¿Podemos divertirnos sin comprar?

Puedes jugar sin comprar nada. Sin materiales.

-Podemos hacer juguetes nosotros mismos.

En carnaval hicisteis vuestros sombreros, en vez de comprarlos.

¡Mira qué chulo me ha quedado!

Lo que pienso antes de comprar algo es si lo necesito.

(Música de feria)

(Sintonía animada)

(Conversaciones variadas)

¡Hola, "clanners"!

Hemos viajado hasta Telde,

en Gran Canaria.

Y estamos en el colegio Poeta Fernando González.

Donde el carnaval se celebra a lo grande

con disfraces hechos a mano.

Telde fue la capital de uno de los dos reinos

en que estaba dividida la isla en tiempos de los amazigh.

Aquí hay muchos yacimientos arqueológicos.

El más famoso: ''Las cuevas de las Cuatro Puertas''

Además del carnaval, su fiesta más divertida

es la traída del agua en agosto.

Todos se tiran cubos de agua unos a otros.

Hoy nos preguntamos: ¿Podemos divertirnos sin comprar?

Pero antes, vamos a averiguar si habéis comprado algo

que no necesitabais.

Yo quería un juego de mesa.

Se lo vi a un amigo y me pareció muy divertido,

pero cuando lo compré y lo jugué, me pareció muy aburrido.

-Vi en la tele un juego de Slime y me parecía muy divertido.

Podías hacer un montón de cosas.

Pero cuando me lo regalaron en los Reyes,

lo utilicé una vez y me parecía...

No tan importante como otras cosas.

-Me compré unas cartas, al día siguiente las lleve a clase,

vi que nadie le daba utilidad pues al día siguiente

en mi casa, las dejé ahí y ya no les doy mucho uso.

-Yo en Reyes pedí un juego de mesa.

Y me gustó, pero como nadie jugaba conmigo,

ya no juego mucho y no me hace tanta ilusión.

Empezamos un nuevo "Aprendemos en Clan. El debate".

Es hora de conocer a nuestros protagonistas de hoy.

Los y las protagonistas de hoy tienen mas de tres amigas y amigos.

Y no me extraña, con todo lo que saben hacer.

Son unos "cracks" en fútbol, baloncesto, baile y natación.

Y solo se aburren cuando hay demasiado silencio.

Les gusta el cole.

Aunque ganaría puntos si hubiera más recreo,

menos clases y una asignatura de videojuegos.

¡Hola a todas y todos!

¿Estáis cómodas y cómodos?

(TODOS) ¡Sí!

Importante, porque tenemos un gran debate por delante.

Hoy nos preguntamos cómo nos divertimos.

Y qué relación tiene con las cosas que compramos.

Y para profundizar en este tema, nos acompaña Natalia Rodríguez Valls.

Natalia Rodríguez es ambientóloga.

Ha cocreado la organización Cambium Sostenible

para educar en la sostenibilidad.

Y le encanta ir a la playa. Siempre que haga sol.

¡Un fuerte aplauso para Natalia!

Natalia, bienvenida y gracias por acompañarnos.

Gracias a ustedes.

Tu especialidad es el medio ambiente.

¿Cómo te interesaste por este tema?

¿Tiene algo que ver este objeto que has traído?

Sí, cuando yo estaba en sexto, por las ventanas se veía el patio.

Y todos los días veíamos que se quedaba llenísimo de basura.

Pedimos a los profesores hacer una recogida de basura.

Dejamos el patio perfecto y aprendimos dos cosas.

La primera era que esa basura era responsabilidad nuestra.

Y la segunda que podíamos hacer algo para cambiarlo.

Ese día decidí que quería enseñar

a conseguir que nuestro entorno sea más limpio y más respetuoso

con el medio ambiente.

Seguro que nos ayudas mucho a pensar en el tema del debate de hoy.

Debate que empezamos.

Y lo primero que haremos es imaginar que se acerca vuestro cumpleaños.

¿Cómo os gustaría celebrar ese gran día?

A mí me gustaría hacer algo con mi familia y amigos

en la playa.

Y un regalo que me gustaría sería un libro de misterio

y detectives, que me gusta mucho.

-Yo lo imagino yendo de viaje con mi familia.

Por ejemplo a México o Nueva York o a Tokio.

