(Sintonía animada)

¿Del castigo se aprende?

Yo creo que los castigos sí son importantes,

porque así, aparte, nosotros aprendemos de lo que hemos hecho mal

para la siguiente vez no volver a hacerlo.

-Creo que no son necesarios porque hay más formas de enseñar

a un niño dialogando y con otras maneras.

-Yo creo que el mundo no necesita normas.

Lo que tendríamos que hacer es respetarnos.

Si queremos aprender y modificar esa conducta,

tengo que saber dónde ha estado el error,

que me expliquen por qué me he equivocado.

Sin normas, sería el apocalipsis.

(Sintonía animada)

(Conversaciones indistintas)

Hola, "clanners", os saludamos desde El Fabraquer,

El Campello, Alicante, un centro donde los estudiantes

desarrollan proyectos de investigación,

educación emocional y deporte.

El Campello es un municipio costero incluido

en la comarca de la Huerta de Alicante.

Nuestros protagonistas recomiendan que no nos vayamos de aquí

sin un chapuzón en la playa de Muchavista,

visitar la Illeta dels Banyets, dar un paseo por el puerto

y sin probar una deliciosa paella de mariscos.

En el debate hablaremos de una palabra

que viene cargada por su historia: castigo.

Si nos portamos mal,

si no cumplimos las normas, nos castigan.

¿Funcionan los castigos? ¿Hay alternativas?

¿Del castigo se aprende? Antes, preguntémosles

a nuestros protagonistas

qué sucede cuando te pasas de la raya.

En casa, lo que no puedo hacer es levantar la voz,

no puedo decirle a mi madre:

"Oye, mamá, esto no me gusta".

A mí me gustan los concursos de la tele,

pues una semana sin verlos.

-Si la lío muy parda, entonces me castigan sin Play.

Al final me porto bien y me dejan.

Cuando te lo dicen, te meten un poco de presión.

-Si me paso, lo que intentan hacer es,

me quedo tres días sin el ordenador o la tableta.

Algo así.

(Sintonía animada)

Nuestros protagonistas de hoy son fanáticos

de las tardes de primavera, de escuchar y bailar reguetón,

prefieren las películas de comedia

y disfrutan más las comidas dulces que las saladas.

Cuando de deporte se trata, prefieren voleibol

antes que fútbol.

Nuestra invitada de hoy es María Jesús Campos,

psicóloga educativa que ayuda a chicos en sus estudios,

en su comportamiento, también ayudando a gestionar

aquellas emociones que les resultan complicadas.

¿Nos ayudará a entender cómo nos sentimos ante el castigo?

Vamos a comprobarlo, entramos ya al debate de hoy.

Hola, chicos, un verdadero placer estar aquí

con vosotros, ¿preparados para el debate?

(TODOS) ¡Sí!

Hoy contamos con la ayuda de María Jesús,

psicóloga especialista en menores, adolescentes y familia.

Gracias por estar aquí. Encantada.

Para el debate de hoy, nos ha traído una cuerda.

Sí, una cuerda.

¿Por qué pensáis que he traído una cuerda?

Para hacer algún juego o algo así. Muy bien.

Os he traído la cuerda porque cuando hablamos de límites,

castigos, normas, consecuencias,

si nos imaginamos una cuerda, al final es un juego.

¿Vale? Cuando uno tira de un lado

y otra persona tira del otro, tenemos que poner límites,

pero también saber las consecuencias.

Lola, tú que has dicho lo del juego, si yo tiro hacia mi lado

y tú al tuyo,

¿qué pasará? Nos podríamos hacer daño

o la cuerda se podría romper. La cuerda se podría romper.

Hay que tener mucho cuidado cuando establecemos

esos límites y normas, porque si vamos tirando,

podemos romper la cuerda.

Un objeto muy interesante

y muy acertado para el tema de hoy,

los castigos, ¿qué pasa cuando no cumplimos las normas?

¿Son los castigos necesarios?

Yo creo que los castigos

sí son importantes porque así, aparte, nosotros aprendemos

de lo que hemos hecho mal para no volver a hacerlo.

-Creo que no son necesarios porque hay más formas de enseñar

a un niño, dialogando y con otras maneras,

en vez de castigar.

Veamos cómo son las normas en el campo de fútbol.

Seguramente esto os suene.

(TODOS) Sí. ¿Para qué sirven?

