(Alarma)

(Golpes)

(Música)

¡Hola, "claners"! Bienvenidos y bienvenidas

a "Aprendemos en Clan", el programa de hoy

es muy interesante. -¡James, ayúdame! ¡Socorro!

Nacho, ¿pero qué te ha pasado?

Pues que he ido al basurero y he metido la cabeza en un cubo

sin darme cuenta.

Bueno, no te preocupes, que yo te ayudaré a quitártelo.

¡Ay, cuidado, que me haces daño, James!

Es que lo tienes muy incrustado, Nacho, es muy difícil de quitar.

¿Y ahora qué hago?

Bueno, tranquilo, que encontraremos la forma

de quitártelo. -Bueno, no te preocupes, James.

¿Por qué? -Porque me acabo de dar cuenta

que si no veo, no puedo ir a "mapachacole".

(RÍE) -Bueno, pero entonces

tendrías que aprender Braille. -¿Eh?

¡Pero si yo de eso voy sobrado!

¿Ah, sí? A ver. -Claro.

Mira, pon música y te lo demuestro.

(Música)

Nacho, ¿pero qué haces? -"Braillando", James.

Ay, Nacho... Braille.

Mira, Juan Carlos nos cuenta más sobre ello.

¿Juan Carlos quiere bailar conmigo?

¿Qué tal, súper lingüistas?

¿Te gustan las historias de piratas?

¿Y las aventuras de tesoros enterrados?

Pues prepárate porque voy a leerte "La isla del tesoro".

¡Anda! Pero... ¿qué pasa aquí?

¡Las páginas están en blanco!

Eh... No sé, estoy es un poco raro, porque aunque

las páginas se ven blancas, hay un montonazo de bultitos

ordenados en filas,

y, además, los puedo tocar con los dedos.

¡Ah! Ya sé lo que pasa.

Es que este libro está escrito en Braille.

Para entender el misterio de las páginas en blanco,

tienes que conocer la historia de Louis Braille.

Louis Braille era un niño que nació en pueblecito

cerca de París en 1809.

A la edad de cinco años,

tuvo un percance y perdió la vista. Como le encantaba aprender

y no podía leer libros, acabó inventando un sistema

para ayudar a las personas

que, como él, habían perdido la vista.

La idea era tan sencilla como genial:

sustituir cada una de las letras del abecedario

por un código de seis puntos como máximo,

puestos en relieve en una casilla dentro de la página.

Mira, es algo así.

Como ves, cada casilla es un rectángulo que contiene

tres filas de dos puntos, sumando seis.

Dependiendo de cómo estén colocados los puntos,

identificamos cada letra y cada número.

¿Quieres saber cómo se escriben las vocales en código Braille?

Pues mira, es así.

Para practicar y aprender a escribirlas,

crea tu propia casilla con tres filas y dos puntos.

Fíjate cómo se reparten

para hacer cada letra.

Puedes ver algunos ejemplos en los paneles de los ascensores,

en algunos teclados y en las cajas de medicamentos.

La historia de superación de Louis Braille mejoró la vida

de millones de personas por todo el mundo.

Aún hoy, muchas personas invidentes siguen utilizando su sistema

para leer sin necesidad de ayuda

y para poder seguir aprendiendo por sí mismas.

Aprenderlo es un proceso que lleva tiempo,

porque tenemos que acostumbrar las yemas de nuestros dedos

a reconocer cada uno de los puntitos del código Braille,

que estén diseñados para ese fin.

Por suerte, las yemas de nuestros dedos

tienen muchísimas terminaciones nerviosas.

(EXCLAMA) ¡Guau!

Hoy has conocido la historia de Louis Braille,

un niño que, tras quedarse ciego, inventó un sistema

para poder reconocer letras y números tocándolos con los dedos,

y así poder leer.

Puedes encontrar palabras escritas en Braille

en muchos sitios:

en los paneles de los ascensores, en los medicamentos,

en los museos, en los semáforos de paso de peatones,

y en muchos sitios más, solo tienes que fijarte.

