Baloncesto en silla de ruedas: una de las joyas de la corona de los Juegos Paralímpicos
- La especialidad, nacida como rehabilitación para veteranos de guerra, es una de las más seguidas cada cuatro años
- Con millones de practicantes, debutó como disciplina paralímpica en Roma 1960 (M) y Tel Aviv 1968 (F)
- Sigue los Juegos Paralímpicos de París 2024, del 28 de agosto al 8 de septiembre, en directo en Teledeporte y RTVE Play
Tuvo su origen al finalizar la Segunda Guerra Mundial. El baloncesto en silla de ruedas se vio como un gran ejercicio físico para la rehabilitación de los veteranos de guerra estadounidenses heridos en combate.
Con el paso de los años se popularizó y se extendió a otros países debido a sus virtudes tanto para lo físico como para lo mental. Hoy en día, lo practican millones de deportistas y hay instauradas competiciones en más de 80 países a lo largo del mundo.
Un impulso para los Juegos Paralímpicos
El baloncesto en silla de ruedas masculino hizo su primera aparición en los Juegos Paralímpicos de Roma 1960 como uno de los ‘ocho originales’ y desde entonces ha sido una de las especialidades más seguidas y, por ende, que más ha impulsado a la cita paralímpica.
La modalidad femenina se estrenaría dos ediciones más tarde, en Tel Aviv 1968, ampliando aún más su relevancia.
Con decir que Ludwig Guttman, fundador de los Juegos Paralímpicos, adaptó esta especialidad para sus programas de rehabilitación en el Reino Unido basta para comprobar la importancia del baloncesto en silla de ruedas para la cita.
USA y Canadá, dominadores
Canadá y Estados Unidos han dominado los últimos torneos Paralímpicos masculinos. Canadiense es Patrick Anderson, el considerado mejor jugador de la historia.
Estados Unidos ha sido el equipo femenino más dominante, ganando cuatro títulos Paralímpicos. El último oro, el de Tokyo 2020, se lo colgó Países Bajos.
Un símbolo paralímpico para concienciar
Este deporte se ha convertido en un símbolo de superación y determinación, inspirando a millones de personas en todo el mundo no solo a ver las competiciones sino también a practicarlo.
Las reglas se asemejan al baloncesto tradicional, pero se adaptan para permitir la participación de jugadores con diferentes discapacidades.
Tal vez la mayor diferencia con la versión tradicional de baloncesto sea la regla de desplazamiento. Los atletas en silla de ruedas deben pasar o botar el balón después de cada dos empujones en su silla de ruedas para evitar ser penalizados por desplazamiento. Una adaptación de los pasos tradicionales.
Exige una gran coordinación y trabajo en equipo, lo que lo convierte en un deporte muy atractivo tanto para jugadores como para espectadores.
Su historia es un testimonio del poder del deporte para transformar vidas y superar barreras.