Con la amarilla,

es un aviso en un partido, si llevas muchas acumuladas,

te pierdes el siguiente partido.

-La amarilla es un aviso, como dice Jesús,

y la roja es de expulsión.

¿Se puede jugar al fútbol sin normas?

No, sin límites, no se podría jugar limpio y bien.

Para que sea un juego deportivo, tiene que tener normas.

Sí,

si no, gente podría acabar herida,

si le hacen daño,

no podrían sacarle amarilla ni roja.

(ALUMNO) Se puede jugar sin normas,

cuando alguien se hace daño

o cuando alguien pega una patada o hace una entrada fuerte,

hay que hablar y que no haga eso.

¿Y en casa cómo es?

¿Cuáles son las normas?

Una de las normas principales

es no jugar con el balón en la casa,

hemos tenido muchos desperfectos con eso.

Y después,

tengo dos hermanos y siempre intentamos evitar peleas

entre nosotros, si no, hay consecuencias.

¿Qué pasa si no las cumples?

Siempre nos dan una charla superlarga

y nos corrigen un montón.

(ALUMNO) Creo

que las más importantes que mis padres me dicen

son no pasarme de jugar con el ordenador,

y una, no es que sea norma, como una obligación,

barrer mi habitación dos veces a la semana

o algo así.

¿Y qué pasa si no lo cumples?

(ALBERTO) Con el ordenador, si no lo cumplo,

cinco días sin ordenador.

Pero me tendría que pasar bastante.

-En mi casa, lo hacemos tanto a puntos positivos,

como negativos.

Si al final de la semana tenemos todo positivo,

nos hacen más tiempo de máquinas

o incluso un regalo.

Y todo negativo, directamente no tendremos

máquinas la semana que viene.

Normalmente, las normas las ponen vuestras madres,

padres, familia.

Fijaos en la tarjeta que tenéis a vuestro lado,

sacadla un momento.

Un dibujo de Marcos, niño de nueve años

que ha puesto esto en la puerta de su habitación.

¿Quién puede leer lo que pone?

"No te recomiendo pasar". Un momento.

Antes de seguir, hay un dibujo.

¿Nos puedes describir el dibujo?

Es como una calavera con una espada clavada.

"No te recomiendo pasar" y hay una calavera

con una espada clavada,

que lo ha puesto en la puerta, vale, continúa.

"Tendrás que pagar graves consecuencias".

"Tendrás que pagar graves consecuencias".

¿Qué quiere decir con esto?

Que no quiere que entren a su cuarto

porque se ve la calavera con la espada clavada

y eso podría ser cualquier cráneo de cualquier persona.

-Creo que es una amenaza para que no pasen,

pero no les hará nada.

¿A quién pensáis que va dirigido este cartel?

Va dirigido a sus padres porque a lo mejor

el niño tiene ahí cosas, comida, dinero,

y no quiere que los padres le quiten lo que tiene ahí.

Las consecuencias pueden ser que puede chillar

o les puede amenazar.

¿En vuestras casas hay carteles de este tipo?

En la puerta de mi cuarto sí hay un cartel que pone

"prohibido pasar", lo puso mi hermano

y lleva ahí dos años.

¿Qué consecuencias pones tú si pasan al cuarto?

Nada, está de decoración. (JORGE) En mi casa no,

pero pienso que en este caso Marcos

no tiene la autoridad para poner sus reglas

y sus límites, porque en este caso,

nuestros padres son responsables de nosotros.

Entonces tú piensas que no puedes poner normas a tus padres.

Depende de lo que sea, en este caso, creo que no,

porque graves consecuencias,

no se lo harás pasar mal a tus padres.

-Sí puede poner normas, pero para padres

no es obligatorio cumplirlas.

(BRUNO) Poner normas

a los padres, no es algo que se debería hacer continuamente.

Pero por ejemplo, es tu habitación

y puedes guardar ahí cosas bastante íntimas.

Si no quieres que vean

esas cosas tienes derecho a que no las vean.

-Mis padres nos han enseñado a tener espacio vital

y he puesto este cartel

porque me apetecía estar tranquilo, solo,

no sé, me apetecía estar tranquilo y solo.

Por eso a veces he puesto este cartel.

¿Y creéis que los niños podéis participar

a la hora de decir lo que se puede hacer y lo que no?

