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Búlder y dificultad: así puntúa la prueba de escalada en la que Alberto Ginés defiende su oro olímpico

Ginés logró la mejor puntuación en la semifinal de dificultad y compite por reinar en una prueba independizada de la velocidad

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Alberto Ginés compite en la final de búlder y dificultad de escalada deportiva en los Juegos Olímpicos de París 2024.
Alberto Ginés compite en la final de búlder y dificultad de escalada deportiva en los Juegos Olímpicos de París 2024. DISEÑO RTVE / REUTERS

Alberto Ginés estará en la final de búlder y dificultad de los Juegos Olímpicos de París 2024. El escalador cacereño se ha colocado cuarto en la clasificación tras completar una semifinal irregular, en la que ha brillado con la mejor puntuación en la pared de 15 metros, y después de quedar decimocuarto en los bloques. Aunque la prueba ha cambiado desde los últimos Juegos, ahora tiene que defender su medalla de Tokio 2020, el primer oro olímpico de la historia de la escalada deportiva.

Hace tres años, la puntuación final reflejaba el resultado combinado de velocidad, búlder y dificultad. En París, el búlder y la dificultad se han establecido como prueba propia, cuya puntuación máxima -200 puntos- solo puede alcanzarse completando las dos partes a la primera.

La escalada deportiva se estrenó como deporte olímpico en Tokio 2020 y, a juzgar por el público que abarrotaba este viernes el rocódromo de Le Bourget, la única sede construida expresamente para estos Juegos y que perdurará después de la cita olímpica, su futuro en el calendario olímpico está más que asegurado.

Pericia frente a las cuatro paredes del búlder 

La final de este viernes comienza con el búlder. Una disciplina en la que los escaladores se enfrentan a cuatro paredes de 4,5 metros de altura. Sin cuerda y solo con sus pies y manos, deben demostrar su habilidad, equilibrio y fuerza.

La prueba se compone de cuatro búlders o bloques. Paredes angulosas, de 4,5 metros de altura, con agarres que permiten distintos niveles de dificultad y que los escaladores deben trepar sin cuerda.

Cada escalador tiene cuatro minutos para completar cada bloque. En cada búlder puede lograr hasta 25 puntos, sumando 100 en total, pero pierde una décima cada vez que cae a la colchoneta.

La pared está marcada con una etiqueta cuadrada que indica la salida y tres circulares que señalan a los tres agarres en los que se anotan los puntos..

Los primeros cinco puntos se consiguen en el primer tramo del bloque o zona baja. Para lograrlos, el escalador debe dominar la presa con al menos una mano y estabilizar su posición.

Esta mecánica se repite en el agarre de los diez puntos o zona alta. En estos dos primeros tramos, si el escalador cae después de controlar el agarre, los jueces valorarán si otorgan la puntuación.

El último agarre o "top" permite alcanzar hasta 25 puntos si se realiza a la primera. Pero, para que esa marca o la que resulte de los intentos se sumen al marcador, la presa final debe tocarse con las dos manos, manteniendo la estabilidad.

Ninguno de ellos ha podido ver el rocódromo antes de la prueba. De hecho, arrancan concentrados en una zona de aislamiento y calentamiento que se sitúa justo detrás del escenario principal. Van saliendo uno a uno hasta que hay cuatro escaladores a la vez que compiten en turnos alternos.

Rapidez y precisión para coronar la prueba de dificultad

Aunque no es una prueba de velocidad, la rapidez es una de las habilidades necesarias en la competición de dificultad. Los escaladores solo tienen un intento para trepar lo más alto que pueden por una pared de al menos 15 metros de altura que tampoco han visto con antelación. Tienen seis minutos para analizar la ruta, planificar el camino que van a seguir y ejecutarlo. 

La vía, que como los bloques del búlder ha sido diseñada específicamente para la final por un grupo de equipadores entre los que se encuentra el español Sergio Verdasco, se divide en cuatro secciones de dificultad ascendente con diez agarres cada una. Las puntuaciones se ordenan de manera descendente: cuatro puntos por cada uno de los más cercanos al top, tres en los intermedios y uno en cada agarre de la zona baja. Además, los escaladores reciben 0,1 puntos por cada agarre usado pero no controlado.

A medida que el escalador asciende, la pared se inclina hacia él con distintos niveles de desplome, lo que provoca que los deportistas tengan que adoptar posturas complejas y les sea más difícil sostenerse. 

