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Ayoub Ghadfa se cuelga la plata tras salir derrotado en la final y sucede a Lozano en el palmarés del boxeo olímpico español

  • El púgil marbellí cae derrotado por decisión unánime ante el uzbeco Bakhodir Jalolov

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Ayoub Ghadfa, medalla de plata en boxeo +92 kg: llega la sexta medalla para el boxeo español

Nadie nunca antes había hecho sonar el himno de España en el boxeo olímpico, en la noche parisina del caluroso 10 de agosto, el marbellí Ayoub Ghadfa buscaba conseguirlo, derribar una frontera. Para ello había que derribar, aunque fuera a los puntos al uzbeco Bakhodir Jalolov.

No ha podido ser porque Jalolov no ha dado opción. Se ha impuesto de manera unánime en los tres asaltos y se ha llevado la preciada medalla de oro sin discusión.

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Rafa Lozano, el que hoy le secaba la cara a Ghadfa antes de que sonara por primera vez la campana, ha sido el único púgil nacional capaz de llegar a una final. Sucedió en Sidney 2000 y cayó derrotado, paradojas de la vida, contra un boxeador nacido en la tierra que hoy acogía la final de su pupilo.

Ayoub buscó, como en el combate de semifinales, llevar la iniciativa conquistando el centro del cuadrilátero. Su movilidad es uno de sus fuertes, pero hoy era más necesaria que nunca para evitar que Jalolov soltara su potente puño izquierdo. El directo del uzbeco era un misil muy dañino, venía de lejos e implosionaba. Impacto dos veces en el rostro del español durante el primer asalto y Ghadfa se tambaleó.

En ese golpe estaba el arma de Jalolov, pero también podía ser su perdición. Y es que Ayoub pudo contraatacar ese movimiento en un par de acciones para llegar al cuerpo del rival.

Si el primer asalto fue unánimemente para Jalolov, el segundo estuvo más equilibrado. Ambos encajaron y los jueces volvieron a dar los cinco vencedor por el tanteo al uzbeco. Solo un ko técnico para el español en el tercer round podía ya llevarle al oro.

No pudo darse, el enfrentarse a un rival zurdo y con la guardia cambiada trastocó al púgil español que tantas alegrías había regalado en estos días. Jalolov se mantuvo impenetrable y se ganó merecidamente el oro.

Era la quinta presea para Uzbekistán en el boxeo de los Juegos Olímpicos de París, la quinta de oro.