2016 y los ocho de Londres 2012

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La Défense Arena
La Défense Arena

La profundidad de la piscina olímpica de La Défense Arena de Nanterre en la que se ha disputado la natación en estos Juegos Olímpicos de París 2024 ha generado polémica durante la disputa de la competición, con quejas de varios nadadores, por la dificultad de batir récords mundiales, solo han caído cuatro: 100 metros libre masculino, 4x100 de estilos mixto y femenino y 1.500 libre, estos dos últimos en la última jornada. Pero los datos no demuestran una diferencia sustancial.

La instalación de La Défense Arena fue inaugurada en 2017 con un concierto de los Rolling Stones y es una sala polideportiva que alberga habitualmente partidos de rugby y espectáculos musicales para hasta 40.000 personas. Para la construcción de la piscina olímpica, se ha tenido que elevar el suelo 2,20 metros y se ha reducido el aforo a los 15.000. La profundidad de la piscina, 2,20 metros en los carriles centrales y 2,10 en los laterales más externos (que solo se usan en preliminares) está muy lejos de los tres metros que alcanzaba el Centro Acuático de Tokio 2020.

¿Cómo afecta la profundidad de la piscina en la velocidad?

Desde 2023, la profundidad exigida para una piscina en un evento como un Mundial o unos Juegos Olímpicos debe ser de 2,50 para natación y tres si es multidisciplinar. El hecho de que París fuera designado como sede antes de ese cambio, ha servido como excusa para esta permisividad. Además, en La Défense se ha disputado la fase final del waterpolo, por lo tanto, dista casi un metro de los tres que debería tener.

De hecho, el Centro Acuático de París sí cuenta con una piscina de tres metros de profundidad, pero varios medios advirtieron de que los 6.000 espectadores que podía albergar era un punto en contra para World Aquatics y el Comité Olímpico Internacional.

Los expertos advierten que cuanto menor es la profundidad de la piscina, mayor es el rebote del movimiento del agua que generan los propios nadadores y les frena. Es un efecto casi imperceptible, pero medible y que en cuestiones de milésimas de segundo puede afectar a que se batan marcas. A mayor profundidad, mayor es la amortiguación de esos movimientos y no generan esas olas que afectan a los nadadores.

"Sabemos que a día de hoy no cumple las reglas de World Aquatics, ahora son dos metros y medio y esta mide 2,10 o 2,20", declaró Hugo González a la Cadena Ser tras meterse en la final. Aunque en el micrófono de RTVE afirmaba que "todos" estaban "en las mismas condiciones", hablando de sus propias marcas y los cortes para las finales.

Pero, ¿es cierto que La Défense Arena ha dificultado los récords?

Comparado con los últimos Juegos Olímpicos, los récords mundiales han bajado, pero no drásticamente: han pasado de seis a cuatro. Marca una dinámica descendente que viene desde los 20 de Pekín 2008, con aquellos polémicos bañadores, a números más normales como los ocho de Londres 2012, seis en Río 2016 y Tokio 2020 y, ahora, cuatro. Además, en cuanto a récords olímpicos se han batido más que en los últimos campeonatos.

En París 2024, las plusmarcas no solo han estado en las finales. La sueca Sarah Sjoestroem batió el récord olímpico en la semifinal de los 50 metros libres femenino, igual que hizo Gretchen Walsh en la de 100 metros mariposa femenino. Ninguna de ellas consiguió mejorar su marca en la final (de hecho, Walsh ha tenido que conformarse con la plata en la final de la prueba de mariposa).

Aunque poco habituales, también se batieron hasta tres récords en semifinales de Río 2016. En cambio, esta singularidad no ha ocurrido con ningún récord mundial de natación en las cuatro últimas ediciones de los Juegos. 

