(Música)

Hola, claners, bienvenidas y bienvenidos

a "Aprendemos en Clan", "El reto".

(OLISQUEA)

Pero... ¡Aquí también!

Nacho Mapacho, ¿qué pasa? ¿Qué hueles?

Ay, ¡que aquí también huele a queso, Martina!

¿Por qué todo huele a queso?

Un momento...

Sí que huele un poco a queso, sí.

¿A que sí? Vaya donde vaya huele así.

Nacho, es que...

Lo que huele a queso eres tú.

Pero ¿qué dices? ¡Si a mí no me gusta el queso!

Pues si no has comido queso y no llevas un queso encima...

¿Te has olido los pies?

Pero ¿cómo van a ser mis pies? Anda, mira...

A ver... (OLISQUEA)

Uy... (GRITA)

¡Pues sí que son mis pies!

Ay, anda, date un agua.

Y mientras vamos a ver la pregunta de los claners para el reto de hoy.

Hola, Nacho y Martina, tengo una pregunta,

¿por qué mis pies huelen a queso si a mí no me gusta el queso?

Ay...

¡Pues es verdad!

¡Los pies huelen a queso! (RÍE)

Sí, sobre todo si no te los lavas.

Yo esta semana ya me he duchado.

¿Esta semana? Claro, así, normal...

A ver, si solo como sandía y basura

mis pies deberían oler a eso, no a queso.

Bueno, no te preocupes, nos pasa a todos.

¿Ah, sí? ¿En serio? ¿Y eso por qué?

Es una gran pregunta para el reto de hoy.

A ver si Orilo y Arlequina nos pueden ayudar.

(Música)

Orilo... ¿Estás mirando un bocata al microscopio?

Sí, Arlequina, es microscópicamente delicioso.

Madre mía.

Uy, espera. ¿Qué?

¡Mira, mensaje de Nacho y Martina!

Dice...

¿Por qué mis pies huelen a queso, si a mí no me gusta el queso?

Eso es muy fácil, Arlequina, huelen a queso por el sudor,

los pies viven dentro de los calcetines que, a su vez,

viven dentro de los zapatos que es un ambiente calentito

y que si suda ahí eso se queda ahí a veces durante días.

¿Durante días, Orilo? Hay que lavarse los pies cada día.

Pero no es por eso, el sudor no huele, Orilo.

¿Que no? Que no huele.

Te lo voy a demostrar, mira.

¡Detente, Orilo!

Quiero decir que el liquidillo

que sale de nuestro cuerpo en forma de sudor no tiene olor,

lo que huele es la mezcla de ese sudor con las bacterias,

con los microorganismos que viven de manera natural en nuestra piel.

Las bacterias comen cosas que hay en el sudor

y expulsan productos volátiles que van al ambiente

y los olemos, y muy bien, muy bien, pues no terminan de oler,

la verdad.

Oye, Arlequina, ¿y hay bacterias en más lugares?

No solo en nuestra piel

sino en otros sitios, pues no sé, de nuestra casa.

Por supuesto, por supuesto, Orilo,

vivimos rodeados de bacterias, de microorganismos, de hongos.

No necesariamente malos, ¿eh?

Que los que viven en nuestra piel

son fundamentales para mantenernos sanos.

Pero sí, sí, hay bacterias por todos lados,

por todos lados tenemos.

Se me está ocurriendo una cosa, Arlequina,

¿qué te parece si con los claners

nos convertimos en cazadores de bacterias?

Pues me parece... ¡Que ya tenemos reto!

Para poder cazar microorganismos

y que crezcan necesitamos hacer un medio de cultivo, o sea,

un lugar sobre el cual los microorganismos que cacemos

puedan crecer alegremente,

y para eso necesitamos estos ingredientes de aquí.

Orilo, ¿estás preparado para hacer nuestro caldo de cultivo?

¡Nací preparado! Sí.

Pues en un bol vamos a mezclar todos los ingredientes.

Lo primero es añadir un poquito de agua...

Vamos allá, agüita, perfecto.

Después necesitamos añadir gelatina neutra,

porque así vamos a poder solidificar el medio de cultivo

y que crezcan los microorganismos encima de algo sólido.

Pero lamentablemente las bacterias no comen gelatina,

les tenemos que dar algo de comer, para eso vamos a añadir azúcar,

que eso sí que se lo comen pero bien...

¡Toma! Perfecto.

