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El año de Carolina Marín, entre el sueño y la pesadilla

  • Carolina Marín conquistó su séptimo Campeonato Europeo de bádminton
  • En su regreso a los Juegos Olímpicos se lesionó en las semifinales y no pudo revalidar su oro en Rio

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Imágenes de Carolina Marín: celebrando un triunfo, jugando bádminton y en un acto formal recibiendo un premio.
Carolina Marín en los JJ.OO., en el Campeonato Europeo y recogiendo el Premio Princesa de Asturias RTVE.es

Luces y sombras. Un año que puede parecer blanco o negro, pero que tiene grises. Seguramente no haya sido el mejor año de Carolina Marín, que volvía este 2024 con varios retos después de dos lesiones de rodilla. El objetivo era seguir reinando en el bádminton y lo ha hecho con su juego y levantando a una afición que sigue ahí para ella.

Con la cabeza fría, a principios de año la onubense conseguía el torneo All England Open, el primer trofeo del año (su segundo All England después del que ganó en 2015). Comenzaba un ciclo que tendría un final agridulce.

Aún no iba a estar ahí el bache porque justo una semana después ganaría el Abierto de Suiza frente a la indonesa Tunjung. La de Huelva conseguía su segundo torneo consecutivo y comenzaba a mirar los Juegos Olímpicos como su próximo gran reto.

Pero antes, su evento deportivo por excelencia, o al menos eso dicen los números. Carolina Marín volvía a ganar, por séptima vez, el Campeonato Europeo de bádminton, competición que lleva ganando desde 2014. Diez años sin ser destronada.

Unos logros que le hicieron ser quinta en el ranking mundial.

La piedra en el camino

No todo iba a ser un camino sencillo. Desde 2019 la deportista ha tenido dos lesiones de rodilla que no han permitido que esté al máximo nivel. Ya estaba recuperada y dispuesta a darlo todo para volver a ser campeona olímpica, como ya lo fue en Río 2016.

Volvía a demostrar su juego y que había vuelto para quedarse. Ganó los cuatro primeros partidos y en el quinto (la lucha por la final y asegurarse medalla olímpica) la onubense se rompió. Marín iba ganando un set a cero y 10-5 en el segundo cuando se dobló la rodilla. Lo intentó, pero no pudo terminar el partido y tampoco luchar por el bronce.

Aunque días después dejó claras sus intenciones de futuro: "Me gustaría retirarme en una pista de bádminton. La rehabilitación va en tiempo, pero no sé cuando volveré, no tengo prisa".

Premio Princesa de Asturias de los Deportes

A principios de año la Fundación Princesa de Asturias le otorgaba el Premio Princesa de Asturias de los Deportes. Un galardón que han recogido deportistas como Arantxa Sánchez Vicario, Fernando Alonso, Rafa Nadal o Teresa Perales.

Para la atleta el premio tiene un mensaje claro: "No solo es un reconocimiento a mi persona, sino al deporte que practico, el bádminton", y espera que "muchos niños se animen a practicar un deporte minoritario en España".

El premio reconoce la trayectoria de una atleta que tiene siete europeos, tres mundiales y un oro olímpico. Pero más allá de sus éxitos, están sus valores que seguro que harán que, tarde o temprano, vuelva a subirse a lo más alto del podio. Como ella misma dice en su lema: "Puedo porque pienso que puedo".