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(Música)
¡Hola, Claners! Bienvenidos y bienvenidas
a "Aprendemos en Clan". -¡James, James, James!
Mira qué me he encontrado en la basura.
Hola, Nacho Mapacho. ¿Qué es esto, un teléfono?
No, una batidora.
¡Pues claro que es un teléfono!
¿A que mola?
Pero si tú ya tenías uno. -Pues ahora tengo dos.
¿Qué pasa? ¿Me tienes envidia?
No, envidia, no pero si lo encontraste en la basura
seguro que no funciona.
Eso da igual.
Yo lo quiero... ¿Cómo se dice? Eh...
Ah, creo que ya sé a qué te refieres.
Quieres coleccionarlos.
Había pensado en fusionarlo con otro teléfono,
pero tu idea me gusta más.
Aunque no sé bien lo que es coleccionar.
¿Coleccionar? A ver, ¿cómo te explico?
Es guardar cosas, objetos que son similares
de un mismo tema.
Ah. Entonces, yo también soy coleccionista.
Ah, ¿sí? ¿De qué? -De basura.
La guardo en mi tripa.
Nacho, no tiene nada que ver con el coleccionismo.
Vamos a escuchar a Mamen,
que nos cuenta qué es el coleccionismo.
Uy. Hola, niños y niñas.
¿Qué tal estáis?
Os preguntaréis qué tengo aquí.
Pues es mi colección de minerales.
Me encantan las formas, los colores que tienen.
La textura o sus propiedades.
Empecé cuando era pequeña con una pequeña caja
y ahora cada vez que puedo voy a un mercadillo
o al museo geominero para aumentar mi colección.
A veces, también me regalan, así que, cuando tengo uno repetido,
lo intercambio con mi amiga Ana,
a la que también le apasiona coleccionar minerales.
¿A vosotros os pasa esto?
¿Os gusta coleccionar o clasificar o intercambiar cosas?
A lo mejor, alguna vez habéis coleccionado pegatinas
o cromos o coches de juguete. O de peluches.
Cuando coleccionamos, reunimos cosas de una misma temática.
Solemos coleccionar cosas que nos gustan y que nos interesan
mucho, mucho, mucho.
A mí, además,
me encanta compartir todo lo que sé de minerales
con la gente.
Así que, de vez en cuando,
pues les pongo cartelitos, los agrupo por colores
o por formas o por sus características.
Y así, cuando se lo quiero explicar a mis amigos,
me resulta mucho más fácil.
Yo creo que esto de compartir con los demás
nuestras aficiones le viene al ser humano
desde el origen de los tiempos.
Seguro que en la Prehistoria hombres y mujeres ya coleccionaban
conchas, puntas de flecha, piedras...
Y los niños y las niñas de la Prehistoria
a lo mejor coleccionaban dientes de animales.
Vaya colección más chula.
¡Guau!
Con el paso del tiempo, las colecciones han evolucionado
y necesitamos maneras de tenerlas organizadas.
Yo, por ejemplo, tengo mi colección de cromos en un álbum.
Pero ¿qué pasa cuando esas colecciones van siendo grandes
y cada vez mayores? Pues aparecen
los museos.
En los museos encontramos colecciones
de todo tipo: de relojes, de pintura,
de coches... Allí se exponen los objetos
que han acompañado al hombre en la historia
y vemos su evolución: la de los objetos y la del hombre.
En los museos de arte hay colecciones de pintura, escultura,
de fotografía.
Del pasado o del momento actual.
A veces, se pueden agrupar si pertenecen a un mismo estilo
o tienen una misma temática, por ejemplo.
En el museo del ferrocarril podemos ver trenes de distintas épocas.
Desde lo más antiguos, que funcionaban a vapor,
hasta los trenes actuales.
Hay personas que coleccionan antigüedades.
¿Habéis visto algún mercadillo con puestos de este tipo?
Mi amigo Rodolfo los visita cada vez que puede
a la caza de radios,
llaves, muñecas, coches.
Le encanta coleccionar.
Y luego, nos enseña a los amigos
cómo evolucionaron las cosas
a lo largo del tiempo.
Mirad, me ha dejado su colección de cámaras.
¿Habéis visto qué chulas?
Las primeras cámaras eran muy grandes y pesadas.