Eso ayuda a personas invidentes a poder leer.

Y desde hoy, tú ya puedes leer las vocales.

Pero recuerda que podemos leer con los ojos,

con los manos, gracias al Braille,

pero, sobre todo, con esto y con esto.

¡Hasta la próxima, súper lingüistas!

¿Me estás diciendo que se puede leer con los dedos?

Así es, Nacho. ¿A que es impresionante?

Lo que es, es un súper poder.

¡Me "mapachaflipa"! -Sí, cuando no puedes ver,

empiezas a desarrollar una sensibilidad extra.

¿Ah, sí? ¿Yo también? ¿Con estas manitas podría?

Sí, claro que puedes aprender Braille.

Lo único, que tienes que practicar antes.

Pero es que yo quiero tener el súper poder ahora.

Bueno, ahora puedes concentrarte en desarrollar tus sentidos.

Ah, ¿como el sentido del hambre, por ejemplo?

Nacho, ese sentido no existe. -¿Cómo que no?

Lo siento ahora un hambre feroz.

Ay, yo me refiero a sentidos como el oído o el gusto.

Mira, Mamen nos habla de ello.

Hola, niños y niñas. ¿Qué tal estáis?

Hoy os propongo un juego con el que vamos a explorar

algunos de nuestros sentidos. ¿Queréis jugar?

Escucha atentamente el sonido de mi voz.

Cuando cuente tres,

cierra los ojos. Una, dos y tres.

Ahora presta atención a tus oídos,

solamente al derecho,

a lo que escuchas solo por el oído derecho

Ahora el oído izquierdo. ¿Escuchas lo mismo?

¿Es silencio lo que escuchas?

Vamos a pasar al tacto.

Con las yemas de los dedos, tócate las pestañas.

¿Puedes sentirlas?

¿Cuántos pelos de pestaña puedes tocar?

Y ahora, el olfato. Toma aire lentamente.

(INHALA) Y expúlsalo.

(EXHALA)

¿Hueles algo?

¿Hay algo que se esté cocinando en casa?

¿Puedes identificar ese olor?

Ahora, cuando cuente tres,

puedes abrir los ojos lentamente.

Una, dos y tres.

(CHASQUEA LOS DEDOS)

¿Habéis visto? Nuestros sentidos son muy poderosos,

y eso que no los utilizamos al 100%.

Pero hay unas personas muy especiales

que sí que son capaces de sacarle todo el potencial a sus sentidos,

son las personas que tienen

alguna discapacidad sensorial, y hoy

vamos a hablar sobre las personas que tienen discapacidad visual.

Cuando una persona nace ciega o pierde la visión

a lo largo de su vida, sucede algo maravilloso,

increíble, dentro de su cerebro.

El cerebro de los seres humanos es plástico,

parecido a esto que tengo aquí.

Si perdemos un sentido, el de la visión, se reorganiza

y se reestructura para interpretar

el mundo potenciando los demás sentidos.

Por ejemplo, las personas con discapacidad visual

tienen un sentido del oído

súper desarrollado y son capaces de identificar

el origen de cualquier sonido.

También escuchan el doble de sílabas del habla por segundo.

Ha habido y hay muchos músicos invidentes en la historia:

Ray Charles, Stevie Wonder, Serafín Zubiri, Andrea Bocelli.

Cuando hablamos del equilibrio y de moverse en el espacio,

también son mucho mejores.

Muchas personas con discapacidad visual

son deportistas y muy buenos,

como Susana Rodríguez, que es Campeona Paralímpica

y del Mundo de triatlón adaptado.

Pero, además, ella ha estudiado la carrera de Medicina

y trabaja en un hospital.

(EXCLAMA) ¡Guau!

Por si fuera poco, también tienen

un sentido del olfato más desarrollado.

No es que su órgano olfativo sea mejor,

pero sí que su cerebro se ha adaptado

y saca mucha más información de todo lo que huelen.

Pueden distinguir más olores.

