Munuera Montero y Hernández Hernández, señalados por los errores en el Real Madrid - Celta de Vigo

• El conjunto vigués reclama un penalti previo al 1-0 de Kylian Mbappé y unas manos de Rudiger
• Crónica: El Real Madrid doblega al Celta con polémica y tres goles liberadores en la prórroga, por Felipe Fernández

Real Madrid - Celta: del posible penalti de Lunin sobre Williot al gol de Mbappé

El Real Madrid está en cuartos de final de la Copa del Rey con sufrimiento tras vencer este jueves al Real Club Celta de Vigo por 5-2 con prórroga mediante. Prórroga mediante y, para disgusto vigués, árbitro mediante.

El partido, dirigido arbitralmente por José Luis Munuera Montero en el césped y Alejandro Hernández Hernández desde el VAR, se torció para estos a raíz del primer gol de Kylian Mbappé. Un gol que no revestía polémica en su ejecución de no ser porque venía precedido por un penalti reclamado por el Celta por derribo del meta madridista Andriy Lunin sobre el sueco Williot Swedberg.

De haber sido pitado, el 1-0 no habría subido al marcador y el Celta habría tenido en su mano ponerse 0-1 en el minuto 35, con casi una hora todavía por delante para ver un partido distinto. La cuenta de X del club gallego optaba por aquello de "una imagen vale más que mil palabras":

No fue la única jugada polémica, pero sí la que más indignación desató en el bando rival del Madrid -que no sólo era el celtinha, como suele ser habitual- por lo flagrante del contacto entre Lunin y Swedberg. El VAR acertó en algunos compases a favor de los intereses visitantes, como en un gol anulado al Madrid por fuera de juego de Vinicius previo a su pase a Güler, que fue quien anotó.

En otra no fue el VAR sino el propio Munuera Montero el que señaló el penalti de Asencio sobre Bamba que supuso el empate 2-2; tampoco hizo falta el VAR, ya que ni los jugadores madridistas lo protestaron.

La mano de Rudiger, invalidada por fuera de juego

Pero los vigueses sí que reclamaron con distinta medida sendas manos en el área del Madrid que no fueron castigadas con penalti. En la primera de Bellingham el colegiado no interpretó voluntariedad o, como se interpreta ahora, que el inglés tenía una "posición natural". Ni siquiera miraba al balón.

Pero en otra de Rudiger, más clara, esa vez sí que intervino el VAR, pero lo hizo para anular la jugada por fuera de juego previo de Bamba. Una acumulación de decisiones que indignaron a la expedición del Celta de Vigo. Su técnico, Claudio Giráldez, intentó ser comedido en rueda de prensa, pero no pudo evitar afirmar: "Necesitaré formarme en el VAR porque no acabo de entenderlo".

Claudio Giráldez: "Necesitaré formarme en el VAR porque no acabo de entenderlo"

"Polémica" es la palabra más correcta políticamente que emplean medios de comunicación y aficionados en las redes sociales, cuando no "escándalo" o directamente "robo". Los más indignados meten en el saco la mano de Rudiger, pero la que más unanimidad acapara es la primera de las jugadas: penalti para todos los expertos arbitrales colaboradores de los medios.

Real Madrid - Celta | Mano de Rudiger en una jugada anulada: la polémica más desapercibida

Lo cierto es que partidos así afianzan las convicciones de los antimadridistas más acérrimos acerca del trato de favor del estamento arbitral hacia el conjunto blanco. Los más benévolos lo atribuyen a unas víctimas más del miedo escénico del Bernabéu.