Llevaban el flash encima y lo podías poner y quitar
según lo necesitaras.
Luego se fueron haciendo más ligeras, menos mal.
También las fotos han ido cambiando y evolucionando.
Antes solamente se podían hacer en blanco y negro.
Y después, se pudieron hacer en color, como pasa con el cine.
Hoy en día desde nuestros teléfonos móviles
podemos hacer fotos de gran calidad.
Hay personas que han hecho colecciones a lo largo de su vida
y luego las han vendido por mucho dinero.
Otras, sin embargo, las han regalado o donado
a museos para que todo el mundo pudiera disfrutar de ellas.
Hoy hemos visto...
Y el ser humano colecciona porque siempre le resultó interesante
aprender sobre las cosas que le apasionan.
Porque, además, hacer una colección se convierte como en un juego.
Y porque nos encanta compartir las cosas que conocemos
y que nos resultan apasionantes
con los demás.
Bueno, y a vosotros y a vosotras,
¿os gustaría hacer alguna colección?
Pensadlo, puede ser sobre cualquier cosa.
Puede ser una colección de cromos, de canicas,
de monedas de otros países... Os dejo que lo penséis.
¡Nos vemos pronto!
Ay. Ay, cómo pica. Ay.
¡James, rápido!
¡Superurgente!
Ay. -Pero ¿qué te pasa, Nacho?
Ráscame la espalda, que no me llego.
Ay. -Ay, más arriba.
Ay. -¿Así va bien?
Sí, sí. Muy bien. Muchas gracias.
Un poco más abajo. -Vale.
Ahí, ahí. Muy bien. -Bueno. Vale ya, Nacho.
Ay. -Pero ¿qué te pasa?
¿Por qué te pica todo tanto? -Nada.
Es que he empezado una nueva colección de animales.
Vale, ¿qué animales?
¿A que no sabes cuántas pulgas tengo?
¿Cómo, pulgas? Uy, mantén la distancia.
Pero Nacho, ¿a quién se le ocurre?
Vamos a escuchar a Orilo y Arlequina
que nos enseñarán a coleccionar animales
sin necesidad de que estén vivos.
Arlequina, ya sé de qué voy a hacer mi colección.
Y va a ser la mejor del mundo mundial
y universal. -¡Pero qué guay, Orilo!
¿Y de qué va a ser? ¿De cromos, de bocatas?
¿De distintas partes del mundo?
¿De pizzas con distintas formas?
-Eso sería maravilloso, pero no.
Será... de cromos.
De animales.
Sí, sí, sí. Mira, mira, mira.
Voy a poner cromos de distintos animales.
Eso sí.
Voy a poner animales
que hayan superado récords increíbles.
Récords increíbles. -Sí, sí.
¿Y tienes algún ejemplo? -Por ejemplo, Arlequina.
Te voy a dar tres opciones. -Vale.
¡Eso es!
¡El cachalote!
Míralo, aquí lo tengo. Hombre, es lógico
porque para comunicarse
tiene que gritar debajo del agua.
Y claro, para que llegue a otros cachalotes,
tiene que gritar muy fuerte.
Arlequina, grita tan fuerte que su sonido es comparable
al rugido que hacen los motores de un cohete
cuando despega. Es tan fuerte
que si alguien se pusiera al lado de cachalote
cuando grita, lo dejaría sordo.
¡Guau!
Pero qué burrada, cómo grita.
Oye, esto es maravilloso. No tenía ni idea, Orilo.
Sí, sí, sí. -Y así puedes tener el cromo
del cachalote y guardar
toda esta información. -Eso es.
Yo investigo, busco, leo.
Y cuando encuentro algún reto chulo,
busco una imagen, la imprimo y la pongo en mi álbum.
Pero qué álbum tan chulo te está quedando, Orilo.
Oye, ¿sabes qué?
Que yo me sé otro récord de un animal.
Me sé cuál es el animal más fuerte
con respecto a su tamaño.
Oye, pero ¿cómo es eso? -Pues mira.
Hay insectos que pese a ser muy pequeñitos
pueden transportar cosas supergrandes.
Y yo sé cuál es el insecto más fuerte de todos.
Te doy tres opciones. Puede ser...