Y le vamos a dar saborcito,

ponle ahí un poco de caldo de pollo.

Mira, mira, mira... calduchi.

Venga, un vasito, y ahora remueve bien.

Perfecto,

mezclamos para que quede todo bien disueltito

y cuando está todo mezclado lo tendremos que calentar.

Pues aquí, a la olla.

(OLISQUEA)

Ya tenemos nuestra mezcla caliente

pero no hemos dejado que hierva, ¿vale?

Y es el momento de añadirla a estos vasitos

que tenemos aquí para hacer nuestros cultivos.

A ver, ¡quita de ahí, Orilo,

que esto hay que hacerlo con sumo cuidado!

Vale, vamos a ir añadiendo uno a uno,

con mucho cuidadito que esto quema.

Y esto siempre con la ayuda de una persona adulta,

que es un líquido caliente.

Si veis, hay que añadir un poquito, nada,

un culín del vasito

o del botecito que utilicéis para hacer el medio de cultivo.

Ahora esto lo dejaremos enfriar para que solidifique

y así tendremos nuestro medio de cultivo preparado.

Qué bien me ha quedado.

(Música)

Y ha llegado el momento de cazar nuestros microorganismos,

lo tenemos todo listo.

Nuestros medios de cultivo fríos y sólidos,

y un montón de cosas para ver si tienen microorganismos,

¿verdad, Orilo? ¿qué me has traído?

Pues mira, mira,

he estado pensando dónde podría haber muchos microorganismos

para cazarlos y me he dicho:

"El móvil, que estamos todo el día agarrándolo

y llevándonoslo a la oreja".

Así que, Arlequina, toma un bastoncillo

y frota bien el móvil para ver...

Para cazar ahí posibles microorganismos

y llevarlos a nuestro medio de cultivo.

Cazo, cazo, cazo microorganismos.

Ahí está, muy bien, muy bien. Pero a tope, ¿eh?

Y es el momento de sembrarlos aquí, con cuidadito,

en nuestro medio de cultivo.

Muy bien.

Ahora lo que estamos haciendo es,

los microorganismos que hayamos podido tomar del móvil

los estamos extendiendo en nuestro medio de cultivo.

Otra cosa que podría tener muchos microorganismos son...

¡Las monedas, Arlequina!

Las monedas cambian de mano constantemente.

Con distinto bastoncillo, ¿eh? Uy, sí...

Que si no mezclamos bacterias de un sitio a otro

y no queremos hacer eso en nuestro experimento.

Y al segundo...

Al segundo... Muy bien.

Recordad, ¿eh?,

pasad el bastoncillo suavemente por el medio de cultivo

para extender las bacterias que habéis cazado y que crezcan.

Otro lugar donde podría haber muchos microorganismos es....,

¡en mi botella!

Aquí arriba, que en principio podría parecer limpia,

pero es que a mí me gusta mucho beber a morro, ¿eh?

Uh... Vamos a ver que hay por aquí. A ver qué sale de ahí, Arlequina.

De aquí van a salir, ¿eh?, van a crecer.

Sí, sí. Vaya que si van a crecer.

Y por último, hay un lugar extraordinario

en el que seguro que hay unos microorganismos preciosos.

¡La suela de mi zapato!

¡Buf!

¡Aquí tiene que haber un mogollón de cosas!

Bueno... A ver...

No sabéis lo que yo he llegado a pisar con esto, Arlequina.

Aquí vamos a tener de todo. Frota, frota bien.

Venga, que siembro.

Y cuando lo tengamos bien sembrado

es momento de tapar nuestros cultivos

para que no salga nada y las bacterias crezcan ahí felices.

Sí, los vamos a tapar y los vamos a dejar dos o tres días

en un lugar calentito de casa.

(Música)

Pues nuestros microorganismos han crecido estupendamente

en los medios de cultivo.

¡Mirad lo que tenemos aquí!

¡Los microorganismos que salen de nuestro móvil!

¿Veis esa pedazo de colonia bacteriana?

Ese circulito que hay ahí

son mogollón de bacterias creciendo unas al lado de las otras.

¡Y aquí tenemos la moneda!

También tiene lo suyo, han crecido bien de microorganismos ahí.

Ay, Orilo...

¡La boca de tu botella!

Ay, ay, ay... Mi boca.

Cuidado que aquí también hay cositas.

Mira esas colonias, estas son un poco más pequeñitas,

pero hay un montón de ellas.

