(Sirena)

(Música)

Hola, claners, bienvenidos de nuevo a "Aprendemos en Clan. El reto".

Espérate un ratito.

Ahora nos vemos.

Nacho, ¿eres tú?

Quién iba a ser si no.

¡Nacho Mapacho!

¿A quién le hablabas? A mi perro Gallito.

¿Tienes un perro?

Sí, he adoptado uno.

Es mi mejor amigo.

Además de yo.

Hala, qué guay, ¿y eso?

¿Pues sabías que los perros tienen un superbuén olfato?

Sí, claro.

Pues me ayuda a encontrar

las basuras más deliciosas de la ciudad.

Es "mapalucinante".

A mí me encantan los perros. Luego, podemos pasear los tres.

Pero antes, escuchemos la pregunta de los claners.

Hola, Martina y Nacho, tengo una pregunta.

¿Es verdad que los perros huelen el miedo?

¿A qué olerá el miedo?

Si no huele a sandía, no me interesa.

¿Será un olor más ácido o dulce?

Uy, esa pregunta... (RÍE)

Me está dando hambre.

¿Todos los miedos olerán igual?

¿El miedo a las arañas huele igual que el miedo a las alturas?

¿Por qué no se lo preguntas a Orilo y a Arlequina?

Buena idea.

Pregunta rápido, que me está entrando hambre.

Pero, Orilo, ¿te has tirado un pedo?

(TITUBEA) No, no creo, porque yo nunca tiro nada.

¡Oh! ¿Cómo que no te lo has tirado? Pero si huele fatal.

Si no, dime qué es esto.

No, pues no sé, olerá a rosas,

o a las nubes,

o al silencio, yo qué sé. Espera, espera,

que nos llega un mensaje de Martina y Nacho.

Dice: "¿Es verdad que los perros pueden oler el miedo?".

Pues ya te digo yo que como huela así,

el miedo lo huele.

Pero no creo, los perros tienen un olfato muy sensible,

pero el miedo no se percibe a través de la nariz.

Lo que ocurre es que los perros igual son más sensibles

a ciertas reacciones que tenemos los humanos

y quizá por eso, sean capaces

de percibir el miedo en las personas

antes incluso de que nosotros lo notemos.

Pues es verdad,

porque los perros tienen una manera de percibir el mundo que nos rodea

de forma distinta a la que lo hacemos los humanos.

Por ejemplo, Orilo, ¿sabes que los perros

no pueden ver todos los colores que vemos nosotros, los humanos?

¿Me estás diciendo que los perros ven menos colores que las personas?

Menos, menos. Sabes que la luz que nos llega del sol

se puede descomponer en distintos colores,

en los colores del arcoíris,

pues los perros solo ven unos poquitos de ellos.

Guau. Oye, Orilo,

¿quieres que hagamos un experimento

para ver todos los colores que podemos percibir los humanos?

Arlequina, ¡creo que ya tenemos reto!

Y aquí tenemos todos los elementos

para preparar este pedazo de experimento

que os va a dejar alucinados.

Un experimento con el cual poder ver

todos los colores del arcoíris.

Mirad, lo primero que necesitamos es un CD.

Un CD como estos.

Y algo con lo que poder tapar el agujero del CD.

Nosotros hemos escogido una vela de estas, pequeñitas.

Importante: para quitar la tapa metálica que tiene el CD,

utilizaremos cinta adhesiva.

Iremos pegándola

y quitando toda la capa metálica.

Porque necesitamos que el CD nos quede totalmente transparente.

Necesitaremos también unos palos de estos de helado.

Un soporte, con una hendidura,

en la cual, poder meter el CD.

Y un soporte para poner una linterna.

Ya está, con esto, prepararemos nuestro experimento.

Orilo, ¿estás preparado? Vamos allá.

Vamos a poner en las guías.

Pon esos dos palos. Aquí están.

De manera que este soporte

pueda ir fácilmente a través de las dos días.

Llega el momento importante:

poner el CD.

Justo, justo en la hendidura.

Perfecto. Mira qué bien encaja, Arlequina.

Y se mueve bien, ¿verdad?

Es importante que el CD pueda ir hacia adelante y hacia detrás

sin que nada estorbe.

El soporte para poner en la linterna,

de manera que la linterna esté exactamente a la misma altura

que el agujero que tiene el CD en medio.