-A mí me gustaría ir de viaje con mis amigos al Camp Nou.

Y de regalo me gustaría una camiseta del Barça,

unas botas o zapatos.

¿Y qué pasaría ahora si os dijera que podéis celebrar vuestro cumple

pero no hay viajes, ni a México, ni Nueva York, ni al Camp Nou

y tampoco pueden haber regalos?

A mí no me importaría porque lo más importante

es con los que estás al lado.

Lo más importante es la compañía en ese día.

Tampoco hay Reyes, ni Navidad.

Eso sí cambia un poquito.

Ahí ya se pone la cosa más delicada.

Eso sí me daría un poquito de pena.

-A mí en mi cumpleaños me da igual que me den regalos o no.

Pero sí es verdad que en Navidad y en Reyes te levantas pensando

en regalos, porque me porté bien y me los merezco.

-La verdad, yo mi cumpleaños nunca lo celebré a lo grande.

Siempre he estado con mis seres queridos.

Con mi abuela, padres, familiares...

Y para mí lo más importante es estar con tus seres queridos.

-Es verdad que se pasa con la familia y se pasa bien.

Pero el tema de los regalos es algo que hace que el día

sea importante y maravilloso.

Porque esperas cosas que son detalles muy bonitos.

Coincido con ustedes que lo mejor del cumple

es juntarme con mis amigos y familia. Es lo que más me gusta.

Pero también me gusta recibir regalos.

Lo que pasa es que, con el tiempo, he descubierto

que los regalos que más me gustan son los de disfrutar.

Un plan divertido como un desayuno en el monte

o incluso planes en los que podemos

hacer cosas juntos, como un taller de cocina.

Esos son los regalos que más me gustan.

Entonces, ¿podemos divertirnos sin comprar?

Sí, porque puedes jugar con tus padres y hermanos sin nada,

sin materiales.

-Podemos hacer juguetes nosotros mismos.

O encontramos algo y hacemos un juguete.

O construimos algo con eso.

Y con eso podemos divertirnos.

También hay que tener en cuenta que comprar tiene su precio.

Y lo vamos a ver ahora con un juego.

En este juego vamos a ver el precio de las cosas.

Pero también el coste asociado que tienen.

Y cuando tenemos que elegir qué producto compramos,

saber de dónde viene, cómo se ha cultivado

es tan importante o más que su precio.

Y esto lo veremos con productos habituales.

Aquí tenemos una cesta de la compra que vamos a descubrir,

con tres productos.

Para cada producto os daré dos opciones.

Cada una con precios y características distintas.

Nos tenéis que decir cuál elegiríais y por qué.

Natalia, a ello.

¿Qué tenemos en esta cesta?

Primero, un plátano.

En este caso, a la hora de comprar en el súper

podéis elegir Plátano de Canarias a 2,34 euros el kilo

o plátano de Camerún a 1,25 euros el kilo.

Como veis, más barato.

¿Cuál elegiríais?

Manos arriba quien elegiría el plátano de Canarias.

¿Y quién elegiría el de Camerún?

Arancha, tu optarías por el de Canarias. ¿Por qué?

Porque hay menos tránsito en el transporte

porque el transporte contamina.

Y como es de Canarias no va a necesitar tanto transporte.

-Aunque contamine un poco, creo que sería un consumo responsable

al ahorrar más dinero al comprar los productos.

Natalia.

¿Qué nos dirías tú? Parece que hay alguna duda.

Creo que tiene mucha razón cuando dices que lo que se cultiva

cerca de nosotros produce menos contaminación

porque viene de más cerca.

Seguimos adelante. ¿Qué más tenemos en la cesta?

Vale. Tenemos una camiseta básica.

Seguro que la utilizamos muchos y muchas en nuestro día a día.

En este caso, podemos elegir entre una camiseta de seis euros,

elaborada en Vietnam con algodón ecológico.

O una de poliéster, elaborada en Bangladesh

por 4,5 euros.

¿Quién se quedaría con la de algodón ecológico?

¿Y quién elegiría la de poliéster?

¿Nadie?

Vale, contadme, ¿por qué elegiríais la de algodón?

Aunque sería más cara, te saldría más rentable.

Una camiseta fabricada con algodón está hecha con un material renovable.

