(Alarma)

(Música)

¡Hola, "clanners"! O, como se dice en hebreo,

"shalom, 'clanners'". -¡Qué mapache, James!

¿De qué vamos a hablar hoy?

-Hoy vamos a hablar de las mujeres científicas.

-Uh. ¿Y para cuándo de las mujeres mapaches?

-De hablar de mapaches ya te encargas tú siempre.

Y las mujeres científicas necesitan más visibilidad.

-¿Eh? ¿"Peseresidad"?

-No, visibilidad.

Significa que las mujeres científicas

necesitan más reconocimiento.

-¿Eh? ¿"Recoconcemento"?

Jolines, James. Para entenderte, hay que venir con un diccionario.

-Reconocimiento. Por ejemplo, en la ciencia,

se dan Premios Nobel a aquellos científicos

que realizan un gran descubrimiento

o una investigación. -Uh, yo quiero un Premio Nobel.

-Ah, pues tendrás que descubrir algo.

-Uh. ¿Y si inventamos los Premios Mapachóbel?

Y que me lo den a mí por mi cara bonita.

-Presta atención a Juan Carlos,

que nos hablará de algunas de las mujeres

que han ganado Premios Nobel.

¡Hola, chicos y chicas!

¿Habéis visto? Hoy vengo de etiqueta.

Es que vamos a hablar de uno de los premios más famosos

del mundo. ¿Te gustaría ganar un premio?

¿Te gustaría descubrir, trabajar o investigar en algo

que ayude a mejorar la sociedad?

(GRITAN)

Es que hoy vamos a hablar de los Premios Nobel.

Son unos premios muy conocidos que premian a aquellos profesionales

que trabajan o que han hecho algún descubrimiento

para ayudar a mejorar la sociedad.

¿Sabes por qué se llaman Premios Nobel?

Porque los creó un industrial llamado Alfred Nobel.

Y es que donó su fortuna al fallecer

para premiar a aquellas personas

que habían trabajado o habían descubierto

algo que ayudaba a mejorar el mundo.

¿Quieres saber en qué consiste?

Se celebran una vez al año en Suecia

y es Alfred Nobel era sueco.

Y reconoce a profesionales que han trabajado por la paz,

el avance de la ciencia, la literatura y economía

aportando nuevas ideas para la evolución de la humanidad.

Al principio, la mayoría de los premiados

eran hombres, pero, en las últimas décadas,

ha aumentado el número de mujeres galardonadas.

La primera mujer que ganó un Premio Nobel

fue Marie Curie.

De hecho, fue la primera persona que ganó

dos Premios Nobel.

Es que investigaba, junto a su marido y otro compañero,

los elementos radiactivos. Pero, cuando les dieron el premio,

pasó una cosa

y es que los jueces solo reconocieron el premio

para su marido y para el compañero,

no para Marie Curie.

Así que su marido se negó a recoger el premio

y dijo que lo merecían los tres.

Por suerte, el jurado rectificó

y reconoció a Marie Curie como ganadora del Premio Nobel.

Marie Curie siguió investigando un mineral

que permitía hacer las fotografías sin luz.

A este elemento lo llamó "rayo". Y de ahí vienen las radiografías,

estas fotos que hacemos de nuestros huesos.

Gracias a esto, Marie Curie ganó el Premio Nobel de Química.

¿Y sabéis una cosa?

Años después, su hija Irene también ganó

el Premio Nobel de Química gracias a sus investigaciones

sobre algunos elementos radiactivos.

Marie Curie abrió el camino dentro de los Nobel

para las mujeres.

Después de ella, ha habido 54 mujeres

que han obtenido este famoso galardón.

Entre ellas, la italiana Rita Levi-Montalcini,

que fue galardonada por sus estudios

sobre el crecimiento

de las neuronas.

Otra mujer, la médica china Tu Youyou,

descubrió el medicamento para luchar contra la malaria

y esto le generó el Premio Nobel de Medicina.

Y, por último y la más reciente, Andrea Ghez, que ha sido premiada

que ha sido premiada con el Premio Nobel de Física

por su descubrimiento de un gran agujero negro

en la galaxia.

Vamos a repasar.

Los Premios Nobel valoran el trabajo de las personas

por la paz, la literatura, la economía

y la ciencia y premia su contribución

a la sociedad.

Marie Curie dijo: "En la vida no hay cosas que temer,

sino cosas por comprender.