Preparado, ¿verdad? Lo tenemos todo listo, Arlequina.

Vamos al momento más importante

de este experimento.

Orilo, vamos a apagar las luces. ¿Qué?

(GRITA ASUSTADO) ¡No, Orilo!

Pero tranquilo, tranquilo, todo bien.

Orilo, Orilo, tranquilo. ¡Arlequina, Arlequina!

Todo bajo control. Qué miedo me da la oscuridad.

Venga, pon la linterna. Aquí.

Y ahora, mueve el CD.

¡Ah!

Veis lo que está ocurriendo, ¿verdad?

Cuando la luz blanca que sale de la linterna

impacta con el plástico del CD,

se descomponen todos los colores del arcoíris

y podemos ver todo este espectro de colores.

Que perciben, recordad, nuestros ojos.

Pero no los ojos de los perros,

que pueden ver muchos menos colores.

¿Cómo te has quedado, Orilo?

Ahora vamos a encender la luz de nuevo.

Flipante, ¿verdad? ¡Oh!

Orilo, pero ¿te estás comiendo mi merienda?

Es que tenía mucha hambre.

Ay, madre, no se te puede apagar la luz.

Hala, no sabía que los perros no ven los colores como nosotros.

Claro, por eso tienen un superbuén olfato.

Porque no ven el precioso color rojo de la sandía.

Pero si la huelen, pueden comerla.

Pero aún no tengo claro si los perros huelen el miedo o no.

Bueno, ¿el miedo se come? No.

Pues entonces, no me importa mucho.

Pero los claners y yo queremos una respuesta.

Ah, cierto, los claners.

Por ellos, lo que haga falta.

Voy a preguntarle a Welelo.

(Mensaje)

Acabo esta página y contesto.

Ya. A ver quién es.

Qué bien, Nacho y Martina.

Guau, qué pregunta tan interesante.

Primero, vamos a ver cómo funcionan los sentidos.

Se dice que tenemos cinco sentidos.

La vista, el oído, el olfato,

el gusto y el tacto.

Todos ellos tienen algo en común:

mandan mensajes al cerebro,

que los interpreta y se hace una idea de cómo es su entorno.

A los cerebros les encanta hacerse ideas.

Vamos a ver cómo son los ojos.

Nuestros ojos captan la luz del entorno

y luego la mandan al cerebro, que las convierte en imágenes.

Es el cerebro el que realiza la percepción con esas señales.

Así que lo que percibimos

puede variar según sean nuestros ojos.

No todo el mundo ve igual.

¿Sabíais que las personas daltónicas

no ven los colores como los demás?

Pueden confundir el rojo con el verde

o no ver la diferencia entre el verde y el marrón.

También hay personas que ven en blanco y negro,

por un problema con unas células de los ojos

que se llaman conos.

Para los problemas de la vista,

podemos usar gafas o lentes de contacto.

Además, las gafas te hacen parecer más listo.

Luego, está el oído,

que capta las vibraciones del aire y las transmite a nuestro cerebro.

Y nuevamente, el cerebro las interpreta.

Si alguna persona tiene pérdida de audición,

puede utilizar unos dispositivos llamados audífonos,

que amplifican el sonido como en un altavoz.

Es probable que lo hayáis visto llevar

a algunas personas mayores en las orejas.

O implantes cocleares,

como los que lleva Olivia, de Argonautas.

Unos aparatos que llevan las vibraciones al nervio auditivo.

Estos dispositivos han ayudado a mucha gente

a poder oír.

Otro sentido es el olfato.

Nuestra nariz capta pequeñas partículas en el aire

y las manda al cerebro,

que los reconoce como olores.

Y el sentido que más me gusta,

el gusto.

Nos permite saborear y diferenciar lo dulce, salado, amargo y ácido.

A través de unas células que están en nuestra lengua

llamadas papilas gustativas.

Y llegamos al tacto.

Nuestra piel tiene unos receptores que permiten al cerebro

sentir calor, frío, suavidad, rugosidad y presión.

Ahora, imaginad por un momento

que nos faltara uno de nuestros sentidos,

como, por ejemplo, la vista;

y que solo pudieras saber lo que pasa a tu alrededor

gracias al resto de sentidos.

O que te faltara...