(ALUMNA) Sí,

los niños tenemos que tener nuestra opinión

y no solo los adultos decidir todo lo que pase.

-Yo creo que no, porque los niños,

como suelen ser más los castigados,

pueden decir normas a su favor para que no les castiguen.

Eso a mí no me parecería nada justo.

Y no creo que tengan que participar en las normas.

Llegados a este punto,

¿qué es un castigo?

El castigo es una consecuencia que viene de un mal acto.

-Te prohíben hacer cosas por un tiempo

para que te pares a reflexionar

y pensar qué has hecho mal y poder corregirlo.

Entonces, después de esto,

¿hay otras formas de marcar lo que está mal?

Yo creo que una de las formas para no castigar sería

el hecho de corregir, corregir es dialogar

y explicar al niño con pelos y señales

qué ha hecho mal.

(ALUMNA) Estaría bien

lo que ha dicho Jorge, pero la manera que más te duele castigarte

es que te quiten tus bienes o lo que más te gusta hacer.

Si a ti te quitan la "tablet",

que es lo que más te gusta, aprendes que eso ha estado mal,

el castigo que más duele es que te quiten tus cosas.

Hablando de castigos, María Jesús, ¿qué opinas?

¿Hace falta el castigo? Hacen falta límites y consecuencias,

Jorge lo ha dicho muy bien, hay una parte

en la que tenemos que dialogar,

tenemos que hablar, y al establecer normas en casa,

es muy importante que nos sentemos todos

y todas para establecer las normas que queremos

que se cumplan en casa.

Cuando no se cumplen esas normas, establecemos consecuencias.

Lo importante siempre es que nos tenemos que sentar

a hablar y vosotros podéis opinar.

A lo largo de los siglos, los seres humanos han probado

diferentes formas para establecer normas

y regular la sociedad, los castigos son parte de la historia.

Y como todo, cambia con el tiempo.

¿Conoces la frase: "la letra con sangre entra"?

Hasta no hace mucho tiempo, castigos como bofetadas,

insultos, tirones de pelo y pellizcos,

eran comunes en escuelas y hogares,

estas formas hoy prohibidas

por la Declaración de Derechos del Niño,

generan dolor físico y tristeza, baja autoestima y miedo.

No podemos aprender así. Emociones como la alegría,

la sorpresa y confianza motivan a incorporar conocimientos,

alimentan la creatividad

y hacen de las aulas un espacio positivo.

La letra no entra con sangre ni en el cole ni en casa.

Hemos visto que afortunadamente el castigo físico

ya es historia

y debería ser así en todas partes del mundo.

Nadie, bajo ningún concepto, puede ponernos una mano encima.

También vemos que comunicar normas

es muy importante, pero si a pesar de estar muy claras

no se respetan, ¿qué debería pasar?

Por ejemplo, tú haces daño a un compañero,

dejarte equis días sin patio

o ir a hablar con el que manda en el colegio.

-Lo que ha dicho Jorge, pero si en vez de en el colegio

fuera su casa,

que tomen medidas, por ejemplo,

llevas esperando mucho tiempo para ver un amigo,

y que le digan:

"Como has hecho eso, no te voy a dejar".

Os voy a decir que Paloma, la directora de vuestro colegio,

nos ha dicho que alguien ha roto la ventana

del despacho de la directora, su despacho, de un balonazo

y está pensando cómo solucionarlo, tiene tres ideas.

La opción uno es poner una sanción colectiva

a todo el mundo y que se acabe el fútbol en el colegio.

La opción dos es organizar una asamblea con el grupo

para pensar la forma de reparar la ventana.

Y la opción tres es hablar con las familias

para poner un bote común y reparar la ventana.

¿Qué opción u opciones pensáis que son las mejores?

La de entre todos

aportar algo de dinero,

porque de las otras formas,

la ventana va a seguir igual, no se va a poder arreglar.

-La mejor opción es la de la asamblea,

no a todos los que les guste jugar al fútbol

se tienen que fastidiar por un niño

que le ha pegado un balonazo sin querer.

Y la tres, tampoco creo que todos tengamos que poner

dinero de nuestra parte por un balonazo

que solo ha hecho una persona.

No creo que tenga que ser general.

-Tampoco me parece bien la uno

porque es la de quitar el fútbol en general,

ni la tres, porque sería aportar dinero cada persona,

porque deberían hacer una asamblea

y entre todos intentar averiguar el niño que haya sido

para él poder hacerse cargo de las consecuencias

que tiene haber roto la ventana.