Algo parecido les pasa con el sentido del gusto,

son muy buenos distinguiendo sabores.

Por último, estas personas han desarrollado muchísimo

la memoria. Sus cerebros están reestructurándose

para que recuerden y saquen el máximo potencial

a toda la información.

Para ellos es muy importante recordarlo todo.

Hoy hemos visto que las personas con discapacidad visual

potencian sus otros sentidos,

gracias a la plasticidad del cerebro.

Son muy buenos con los demás sentidos

y tienen, además, muy buena memoria.

Se orientan con la ayuda de un bastón

y tienen habilidades especiales.

Entre todos tenemos que ayudarles,

cuidando, por ejemplo, del espacio público.

¡Nos vemos pronto!

(Música)

¡Ay! ¡Ay! ¡Ay, mis manitas!

¿Pero qué te pasa, Nacho?

Es que estaba haciendo mi propio alfabeto en Braille

y me he pinchado.

¿Cómo que te has pinchado? ¿Con qué?

Con unos clavos que he puesto para que sea más fácil de leer.

Nacho... ¿unos clavos...?

Claro, James. Yo todavía no tengo la sensibilidad en las manos

y quiero crear mi propio cuento en Braille.

Tienes que tener paciencia, Nacho, y practicar la técnica,

porque está claro que así no puedes hacerlo.

Siempre me dices las cosas tarde.

Mira, si quieres, podríamos comprar unos cuentos en Braille.

Pero es que yo quiero crear el mío propio.

Vale. Pues, entonces, vamos a pedirles ayuda

a Orilo y a Arlequina. -"Mapachachi".

¡Uy! ¡Ay! ¡Pero, Arlequina...! ¿Pero qué te pasa?

¿Qué haces con...? Ya sé.

Te has caído de la cama y has olvidado quitarte

el antifaz de dormir. -Que no, Oriol.

Lo que pasa es que quiero experimentar qué es lo que siente

una persona invidente.

Pues yo no sé qué sienten las personas invidentes,

pero tú, con tanto coscorronazo que te estás dando,

lo que vas a sentir es dolor por todo el cuerpo.

La verdad es que sí. Es muy difícil caminar

sin chocarse cuando no ves. Además, estoy un poco desorientada.

Ya no sé si estoy a la derecha, a la izquierda...

Arlequina, tú estás a la derecha y yo estoy a la izquierda.

Vale... -¡No, a tu otra derecha, Arlequina!

(RÍEN) ¡Ja, ja, ja!

¡Eso! -¡Jolín! Es súper difícil

estar caminando y estar haciendo cosas,

si no ves nada, Orilo.

Muy difícil. Mira, me encantaría poder ayudar

a las personas invidentes,

pero es que no sé cómo hacerlo, no sé cómo ayudarlas.

Arlequina, se me ocurre que podríamos inventar

un sistema GPS

para interiores, que vayas por dentro de la casa

y te diga:

"A tres pasos y luego, a la derecha, tienes la cocina".

Está bien, pero no sé si tengo tiempo, Orilo.

¡Pero se me está ocurriendo una súper idea!

Podemos hacer carteles

en Braille, que es el sistema de lectura

que utilizan las personas que son ciegas,

y los podemos colocar, por ejemplo, en el cole,

así, si viene algún niño o alguna niña que sea invidente,

leyendo estos carteles, podrá saber en cada momento

en qué zona del cole está.

¿Qué te parece? -Arlequina...

¡creo que ya tenemos reto!

(Música)

El sistema Braille es un sistema de lectura con puntitos

en relieve. Cada letra corresponde a un conjunto de puntitos,

y como están en relieve, las personas que no ven

pasan el dedo sobre estos puntitos y pueden saber exactamente

qué letra están leyendo en cada momento.

Y pueden incluso leer textos enteros, como tú o como yo.

Pues, Arlequina, lo primero que necesitamos para hacer

estos carteles es un alfabeto en Braille...

como este.