¡Eso es! Es el escarabajo pelotero.
Que, pese a ser pequeñito,
puede llevar enormes pelotas de estiércol.
Mira, si el escarabajo pelotero
fuese tan grande como una persona,
podría soportar el peso de 12 autobuses a la vez.
Ya me dices si es fuerte, ¿eh? -Es muy fuerte.
Se merece estar en este álbum.
Sí. -Pero Arlequina.
Hay animales que ostentan dos o más récords.
Madre mía. -¿Qué te parece?
Por ejemplo, hay un animal terrestre
que tiene el récord
de aguantar el máximo tiempo posible
sin respirar debajo de la tierra.
¿Sabes cuál es?
Que puede aguantar hasta 18 minutos sin respirar.
Oh. Qué pinta tiene, ¿eh?
Sí, ese es su segundo récord.
El del animal más feo del mundo.
Pobrecita. La verdad es que no es muy guapa.
No, pero, al final, se le coge cariño.
Y ahora es tu turno.
Seguro que conoces otros animales
que tienen récords dignos
de ponerlos en un álbum.
Anímate a hacer una colección como la de Orilo.
Nosotros nos vemos en nuestra próxima aventura.
(AMBOS) ¡Adiós!
A ver, Conexa.
No es tan difícil. Solo tienes que ayudarme
a arreglar mi colección. -Buscando.
La colección primavera-verano tiene unas fabulosas rebajas.
En www... -Ay.
¡No es eso!
Eres un robot, ¿no?
Solo quiero que me ayudes con los números.
Vale. El número de la lotería de este sábado
es el uno, ocho, seis, nueve.
Siete... -Uy, ¿me habrá tocado?
Un momento. Si yo no compro lotería.
Conexa, no me ayudas a ordenar.
¿Qué quieres ordenar? -Ay, por fin.
Quiero ordenar mi colección de piedras.
Vale.
Ordenando colección de piedras. Pronto te llegarán al buzón.
¿Cómo?
Pero si yo no he dicho eso. Ay, Conexa.
Solo quiero que me ayudes a ordenar mi colección con números.
Vale. En ese caso, presta atención.
Miguel te mostrará el método indicado.
Uy, por fin.
¡Mapachus!
¡Hola, matemaníacos y matemaníacas!
Por fin conseguí los cromos que me faltaban
para completar mi colección de matemáticos y científicas.
Ahora solo me queda colocarlos en este álbum.
Como es una tarea un poco aburrida,
he decidido aplicar las matemáticas
y convertirlas en un juego. ¿Te animas?
Los cromos están numerados del 1 al 100,
pero claro, este taco que tengo aquí está desordenado
y no me puedo poner a pegar los cromos
sin ton ni son en el álbum.
¿Por qué? Porque puede que llegue al final
y me quede sin espacio. Me va a tocar despegar
y va a ser todo un lío,
así que lo primero que tenemos que hacer es organizar
cómo voy a pegar los cromos en el álbum.
Muy bien. Me he fijado que en cada cara
caben cinco cromos.
Veo que dos, uno y dos. Bien.
Y había pensado en ordenarlos del uno al diez.
Después, del 11 al 20, del 21 al 30
y así sucesivamente, pero ahora pensando
que si caben cinco cromos en cada cara,
¿cuántas páginas voy a necesitar para completar el álbum?
Es decir, para pegar los 100.
Claro que sí. Serán diez páginas. ¿Por qué? Porque caben
cinco cromos en la cara par y cinco cromos en la cara impar.
Es decir, diez cromos por página.
Diez cromos por página por diez páginas
serían 100 cromos.
Ya decidimos cómo vamos a organizar los cromos.
Del uno al diez, del 11 al 20 y así sucesivamente.
Por eso, tengo colocados estos cromos aquí.
Para servir de referencia.
Muy bien. Pues vamos a empezar... Uy, vamos a ver
quién es este que me ha salido aquí.
Claro que sí, es Albert Einstein. Bueno, vale.
Es Albert Einstein, pero lo importante para colocarlos
es fijarlos en el número.
Veo aquí que es el 23.
Para ordenarlos, ¿en qué tenemos que fijarnos?
Nos fijamos en la posición de mayor valor. ¿Cuál es?
Pues es, ¿el qué? Es el dos.
