París 2024 y la discapacidad: una concordia en la ceremonia de inauguración de los Juegos Paralímpicos

• Un gran espectáculo en el centro de París ha dado la bienvenida a los deportistas
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Los mejores momentos de la ceremonia de inauguración de los Juegos Paralímpicos de París 2024

Los Juegos Paralímpicos de París 2024 se han inaugurado con una ceremonia en el centro de la ciudad, en la plaza de la Concordia, que ha sido escenario de un gran espectáculo artístico que se ha centrado en la compleja relación de la sociedad con la discapacidad.

Ahora, durante los próximos 11 días, será el turno de la competición para 4.400 deportistas de 167 comités nacionales más un equipo de refugiados.

Una reflexión sobre la diversidad de los cuerpos

A ellos les ha dado la bienvenida este miércoles la ciudad de París con un espectáculo titulado Paradoja concebida por Thomas Jolly, el mismo director de todas las ceremonias de París 2024.

Como hace un mes en los Juegos Olímpicos, la primera novedad era el escenario elegido fuera de un estadio. En esta ocasión ha sido en la gran plaza del centro de París, la Place de la Concorde; en español Concordia; un concepto con el que se ha buscado un juego en este caso cultural.

Por un gran escenario en torno al obelisco de Luxor que preside la plaza han ido pasando en diversos números unos 500 artistas, una parte de los cuales con distintas discapacidades y que han simbolizado el empuje creativo de los diferentes frente a los juicios y prejuicios de una parte de la sociedad.

Así por ejemplo los cuerpos de unos y otros pasaron de la discordia a la concordia al ritmo de Christine and the Queens y su versión de Non, je ne regrette rien.

Símbolos en el desfile

En contraposición con la ceremonia del Sena en julio, esta vez no ha llovido y los deportistas han tenido mucho más protagonismo durante el desfile, que ocupó buena parte de la velada.

Flanquados por decenas de animosos voluntarios, las delegaciones llegaron a la Concorde por los Campos Elíseos, la espectacular avenida rematada por el Arco del Triunfo donde cuelgan este verano con los Agitos, el símbolo de los Juegos Paralimpicos.

También ha habido más oportunidad de recrearse con los uniformes de gala de los atletas del mundo, unisex en el caso de España, que ha tenido como abanderados a la judoca Marta Arce y el jugador de tenis de mesa Álvaro Valera.

Una de las delegaciones más aplaudidas ha sido otra vez la de Palestina, cuyo abanderado, Fadi Deeb, cuenta que su discapacidad fue provocada por los disparos de un francotirador israelí en 2001.

En la parte final de la ceremonia, leyendas paralímpicas, primero internacionales y luego francesas, se han ido pasando el fuego llegado desde Stoke Mandeville (Inglaterra), la cuna de los Juegos Paralímpicos.

Cinco fueron los encargados de volver a encender el globo-pebetero sobre el jardín de las Tuillerías: el triatleta Alexis Hanquinquant, los atletas Nantenin Keïta y Charles Antoine Kouakou, la nadadora Elodie Lorandi y el jugador de tenis de mesa Fabien Lamirault.