Pues eso es lo que les pasa a algunas personas.

Los sentidos pueden funcionar de forma distinta

de una persona a otra.

¿Y eso qué quiere decir?

Pues que la percepción que tienen esas personas de un mismo entorno

puede ser muy diferente.

Vamos a un sitio que lo muestra muy bien.

Acompañadme.

¡Alehop!

Estoy en el Museo de las Ilusiones.

Un lugar pensado para engañar a tu cerebro

a través de los sentidos y de una forma divertida.

Lo bueno de tener varios sentidos es que si uno de ellos falla,

se puede complementar con los demás.

Por ejemplo, para las personas sordas,

la vista es muy importante

para comunicarse con lenguaje de signos.

Lo mismo pasa con personas con discapacidad visual.

Pueden escuchar voces, coches y otros ruidos

para saber dónde están,

como los sonidos que emiten los semáforos

cuando se ponen en verde.

Y gracias al tacto, pueden leer y escribir en Braille.

O pueden sentir las superficies por las que caminan

o las texturas de las paredes de los edificios.

Si os fijáis bien,

en las aceras de algunas ciudades, hay baldosas de textura diferente

para guiar a las personas invidentes

y ayudarles a moverse por la ciudad.

Los invidentes a veces usan un bastón especial color blanco

para detectar los obstáculos.

Y reciben ayuda de los perros guía, especialmente entrenados.

Estos perros les ayudan a moverse con seguridad.

Es muy importante no distraerlos ni interactuar con ellos

cuando están trabajando.

Mensaje de los claners.

Hola, Welelo, te quería hacer una pregunta.

¿Es verdad que los animales también tienen sentidos?

Claro, cada especie animal tiene diferentes capacidades

que les ayudan a encontrar comida y a comunicarse.

Por ejemplo, las águilas tienen una vista buenísima.

Pueden detectar detalles a largas distancias

y localizar presas en movimiento.

O los camaleones, que tienen ojos independientes

y pueden ver en diferentes direcciones al mismo tiempo

para detectar amenazas y cazar.

O los murciélagos, que emiten sonidos de alta frecuencia

y escuchan el eco que rebota en los objetos

para hacer un mapa de su entorno y así, evitar obstáculos.

Los perros también tienen un sentido del olfato muy agudo

y pueden detectar olores imperceptibles para los humanos.

(Mensajes)

Mensaje de los claners.

-Pero entonces, ¿eso quiere decir que los perros huelen el miedo?

-No exactamente.

La nariz de los perros tiene

casi 200 millones de receptores olfativos,

mucho más sensible que la nuestra, con solo 6 millones.

Los perros sí detectan

los cambios en el olor corporal de las personas.

Si una persona tiene miedo o ansiedad,

su cuerpo libera partículas que los perros pueden percibir.

Además, reaccionan a las emociones,

por lo que si una persona siente miedo,

ellos también lo sentirán.

Digamos que pueden sentirlo por una combinación

de señales olfativas y visuales.

El miedo puede ser un factor, pero no es el único.

Lo que yo sí estoy oliendo

es pan recién hecho.

Y tengo un hambre de miedo.

Así que voy a comer algo. Hasta luego, claners.

(Aplausos y ovaciones)

O sea, que los perros no huelen el miedo,

pero sí lo sienten. Yo también siento miedo.

Ahora mismo siento un miedo terrible

a que se me pase la hora de la merienda.

Pero si tú comes cada media hora.

Ya, por eso, hace media hora que no como.

Oye, y tu perro, ¿también te sabe guiar?

Sí, directo a la mejor basura.

Es "mapachaflipante".

Me encantan los animales, sobre todo, los mapaches.

¿Tu perro sabe cuándo estás triste y cuándo estás contento?

Sí. Si es comido, es que estoy contento.

O sea, que reconoce las emociones. Claro que sí.

Y, ¿qué son las emociones?

Buena pregunta, mira, te lo va a explicar Nerea.

Uy, qué emocionante. (RÍE)

Hola, claners, un día más, vengo del futuro.

Ayer, estuve en el cine,

y estuve viendo una película que me dio muchísimo miedo.

Pero también me lo pasé muy bien

porque sabía que no podía pasarme nada.

Si os dais cuenta, el miedo es una emoción

con la que vivimos toda nuestra vida.