El competidor que llegue a lo más alto puede sumar 100 puntos y la puntuación total de la final se calcula sumando esta nota a la obtenida en búlder. Los escaladores pueden alcanzar la cifra de 200 puntos si completan todo el circuito sin caerse. Sin embargo, la posibilidad de hacer varios intentos en el búlder y las décimas que dependen del jurado en la dificultad suelen alejar ese resultado. Por ejemplo, en la prueba de los bloques solo se logró un top a la primera, premiado con 25 puntos: el del japonés Sorato Anraku en la segunda pared.

Alberto Ginés: "Mejor que lo he hecho hoy, no sé hacerlo"

Así son los siete rivales de Ginés 

Alberto Ginés, cacereño de 21 años, llega a la final de París como el cuarto escalador con más puntos en la semifinal. Se enfrentará a otros siete rivales en la prueba que se celebra este viernes a partir de las 10:15 horas. 

El favorito para reinar en esta modalidad es el joven japonés Sorato Anraku. A sus 17 años, ocupa el primer puesto en la clasificación en los rankings que elabora la Federación Internacional de Escalada Deportiva (ISFC): tanto en búlder y dificultad por separado como en el que agrupa las dos pruebas. También ha sido el mejor puntuado en las semifinales, con dos tops de 24,9 y 25 puntos en búlder y 68 puntos tras superar el tercer tramo en la prueba de dificultad. 

Segundo en el ranking de dificultad ISFC, el británico Toby Roberts (19 años) lleva preparándose para estos juegos desde los 12 años, cuando supo que la escalada deportiva sería olímpica. Firmó una semifinal con un top de 24,7 puntos en búlder y la segunda mejor nota en dificultad después de la de Gines: 68,1. 

Roberts, que en su tiempo libre colecciona insignias de todos los países de la Villa Olímpica, es solo uno de los tres escaladores de Reino Unido que hay en la final. Le disputarán las medallas los veinteañeros Colin Duffy, cuarto entre los mejores escaladores de búlder y dificultad de la ISFC, y Hamish McArthur

La representación francesa la ha logrado Paul Jenft (21 años), que fue sexto en la semifinal. Y tampoco hay que perder de vista a los dos escaladores más mayores del grupo, experimentados en paredes naturales. Son la medalla de bronce de Tokio 2020, Jakob Schubert (Austria, 33), y Adam Ondra (República Checa, 31). Ocupan el tercer y undécimo puesto, respectivamente, en el ranking de búlder y dificultad de la ISFC. Tanto el austriaco como el checo superaron a Ginés en la prueba de los bloques, pero quedaron por detrás del español en dificultad.

Entre las ausencias más destacadas en esta lucha por el oro olímpico destacan las del japonés Tomoa Narasaki y el griego Alexander Megos, que cayeron en la semifinal. También la del estadounidense Nathaniel Coleman, plata hace tres años, que no ha participado en los clasificatorios de París.

¿Cómo quedará el medallero olímpico de la escalada?

Con todas las medallas de búlder y dificultad aún por decidir, el incipiente medallero olímpico de la escalada deportiva ha sumado otras seis preseas de velocidad: los oros de la velocista polaca Aleksandra Miroslaw, que ha batido el récord del mundo en estos juegos, y del indonesio Leonardo Veddriq; dos platas para los chinos Peng Wu y Lijuan Deng y dos bronces del estadounidense Samuel Watson y la polaca Aleksandra Kalucka. 

A la espera de lo que hagan Alberto Ginés y el resto de escaladores clasificados para las finales de París, Polonia encabeza el medallero con un oro y dos bronces, seguido de España, Eslovenia e Indonesia, empatadas en oros. Japón y Estados Unidos también están empatados con una plata y un bronce cada uno. 

Si la escalada hacía su debut en unos Juegos hace tres años, la consolidación como disciplina olímpica se la ha ganado en París, donde los muros por los que han trepado las estrellas de este deporte serán donados para el beneficio de asociaciones locales, clubes y comunidades.

El ascenso de los escaladores continuará en Los Ángeles 2028, donde se pretende contar con tres pruebas diferenciadas, y ya se ha anunciado que se incluirá una prueba paralímpica dentro de cuarto años. A tenor de estos planes de futuro, el COI parece haber triunfado en su intento por conectar con el público joven al potenciar un deporte en el que el 39% de los escaladores tiene menos de 18 años.