Raphinha culmina la remontada culé en la noche 'horribilis' de los porteros ante el Benfica

• El brasileño, 'MVP' del partido, marcó el definitivo 4 - 5 para clasificar, matemáticamente, al equipo para octavos de final
• Szczęsny fue protagonista en tres de los cuatro goles que recibió el equipo dirigido por Flick

Raphinha celebra el 4 - 5 ante el Benfica AP

Nadó bajo el diluvio meteorológico y futbolístico el FC Barcelona, en su visita al SL Benfica, en un partido en el que los porteros, Szczęsny y Trubin, se erigieron en protagonistas. El primero lo fue en los tres primeros goles que sirvieron para el ‘hattrick’ de Pavlidis en poco menos de media hora y, el segundo, regalando el segundo gol de la noche para los ‘culers’. El marcador fue de 4 – 2 hasta que Lewandowski, con su segundo penalti, Eric García y Raphinha, empaquetaron una remontada épica para presentar candidatura a cotas más altas en la competición.

Apenas dos minutos tardó Álvaro Careras en progresar por la banda izquierda y, desde la lateral del área, brindar a Pavlidis un balón perfecto para que convirtiera la primera llegada en el primer tanto del partido ante un impasible Szczęsny, que no salió a interceptar el centro en la primera titularidad europea en esta temporada. No se conformó el Benfica y quiso ampliar la renta, de inmediato, con una nueva llegada por el mismo sector pero, esta vez, Aursners no precisó su envío.

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De la presión colectiva llegó la primera ocasión ‘culer’ que, en las botas de Lewandowski, desperdició y tiró alto, por encima de Trubin. Poco a poco, el Barcelona se fue despojando del ímpetu inicial del conjunto portugués –aunque con posesiones lentas-, intentando implantar su idea en Lisboa ante uno de los equipos que mejor comienzo de encuentro han tenido esta temporada ante el equipo de Flick.

Balde fue derribado en el área, tras un pisotón de Tomas Araújo que, finalmente, el árbitro señaló como penalti tras revisarlo en el VAR. Lewandowski quiso rehacerse de la anterior ocasión marrada y, con suspense en su habitual ‘paradinha’, el polaco convirtió su octavo gol de la temporada en Europa para empatar el partido y mantenerse como máximo realizador de la Champions. El hambre por el pase a octavos, de manera directa, se notaba sobre el césped con el dominio azulgrana, de negro en la noche portuguesa, y tras ‘dormir’ a un Benfica a quien le costaba progresar más allá del medio campo. Trubin salvó a su equipo con un paradón en un mano a mano ante Gavi, en una estirada al más puro estilo del más argentino de los porteros.

Con el partido controlado, Szczęsny midió mal y chocó con Balde en un balón en largo al que ninguno de los dos acertó a despejar –quedándose el portero notablemente dolorido- y Pavlidis pescó en río revuelto para, de nuevo, adelantar al Benfica. Sólo era el minuto 22 y el conjunto dirigido por Bruno Lage revivía. Algo que se encargó de confirmar Szczęsny, con una salida tardía para intentar tapar el remate, sólo en el área, de Aktürkoğlu. En ese intento cometió el penalti, pese al salto del delantero, que sirvió a Pavlidis para cerrar su ‘hattrick’ en apenas media hora.

Sin extremos, poco inspirados tras los dos goles prácticamente seguidos, y con un medio del campo plano, sin ideas, el Barça era menos Barça y ni siquiera un gran centro de Raphinha para Lamine Yamal, sirvió para recortar distancias, cuando restaban cinco minutos de la primera parte. No obstante, poco a poco, el Barcelona recobraba el pulso en el partido, aunque seguía moviendo el balón si su vértigo característico. A través de la presión parecía llegar la solución de un Barça impreciso, también en las botas de Raphinha, incapaz de rematar a puerta un disparo en las inmediaciones del área pequeña.

