(Música)

Hola, claners,

bienvenidos y bienvenidas a "Aprendemos en Clan: El reto".

Bueno, vale, una foto más y ya,

que empieza el programa.

Ay, ya está bien.

Nacho, vale ya de fotos.

Mi mamá, que es muy fan.

Bueno, ¿qué? ¿Qué hacemos hoy?

Que he quedado para un campeonato de siesta.

Pues este programa nuevo y apasionante

que se llama "Aprendemos en Clan: El reto".

Así que, adivina.

¿El reto?

Suena "mapachulísimo".

Esto...

¿Qué es un reto?

Pues un reto es proponerte algo muy fuerte

y no parar hasta conseguirlo.

Ah, ¿comerse 18 salchichas de una vez es un reto?

Porque yo a eso le llamo desayuno.

(RÍE)

A ver, aquí estamos para aceptar un reto.

Responder a todas las preguntas que nos mandan nuestros amigos

y amigas claners.

¿Nos mandan preguntas?

¿Y pizza no?

Buena pregunta,

casi tan buena como esta que nos mandan los claners.

Hola, Martina y Nacho.

¿Existe una isla de plástico?

¿Qué? ¿Una isla?

¿De plástico?

¿Cómo te quedas?

¡De plástico!

(RÍE)

Ojalá sea como esas colchonetas hinchables

que hay en los parques de atracciones,

donde vas dando botes.

Pero espera, ni siquiera sabemos si existe.

Oye, ¿estará en el mar?

Claro, es una isla.

Si estuviera en la calle, sería una rotonda.

Le voy a decir a mi mapache mamá que me lleve de vacaciones.

No puedes ir allí de vacaciones.

¿Habrán árboles de plástico?

Quizá haya un castillo y pueda ser el rey.

¿Qué? ¿No puedo ir?

Antes de ir, lo mismo es buena idea

que le preguntemos a alguien que sepa si existe o no.

¿Cómo quién?

Ya sé, Orilo y Arlequina, ellos saben un montón de cosas.

Voy a escribirles un mensaje.

Tengo una pregunta para el reto de hoy.

¿Existe una isla de plástico?

Seguro que ellos lo saben. Enviar.

Oye, ¿ese teléfono es de plástico?

(SUSPIRA)

Qué buena pinta tiene ese zumo, Orilo.

Y qué chula esa pajita.

Sí, es de vidrio,

porque las pajitas de plástico a veces viajan por los ríos,

llegan a los mares y los océanos

y molestan mucho a los animales.

Sí, se las comen los peces,

se las comen las tortugas y se atragantan,

que yo he visto fotos de eso.

Uy, espera.

Mensaje de Nacho y Martina.

A ver qué preguntan.

Bueno, Arlequina, no existe una,

existen hasta siete islas de plástico por los mares

y océanos del mundo.

Sí, todos los residuos de plástico que no se reciclan,

que no se reutilizan llegan a los mares,

a los océanos y las corrientes oceánicas

los juntan formando enormes islas de residuos de plástico.

Y es que el plástico es un polímero que viene del petróleo

y es muy resistente,

tarda cientos y hasta miles de años

en degradarse y, claro,

les da tiempo para flotar por mares y océanos,

formar esas islas y molestar a todo bicho viviente

que haya por allí.

Pero Orilo, tengo una solución.

El bioplástico, es plástico biodegradable,

o sea que se descompone, que se degrada,

que no dura tanto tiempo,

no como el plástico que tenemos ahora,

que solo es desagradable.

Arlequina, ¿te parece si enseñamos a nuestros claners

a preparar en su casa

su propio plástico biodegradable?

Pues me parece, Orilo, que ya tenemos reto.

Para hacer nuestro bioplástico, necesitamos un poquito de agua,

vinagre, glicerina y almidón.

El almidón nos servirá para preparar el bioplástico.

Uniremos las moléculas de almidón para obtener nuestro biopolímero.

Pero vamos a empezar por el principio.

Añadiendo un poquito de agua.

En este caso,

100 mililitros de agua a una olla que podamos calentar.

Toma, Orilo.

Perfecto, vamos allá.

Lo ponemos con cuidado que no salpique.

Los 100 mililitros de agua.

Vamos a seguir con el vinagre.

Vinagre, cinco mililitros.

Mirad, aquí tenemos el vinagre en una jeringuilla

que nos permite medir el volumen exacto.