Y donde ha crecido un mogollón es aquí, en la suela del zapato.

¿Has visto cómo se ha llenado toda la superficie de bacterias?

Te dije, Arlequina, que había pisado cada cosa... (RÍE)

Orilo... Quiero seguir experimentando.

Quiero ver más bacterias que haya por el mundo.

¿Dónde quieres buscar? En tu nariz.

¿Aquí? Sí.

Bueno, pero...

No metas muy adentro, ¿eh? ¡Arlequina!

(GRITA) ¡Que me llegas al cerebro!

A ver qué sale de aquí.

(Música)

(PIENSA)

Pero ¿entonces el sudor es una colonia de bacterias?

¿Una colonia que huele a pies?

(RÍE)

¿Quién se va a poner eso? ¿Un ratón?

No es un perfume.

Se le llama colonia a la agrupación de bacterias u hongos,

la colonia de bacterias la tenemos viviendo en nuestra piel.

Ah...

Entonces, ¿estoy recubierto de seres vivos?

Yo pensaba que solo tenía pulgas.

Pues sí, aunque no los veamos

tenemos un montón de seres vivos por todas partes,

y algunos son muy útiles.

Sobre todo cuando te apetece oler a pies.

Usamos los hongos y bacterias para muchas cosas, por ejemplo,

para comer, los champiñones están riquísimos.

A mí me encantan, así salteados con un poco de sandía.

Y sin bacterias no habría queso.

También nos ayuda a producir medicamentos superimportantes.

¡Guau!

Entonces son superchulos, y hacen de todo.

Vamos, como yo.

Pero, una cosa... ¿Qué comen? ¿De dónde salen?

Buenas preguntas, seguro que Weleló nos puede ayudar.

(Música)

(Mensaje móvil)

¡Ey!

Mensaje de Martina.

"Hola, Weleló,

¿de dónde salen las bacterias y los hongos

y de qué se alimentan?".

Buenas preguntas.

Vamos a averiguarlo, claners.

Para empezar, hablemos de las bacterias.

Algunas pueden ser peligrosas,

y si entran en nuestro cuerpo puede que nos pongamos malitos o malitas.

Pero otras son muy buenas, incluso necesarias.

Las bacterias están presentes en todos los ecosistemas del planeta.

En el agua, en el aire, incluso dentro de nosotros.

¡Oh! ¡Un mensaje de los claners!

-Hola, Weleló, ¿y sabes por qué hay tantas bacterias?

-Pues porque la mayoría se reproducen por división.

Esto significa que cada bacteria se divide por la mitad

y de una bacteria salen dos, y así sucesivamente.

Esto les permite ser muchas muy rápidamente

y evolucionar más rápido.

Cuando las bacterias se encuentran un sitio que les gusta

con buena temperatura y la humedad perfecta

y tienen suficiente alimentación, pueden reproducirse mucho mejor.

Entonces, empiezan a dividirse sin parar

y crean una colonia de bacterias.

Al final hay tantas que, aunque sean microscópicas,

se pueden ver a simple vista.

Dependiendo del tipo de bacterias se alimentan de una cosa u otra,

unas descomponen la materia orgánica,

otras fabrican su propio alimento usando la luz solar,

como las plantas.

Otras se pueden alimentar de sustancias inorgánicas,

la verdad es que hay tantos tipos de bacterias

que se podría decir que comen casi de todo.

Pero ¿sabéis qué son los hongos?

(Mensaje móvil)

Efectivamente.

Los champiñones son un tipo de hongos, como todas las setas.

Algunas son deliciosas, otras son venenosas,

pero también hay hongos microscópicos

igual que las bacterias,

seguramente hayáis visto uno muy común, ¿os suena esto?

Cuando a un alimento les salen estas manchas verdes

es porque está lleno de moho.

El moho es un tipo de hongo microscópico

y también forma colonias, igual que las bacterias.

Y a diferencia de los champiñones estos no se comen.

Los hongos son como las bacterias, que comen casi de todo,

lo único que no pueden hacer es la fotosíntesis

que sí la hacen las plantas y otras bacterias.

(Mensaje móvil)

¡Ups! ¡Otro mensaje de los claners!

-Espera, espera, espera...

¿Y los hongos también se dividen como las bacterias?

-No, casi todos los hongos se reproducen por esporas.

Las esporas son parecidas a las semillas de las plantas,

pero muchísimas más pequeñas y ligeras,

tanto que el viento las esparce por el aire.