Claro, porque el dos equivale a las decenas.
Y el tres a las unidades.
Pues si nos fijamos en el dos, lo tengo que colocar aquí.
Detrás del 21.
Estupendo. Ay, qué bien.
Mira quién me ha salido después. La gran científica Marie Curie.
Nos tenemos que fijar en el número, que es el 72.
¿Cuál es la posición de mayor valor?
La posición de mayor valor es el siete, que equivale a las decenas.
Pues entonces, lo coloco detrás del 71. Genial.
Uy, ¿y el siguiente quién es?
Es Isaac Newton.
¿Y qué número tiene? El 25.
Si me fijo en la posición de mayor valor, sería el dos.
Muy bien, lo tengo que colocar aquí.
Pero ¿qué ocurre? Que ya tengo una colocada.
Me tengo que fijar en la siguiente posición.
En la de las unidades.
Albert Einstein tiene un tres. ¿Isaac Newton qué tiene?
Un cinco.
¿Iría delante o iría detrás?
Claro, iría detrás porque el cinco es mayor
que el tres. Lo pongo aquí.
Recuerda.
Hemos visto que para ordenar cromos tenemos que fijarnos en el número
y en la posición de mayor valor.
En este caso, de las decenas. Así los voy a colocar
en un santiamén.
Hasta la próxima, matemaníacos y matemaníacas.
¿Qué lees, James?
Busco una cosa en el diccionario.
¿En el qué? -En el diccionario, Nacho.
Es un libro donde están casi todas las palabras
ordenadas por orden alfabético
y con su definición. -¿Cómo?
Entonces, ¿el resto de libros son una colección desordenada?
No. No exactamente.
Ay, qué mapachada.
Entonces, si tengo un diccionario,
¿soy coleccionista de palabras?
Bueno, Nacho. No... No funciona así.
Espérate un momento, James,
que voy a por un diccionario.
Espera. Espera, Nacho. ¿Es que acaso sabes cómo usarlo?
¡Pues claro!
Página para adelante. Página para atrás.
Y la que te gusta te la comes.
O cualquier otro libro.
Ay, Nacho. Un diccionario no funciona así.
Escuchamos a Juan Carlos, que él te enseña
cómo utilizarlo.
Hola, superlingüistas.
Me han encargado una misión supersecreta.
Tengo que encontrar una contraseña formada por palabras
para acceder a la siguiente pantalla
del videojuego en el que me he colado.
Así que lo primero que tengo que hacer
es encontrar una serie de objetos
que me ayuden en mi misión.
A ver, a ver qué hay por ahí.
¡Ajá!
Un diccionario.
Este me será de mucha utilidad.
Me lo llevo.
Y también estas gafas de ultravisión.
Seguro que me ayudarán un montón.
Bueno, creo que ya tengo todo lo que necesito.
Ahora puedo comenzar la misión
para encontrar la contraseña.
(Alarma)
Me han enviado la primera pista.
Una palabra que empieza por TER
y acaba en NAR.
Recibido.
Activo mis gafas de ultravisión
y empiezo a buscar las palabras.
En el diccionario encontramos las palabras
ordenadas alfabéticamente.
Y para saber cómo encontrar nuestra palabra,
tenemos que fijarnos en las palabras guía,
que son la primera y la última, que se definen en cada página.
Por ejemplo.
Por aquí tiene que estar.
La palabra guía nos indica que nos encontramos
en una página donde tenemos palabras
que empiezan por la misma letra.
Ya he llegado a la letra T.
pero ahora tengo que fijarme en la segunda letra.
De tambor es la A,
pero yo estoy buscando T, de TER.
Así que sigo.
Tambor, tardón, telaraña.
Ya me estoy acercando. Ahora sigo buscando TER.
Eh... Tercio.
Terciopelo, térmico.
Terminar.
Yo creo que es esa. Empieza por TER y acaba en AR.
Espera, que voy a asegurarme de que no haya otra palabra igual.
Terminar, terminar... Efectivamente.
Esa es la palabra secreta.
Ya tengo la primera.
Vaya, otra pista.
Femenino de la palabra partido.
Partido. ¿Por qué sílaba empieza?
Claro que sí, por par. Pues empiezo a buscar par.