Orilo, añade el vinagre.

Cinco mililitros de vinagre,

el vinagre nos ayudará a que las moléculas de almidón

se unan correctamente.

Vale, pues vamos con los siguientes cinco mililitros de glicerina.

Cuidado porque la glicerina es mucho más densa,

échala con cuidado, Orilo.

Mira, mira cómo cae.

La verdad es que la glicerina será un aditivo que permitirá

que nuestro biopolímero tenga unas propiedades muy chulas

como que sea más transparente y más resistente.

Y vamos con nuestro ingrediente estrella:

el almidón.

Lo tenemos que echar poco a poco,

a cucharadas y removiendo bien para que no se hagan grumos

porque queremos que nuestro bioplástico

quede perfectamente liso.

El almidón lo vamos a sacar de la harina de maíz,

lo ponemos todo en nuestra olla,

le damos a calentar.

Muy bien, remueve. Y a remover.

Pero con cariño.

Y con paciencia y con cuidado,

que estamos calentando.

Y después de calentarlo mucho, tenemos esta masa de aquí.

Recordad que esto hay que hacerlo siempre

con la ayuda de una persona adulta.

Y ahora para obtener el bioplástico solo nos queda extenderlo.

Espera, que vamos a extenderlo bien

para que se convierta en una fina capa.

Ahora tenemos que dejarlo reposar uno o dos días

y tendremos nuestro bioplástico,

que nos ayudará a preservar la naturaleza.

Claners, mirad cómo ha quedado nuestro bioplástico

después de estar un par de días reposando.

Alucinante, ¿verdad?

Es que parece plástico, plástico.

Y puede utilizarse para las mismas funciones

que el plástico que viene del petróleo, pero eso sí,

si todo esto llegase a la naturaleza

se degradaría rápidamente

sin poner en peligro la vida de los animales.

Orilo, la verdad es que después de hacer bioplástico,

me siento un poquito más sostenible.

Seguro que vosotros también.

Nos vemos en la próxima.

Deberíamos seguir buscando,

creo que esa isla sí podría existir,

pero algo me dice que a lo mejor no es tan bonita como tú crees.

¿No será que me tienes envidia?

Claro, porque yo voy a ser el rey mapache

de la isla de Plasticonia.

Y tú, no.

¿Cómo es posible que se haya formado

una isla entera de plástico?

Pues muy fácil, Martina.

Eso es que un volcán mágico en el fondo del mar

ha empezado a arrojar un montón de juguetes,

golosinas y cosas "mapachulísimas".

Y, claro, ha ido haciendo un montoncito.

Lógica pura.

Me suena que... No es así.

Ya sé, Papá Noel tiene un árbol que, en lugar de piñas,

da un montón de juguetes de plástico.

Voy a preguntarle a Welelo.

Oye, Welelo, ¿tú sabes de dónde viene el plástico?

Porque creo que Nacho no tiene ni idea.

¡Pero si te lo estoy diciendo!

Eso es cosa de los duendes de Papá Noel,

que se han hecho un lío con el reparto

y se han dejado los juguetes en el medio del mar.

Enviar.

Oye, Welelo, ¿tú sabes de dónde viene el plástico?

¿Yo? ¿Que si sé de dónde viene el plástico?

Claro.

El plástico es un material que se inventó

el siglo pasado

y con él fabricamos casi todo lo que usamos

y viene del petróleo.

Pues eso, hasta pronto.

Ahora un mensaje de los claners, a ver.

Vale, Welelo, pero ¿de dónde viene el petróleo?

Claro, también queréis saber de dónde viene el petróleo.

Vamos a hacer una cosa, no solo eso,

vamos a saber de dónde viene el plástico

y a dónde va el plástico.

¿Qué os parece?

Adelante.

Lo primero, ¿de dónde sale el petróleo

del que está hecho el plástico?

Pues tenemos que viajar en el tiempo, a la prehistoria.

Hace millones de años había muchas plantas

y animales viviendo en los océanos.

Cuando estos seres morían, sus restos se hundían en el fondo.

Con el tiempo, estos restos quedaban enterrados

bajo capas de sedimentos.

La presión y el calor de la tierra comprimían los restos de plantas

y animales y estos restos se convertían en lodo orgánico.

Y a lo largo de millones de años se transformaron en petróleo.

O sea, que cuando usas tu cepillo de dientes,

te estás frotando con los restos de un dinosaurio.