Un inicio de la segunda parte, de nuevo, arrollador por parte del Benfica no amedrentó al Barcelona ni a Cubarsí, rápido al corte para permitir a su equipo volcarse sobre la portería de Trubin con ‘sólo’ dos goles de diferencia y con Pedri comenzando a dirigir el encuentro. Trubin confirmó el regreso al partido del Barcelona con un regalo en forma de pase hacia el medio campo tan deficiente como que llegó a la cabeza de Raphinha, más allá del área, y, sin quererlo, recortó distancias, con su séptimo gol en Champions. Poco tardó ese despertar con, de nuevo, una llegada por la izquierda rematada, en propia puerta, por Araujo para poner el 4 – 2 a favor del Benfica.

Final de vértigo

Flick agitó el banquillo y dio paso a Ferran, en sustitución de Koundé, para que, minutos después, Lamine cayera al adentrarse en el área, provocando el tercer penalti de la noche, con el mismo resultado. Lewandowski puso el 4 – 3, a falta de doce minutos para el 90’, con un disparo al mismo lado izquierdo de Trubin. Raphinha, por la derecha, continuó buscando el área portuguesa, sin encontrar rematador entre la nube de piernas del conjunto local, en busca del giro definitivo de guion. Ése llegó con un saque de esquina, en corto, sobre Pedri, definitivo en la última media hora, que coronó con un centro brillante a la cabeza de Eric García para silenciar Da Luz con el empate.

Quedaron apéndices a ese guion con una parada salvadora de Szczęsny en un mano a mano muy claro con el eterno ‘angelito’, Di María, y con un casi sinfín de ocasiones de los dos extremos, Lamine –antes de ser sustituido por Gerard Martín- y Raphinha en los últimos compases, en busca de abrochar un partido para el recuerdo. Cuando la película parecía lista para la proyección final en las mejores salas, dos aglomeraciones con caídas del Benfica, reclamando penalti, en el área del Barcelona terminaron con una contra culminada por Raphinha, para poner el 4 – 5, y confirmar que la mejor versión de este equipo -esta noche, en lo referente al resultado- llega en los grandes partidos, pese al suspense al revisar el árbitro esas caídas y posibles penaltis tras el tanto. Más, si cabe, teniendo en cuenta que, a expensas de recibir a la Atalanta en la última jornada, el FC Barcelona ya es equipo de octavos de final.

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La previa

Actualmente, el Barça está en segundo lugar, habiendo ganado los últimos cinco partidos en la máxima competición europea. Sin embargo, el momento de forma del conjunto culé es irregular. En los últimos cinco partidos suman cuatro victorias, tres de ellas con goleadas al Barbastro, Real Madrid y Real Betis, pero en Liga suman, precisamente, cuatro partidos sin ganar.

En el mes de diciembre en la competición doméstica, sumaron tan solo una victoria, frente al Mallorca, pero tras ella han sumado dos puntos de doce posibles, con derrotas en casa contra Leganés y Atlético de Madrid y empates ante el Betis y el Getafe. Contra los de Bordalás, su último partido, el Barcelona comenzó adelantándose mediante un gol de Jules Koundé, pero tras el empate de Arambarri no pudieron pasar de las tablas. Un encuentro que dejó una mala noticia, la lesión de Dani Olmo, que no estará disponible para la Champions.

Ahora, viajan a la capital portuguesa para medirse a un Benfica que marcha segundo en liga y que viene de ganar los últimos cuatro partidos, con goleada incluida en el encuentro frente al Famalicao de este fin de semana (4-0). En Champions, sin embargo, no encuentran la regularidad. Son decimoquintos, a tres puntos de los ocho primeros que clasifican directamente a octavos. Eso sí, la última vez que recibieron a un equipo español en el Estádio da Luz, en la segunda jornada de esta edición de la Champions, golearon por cuatro goles a cero al Atlético de Madrid.

Un duelo por lo tanto difícil para el Barcelona que buscará vengarse. En la temporada 2021/22, el Benfica mandó al conjunto blaugrana a la Europa League tras una victoria por tres goles a cero en Lisboa y un empate en el Camp Nou.