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La 'escuela española' de la sincronizada copa el podio en los Juegos de París 2024

  • China es la nueva campeona con el liderazgo de Anna Tarrés y a EE.UU. la ha impulsado Andrea Fuentes
  • Otras selecciones olímpicas tienen como entrenadoras a exnadadoras españolas

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Fotocomposición con Andrea Fuentes, Anna Tarrés y Mayuko Fujiki (de izquierda a derecha), entrenadoras de natación artística de los equipos medallistas en París 2024
Andrea Fuentes, Anna Tarrés y Mayuko Fujiki, entrenadoras de natación artística de los equipos medallistas en París 2024

Bronce para el equipo español y oro y plata para dos países con entrenadoras españolas: la final de los Juegos Olímpicos de París 2024 ha puesto de manifiesto el nivel de la escuela nacional de sincronizada. Una especie de "sello" propio, como lo denominó tras la prueba Anna Tarrés, la entrenadora del nuevo equipo campeón, China, y que no perdió la ocasión de reivindicarse.

"Es es el sueño de todo entrenador. Casi ni me lo creo. Es una medalla sudada, que tiene muchos kilómetros detrás", declaró Tarrés a RTVE en referencia a su trayectoria como miembro del cuerpo técnico de la sincronizada de varios países tras su polémica salida en 2012 de la Federación Española de Natación.

Anna Tarrés gana con China el oro en 'sincro' | París 2024

"Una vez más, el trabajo hacia la excelencia, las horas de entrenamiento, la búsqueda contante de la perfección y mucha disciplina hacen posible la magia", añadía Tarrés, que tras lograr tres plantas y un bronce con el equipo y el dúo de España en los Juegos de Pekín 2008 y Londres 2012 pasó a entrenar en un club, luego con la federación ucraniana y los últimos años con la de China.

"Creamos tendencia. Aprendimos un método basado en trabajar mucho y sacar lo que tenemos muy bueno, el caracter latino, la explosividad, la adaptación a cualquier situación... En su día creamos un sello y ahora se está exportando. Y es lo que ha dado una medalla a España. Felicidades", añadió Tarrés.

Andrea Fuentes: "inspiración" e "innovación total"

Precisamente la nadadora más exitosa de aquel equipo español que dirigió Tarrés, Andrea Fuentes --la única con cuatro medallas--, compartió este miércoles el éxito con su antigua maestra.

Cómplice con sus compatriotas en la final a pesar de la rivalidad deportiva, la seleccionadora estadounidense parece que quiere ir más allá. Tras lograr la primera medalla olímpica para la sincro de EE.UU. en 20 años, Fuentes destacó el proceso para llegar ahí.

Andrea Fuentes, clave del éxito de EE.UU. en la sincronizada

"Quería un sistema basado en la inspiración. Dicen que el buen entrenador hace un buen deportista, pero que el gran entrenador cambia una vida. Hemos aprendido tanto juntas... Yo he sido mejor entrenadora gracias a ellas y ellas mejores deportistas y personas. Hemos montado un sistema diferente muy innovador en todos los sentidos", declaró Andrea Fuentes a RTVE.

Además, en la final de equipos, otro de los diez participantes, Australia, tenía como seleccionadora a la española Paula Klamburg, también expupila de Tarrés. Y en los dúos ocurrirá con otros dos países más, Países Bajos, con Esther Jaumá; e Israel, con Beth Fernández.

Mayuko Fujiki, la combinación exitosa

Y mientras, en España curiosamente la seleccionadora viene de fuera, de Japón, aunque lleva muchos años trabajando con el equipo. Mayuko Fujiki estuvo también en la estructura federativa en la época de Tarrés, pero luego trabajó con EE.UU. y China y volvió ya como seleccionadora asbolusta en 2017 para poner un en marcha un proyecto de futuro.

"Siempre pensamos en ocho años, a largo plazo, con una nueva generación. Aquí también hemos presentado a tres chicas muy jóvenes para que no nos paremos y haya una continuidad", declaró Fujiki a RTVE en la zona mixta del Centro Acuático de Saint Denis.

Mayuko Fujiki, artífice de la reacción de la sincronizada

En estos años, Mayu --como la llaman dentro del equipo--, ha seguido apostando uno de los elementos diferenciadores de la sincro española, la impresión artística, con ejercicios originales; pero también ha sabido adaptar al equipo al nuevo reglamento y elevar la dificultad de las rutinas sin perder su esencia creativa.

Todo ello con mucho trabajo, como refleja ella misma con un detalle de lo que pasó en la final olímpica: "El martes tuvimos un fallo (en la rutina libre) y después de competir nos quedamos en esta piscina hasta cinco minutos antes de que saliera el último autobús para prepararnos lo mejor posible" para la prueba definitiva. Y a la postre exitosa.