Lo podemos volver a producir si plantamos más plantas.

Y el poliéster es un tipo de plástico

que contamina cuando lo fabricamos y tiene muy difícil reciclaje.

Elegir el algodón es muy buena decisión.

Vamos con el siguiente producto.

Aquí podéis elegir entre la marca A o la B.

La marca A nos ofrece un par de zapatillas por 60 euros.

Están diseñadas y fabricadas en Valencia.

Con productos veganos, ninguno es de origen animal

y con 35 por ciento de materiales reciclados.

La marca B nos trae unas zapatillas de 80 euros.

Más caras pero son las zapatillas de moda en este momento.

Están elaboradas en Vietnam con lona, caucho y ante, un tipo de cuero.

Entonces, con la marca A que levanten la mano.

Vale.

Vale. ¿Y la B?

Los que optáis por la marca A. Anabel.

Aparte de que es más barata, tiene materiales reciclados

que ayudan al medio ambiente para no contaminar tanto.

-Yo, la verdad, escogí la B porque hay familiares míos

que sí les gustan mucho esas cosas y para hacerles un regalo.

Para que se sientan felices.

Natalia, ¿qué añadirías tú?

Tenemos que poner de moda proteger al medio ambiente.

Y en este caso la opción A, como se ha comentado por aquí,

tiene varias cosas buenas. No tiene productos de origen animal,

no hemos utilizado animales para fabricarlas.

Además tiene materiales reciclados,

incluso plásticos reciclados.

De todo el plástico que se ha producido en la historia,

hemos sido capaces de reciclar menos del 20 por ciento, muy poquito.

Apostar por este tipo de productos es importante

para proteger nuestro entorno.

Hemos terminado este juego.

Lo que hemos visto, Natalia, es que a veces puede generar duda,

puede parecer difícil saber elegir qué producto comprar.

Si queremos cuidar nuestra huella medioambiental

con la cesta de la compra. ¿Cómo podemos hacerlo?

Tener en cuenta varias cosas.

La primera es: ¿de dónde viene ese producto y dónde se fabricó?

Otra cosa es, ¿cuántos envoltorios tiene ese producto?

¿Cuántos residuos va a generar?

Seguro que les ha pasado que han ido a comer una galleta

y tienes que abrir un envoltorio uno de plástico, uno de cartón...

Leer las etiquetas de los productos es interesantísimo.

Podemos descubrir si se ha fabricado con productos respetuosos

con el medio ambiente.

Si se les ha pagado quienes lo han fabricado el dinero justo

y muchas otras cosas.

Hay muchas cosas a las que prestar atención.

Vamos a ver un caso práctico.

He hecho este gorro con materiales reciclados.

He hecho un planeta, una bicicleta, el símbolo de reciclar

y un molino de viento.

Y mira qué chulo me ha quedado.

-Con verde y marrón, he representado lo que es la Tierra

y con blanco he hecho las casas.

Por detrás tiene un lago sin nada de basura.

Y me ha quedado así de bien.

-Estos dibujos los he hecho con folios reciclados

que ya estaban escritos, las letras ya las tenía en mi casa

y la goma EVA. Y aquí he puesto las tres erres.

Y así me ha quedado.

-He hecho un mundo totalmente limpio, una flor.

Podemos ver que las flores no se pueden arrancar

y aquí he hecho otra flor.

Y aquí he puesto "Carnaval en el Poeta"

Mira qué chulo me ha quedado.

(Sintonía animada)

Como hemos visto, elegir bien qué producto compramos

requiere informarnos adecuadamente,

pensar, reflexionar.

Pero esto no es lo más habitual,

no es lo que acostumbramos a hacer al comprar

o cuando pedimos que nos compren algo.

Sobre todo si nos hemos ilusionado mucho con eso

porque sí.

Eso me lleva a la siguiente pregunta: ¿Por qué queremos ciertas cosas?

Por ejemplo ropa, porque a mí me encanta.

Pero hay mucha que yo pido y al final no uso.

Porque tengo demasiada y no me hace falta más.

Pero la pido, a lo mejor, por capricho.

La mayoría de las cosas que pido son por capricho.

Porque a lo mejor se la veo a alguien y me gusta,

pero me la veo puesta y digo, me gusta pero no tanto.