¿Ves? Cada letra está asociada a un patrón de puntos.

Con esta tabla de equivalencia

podremos dibujar todas las letras del abecedario.

Y ahora necesitamos materiales para hacer nuestros carteles.

Mirad, vamos a necesitar cartulinas;

pinzas; unos palillos, pueden ser palillos de dientes

o un poquito más grandes;

esta esponjita de aquí, algo blandito;

unas tijeras; unas cartulinas recortadas con este patrón;

y unos lapiceros o rotuladores.

Y ahora empezamos con un nuestro cartel.

Imaginaos que queremos poner "aseo".

Pues bien, recortamos las letras

y en la cartulina colocamos la letra también por detrás,

de tal forma que nos quedara escrita al revés:

"Oesa".

Retomamos nuestra cartulina recortada con ese patrón,

que nos servirá para dibujar cada una de las letras.

Volvemos a nuestra tabla de equivalencia

y dibujamos los puntos.

Cuidado, tienen que estar al revés.

Una vez dibujados los puntos,

sobre esta espumilla de aquí

y con nuestro bastoncillo,

empezamos a marcar cada uno de los puntos

para que se produzca el relieve.

Lo hacemos para todas las letras,

hasta que nos queden todas las marcas

y así tengamos nuestro cartel en Braille.

(GRITA CONTENTO)

Venga, Orilo, vamos a hacer otro cartel. Esta vez: "comedor".

Recordad, lo primero que tenemos que hacer, es escribirlo al revés.

Usad esta cartulina recortada,

que nos ayudará a poner nuestro patrón de puntos,

y escribid el patrón de cada letra también al revés.

Utilizamos esta espumilla para punzar los puntos

y... ¡tachán! ¡Tenemos nuestro cartel en Braille!

¡Qué chulo! -Ahora toca colgar

todos estos carteles por el colegio.

Pero recuerda, es muy importante

que los colguemos a la altura de las manos,

para que las personas invidentes puedan pasar el dedo,

notar los puntos el relieve

y así leer los carteles.

Sí. Haz de tu cole un lugar adaptado

a personas invidentes, seguro que te lo agradecerán.

Nosotros nos vemos en nuestra próxima aventura.

(AMBOS) ¡Adiós!

James, ¿sabes que hay unos juegos olímpicos

para invidentes?

Me lo ha dicho Conexa. -Sí, claro.

Hay un montón de deportes adaptados.

¿A que es alucinante? -Pues sí,

la verdad es que sí lo es.

Con lo que me cuesta hacer deporte, imagínate si lo tengo que hacer

con los ojos cerrados. (RÍE)

Es cuestión de practicar, como todo.

Conexa tiene razón, es un tema de practicar y aprender.

Hay un deporte que a mí se me daría muy bien

con los ojos cerrados:

la "siesting". Lástima que no haya olimpiadas

sobre eso, porque sería el mejor.

Bueno, si quieres, podríamos probarlo.

Nacho, ponte una venda en los ojos y prueba.

Ya me gustaría a mí ser tan valiente.

Oye, ¿te gustaría saber cómo se hace?

¡Claro que sí! Venga, Conexa, cierra los ojos y haz deporte.

Yo no puedo hacer deporte.

Oye, ¿por qué ella puede tener excusa y yo no?

Venga, vamos a escuchar a Álex, que él de esto sabe un montón.

Hola, súper atletas. ¿Qué tal?

¿Has probado alguna vez a correr con los ojos cerrados?

Hay que prestar más atención al sonido,

a la dimensión del espacio y a controlar mejor el equilibrio.

¿Verdad?

Pues esto es lo que les pasa a las personas ciegas

o que tienen discapacidad visual.

Por cierto, ¿te has parado a pensar si son capaces de practicar

otros deportes, como por ejemplo, el fútbol?

La respuesta es que sí.

En su uniforme, además de rodilleras,

llevan antifaz.

Todos juegan en igualdad de condiciones,

así, si un jugador tiene una mínima capacidad visual,

no tiene una ventana sobre otro que es ciego.