Aquí la tengo. Par, par, par, par, par.
Partido, pone partido, da. Eso quiere decir
que esta palabra tiene un femenino. Partida.
Fenomenal. Pues ya tengo la segunda pista.
Voy en buen camino.
Uy, la tercera pista es en inglés.
Así que necesitaré un diccionario inglés-castellano.
Anda, aquí tengo uno.
Hay muchos tipos de diccionarios.
Este, en concreto,
me ayuda a traducir las palabras del inglés al castellano.
Y viceversa. O sea, que si tengo una palabra en inglés
que no sé lo que significa,
lo busco aquí y encuentro su palabra correspondiente
en castellano. Voy a empezar.
Por la A.
A, A, A...
Ahora la W. "Awake, awake". "Awakening".
Despertar.
Ya tengo la tercera pista.
Terminar, partida, despertar.
¿Despertar?
No entiendo nada. Voy a mirar, a ver si el diccionario de sinónimos,
que es un diccionario donde puedo encontrar
con el mismo significado,
me da alguna pista.
A ver.
Aquí la tengo. Despertar, desadormecerse.
Desvelarse, espabilar, espabilar...
¡Espabila!
¡Espabila!
Uf. Me he quedado dormido jugando a la consola.
He soñado que estaba en un videojuego.
Ha sido alucinante.
Tenía que encontrar palabras en un diccionario
para abrir puertas.
Eso sí, aunque ha sido un sueño,
recuerdo que un diccionario
es un libro donde se encuentran palabras de un idioma
con sus significados,
que las palabras están ordenadas alfabéticamente.
Y que hay muchos tipos de diccionarios.
De idiomas, de sinónimos, de antónimos...
Así que ya sabes. Cuando no sepas el significado
de una palabra, búscala en el diccionario.
Y es que saber el significado de las palabras
es lo que más puntos te da en la vida real.
¡Hasta la próxima!
¡Mapaches y mapachas!
¡Niños y niñas!
Señor con barba y tirantes.
Con todos ustedes,
el mayor coleccionista del mundo.
¡Nacho Mapacho!
Pero... Pero Nacho, ¿qué haces?
Gracias, gracias.
Me lo merezco. ¿Eh? James, no te veo aplaudir.
Pero espera, espera. ¿Has dicho mejor coleccionista del mundo?
Sí. Quizá no soy el más grande,
pero soy el que tiene más colecciones.
Pero ¿se puede saber qué coleccionas?
¡De todo!
¿Has acabado alguna colección? -No.
No paro de pensar nuevas colecciones.
Soy coleccionista de colecciones.
Pues entonces, no sé si se te puede considerar coleccionista.
¿Cómo?
¡Ay!
¡Yo quiero ser coleccionista! ¿Eh?
Un momento. Puedo coleccionar lágrimas.
Ay, presta atención.
Orilo y Arlequina nos van a enseñar cómo coleccionar
la naturaleza en el reto de hoy.
Orilo, ¿qué haces así vestido?
Arlequina, estoy preparando
mi nueva colección personal que va a ser la más chula del mundo
y no quiero que se me escape nada.
Todo a la colección. ¡A la colección!
Pero ¿qué estás coleccionando?
Orilo, ¿estás coleccionando pesadillas?
-Sí, porque tengo...
tengo muchas y a veces pues se van repitiendo.
Y he dicho: "Las colecciono".
Mira, por ejemplo. Tengo una en la que yo duermo
y me pongo a subir por una escalera.
Y cuando me doy la vuelta, la escalera ya no baja,
sino que sube otra vez. Y entonces, me doy la vuelta
y sigue subiendo la escalera. Es un subidón total todo el rato.
Qué agobio. ¿Y sabes qué?
Como esta la tengo repe,
si te parece, te la cambio, ¿eh?
Pero... Pero Orilo, yo no quiero que me cambies una pesadilla.
Yo no quiero hacer una colección de pesadillas.
Las colecciones son de cosas chulas
que nos guste tener y que nos guste mirar.
Y las pesadillas no son muy chulas.
Y entonces, ¿qué podemos coleccionar?
¿Qué te parece, Orilo, coleccionar cosas de la naturaleza?
¡Oh, sí! Como, por ejemplo,
volcanes en erupción.
