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Baloncesto olímpico

El 'chef' Curry cocina la quinta final consecutiva para Estados Unidos ante una espectacular Serbia

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Estados Unidos – Serbia (M) baloncesto: un estelar Curry cita a Estados Unidos con Francia en la final

Curry no había pisado París y la historia olímpica ya estaba listo para recibirlo, el mejor base de la historia de la NBA no podía dejar pasar la oportunidad de buscar lo que le falta: un oro olímpico.  36 puntos y 9/14 en triples (a uno del récord olímpico) aseguran una quinta final consecutiva de Estados Unidos conseguida ante una gran Serbia (95-91)en unos últimos 4 minutos de locura y superación de un equipo de Steve Kerr que cocinó a fuego lento.

Un parcial de 32-15 en el último cuarto que cuenta dos historias paralelas. Los detalles de Estados Unidos empezaron a alinearse faltando unos 5 minutos de juego y la solidez defensiva de Serbia a la que nos acostumbró en el torneo y especialmente en los tres primeros cuartos se desvanecía, las prisas nunca son amigas ante los mejores, Jokic y compañía terminan pagando los detalles de los dos últimos minutos.

Un primer cuarto lleno de “soSerbia”

Serbia salió con una velocidad y efectividad avasallante. Entre Dobric y Jokic había poco espacio para una ofensiva estadounidense que no supo meterse cuando los de Svetislav Pesic se despegaron a falta de 4 minutos en el primer cuarto

Una constante que sería máxima de la primera mitad es el Embiid más tirador desde el perímetro, para bien o para mal la estrella de los 76ers era el hombre objetivo, Serbia aceptaba que el tirara y Estados Unidos lo encontraba como la opción más cómoda. Un primer parcial de 23-31 que dejaba boquiabiertos a quienes pensaban que la selección de Jokic no daba la talla.

James y su corte despiertan, pero no lo suficiente

Ya sea por un cambio de intensidad de Serbia o por un despertar tardío de los de Steve Kerr, el segundo cuarto fue mucho más apretado. La intensidad defensiva de ambos quintetos aumentó y un Curry en la rutina de lo extraordinario sacaba de aprietos momentáneos a Estados Unidos, que carburaba a fuego lento, pero ya se veía rojo en el parqué.

La defensa de los serbios terminó siendo la clave antes del descanso, dejando espacio en la perimetral, pero cerrando muy bien las pantallas de Embiid y Edwards. Por el juego interior no iban a pasar, un parcial (20-23) que contaba una sola historia: dos cuartos jugados, dos cuartos ganados para Serbia.

Una incómoda Estados Unidos pedía todo y se le daba poco

De no ser por Curry había poco que contar de los primeros minutos del tercer cuarto, Serbia veía como un solo hombre les recortaba la ventaja y es que cuando el chef cocina, nadie se mete en su salsa. Kerr apostaba por un juego más físico al final del 3er cuarto, metiendo altura, lejos del small ball, era la hora de ponerse el traje de obrar.

Lo que pedía a gritos el partido era que entrara un desaparecido de parte de EE. UU: Kevin Durant, la “Durantula” no estaba tomando los tiros más cómodos, a diferencia de los Bogdanovic, Jokic y Guduric con los que era todo miel sobre hojuelas, tiros abiertos, defendidos bien, no importa como sea, entraban.

En el tiempo de hacer o romper, Curry logró ambas

Hay poco para agregar sobre el último cuarto, si lo del principio era la rutina de lo extraordinario de Curry, al final del partido consiguió amigos para divertirse con ello. Unas manos milagrosas de Durant que llegó elegantemente tarde al partido y un par de malas posesiones serbias fueron suficiente para que se asentara un resultado que si bien era el esperado, el desarrollo es para llamar la atención de un Steve Kerr que seguro se planteará el uso de Anthony Edwards en ofensiva y algunas rotaciones de pivote a un Embiid que se metió en problemas de faltas muy temprano.

Estados Unidos se medirá ante Francia por el oro el 10 de agosto a las 21:30 horas, Steve Kerr contra Vincent Collet, la guardia histórica estadounidense ante la joven nueva guarda de "aliens" franceses.

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