El equipo es de cinco jugadores y el campo es más pequeño.

El balón tiene cascabeles

para que los jugadores puedan escucharlo.

(Tintineo)

Ojo, este balón no es de fútbol, sino de otro deporte

que se llama goalball,

pero nos sirve para escuchar los sonidos de los cascabeles.

(EXCLAMA) ¡Guau!

Otra de las adaptaciones que se requieren

es colocar vallas alrededor del terreno de juego

para evitar que los jugadores se salgan del campo.

Es muy importante la figura del guía.

En el fútbol, el portero es vidente y da indicaciones,

al igual que el entrenador o la persona que se coloca detrás

de la portería para orientar a los jugadores

de cara a meter gol.

Las indicaciones han de ser claras y precisas.

Si soy portero o entrenador diré:

"Ataque a tu derecha, pasa hacia adelante,

a la izquierda".

El trabajo de un grupo se refuerza muchísimo

en estos equipos y, en general, en los deportes

que practican las personas con discapacidad visual.

La complicidad es fundamental.

(GRITA CONTENTO)

¿Pueden practicar ciclismo? Claro que sí.

Van en un tándem y así una de las personas guía a la otra.

Hablan continuamente para indicar la dirección,

el ritmo de pedaleo o la estrategia a seguir.

¿Pueden correr maratones? Como ves en la imagen,

esto es posible gracias a la ayuda de la persona

que actúa como guía.

Van unidos por una cinta, y de esta misma manera

pueden practicar esquí.

¿Y natación? De nuevo obtenemos una respuesta positiva.

La delimitación de las calles en las piscinas

ayuda a orientar a la persona con discapacidad visual.

De esta manera, pueden competir en igualdad de condiciones

con personas sin discapacidad visual.

Solo es necesario que la persona con visión nula

sea avisada de su llegada antes de tocar la pared.

Para ello, un guía debe tocarle suavemente en la espalda

con un bastón acuático.

También pueden practicar tiro con arco.

Para el entrenamiento, sitúan junto a un trípode

que les indica dónde situarse

y que tiene una bolita

a la altura de la mano que lanza la flecha.

Esta actúa a modo de visor, pero también informa

sobre dónde tienen que lanzar a través del tacto.

¿Y sabes cuál es el deporte más practicado

por personas con discapacidad visual?

¿El atletismo, el ajedrez o el judo?

Pues el ajedrez es el deporte más practicado en todo el mundo,

y, además, pueden competir con personas videntes.

¡Bien!

Para diferenciar al tacto el tablero,

los cuadros negros son un par de milímetros más altos

que los blancos.

Además, las piezas negras tienen unos pinchitos encima

para poder diferenciarlas.

Cada casilla tiene un orificio de salida

para poder insertar las piezas y que puedan ser tocadas

sin derribarlas para seguir la estrategia.

El tiempo de juego se mide a través de un reloj con auriculares.

(GRITA CONTENTO)

Después de este recorrido, podemos concluir

que las personas con discapacidad visual

pueden practicar la mayoría de los deportes.

Solo son necesarias algunas adaptaciones sencillas

y, en algunos casos, la figura del guía.

En equipo, todos podemos ayudarnos.

Tenemos diferentes habilidades y nos complementamos.

¡Hasta la vista, chicas y chicos!

(Música)

Conexa tiene razón.

¿Pero cómo va a haber números en Braille?

Es verdad, Nacho, yo no miento.

Ya, claro... Pero si es mucho más fácil que sean en relieve.

Nacho, si no puedes ver, es mucho más fácil leer en Braille.

Seguro que los has visto un montón de veces.

Sí, claro, en el ascensor, por ejemplo.

¡Ah! ¿Esos puntitos que están debajo de los números?

Pensaba que eran mensajes de los extraterrestres.

¿Cómo van a ser mensajes de los extraterrestres?

Anda, atiende a Miguel, que él nos explica.

Hola, matemaniacos y matemaniacas.