¿Habéis vivido alguna situación parecida?

Una vez mi tía se fue de viaje

y estaba yo nadando con unas gafas de bucear,

me estampé y se rompieron todas las gafas,

toda la piscina quedó llena de cristales

y como mi tía estaba de viaje, no lo sabía

y nos pusimos a recogerlo todo

y mi madre me castigó.

¿Y creéis que del castigo se aprende?

Yo creo que sí se aprende porque si a ti te castigan

en un rincón a pensar, tú piensas

y sabes que ha estado mal, recapacitas y no lo vuelves a hacer.

Si te quitan tus cosas, en vez de buscar otras cosas,

lo que haces es quedarte ahí sentado igual

o por lo menos, yo lo hago, y me quedo pensando y aprendo

que eso no está bien.

A mí me gustaría es que me explicaran por qué lo he hecho mal

y que me dieran salidas.

Como si me dicen

que estoy castigada sin "tablet" una semana,

si me porto bien, me la dan en tres días.

Eso me gustaría.

Es muy importante,

el porqué de esa consecuencia,

por qué esa era la norma, el límite,

si queremos aprender y modificar esa conducta,

tengo que saber dónde ha estado el error,

que me expliquen por qué me equivoqué.

(MARÍA) Los castigos que no aprendes

son los típicos de cuando te pegan,

porque te estás pegando con tu hermana y como es la menor,

te echan a ti el broncón, te pegan a ti

y yo creo que no se aprende.

Es mejor dialogar y saber por qué ha venido todo eso.

Los castigos físicos, mejor no.

No se aprende nada.

-Hay un castigo con el que no estoy de acuerdo,

el castigo colectivo.

Pero depende de qué castigo colectivo.

Porque imagínate,

hay un estuche perdido.

Y se ve que alguien lo ha robado.

Entonces, si no se sabe el culpable,

a lo mejor sí es bien aplicar castigo colectivo.

Pero cuando se aplica a sabiendas

de quién lo ha hecho, no me parecería bien aplicado.

Es un castigo que recibimos muchas veces en el colegio.

Habéis dicho que hay castigos que funcionan y otros que no.

¿Cómo os hacen sentir?

Mi primera impresión es que no me gusta el castigo

y me enfado, pero luego, cuando pasa un rato,

me siento triste porque no me gusta el castigo

y al final lo acabo entendiendo, me acaba dando un poco igual

porque sé que está mal, lo entiendo.

-Cuando me castigan, al principio me siento muy mal.

Estoy solamente pensando

en por qué me han castigado y hay veces que en mi mente

le digo de todo a mis padres, lo siento.

Pero luego,

estoy en mi cuarto reflexionando un poco

y me doy cuenta que he hecho algo malo

y lo entiendo y salgo a pedirles perdón,

aunque no les haya dicho nada, pero yo les digo

que estaba muy cabreado con ellos y que mentalmente

les había dicho de todo, me perdonan, pero no me quitan el castigo.

-Cuando me castigan, me siento mal

porque sé que he hecho algo que no debería.

Al principio, cuando me castigan sin ninguna explicación,

pues me enfado,

no sé lo que ha pasado y noto como si me hubieran castigado

por simplemente respirar.

Luego ya cuando me he calmado y me dicen por qué,

empiezo a comprender y ahí ya empiezo a recapacitar.

Bien, está claro que no se puede convivir sin normas.

Queremos saber si los castigos sirven para marcar

estas normas y si se aprende.

Veamos qué pensáis.

Una vez tuvimos una discusión fuerte mi hermana y yo

en la que ella me pegó, yo me defendí

y mi madre solamente vio que le pegué yo a ella.

Me castigó.

Me sentí mal y traicionado.

Mi hermana no había dado la cara por mí

y tuve que asumir las consecuencias.

Ese castigo no me sirvió para nada.

-Se me cayó un plato de cristal que le gustaba mucho a mi madre,

pero no fue muy grave el castigo, fue leve.

No me sentí culpable porque sabía que a todo el mundo le podía pasar

y estuve pensando qué decirle a mi madre,

pero no, me sentí normal.

-Estaba en la playa,

mi hermano y un amigo destruyeron el castillo que estaba haciendo,

era pequeñito,

hicieron uno ellos muy grande y yo lo destruí

y me castigó mi madre.