Récords mundiales y olímpicos en París 2024

Los récords se han registrado en múltiples pruebas, desde los 50 metros hasta los relevos de 4x100, incluyendo el emocionante sprint de Bobby Finke en la final de los 1.500 metros libres este domingo, donde batió el récord mundial.  Pan Zhanle destrozó su propia plusmarca en los 100 metros libres por cuatro décimas, la había marcado en Doha este mismo año en febrero.

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Ryan Murphy, Gretchen Walsh, Nic Fink y Torri Huske fueron los componentes del equipo de Estados Unidos, pero su récord lo consiguieron en una disciplina que es olímpica solo desde Tokio 2020.

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En la última jornada cayeron otros dos récords, el primero fue el de la prueba de larga distancia en la piscina, los 1.500 metros estilo libre de Bobby Finke y su impresionante 14:30.67. Superaba por medio segundo la plusmarca del chino Sun Yang, que permanecía vigente desde Londres 2012.

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Para cerrar la natación en La Défense Arena el equipo femenino de relevos estadounidense formado por Regan Smith, Lilly King, Gretchen Walsh y Torri Huske batía el récord en 4x100 estilos. La disciplina echaba el telón de la mejor manera posible.

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El francés Léon Marchand es el nadador que más récords ha registrado en estos Juegos, un total de 4, mientras que la canadiense Summer McIntosh y la australiana Kaylee McKeown han conseguido batir dos cada una. 

La australiana Mollie O'Callaghan ha conseguido un récord en solitario y otros dos en equipo, en las pruebas de relevos 4x100 libres femenino y 4x200 libres. La misma situación que la estadounidense Gretchen Walsh, que al récord conseguido en la semifinal de 100 metros mariposa ha sumado dos récords como parte de sendos equipos de relevos, entre ellos la de estilos mixto. 

En este sentido, destaca el caso de la también estadounidense Regan Smith. En la final de 100 metros espalda, que nadó el 30 de julio, tuvo que conformarse con la plata, mientras que su compañera Katie Ledecky lograba el oro y un récord olímpico con 57,33 segundos. Sin embargo, este domingo, en la final de la prueba de relevos 4x100 estilos femenino, ha conseguido rebajar esa marca en su posta de estilo espalda a 57,28. Técnicamente, un récord -así aparece por ahora en la web oficial de los Juegos, aunque en la página de la federación mundial de natación mantienen el de Ledecky. 

Lo mismo le pasó al Pan Zhanle, que superó su récord de los 100 metros libres en su impresionante final del 4x100. El nadador chino hizo su relevo en 45,96, medio segundo menos que la plusmarca que había fijado apenas cuatro días antes.

¿Cómo ha sido el acceso a las finales y las marcas de los mejores?

Las marcas no han tenido cambios muy relevantes. Tomando como referencia el estilo libre, en el femenino ha habido dos finales más 'caras', el 200 y el 400, y cuatro más baratas, el 50, 100, 800 y 1.500. En cambio, todas las marcas son mejores en París 2024 que en Río 2016 y Londres 2012.

En el libre masculino, igualdad máxima, el tiempo de las semifinales fue mejor en tres y peor en otras tres. En Tokio se exigió una mejor marca en el 100, 200 y 400 y en París en el 50, 800 y 1.500. Y si la comparación es con Río y Londres, en todas salvo en el 400 en Brasil, fueron más caras las finales en esta edición de los Juegos.

En cuanto a los mejores nadadores, no se puede establecer con seguridad que hayan nadado más lento. La australiana Ariarne Titmus ha hecho 3:57.49 en el 400 metros libres, por encima de sus marcas en los Mundiales de 2018 y 2023 y Tokio 2020, pero ha mejorado la del campeonato del mundo de 2019.

En cambio, el francés Léon Marchand, en el 200 mariposa, ha nadado más rápido que en todos sus grandes campeonatos anteriores, su 1:51.21 es mejor que el de Fukuoka 2023 (1:52.43), que el Budapest 2022 (1:53.37) y que el de Tokio (1:55.68).