Me acabo de bajar del ascensor y me he fijado

que en el botón que nos indica la planta a la que queremos ir,

junto a los números había una serie de puntitos.

¿Sabes lo que significa?

Pues es el alfabeto Braille, que es el que utilizan

las personas invidentes para leer y escribir.

Pasando el dedo por los puntos,

son capaces de descifrar lo que pone. ¡Es impresionante!

(EXCLAMA) ¡Guau!

Te estarás preguntando: ¿Y cómo hacen las operaciones?

Pues las hacen como tú y como yo, mentalmente,

pero las representan con este alfabeto. ¿Lo probamos?

En el alfabeto Braille, cada letra y cada número

está representada por puntos.

Es un sistema de seis puntos, en el que en función

del orden y la posición, indica una letra, un número u otra.

Aquí lo vemos representado.

De esta forma, pasando el dedo podemos ir leyendo.

Pero vamos a los números, que es lo nuestro.

(GRITA CONTENTO)

Siempre que encontremos una "L" al revés delante,

sabemos que lo que viene detrás es un número.

La "A" equivale al uno, la "B" al dos,

y así sucesivamente, hasta la "J" que equivale al cero.

Vamos a hacer un pequeño cálculo.

Les voy a decir un problema.

En la biblioteca del colegio había doce libros;

mi amiga Lucía dejó tres más;

pero mi amigo Álvaro se llevó cinco.

¿Cuántos libros quedan?

Vamos a hacer el problema en la pizarra.

Había doce libros en la biblioteca.

Bien. Mi amiga Lucía dejó tres.

Entonces, hay que sumárselos. Vale, dejó tres.

Doce más tres, ¿cuánto es? Es quince.

Genial. ¿Pero qué ocurre? Que Álvaro se llevó cinco.

Entonces, a los quince que había le tenemos que restar, ¿qué?

Le tenemos que restar los cinco de Álvaro.

Quince menos cinco, ¿cuánto es?

Pues son diez libros.

Genial. ¿Y si lo hacemos en Braille? Pues vamos a ver.

Sería la misma operación.

Doce, representado así, más con este signo,

que es el signo del más,

tres, que son los de Lucía. Doce más tres es quince.

Menos, el símbolo del menos,

cinco. ¿Igual a qué? Igual a diez.

Sería la misma operación.

Vamos a hacer otro cálculo.

En casa teníamos una hucha con noventa y seis euros.

Mi madre cogió de la hucha doce euros y me los dio a mí,

y doce euros y se los dio a mi hermana.

Pero mi padre metió siete euros más en la hucha. ¿Cuándo dinero queda?

Vamos a hacer la operación paso a paso.

Había noventa y seis euros en la hucha,

pero mi madre cogió doce y me los dio a mí.

Entonces, sería menos doce.

Noventa y seis menos doce, ¿cuánto es? Es ochenta y cuatro.

Estupendo. Después cogió doce y se los dio a mi hermana,

que sería ochenta y cuatro que había,

menos doce... ¿cuánto es?

Es setenta y dos.

Genial. Setenta y dos, estupendo.

Pero mi padre metió siete euros más.

Entonces, a los setenta y dos que había,

le tengo que poner siete.

¿Por qué? Porque mi padre metió siete euros más.

Setenta y dos más siete.

¿Y eso cuánto es?

Setenta y dos más siete es setenta y nueve.

Este es el dinero que queda en la hucha.

(GRITA CONTENTO)

Ahora vamos a ver cómo se representa

con el alfabeto Braille.

Vamos a ver aquí y vemos la operación.

Teníamos noventa y seis euros,

que está representado así en Braille,

con el signo menos, doce, porque son los doce

que me da a mí mi madre;

menos otros doce; más siete que pone mi padre;

es igual, con el signo del igual,

¿a qué? A setenta y nueve. Es la misma operación.

Ya sabemos que las matemáticas son un lenguaje universal.

Lo único que cambia es que las personas ciegas

lo representan a través del alfabeto Braille.