Me sirvió un poco, pero no mucho.

(Sintonía animada)

Hemos hablado de normas para una buena convivencia.

Ahora vamos a jugar

a "Verdadero o falso: ¿Los castigos funcionan?"

Hacemos dos equipos, a mi derecha el equipo...

(TODOS) ¡Los Castigados!

A mi izquierda, el equipo...

(TODOS) ¡Los Reyes del Clan!

Os daré una serie de datos sobre castigos

y me diréis si son verdaderos o falsos.

El representante de cada equipo

escribirá la respuesta en la pizarra.

Ojo, hay límite de tiempo. ¿Estáis listos?

(TODOS) Sí. Empezamos.

Primera pregunta.

¿Verdadero o falso? ¡Tiempo!

(Varias conversaciones)

Esta es la de "una bofetada a tiempo"...

Esto que se ha ido diciendo año tras año.

(Bocina)

¡Tiempo! Volvemos a los asientos.

Conozcamos la respuesta del Equipo Los Castigados.

Falso porque bajo ninguna excepción se puede pegar a un niño.

Ya conocemos la respuesta,

vayamos ahora con la de Los Reyes del Clan.

Verdadero, depende del momento,

a veces utilizamos este método.

Ya tenemos ambas respuestas.

¿Sabéis hacer un redoble de tambores?

La respuesta es...

¡Falsa!

(TODOS) ¡Bien!

María Jesús.

En la Convención de los Derechos del Niño

está establecido que bajo ninguna circunstancia

se puede ejercer castigo físico alguno

sobre niñas, niños u adolescentes.

Segunda pregunta.

¿Verdadero o falso? ¡Tiempo!

Castigo no, habrá que buscar otro tipo de decisiones.

(ALUMNO) La única no es.

(Bocina)

¡Tiempo!

Conozcamos la respuesta del Equipo Los Castigados.

Falso porque no es la única manera de corregir

los errores de los niños.

Ya sabemos la respuesta.

Conozcamos ahora la de Los Reyes del Clan.

Falso, por ejemplo, podemos dialogar

y de esta manera, no es necesario el castigo,

tenemos muchas más.

Tenemos ambas respuestas.

A ver esos redobles de tambores, porque la respuesta es...

¡Falsa!

(TODOS) ¡Bien!

En muchas partes del mundo existen medidas alternativas

ante el quiebre de una norma o un delito.

Estrategias como la mediación de conflicto

o medidas sustitutivas en caso de delito

son de los ejemplos más comunes.

Tercera pregunta.

¿Verdadero o falso? ¡Tiempo!

Esta van a poner verdadero.

(ALUMNO) ¿Por qué? ¿Verdadero por qué?

¿Porque qué?

(Bocina)

¡Tiempo!

Conozcamos la respuesta del Equipo Los Castigados.

Verdadero, hay que tener límites

para poder tener el medioambiente bien cuidado.

Ya conocemos la respuesta.

Veamos ahora la de Los Reyes del Clan.

Verdadero, ¿por qué?

Lo que tenemos que hacer es cuidar el medioambiente.

Aunque sea a través de multas y esas cosas, como sanciones.

Esta vez habéis vuelto a coincidir.

A ver si es verdadero o falso.

Redobles de tambores, porque la respuesta es...

¡Falsa!

(SE LAMENTAN)

En el documento "Caja de herramientas

de educación ambiental para el desarrollo",

la Unesco propone promover la concienciación,

aprendizaje y enseñanza

de conocimientos, competencias, valores, derechos,

deberes y conductas en la población

para la protección y conservación del medioambiente

y desarrollo sostenible.

No hay nada de multas.

Habla de enseñar y educar.

¿Es necesaria una figura de autoridad

para que se cumplan las normas o no?

Depende del caso, puede que seas una persona razonable

y no lo hayas hecho aposta y con mala intención,

pero puede que pases de esas cosas

y necesites que te pongan una sanción grave, una multa.

¿Y aquí en el cole quién es la figura de autoridad?

En el colegio, sobre todo, los profesores, la directora,

la jefa de estudios,

son los que mandan en el colegio.

¿Os acordáis de la foto de Marcos?

El cartel que tiene en su habitación.

¿Ahí Marcos es la figura de autoridad?

Ahí sí es él la figura de autoridad

porque ha puesto sus normas en su cuarto.