Aunque nos gusta mucho menos

que la emoción como la alegría, por ejemplo.

Pero el miedo es muy importante.

Todos los mamíferos,

y ya sabéis que nosotros también somos mamíferos,

tenemos maneras diferentes de expresar el miedo.

Los gatos, por ejemplo, bufan.

Los perros, ladran y sacan los colmillos.

Cada animal se expresa de manera diferente.

Los humanos, por ejemplo, gritamos.

El corazón se acelera y empezamos a sudar

porque el cuerpo se pone a funcionar a toda máquina

por si tenemos que huir.

Pero ¿por qué tenemos miedo?

Porque es la emoción encargada de nuestra supervivencia.

Nos avisa cuando hay algo peligroso

y eso nos pone el cuerpo en alerta para reaccionar rápidamente

y evitar el peligro.

¿Te imaginas vivir sin miedo?

La verdad es que el miedo

es muy importante para tomar buenas decisiones.

Por ejemplo, sin miedo, al cruzar la calle,

es probable que cuando viniese un coche y se acercase demasiado,

no reaccionarías lo suficientemente rápido

y podrías tener un accidente.

Había un filósofo que se llamaba David Hume

que se dedicó a pensar cómo tomamos decisiones

y cómo decidimos lo que está bien y lo que está mal.

Él decía que las emociones,

como la alegría, la tristeza y el miedo,

son muy importantes.

Según Hume, las emociones nos ayudan a entender el mundo.

Por ejemplo, si algo te hace sentir feliz,

eso te dice que es algo bueno.

Y cuando algo te hace sentir triste o asustado,

eso te dice que es algo malo o peligroso.

Hume decía que nuestras emociones nos enseñan a ser buenos amigos.

Cuando vemos a alguien triste,

podemos tener la capacidad de empatía,

que nos permite entender cómo se siente esa persona.

Este filósofo decía

que las emociones son algo así como una brújula,

que nos enseña cómo comportarnos y cómo tratar a los demás.

Es importante reflexionar y pensar antes de actuar.

Pero recuerda que las emociones también son importantes,

porque ya hemos visto que sin ellas,

no podríamos ni comprender el mundo ni comprender a los demás

y probablemente tampoco podríamos sobrevivir.

Así que, ya sabes, te toca comprender bien tus emociones

y aprender a gestionarlas.

Y ahora vamos con unas cuantas preguntas molonas.

¿Alguna vez has sentido dos emociones al mismo tiempo,

como el miedo y la alegría?

¿Crees que las emociones pueden ser contagiosas?

¿Recuerdas alguna vez que has estado cerca de alguien

y hayas empezado a sentir lo mismo?

Bueno, te dejo pensando.

Nos vemos en el futuro, claners.

Vamos a comer.

Antes me gustaría saber

si te has enterado de todo lo que hemos aprendido hoy.

Vale, vale.

Los perros tienen un superbuén olfato,

pero no huelen el miedo.

Pero sí pueden oler pequeños cambios en el olor

y sentir que algo está ocurriendo por el lenguaje corporal.

Ah, sí, justo eso iba a decir yo.

También hemos aprendido

que los sentidos son muy importantes

Y que si alguno te falla, los otros se desarrollan más.

¡Uy, me lo acabas de quitar de la boca!

Y que es muy importante

que tengamos en cuenta a todas las personas

y no obstaculizar las aceras ni los pasos.

Claro, así es. Justo te lo iba a comentar.

Entonces, Nacho, ¿lo has entendido todo?

Todo, todito.

¿Nos vamos a comer ya?

Vamos.

Os dejamos con una canción, hasta luego, claners.

# Sentidos, tidos, tidos.

# Sentidos, sentidos.

# Los sentidos # nos ayudan a percibir

# el gran mundo que nos rodea.

# Si te falta uno, # otro te ayuda a sentir

# emociones de alegría o tristeza.

# La vista y el olfato # como el de un perro,

# que huele muchas cosas # pero no el miedo.

# El oído, el gusto, el tacto, # si quieres conocer dos,

# hay más de un sentido # que guía nuestro cuerpo.

# Asombrosos son los sentidos,

# con los que aprendemos # del mundo en el que vivimos.

# Tan valiosos son los sentidos.

# Y cada uno tiene los suyos, # hay de muchos tipos. #