¡Hasta la próxima, matemaniacos y matemaniacas!

¡James, es alucinante!

¿El qué? -Las capacidades que se desarrollan

cuando te falta algún sentido.

El cerebro es impresionante y puede adaptarse

a nuevas situaciones.

¿Sabes qué? He estado "mapache" intentando leer Braille.

Vale. ¿Y qué tal te ha ido? -Al principio bien,

pero luego he empezado a leer el gotelé de las paredes

por si había algún mensaje secreto y me he mareado.

Nacho, haces cosas muy raras.

Lo más raro que hago es presentar un informativo contigo.

¡Oh, tienes razón! Empieza... (AMBOS) ¡"Está mapachando"!

(Música)

"Está mapachando". (RÍE) ¡Ji, ji, ji!

Bienvenidos y bienvenidas a "Está mapachando",

el noticiero mapache que da las noticias

"pache lo que pache".

Buenas noticias: Nacho Mapacho estará presentando.

También me acompaña James. ¿Qué, James?

Tenemos un montón de noticias que dar, ¿estás preparado?

Por supuesto. Y empezamos con la noticia

de un joven colombiano

que empezó a practicar el acordeón desde muy pequeño.

Es ciego de nacimiento y de pequeño le regalaron

un acordeón con el que pudo practicar

acompañado de varios maestros.

Ahora participa en varios festivales,

creciendo cada vez más como artista.

¡"Mapacho" alucinante!

Como Daniela, que desde bien pequeña

aprende a usar el bastón para caminar más segura.

Daniela, desde que está en párvulos,

le enseñan a utilizar el bastón para poder entender mejor

las marcas del suelo y así caminar más segura.

En este video podemos ver cómo la profesora

le enseña a guiarse por las rayas que hay en el patio.

Estoy aprendiendo un montón de cosas hoy,

porque siempre me he preguntado para qué son

las bandas que hay en las aceras.

Claro, todo tiene un sentido, y esos pequeños detalles ayudan

a la movilidad de las personas invidentes.

Siempre que podamos, hay que eliminar barreras.

Lo tendré en cuenta, así voy a ser mejor ciudadano.

Bien dicho. Y hay que potenciar el estilo de vida saludable

y ayudar siempre que podamos

a las personas invidentes y de visibilidad reducida.

Este es el objetivo de un campamento que hacen

en la Universidad de Costa Rica. Entre kayak,

balsa y atletismo, los niños invidentes participan

en un montón de actividades por sí solos.

Algunos ya han llegado a ser deportistas profesionales

y han participado en el mundial de fútbol

para ciegos que se celebra en Madrid.

Si ya es alucinante hacer este tipo de actividades,

no me puedo imaginar cómo será hacerlas sin ver.

Me parece de una valentía extraordinaria

desarrollar todas esas habilidades.

Te quiero presentar a otra persona, se llama John

y se quedó ciego en 2001.

John empezó a pintar tras perder la vista en 2001.

Después de un tiempo, logró distinguir

los colores al sentir sus texturas.

Ha conseguido exhibir sus pinturas en más de treinta países.

También ha ganado premios

y ha creado talleres de arte gratuitos para llevar el arte

a personas que no tienen dinero.

Además, ha escrito un libro, "Pintando en la oscuridad".

Y se ha convertido en la primera persona invidente

en pintar un mural de arte callejero.

Después de ver estas noticias, creo que estoy malgastando

mi vida de mapache.

Nacho, pero si tú ya haces muchas cosas.

Ya, pero ahora no me parecen suficientes.

Creo que voy a ahogar mis penas comiendo sandía.

Por un momento he pensado que dirías:

"Voy a aprender a hacer algo". -Tengo una idea.

Voy a aprender a hablar con la boca cerrada

mientras como sandía. -No sé ni por qué lo intento.

Claners, hasta aquí el programa de hoy.

Recordad que tenéis capacidades,

solo tenéis que descubrirlas. ¡Hasta pronto!

(Música)