Las compañías petroleras extraen el petróleo del fondo de la tierra

y lo venden a las fábricas que lo usan

para hacer todo tipo de plásticos diferentes

y también todo tipo de juguetes, botellas, envases para comida,

bolsas y muchas más cosas.

Ahora viene la explicación, tranquilos, tranquilas.

Lo bueno del plástico es que es superresistente

y lo malo es eso también, que es muy difícil de descomponer.

No se pudren en el tiempo

como lo haría un plátano o una planta

y esto es un problema

porque en el mar hay montones de plástico

que no se ha reciclado

y los animales que viven ahí sufren debido a la basura.

Algunos de ellos se deforman o mueren.

Las corrientes marinas han acumulado plástico

en cinco puntos diferentes

del mar por todo el planeta.

Algunos tienen ya cuatro veces el tamaño de España

y les llamamos "islas de plástico".

Pero son un vertedero gigante de plástico en el mar.

No es nada, nada, pero nada guay.

Si el plástico lo enviamos a una planta de reciclaje,

allí lo convierten en algo nuevo.

Otra botella, otro juguete.

¿Sabéis qué?

Vayamos para allí.

Ya estoy aquí.

Esto es una planta de reciclaje

y aquí es donde traen los plásticos usados

que se han recogido en los contenedores.

Aquí se separan los diferentes tipos de plástico.

Botellas de agua, bolsas de plástico,

envases de alimentación, etc.

Y aquí tenemos los plásticos, las botellas de plástico

que luego pasarán a otra máquina y se cortarán en pequeños trozos.

Después, los trocitos de plástico son lavados

para eliminar la suciedad y otros contaminantes,

esto se hace para asegurar que los plásticos estén limpios

y listos para el siguiente proceso.

Fundirlos,

los trozos se calientan a altas temperaturas

hasta que se convierten en líquido.

El plástico fundido se convierte en resina

que es un material muy moldeable.

Con la que se crean estas bolas

que luego servirán para crear otros productos como, por ejemplo,

botellas, y otro tipo de recipientes para el alimento.

Y así se recicla el plástico.

Esto ayuda a reducir la contaminación

y protege nuestro planeta.

Pero tenéis que echar el plástico

en el contenedor de reciclaje porque,

si no, llega al mar y se crean esas islas de plástico tan feas.

Así.

Ahora ya sabéis de dónde viene y a dónde va el plástico.

¿Contentos? ¿Contentas? Hasta luego, claners.

(Vítores y aplausos)

(HACE FUERZA)

Nacho, ¿qué haces?

Estoy pensando muy fuerte.

Es que la isla de plástico da mucho que pensar.

Pero no es una isla, es un basurero flotante,

menudo timo.

¿Qué va a ser de los peces?

Pobrecitos, ¿cómo va a ser su futuro?

Bueno, Nacho, tú tampoco seas dramático,

que nos conocemos.

Pero lo importante de verdad es cómo va a ser mi futuro,

¿qué voy a hacer yo este verano

si no puedo ir a la isla de plástico?

Oye, ¿sabes quién es una experta en pensar y en el futuro?

Nerea, nuestra filósofa.

¿En serio? ¿Conoce el futuro?

Bueno, no sé si Nerea adivina el futuro,

pero piensa un montón en él.

¿Sabrá si voy a ir con mi primo Juan Mapacho este verano al pueblo?

Os dejamos con nuestra campeona olímpica de pensar.

Hola, claners, soy Nerea y vengo del futuro.

Allí sabemos un montón de cosas, pero para que nosotros las sepamos,

vosotros tenéis que haberlas pensado bien primero.

Para que tengamos un futuro genial,

vosotros tenéis que aprender a pensar muy bien.

Para eso os he traído un montón de trucos y "tips"

de uno de los tipos más sabios de la historia:

Nacho Mapacho, no.

Es un sabio del siglo III a.C., Aristóteles.

Cuando Aristóteles quería conocer cualquier cosa,

siempre se hacía cuatro preguntas.

Nunca falla, vais a ver.

Ya hemos visto qué es el plástico,

también cómo se crean las islas de plástico

y ahora vamos a hacernos las siguientes preguntas.

¿Quién hace que esto suceda?

¿Y por qué sucede?

Vamos a aplicar el pensamiento crítico.

Vivimos en un mundo en el que no paran de decirnos

que tenemos que comprar cosas nuevas,

en la tele, en Internet, en la radio...