Es decir, al final, figura de autoridad

podemos ser todos.

Dependiendo del contexto, situaciones y circunstancias.

Siempre hemos necesitado normas

para vivir en sociedad y seguramente eso no cambie.

En un futuro, ¿quién decidirá el castigo?

Si rompemos una norma,

¿qué nos parecería que una inteligencia artificial

decidiera nuestro castigo?

Es una pregunta clave

sobre administrar justicia en el futuro.

Los que defienden la llamada justicia algorítmica

creen que un juez sin emociones ni corazón

será más eficiente y neutral,

los críticos afirman que la inteligencia

y emociones humanas nunca podrán ser sustituidas

por una máquina, no comprenderá nuestra sensibilidad

y conductas sociales.

¿Un humano o un robot? Esa es la cuestión.

La vida en sociedad está llena de normas

que nos ayudan a convivir,

¿imagináis una sociedad sin castigos?

Yo creo que no, si no, podrían entrar a robar

a todos los lados, y como no les explican

que eso no se puede hacer, lo seguirían haciendo,

sin la autoridad, el mundo se podría ir a la caca.

(ALBERTO) Tendríamos

que respetarnos, vivir una vida tranquila,

pero sin normas, no las necesitamos.

Lo que necesitamos es el respeto.

¿Qué alternativas se os ocurren para sustituir castigos?

A mí se me ocurre dialogar, y ya está.

-También una es enseñar a convivir.

Si no sabemos convivir, puede haber problemas,

por ejemplo, violencia, insultos.

Muchas cosas.

También uno que está muy bien es escucharse.

Si no nos escuchamos,

no podremos estar en convivencia y bien.

Es la clave.

María Jesús, ¿cuáles serían las alternativas al castigo?

Ya lo han ido diciendo ellos bastante bien.

Una de las claves siempre es el dialogar,

es decir, podemos ponernos de acuerdo

en contextos en los que sí podemos.

En casa, en el cole. También han dicho educar, enseñar.

A veces damos por hecho que se saben determinadas conductas,

comportamientos, y no es así.

A veces tenemos que enseñar

cómo se deben hacer las cosas.

Ahora ha llegado vuestro turno de hacer preguntas

a María Jesús.

Podéis preguntar lo que queráis.

¿Estás lista? Preparada.

Pues adelante.

¿Para ti qué son los castigos?

Para mí los castigos son consecuencias

que se ponen en un momento puntual

ante una conducta que queremos modificar.

En ocasiones, el castigo no está relacionado

con la conducta en sí y es cuando no ayuda

a modificar esa conducta, son consecuencias

que ponemos ante determinados actos.

¿A ti qué te parecen los castigos? ¿Buenos o malos?

Vaya pregunta.

Yo los castigos creo que no son la solución.

Eso para empezar, no creo que sean

lo que haya que utilizar siempre, lo importante es

dialogar, establecer consecuencias

acorde a aquello que queremos trabajar,

que queremos establecer.

¿Tú quitarías los castigos y usarías otros métodos?

Sí, por un lado, utilizaría el consenso,

ponernos de acuerdo, aclarar ideas,

establecer límites y consecuencias acordes

a esos límites y normas.

Sí. Después de este debate

y lo que hemos hablado con los chicos

del Colegio El Fabraquer, ¿con qué te quedas?

He pasado una mañana maravillosa con vosotras y vosotros.

Creo que ha sido muy interesante escucharos porque es verdad

que tenéis que aportar, tenéis que opinar,

tomar decisiones y asumir

responsabilidades de decisiones que se toman

en establecer normas y límites y en los castigos

o consecuencias que están relacionadas con ellos.

Muchísimas gracias, María Jesús y chicas y chicos,

por acogernos en el centro y ayudarnos a responder

la pregunta de hoy.

¿Del castigo se aprende? Nos vamos ya.

Nos vemos el próximo programa de "Aprendemos en Clan: El debate".

Mua, adiós.

(Sintonía animada)

Mi campaña de concienciación sería

un cartel que podría: "Castigos no, dialogar sí".

-Si tengo más presupuesto,

haría más anuncios con el eslogan:

"No castigar porque los niños sufren".

Y con un video de una madre castigando un niño.

Y el niño llorando.

-Haría un eslogan que sería:

"Antes de castigar, dialogar y recapacitar".