O cactus gigante con pinchos así estratosféricos.
Orilo, Orilo, pero es que las colecciones se tienen que guardar.
Y no me imagino yo guardando volcanes en tu escritorio.
Ya, que tienen que caber en la habitación, ¿no?
Oye, ¿y qué te parece si nos vamos al parque
a buscar cosas que nos gusten que podamos coleccionar?
Ay, me encanta, Orilo. Me parece que ya tenemos reto.
Mira, Orilo.
Cuántas piedras preciosas he recogido.
¿Has recogido diamantes?
No, diamantes, no. Son piedras muy bonitas.
Y por eso, son preciosas para mí.
¿Tú qué tienes, tú qué tienes? -Yo voy a hacer una colección...
¡de hojas!
¡Pero qué montón! -¡Mira, sí! Llegó el otoño.
Qué montón de hojas, Orilo. -¿Has visto?
Pero vamos a empezar la colección bien.
Lo primero que tenemos que pensar es dónde podemos guardar
todas estas cosas. ¿Dónde te parece que puedo guardar
mis piedras? -Pues muy fácil, Arlequina.
En estas hueveras.
Así, donde antes había un huevo,
ahora puedes poner una piedra. -¡Qué buena idea!
Y las tendrás bien organizadas.
Jo, genial. Pero Orilo, ¿cómo tienes tantas hueveras?
Pues porque ayer hice tortilla de patatas para cenar.
Pero ¿cuántos huevos le pusiste?
No sé, 11 o 15.
Oh, Orilo. No me extraña que tengas pesadillas.
Ya. -Oye, ¿y dónde vas a colocar
todas tus hojas? -Pues mira.
Como son muy planitas, yo creo que lo mejor es ponerlo
en mi cuaderno de colección de hojas.
Fíjate, es muy sencillo. Con un poco de cinta adhesiva,
vas pegando cada una de las hojas.
Como son planas, quedan conservadas perfectamente.
Qué bonito.
¿Te parece si hacemos una investigación para saber
de qué árbol viene cada hoja? Así lo podemos poner aquí.
Claro que sí.
Estas las he recogido
de un castaño.
Y además, voy a poner también la fecha porque así
si de aquí a 50 años
me encuentro otra vez este cuaderno,
podré acordarme del día en que recogí cada una de las hojas.
Qué buena idea.
Ahora es tu turno. Mira alrededor para saber
qué te gustaría coleccionar.
Busca un buen lugar para guardar tu colección
y que todo el mundo pueda admirarla.
Y recuerda ponerle el nombre y la fecha
a cada uno de los elementos.
Nosotros nos vemos en nuestra próxima aventura.
(AMBOS) ¡Adiós!
¡A coleccionar! -¡Colecciona!
¡Sí, hojas!
Pues espérate
porque estoy pensando en hacer una colección de calcetines sucios.
Vaya, ¿y no podrías hacer una colección
de minerales o algo así?
Es que nadie tira minerales a la basura, James.
Ya, es verdad.
En eso tienes razón. -Oye, una cosa.
Aunque se haya visto que soy mejor coleccionista que tú,
te quiero decir algo.
Espera. ¿Quién ha dicho eso? -¿Sabes?
Lo importante no es cuántas colecciones tienes
ni si las has terminado o no, sino cuál es la más importante para ti.
Muy bien dicho, Nacho. Y claro, tu colección favorita
son tus amigos. -No.
Mi colección favorita es la basura.
Y la guardo...
en mi barriga.
Anda, deja tus colecciones y vamos,
que tenemos que presentar el... ¡"Está mapachando"!
"Está mapachando".
Bienvenidos y bienvenidas a "Está mapachando".
El noticiero mapache que da las noticias
"pache" lo que "pache".
Buenas noticias.
Nacho Mapacho, el mayor coleccionista del mundo,
estará presentando.
También me acompaña un señor
que colecciona pelos en la barba.
James Van der Lust. -Hola, Nacho.
Yo cada día estoy más orgulloso de mi colección de tirantes.
Sí, claro. Porque, si es por pelo, te gano yo.
Buenas noticias.
Animales de todo el mundo empiezan a coleccionar
tras ver este programa.
Este adorable hámster de Hámsterdam
está ampliando cada vez su colección de pipas y zanahorias.