¡Por todas partes!

A veces creemos que necesitamos comprar cosas

para sentirnos mejores o ser como los demás.

Se dice que vivimos en la sociedad de consumo,

pero el problema es que consumimos muy rápido

y tiramos muchas cosas o bien porque no nos gustan

o porque no nos valen.

Volviendo a las "truqui-preguntas" de Aristóteles,

vamos con la primera.

¿Quién hace que esto suceda?

Es decir, ¿quién hace que sucedan las islas de plástico?

Pues la respuesta es muy sencilla,

quienes fabrican muchas cosas y quienes consumen muchas cosas.

Por lo tanto, este es un problema de todos

y la solución tendrá que ser entre todos, ¿no creéis?

Vamos con la última pregunta de Aristóteles.

¿Por qué sucede?

O dicho de otra manera, ¿cuál es la finalidad de esto?

O, ¿tiene sentido que consumamos tanto?

Es importante que, cuando vayamos a hacer algo,

lo pensemos detenidamente

y pensemos no solo en el momento presente.

Imagínate un niño que solamente quiere comer patatas fritas

y jugar al ordenador.

Y lo hace una y otra y otra vez, pues al principio, muy bien,

pero luego cuando llevase un año o muchos años,

acabaría enfermo y pobrecito, ¿no?

A esta manera de pensar a corto plazo

se le llama cortoplacismo

y no es ningún buen nombre, ya lo sé, pero, sobre todo,

no es ninguna buena idea.

Es importante que tengamos en cuenta

las consecuencias a largo plazo de nuestras acciones.

Lo que hagamos hoy nos va a afectar a mañana,

lo que hagamos mañana a pasado mañana.

Por eso, es importante pensar

que lo que estamos haciendo hoy

tendrá consecuencias en el futuro.

Puede parecer que tenga sentido a corto plazo

utilizar tanto plástico,

porque resulta barato para las empresas,

porque a nosotros nos parece bonito,

pero no lo es a largo plazo

porque fíjate cómo se está poniendo el planeta

de plásticos, se está poniendo enfermo.

¿Y qué podemos hacer?

Pues mira, después de haber hecho el pensamiento crítico,

vamos a pasar al pensamiento creativo.

Aquí ahora todos debemos y podemos hacer cosas.

Yo te voy a dar unas cuantas ideas,

pero te dejo a ti que luego pienses en otras.

Por ejemplo, si eliges bien tus juguetes,

no te aburrirás enseguida y querrás comprar uno nuevo.

Puedes también pedirle a tus padres

que utilicen menos plástico en casa y, ¿por qué no?

Escribe a algunas empresas que veas que utilizan demasiado plástico

y diles que utilicen un poco menos.

Nos vemos en el futuro, claners.

Bueno, Nacho, ¿se te han quitado ya

las ganas de ir de vacaciones a la isla de plástico?

Sí, esa isla es una basura, ojalá no existiera.

Bueno, yo tengo fe en la humanidad

y espero que en el futuro consigamos deshacernos de ella.

Los mapaches os ayudaremos, fabricando menos plástico.

Los mapaches no fabrican plástico.

Pues mejor me lo pones.

¿Sabes lo que voy a hacer?

Cuando vaya al contenedor, si encuentro plástico,

lo llevaré a reciclar.

Buena idea.

El plástico en sí no es malo,

pero hay que ser responsables con su uso.

Claro.

Oye, Martina,

creo que es un buen momento para una canción.

Mi sentido "mapacho" me anuncia que se viene un temazo.

Pues sí, vamos a cantar una canción

para que no haya más islas de plástico

y nos despedimos así de vosotros, claners.

Hasta el próximo reto.

"Mapachachi".

# Yo no quiero una isla # de plástico, plástico.

# Hay plástico # que usas solo una vez,

# más de un millón de años # tardará en desaparecer.

# Si no recicladas, acaba en el mar

# y con la biodiversidad.

# Formando una gran isla # de basura en el océano.

# Yo no quiero una isla # de plástico, plástico.

# Quiero proteger # el medio ambiente,

# que el planeta sea fantástico # y mágico.

# Agua, tierra # y grandes bosques verdes.

# Yo no quiero una isla # de plástico, plástico.

# Quiero proteger a las especies.

# Conservando el mundo acuático, # acuático,

# y cuidando la vida terrestre. #

(Música)