Cuando la espora llega a un sitio donde puede crecer

le salen unas pequeñas raíces,

se conecta con otras esporas y de ahí sale otro hongo.

Los hongos y las bacterias

son los mejores recicladores de la naturaleza,

por ejemplo, las hojas de un árbol,

una manzana podrida o un trozo de pan viejo son comida para un hongo

o una bacteria.

Se alimentan de ellos

y lo transforman en comida para las plantas.

La naturaleza no desperdicia nada

y por eso son unos seres vivos sumamente importantes

para el planeta.

Sin ellos no habría vida.

(Mensaje móvil)

Otra pregunta de los claners. Vamos a verla.

-Espera, Weleló,

¿tú sabes qué podemos hacer con los hongos y las bacterias?

-Qué buena pregunta.

Os voy a llevar a un sitio donde utilizan las bacterias

para crear algo muy rico.

Os va a encantar. ¿Me acompañáis?

¡Alehop!

(Música)

¡Ya estoy aquí, claners!

He venido a una fábrica de yogur en Fageda d'en Jordà.

Si no tuviéramos bacterias no podríamos hacer cosas tan ricas

como el yogur, así que, vamos a verlo.

Seguramente ya lo sabréis, pero el yogur se saca de la leche.

Se puede hacer con muchos tipos, pero la más común es la de la vaca.

Vamos a verlo.

(Muge)

El primer paso es calentar la leche a altas temperaturas

para eliminar cualquier bacteria o germen no deseado.

Este proceso puede ser el pasteurizado o el UHT,

que en inglés significa "ultra high temperature", es decir,

temperaturas ultra altas.

Esto elimina cualquier microorganismo no deseado

que hubiera en la leche, es decir, que la limpia por completo.

En la leche ya no hay bacterias, así que,

vamos a añadir las que nos hacen falta.

Las bacterias lácticas.

Pero ¿qué hacen estas bacterias en la leche?

Lo que mejor se les da.

Alimentarse, crecer, dividirse y reproducirse.

Y en este proceso, que dura varias horas,

las bacterias producen el ácido láctico,

que le da la consistencia y sabor a la leche

y la convierte en un delicioso yogur,

esto se llama fermentación.

Es una pasada.

Y como por arte de magia nuestras amiguitas microscópicas

pueden transformar grandes cantidades de leche

en un riquísimo yogur.

Luego el yogur se almacena y ya solo queda envasarlo

y enviarlo a un supermercado donde lo podremos comprar.

Como veis las bacterias y los hongos son organismos fascinantes,

y aunque sean unos grandes desconocidos

porque no podemos verlos a simple vista,

están en muchas de las cosas que nos rodean.

De hecho, nos han ayudado con medicinas

como la insulina o la penicilina

que han salvado cientos de millones de vidas.

Y con su fermentación nos ayudan a producir cosas como el pan,

el queso o el yogur, ya sea líquido o helado.

Así que, bueno, eso es todo, claners,

nos vemos en el próximo reto.

(Música)

¡Martina, Martina!

¡Qué buena idea he tenido!

A ver, cuéntamela, Nacho.

Voy a montar mi propia granja de bacterias.

Ah... Muy bien. ¿Y para qué?

¿Cómo que para qué?

¿No has visto lo "mapachulísimas" que son?

Sí, sí, lo que pasa es que tú ya tienes una granja de bacterias.

¿Eh? ¿Cómo?

Yo no lo sabía. ¿Dónde está?

¿Pues dónde va a ser? ¡En tu cuerpo!

(RÍE)

Tenemos bacterias por todas partes, hasta dentro de ti.

¿Eh?

¿Qué?

¿Me lo dices en serio?

Nunca pensé que diría esto, pero me apetece una ducha.

¡Lo que consiguen las bacterias!

Son bacterias buenas, algunas te ayudan a hacer la digestión,

por eso es importante que comas cosas

que le sienten bien a esas bacterias,

y así te sentirás mejor tú.

¡Menuda "mapachada"!

Oye, ¿las bacterias pueden hacer yogur de sandía?

Su olor me recuerda a cuando era pequeño.

Pues mira, justo Nerea nos va a hablar del poder de los olores

para recordarnos cosas, mira, mira.

(Música)

Hola, claners.

Un día más vengo del futuro.

Viniendo para acá he pasado por delante de una pastelería

y estaban haciendo bollos y olía...