Parece una aspiradora.
Hay algunas cosas que son más caras de coleccionar que otras,
pero con empeño y dedicación puedes crear una gran colección
de lo que quieras.
Ejemplo de ello es Gran Brady,
un joven estudiante del instituto
que empezó a subir vídeos a Youtube
desde que tenía tan solo diez años
enseñando su pequeña colección de zapatillas deportivas.
A medida que su colección empezaba a crecer,
aumentó su colección de zapatillas.
Y ahora tiene miles de seguidores.
Oh, qué mapachulada.
Yo también voy a hacer un canal de coleccionar basura.
Bueno, seguro que triunfa.
Hasta aquí las noticias.
Espera un momento, James.
Si falta la noticia más importante de todas.
Espera, Nacho. ¿Qué noticia?
Pues, ¿cuál va a ser, James?
La del lanzamiento de mi nuevo temazo.
"Coleccionando ando".
Escúchalo y flípalo, Jaimisito.
# Esta es mi afición
# y mola mogollón
# porque cada vez más grande
# es mi colección.
# Coleccionar
# es toda una aventura.
# Puedes coleccionar
# todo lo que se te ocurra.
# Sellos, cromos, fotos.
# Mapas y postales.
# Bicis, coches, motos.
# Peluches de animales.
# Chapas, sacacorchos.
# Carteles y señales.
# Esta canción es una colección
# de notas musicales.
# Esta es mi afición
# y mola mogollón
# porque cada vez más grande # es mi colección.
# Coleccionar es toda una aventura.
# Puedes coleccionar # todo lo que se te ocurra.
# Esta es mi afición # y mola mogollón
# porque cada más grande
# es mi colección. #
Claners, nos tenemos que ir.
Animaros y empezad una colección. Os vais a divertir un montón.
¡Hasta pronto!
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Aprendemos en Clan30 min, 16 sec
¡Respirando!
Aprendemos en Clan29 min, 52 sec
Dentro de una misma calificación moral, “Todos los Públicos” por ejemplo, puede haber contenidos diseñados para niños de 4 años y otros para niños de 8. De la misma manera que todos los niños van a un mismo colegio, pero no tienen que entender las mismas asignaturas.
Con esta calificación buscamos agrupar contenidos de audiencias afines.
Según estos criterios, los contenidos de las plataformas digitales del canal Clan se clasifican en:
Clasificación del contenido audiovisual efectuada siguiendo la normativa vigente y el Código de Autorregulación sobre Contenidos Televisivos e Infancia.
Según estos criterios, los contenidos del canal Clan y sus plataformas digitales se califican en las siguientes categorías:
Clasificación del contenido audiovisual efectuada siguiendo la normativa vigente y el Código de Autorregulación sobre Contenidos Televisivos e Infancia.
Según estos criterios, los contenidos del canal Clan y sus plataformas digitales se califican en las siguientes categorías:
Clasificación del contenido audiovisual efectuada siguiendo la normativa vigente y el Código de Autorregulación sobre Contenidos Televisivos e Infancia.
Según estos criterios, los contenidos del canal Clan y sus plataformas digitales se califican en las siguientes categorías:
Aprendemos en Clan
'Aprendemos en Clan' es un formato esencialmente educativo, tipo contenedor, con una duración de 30 minutos y que está basado en programas temáticos que abordan transversalmente las distintas asignaturas
'Aprendemos en Clan' es un formato esencialmente educativo, tipo contenedor, con una duración de 30 minutos y que está basado en programas temáticos que abordan transversalmente las distintas asignaturas, pudiendo cubrir distintos niveles de aprendizaje y conocimiento, conjugando piezas puramente educativas con momentos de puro entretenimiento. El programa incluye:
A) Presentaciones y pequeñas cápsulas grabadas en plató protagonizadas el profesor James Van der Lust y el muppet Nacho Mapacho.
B) Informativo de humor presentado por el muppet y presentador/a
C) 4 unidades educativas por programa, en la que diversos profesores del equipo van explicando las materias elaboradas por el ministerio de educación siguiendo la temática conductora del programa.
D) Retos basados en las mismas temáticas.
En Clan TV Lunes a Viernes a las 11:28 h. y siempre en la web y apps del canal.