-Esa influencia generada por personas que,

yo qué sé, famosos que usan ese tipo de cosas,

esa cosa llega a todo el mundo y todo el mundo la quiere.

Y así es como algo se pone de moda.

-Si yo no la tengo y el resto de mis amigas sí

es como que me siento un poco inferior.

¿Alguna vez han visto por la tele algo que no sabían que necesitaban

y de repente parece que cuando lo ves por la tele sí lo necesitas?

¿Con qué les ha pasado?

Sí, una vez que le vi a un "youtuber" una camisa puesta.

Me la compré y después cuando me la fui a poner

no me gustaba y no me la puse.

-Yo no veo YouTube, veo poco. Y sí me pasa que en los cumpleaños

te regalan un montón de ropa que tú no has podido elegir

pero que al final te acaba gustando.

Pero siempre que, por ejemplo, te la vas a poner,

te pica o te incomoda.

Te la pones una vez y como te compras otra

la vas poniendo encima y siempre acaba en la punta de abajo.

-A mí también me pasó con ropa.

Estaba paseando, no me acuerdo por dónde

y vi una tienda con muchas camisetas guais.

Me gustó una, me la probé, me quedó bien y me la llevé a casa.

Vale.

Y días después, mi madre: "ponte la camiseta nueva".

Y ya pasó a no gustarme mucho.

Natalia, ¿y a ti qué te anima a comprar?

A mí también me pasa que a veces veo cosas

que aunque no necesito las quiero comprar.

Por ejemplo, cuando veo en la tele

anuncios de productos para la lavadora

que parece que cuando los echas salen mariposas.

¿Han visto esos anuncios?

Y luego digo, pero si para lavar la ropa solo necesito un producto.

Y todos esos productos pueden acabar contaminando

el agua de las playas a las que tanto nos gusta ir.

Lo que pienso antes de comprar algo, es si lo necesito.

Y lo segundo, armarme de valor y utilizar una de las erres famosas

de los residuos que es la erre de rechazar. Y es decir que no.

Cuando nos van a poner una pajita para tomar una bebida

podemos decir que no queremos pajita.

Es algo que deberíamos pensar siempre

antes de utilizar o de comprar cosas que no necesitamos.

A veces la decisión no está entre comprar una cosa u otra.

Vamos a verlo.

Estamos acostumbrados a comprar, usar y tirar.

Pero, ¿y si hubiera una forma de consumir más sostenible?

Es lo que busca la economía circular.

Necesitamos productos fabricados para durar,

no para que se estropeen cuanto antes y obligarnos a comprar otro nuevo.

También deben estar diseñados para que se puedan reparar.

Y cuando se gasten, sus componentes deben poder separarse con facilidad,

para permitir su reciclaje.

Así, reutilizamos todas las materias primas y generamos menos basura.

Es el ciclo de la vida.

La economía circular también propone compartir

o alquilar lo que necesitamos en vez de comprarlo.

Y tiene aliados como la economía colaborativa

o el movimiento "zero waste" para reducir residuos.

Hay movimientos como la economía colaborativa,

el residuo cero, las aplicaciones de segunda mano,

que nos proponen que compremos menos.

Habéis hecho un proyecto así en el colegio.

Y en carnaval fabricasteis vuestros propios sombreros

de carnaval, en vez de comprarlos.

Contadnos ¿de dónde os surge esta idea?

Sí, en carnaval íbamos a hacer una murga, ¿no?

Pero por lo de la covid no hemos podido hacerla.

Entonces, se nos ocurrió la genial idea

de hacer nuestros propios gorros para celebrarlo en nuestra clase.

-Hicimos un gorro con material reciclado.

-Para mí lo mejor de la temática del reciclaje...

(ASIENTE)

...hacerlo como tú quisieras pero con esa temática.

Y lo peor fue, a lo mejor, si te salía algo mal y todo eso.

Entonces, Paola, ¿qué es mejor: hacerlo, fabricarlo o comprarlo?

Hacerlo con lo que tienes en casa.

Porque si lo compras te gastas dinero y a lo mejor no lo vuelves a usar.

Y si ese sombrero dura mucho tiempo

y lo puedes usar tú y luego lo puede usar otra persona

porque está hecho con materiales muy resistentes.

¿Sería una mala idea comprarlo?