¡Madre mía, qué maravilla!

¿Os habéis dado cuenta de lo increíble que es el olor

que nos permite transportarnos rápidamente al pasado?

Fíjate, hay colonias que a mí me recuerdan a mi abuelo,

comida que nada más olerla me recuerdan a mi abuela,

también hay olores que me recuerdan a la Navidad, ¿y a ti? ¿no te pasa?

Somos animales que pensamos y para eso tenemos la inteligencia

que es algo muy guay, pero también tenemos la memoria,

la cual nos permite crear y recuperar recuerdos.

Un recuerdo es como una película que se guarda en nuestra mente,

es un pedacito de nuestra vida que se nos queda guardado

para que podamos verlo siempre que queramos.

Imagina que tienes una caja mágica en tu cabeza,

cada vez que vivas algo emocionante o divertido

tu cerebro va a guardarlo ahí,

va a ser como si tuvieras una caja del tesoro

que vas a poder abrir siempre que quieras.

Es genial tener recuerdos porque nos ayudan a entender quiénes somos

y nos hacen sentir muchas emociones.

Los recuerdos son tuyos y solo tuyos.

Pero puedes compartirlo con aquellos a los que quieres

y contárselos para que compartan esas emociones contigo.

Pero...

¿Por qué el olor está tan relacionado con esa caja mágica

que tenemos cada uno de nosotros?

¿Cómo es posible que el olor nos transporte

a momentos del pasado de nuestras vidas?

Al percibir un olor se activan dos partes importantes del cerebro.

La amígdala y el hipocampo.

La amígdala está relacionada con las emociones que asociamos a ese olor.

Y el hipocampo es la parte del cerebro asociada a la memoria.

Por eso los olores afectan directamente a las emociones

y a la memoria, despertando recuerdos que son bonitos,

alegres o divertidos.

Esto pasa porque los recordamos como la primera vez que los vivimos.

Una de las emociones que más se nos despiertan es la de la nostalgia.

La nostalgia es un sentimiento que todos experimentamos

en algún momento.

Es una emoción que sentimos cuando recordamos cosas bonitas del pasado.

Tiene una parte de tristeza, porque echas mucho de menos ese momento,

pero también tiene una parte de alegría

porque te entran unas ganas tremendas de volver a vivirlo.

Es por lo tanto una mezcla de tristeza y alegría.

Te puede pasar al recordar un lugar especial,

a una persona a la que quieres, una canción o un juguete favorito.

La nostalgia es una manera de recordar el pasado que es muy bonita

y muy importante, pero no podemos quedarnos solo en esa emoción,

tenemos que aprender a disfrutar del presente

y construir nuevos momentos felices.

Y ahora, vamos con unas preguntas muy molonas.

¿Y a vosotros qué olor os hace sentir nostalgia?

¿Cómo creéis que sería un día sin poder oler nada?

¿Y qué olor os gustaría guardar en vuestra cajita mágica?

Os dejo pensarlo.

Nos vemos en el futuro.

(Música)

¡Hemos aprendido un montón!

¿A que sí, Nacho?

¡Sí! Las bacterias y los hongos son "mapachulísimos".

Sí, pero ¿por qué?

Uy, porque son "chupaimportantes",

son los recicladores de la naturaleza.

¡Muy bien!

Y los hongos se reproducen por esporas, ¿y a qué nos ayudan?

¡A un montón de cosas!

Nos ayudan a hacer la comida, a hacer medicamentos, y...

¿Y qué más? Ah, sí...

Y la digestión. Eso es.

Y lo más importante... (RÍE)

¡Hace que los pies vuelan a queso!

(RÍE)

Muy bien. ¡Reto superadísimo!

Vamos a celebrarlo con una canción, claners,

nosotros nos vemos en el próximo reto.

(Música)

# Las bacterias y los hongos

# nos ayudan a producir medicinas # importantes para sobrevivir.

# Organismos necesarios # para la vida que hay aquí,

# hay que cuidarlos y respetarlos, # son esenciales para ti y para mí.

# Son fascinantes...

# Reciclan la naturaleza # por todas partes.

# Unos amigos muy molongos # son las bacterias y los hongos,

# sin ellos no tendríamos pan, # o el yogur que sienta fenomenal.

# Unos amigos muy molongos, # son las bacterias y los hongos,

# sin ellos no hay queso # ni champiñones,

# nos ayudan con las digestiones. #

(Música)