Atrapados en Idomeni: un callejón sin salida para miles de refugiados tras el cierre de fronteres en Europa
Mohammed, farmacéutico de Siria de 45 años, lleva más de una semana atrapado en Idomeni junto con su hijo de 18 años. “Miren, miren cómo estoy y cómo está todo. ¿Han leído a Víctor Hugo, Los Miserables? Pues en eso nos hemos convertido. Pero esperaré aquí hasta que los líderes europeos se reúnan la semana que viene y ya decidiré entonces qué hacer.”
Las ONG trabajan ya al límite de su capacidad, y, con sólo 180 retretes y duchas, no hay instalaciones suficientes para los miles de personas atrapadas allí.
Adel, estudiante de biología de 23 años, y su hermano, que sufre una discapacidad, salieron de Siria hace cuatro meses, cuando mataron a su padre, y ahora no saben dónde están su madre y su hermana. Adel quiere llevar a su hermano a Alemania para que lo operen de la columna vertebral. “Los líderes europeos tienen que hacer algo para que nos resulte más fácil pasar y encontrar seguridad. No puedo pedirles que paren la guerra, porque sé que eso no va a ocurrir. Por ahora mi prioridad es que mi hermano se cure. Ya pensaré en mí luego.”