En algunos casos sí, porque, vamos a poner un ejemplo.

Unos zapatos, tú los creas y a lo mejor...

esos zapatos no te duran tanto como los que compras.

Y porque los de tienda están mejor hechos.

Con materiales más resistentes para que duren más.

-Claro, yo qué sé... Se te rompe un jarrón,

no vas a ir a comprar arcilla para hacerlo.

Más la pintura para pintarlo.

Yo creo que es mejor comprarlo y ya está.

¿Qué otras cosas podéis fabricar y no os hace falta comprar?

A lo mejor si sabes hacer una bufanda pues una bufanda, guantes, un gorro.

-Hay cosas que podemos fabricar. Por ejemplo, mi abuela

nos hace a veces ropa y talegas para el desayuno.

¿Y te gusta que tu abuela os lo haga especialmente para vosotros?

Nos borda el nombre.

Me gusta mucho porque voy con ella, elegimos la tela y paso un buen rato.

O sea, que compartís además ese ratito.

Por ejemplo, una pulsera que la puedes hacer tú mismo,

que te guste, con tus detalles, con todo, puede tener tu nombre,

puedes regalarla.

Aparte de que consigo algo haciéndolo yo mismo

y no pidiéndoselo a mi madre,

pues también lo utilizo.

-Pues sí, por ejemplo, un día fabriqué una papelera

con unos materiales que tenía en mi casa y no había tirado todavía

y estuve orgulloso de que no tuviéramos que comprar una papelera

y hacerla nosotros mismos.

¡Eso es genial! Porque haciendo esa papelera

y esas manualidades que habéis hecho

hay algo que tiene mucho valor y que no se puede comprar con dinero

que es desarrollar la creatividad y la imaginación

y eso cuando compramos ese objeto no lo podemos conseguir.

De hecho, cuando hablamos de consumir

pensamos en quienes lo fabrican y las personas que las compran,

pero nos olvidamos de quien diseña ese objeto

y eso es otra erre importante del consumo

que es el rediseñar como podemos lograr que un objeto

cumpla más funciones, dure más tiempo...

Que es una buena decisión a la hora de comprar un producto.

A veces nuestras decisiones no son suficientes,

por eso existe toda una agenda para hacer este mundo más sostenible.

En 2015, la ONU aprobó un plan para que el planeta

viva de forma sostenible.

La Agenda tiene 17 objetivos.

El 12 se centra en la producción y consumo responsables.

Nuestra forma de vida actual consume muchos recursos y contamina.

Además, hace que algunos tengan mucho y a otros les falte lo esencial.

¿Qué podemos hacer?

Para empezar repartir mejor los recursos.

También, reducir los residuos, fomentar las energías limpias

e investigar formas de consumo más limpias.

La idea, que todos vivamos bien en un planeta sano.

Para lograr el objetivo 12 todos somos necesarios.

Los productores, las empresas, los políticos y los consumidores.

¿Empezamos a hacerlo?

Estamos hablando de lo que debemos hacer nosotros como usuarios,

las empresas, los gobiernos, pero me centro en los consumidores.

¿Qué podemos hacer? ¿Cuál es nuestro poder?

Creo que tenemos el gran poder las personas que consumimos

porque somos los que tomamos las decisiones.

Hay un ejemplo que podemos ver a nuestro alrededor

y es que hay una cadena de hamburgueserías

que entre sus menús tiene uno vegano.

Y se ha conseguido gracias que a las personas que consumimos

hemos decidido dejar de comer tanta carne de origen animal

y empezar a comer productos vegetales,

y que esa hamburguesería tenga ese menú.

Lo hemos conseguido nosotros. Y cada vez hay más tiendas

que venden productos a granel. ¿Esto qué es?

Productos que no vienen envasados, y llevarlos con nuestra bolsa

o incluso lugares donde podemos alquilar un coche

y que sea nuestro coche unos años y luego devolverlo a la tienda

y no lo tenemos que comprar. Y todo esto lo conseguimos

cambiando nuestra manera de comprar.

Hemos hablado de un montón de cosas, pero esta pregunta es esencial:

¿Qué os hace felices de verdad en la vida?

¿Podemos disfrutar y ser felices sin comprar?

