Decepción olímpica de la selección femenina de fútbol
- Alexia Putellas falló un penalti en el último minuto que habría forzado la prórroga (0-1)
- España se despide sin premio en sus primeros Juegos Olímpicos, a los que llegaba como gran favorita
Se consumó una de las grandes decepciones de estos Juegos Olímpicos. La selección española femenina de fútbol, campeona mundial y de la Nations League, se despide de sus primeros Juegos Olímpicos de París 2024 sin medalla. Las de Montse Tomé no pudieron superar a Alemania, que se encontró el metal desde el punto de penalti desde el que se le negó a España la épica tras un error de Alexia Putellas.
La jugadora asumió la responsabilidad también ante las cámaras y explicó en los micros de TVE por qué lanzó ella en lugar de Mariona Caldentey: "Ayer estuvimos entrenando y los metí todos. La entrenadora (Montse Tomé) me ha dicho que si había un penalti, que lo pegara yo. Hemos hecho eso (parecía que lo iba a tirar Mariona) para distraer un poco a la portera".
"Un final cruel" como describiría Montse Tomé también tras un partido en el que lo de Brasil parecía cosa del pasado. Las jugadoras españolas volvieron a tomar las riendas del partido, buscando el protagonismo y mimando el balón. Quizá demasiado en una primera parte con sólo dos disparos reseñables: la falta de Tere Abelleria 'desde su casa' y el trallazo de Aitana Bonmatí a dos minutos del final. Los dos los sacó despedidos el larguero alemán.
"Estamos ahí" se escuchaba gritar a la centrocampista azulgrana mientras entraban a vestuarios. Bonmatí fue la que pedía "más, más" a sus compañeras. ¿Quién decía que un bronce era poco exigente para esta selección? Lo querían, lo deseaban, pero aún no habían dado con la clave.
Gwinn no perdona y Putellas se hace mortal
Y en esa búsqueda durante la segunda parte, Cata Coll salió con todo y arrolló a Giulia Gwinn dentro del área. Penalti claro que nadie rechistó. La misma centrocampista se encargó de cruzarla para hacer un tanto que alejaba a la españolas del bronce. Tocaba remar.
La primera en dar la cara de la confianza fue, precisamente, Cata Coll. Su paradón a Lea Schüller en un mano a mano hizo que España no se hundiera. Pero la portera alemana también jugaba. Ni se creía Berger la mano que le acababa de sacar a Jenni Hermoso a 15 minutos del final. Las mejores jugadoras del mundo, Alexia Putellas y Aitana Bonmatí, no brillaron con el oro que les caracteriza.
En una cruzada desesperada, España se lanzó al ataque para salvar el bronce, el último resquicio de alivio olímpico al que podían aspirar tras unos Juegos flojos de una selección imponente durante el último año y a la que aún le faltaba una última vida. Un penalti en el último minuto.
El destino quiso que la épica hiciera aparición y para grandes gestas, grandes jugadoras. Alexia Putellas cogió el balón y asumió la responsabilidad. Pero esta vez, 'la Reina' fue humana. Lanzó con todo a la izquierda de una Berger que le adivinó las intenciones. El desastre se consumó y en París, las inmortales jugadoras de la selección de fútbol bajaron a la tierra y el sentimiento general no pudo describirlo mejor Jenni Hermoso: "Cuando acostumbras a algo muy bueno y llegan derrotas parece que todo es una mierda".