La derrota ante ‘su’ Milan tensiona la relación de Ancelotti con el Santiago Bernabéu
- La afición despidió al equipo con silbidos tras la segunda derrota en Champions tras cuatro partidos
- “No es el peor momento desde que volví. Está todo dentro de la normalidad"
Una imagen vale más que mil palabras: Luka Modric liderando la presión como hombre más incisivo sobre la salida del AC Milan. Que el croata de 39 años fuera el primero en hostigar al rival refleja que en el Real Madrid hay un problema a la hora de construir la defensa.
Esa imagen no se recordaba en el coliseo blanco desde que cayera en 2022 con estrépito ante el FC Barcelona. En aquella ocasión, Ancelotti se la jugó al colocar al croata como falso nueve. No funcionó y los de Xavi acabaron ganando 0-4, para sentenciar la Liga. Mismo resultado que hace 10 días en Liga. Mismas consecuencias ahora, sino más graves a tenor de las palabras del técnico italiano.
“Así es muy complicado llegar al final de la temporada, hay que arreglar cosas. Lo dije el primer día de temporada, tenemos que defender mejor porque ahí está la llave”, aseguró en rueda de prensa tras caer derrotado ante ‘su’ AC Milan.
El entrenador italiano ha salido muy señalado de las dos derrotas consecutivas frente a Barça en Liga y al Milan en Champions. El público del Bernabéu no entiende cómo el equipo que el año pasado ganó el doblete ahora no sea capaz de defender ni de atacar. Hay bajas, Kroos o los lesionados Carvajal y Courtouis, pero el mal juego ha estado presente desde el inicio del curso.
“Puede ser que se tenga que buscar soluciones, tengo que pensar cómo tener a un equipo más equilibrado y más sólido. Sin volverme loco, pero cambiando algunos detalles tácticos que pueden mejorar las cosas. Tenemos que mejorar tácticamente, no es un problema de los jugadores que tenemos”, añadió.
Ancelotti es un hombre de fútbol, curtido en mil batallas. Sabe que en el equipo hay mimbres y que cuando alcance su querido equilibrio y lleguen los goles los ánimos se apaciguarán. El madridismo le quiere. La pregunta es ¿hasta cuándo durará la paciencia?
“La preocupación es normal, las próximas noches van a ser muy largas. El vestuario es sano. Ahora habrá mucha crítica en la actitud, los entrenamientos… Lo que opina la gente, las críticas, lo tenemos que aceptar y estar seguros de la realidad, que ahora no lo estamos haciendo bien”, aclaró.
La afición también señala a jugadores y quiere caras nuevas
En el feudo madridista en el que mandaba hasta hace un mes Ancelotti sin voces discordantes, también hay descontento con varios jugadores. En el partido frente al Milan se volvieron a suscitar cabreos por los fallos de Mbappe de cara a puerta y aparecieron pitos con el segundo gol.
En esa acción Tchouameni perdió el balón de manera absurda y Morata acabaría marcando el segundo gol. Antes, su marca en el córner fue el autor del primer gol. La afición comenzó a silbarle hasta que el entrenador le dejó en el banquillo al descanso.
Extrañó en la grada que en los cambios no se contara con los dos suplentes con más gol: Endrick y Arda Guler. “Hemos tenido muchas oportunidades a nivel ofensivo, pero nos ha faltado un poco de acierto, se podía marcar más; pero la facilidad con la que el equipo rival nos llega es el principal problema que tenemos que arreglar”, insistió.
Ahora el equipo blanco viajará a Liverpool y a Bérgamo en Champions, dos salidas difíciles. Ancelotti tiene que despertar, de lo contrario su puesto podría peligrar de forma seria.
“No es el peor momento desde que volví. Cada año hay momentos difíciles en los que tienes que aguantar, luchar y pensar. Está todo dentro de la normalidad. Este equipo ha caído muy rápidamente en los últimos partidos, pero es parte del fútbol; como que lo bueno del fútbol es que puedes reaccionar muy pronto. Afortunadamente tenemos otro partido en nuestro estadio y podemos tratar de volver a ser el equipo del año pasado”, concluyó.