Yo creo que sí, porque comprar por comprar no es necesario,

porque tú puedes ir al parque y quedarte en la cancha de fútbol

y no tienes que ir a ningún sitio para comprar dos porterías

para montarlas, que te cuesta mucho más tiempo y dinero.

-No hace falta tener tantas cosas para ser feliz,

yo, por ejemplo, soy feliz sabiendo que hay gente que me respeta

y que a donde quiera que vaya me están acompañando.

-Sabiendo que hay personas que te quieren y que están ahí

y que en cualquier momento que tú estés mal o te pase algo,

un problema, pues esas personas siempre van a estar ahí apoyando.

-Estar con mi familia y amigos que estén felices

y que también una persona, me aprecie y me quiera tal como soy.

Ahora chicos es vuestro turno para hacer vuestras preguntas.

Seguro que han salido muchas.

Natalia, ¿preparada? Sí.

¡Vamos a ello!

¿Por qué las empresas y restaurantes tiran comida a la basura

si hay familias que lo pasan mal

y así podrían reducir esa basura y reutilizar esa comida?

Muy buena pregunta. El problema viene de antes,

de planificar. Y es que hasta en casa muchas veces compramos más comida

de la que realmente vamos a consumir. Es complicado que una vez la comida

de un restaurante se ha cocinado sé dé a otras personas

por riesgo de que esté contaminada y que las personas se pongan malitas,

pero lo que sí se puede hacer es planificar mejor.

La ONU publicó unos datos escalofriantes,

que un tercio de toda la comida que se produce en el mundo...

Un ejemplo: uno de cada tres plátanos que se producen se tiran a la basura.

Eso pasa porque producimos más comida que la que consumimos

¿Por qué no ayudan a los agricultores para que puedan plantar más

y darle más trabajo a gente que no tiene trabajo?

Para que eso sea posible tiene que existir ayuda por dos lados.

Por un lado, los gobiernos para que les apoyen.

Y por otro lado las personas al tener mucho poder

podemos comprar esos alimentos y que haga falta producir más

y haya muchos más agricultores.

¿Por qué estamos cerrando mercados que venden productos de Canarias

y estamos abriendo supermercados que vienen de otros lugares?

En muchas ocasiones se cree que es más barato

comprar en grandes superficies y más caro comprar en los mercados.

Esto no solo no es cierto, sino que el valor nutricional,

lo buenos y saludables que son esos alimentos,

es mucho mejor que en los supermercados.

Para que eso cambie, las personas debemos consumir

más productos locales.

A veces es difícil porque qué sentido tiene que un boli

que viene de China cueste 15 céntimos

y un boli de purpurina de una tienda cueste dos euros.

Hay algo ha pasado.

O alguien no está cobrando lo que merece por fabricar el boli

o algo raro ha pasado en el medio. Es difícil luchar contra eso

Terminada la ronda de preguntas. ¿Qué tres momentos te llevas hoy?

De todo lo que han dicho estos chicos

del colegio Poeta Fernando González de Telde

sobre la pregunta: ¿Podemos divertirnos sin comprar?

¿Qué tres puntos claves destacas? Vamos con el primero.

En primer lugar me ha encantado

que hayáis hecho sombreros de carnaval

como alternativa a comprar

porque ahí han puesto su creatividad e imaginación.

Que hayan decidido hacer algo y no comprarlo ha sido buena idea.

¿El segundo punto?

Realmente, pensamos que comprar cosas nos hace felices

pero decís realmente que os hace feliz estar con seres queridos

y compartir tiempo. No importa si hay regalos o no

y eso nos hace entender que comprar no siempre nos hace más felices

que compartir tiempo con nuestra familia y amigos

¿Cuál es el tercer punto clave?

Todos han dicho muchas veces lo importante de comprar

productos que vengan de cerca, porque así ahorramos contaminación.

Si además están fabricados con materiales reciclados

contribuimos a proteger el medio ambiente y tener un entorno

que pueda crecer de manera más sostenible.

Gracias por acompañarnos. Ha sido un placer.

Igualmente.

Y gracias por vuestras reflexiones que han ayudado a la pregunta de hoy:

¿Podemos divertirnos sin comprar? Nos vemos en el próximo

"Aprendemos en Clan. El debate".

¡Hasta entonces!

(Sintonía alegre)

(Música de feria)