Jamás tengas miedo de soñar lo que quieras hacer

ni de tener curiosidad".

Los hombres y las mujeres podemos conseguir cualquier cosa

que nos propongamos.

Y, si hay alguna cosa que no sepas,

no tengas miedo en preguntarla.

Oye, igual, si nadie la sabe,

la puedes averiguar tú.

¡Hasta pronto!

Hale, pues ya soy científico.

-Nacho Mapacho, cómo te gustan los disfraces.

-Oye, que no es un disfraz, que es mi bata de científico.

Con ella recogeré el Premio Nobel.

-Que lleves bata no te convierte en científico.

-Bueno, puede que la bata no,

pero, desde que me he puesto las gafas, me noto más inteligente.

-Necesitas algo más que unas gafas y una bata

para ser científico. -¿El qué? ¿Un bolígrafo? Tengo uno.

Mira, es de colores:

rojo, verde, negro.

-No, si quieres ser científico, tienes que estudiar muchísimos años.

-Ay, James, complicas demasiado las cosas.

-Si de verdad quieres convertirte en un científico,

antes tienes que estudiar una carrera:

Biología, Física, Química.

-¿Y si me compro un microscopio de juguete

y voy investigando por mi cuenta no vale?

-No, no vale. Fíjate en el caso de Margarita Salas.

Ella estudió e investigó muchísimos años

antes de convertirse en una gran científica.

¡Hola, niños y niñas!

Hoy vengo a hablaros de una mujer extraordinaria.

Os voy a dar una pista.

Sí, sí, es una supercientífica.

¿Queréis saber quién es?

(GRITAN)

Mirad, aquí tengo su retrato.

Esta es Margarita Salas.

En este retrato, ya es mayor, pero os voy a contar una cosa:

cuando ella iba al cole,

como vosotros, le encantaba la naturaleza,

pintar, hacer deporte, tenía muchísima curiosidad.

Ese es un superpoder que le vino fenomenal

cuando decidió hacerse científica.

Ella tuvo muchísimos maestros, de los que aprendió un montón.

Pero, según la propia Margarita, el más importante fue Severo Ochoa,

otro supercientífico,

que, además, ganó uno de los premios más importantes

que hay: el Nobel.

Severo era amigo de la familia de Margarita

y un día quedaron todos a comer paella.

Y se quedó maravillado

con esta niña tan creativa

y tan curiosa que le hacía un montón de preguntas

sobre su campo de trabajo,

la bioquímica. ¿De qué va esto de la bioquímica?

Es la ciencia que estudia cómo estamos compuestos los seres vivos:

las personas, los animales, las plantas.

La bioquímica sirve, entre otras muchas cosas,

para fabricar medicinas, que nos ayudan a curarnos

cuando estamos enfermos.

Así que Margarita decidió convertirse

en una supercientífica. Y vaya si lo consiguió.

¿Queréis saber cómo?

Severo confió muchísimo en el talento de Margarita

y en su creatividad, así que le recomendó

que estudiara y estudiara y estudiara.

Y ella se acabó convirtiendo

en una superbioquímica.

Claro que sí. Severo, además, le comentó que él estaba trabajando

en un proyecto muy interesante

en Estados Unidos y le animó a que fuera con él

para seguir aprendiendo.

Así que Margarita le dijo a su marido:

"Vámonos para allá y vamos a aprender mucho

con Severo Ochoa". Él se llamaba Eladio Viñuela

y también era otro supercientífico.

Vaya equipazo.

Margarita aprendió un montón de cosas.

Lo que pasa es que echaba de menos España.

Así que decidió volver y así les enseñaría a sus compañeros

lo que había aprendido en EE. UU.

La llegada a España no fue fácil.

Margarita se sentía triste porque veía que sus compañeros

preferían hablar con su marido,

Eladio Viñuela, y la ignoraban por ser mujer.

Se sentía invisible.

Todo cambió cuando Eladio

se decidió a empezar un proyecto por su cuenta.

Eso dejó a Margarita al cargo del que estaban haciendo juntos

y así demostró su valía.

Dio pruebas de que lo que sabía

era por méritos propios y no por ser la mujer de.

(GRITA)

A partir de este momento, Margarita comenzó a ser superfamosa

por sus descubrimientos.

Descubrió la manera de hacer más grande el ADN,

quiere decir, de ampliarlo.

Siendo muy concretos, descubrió la polimerasa.

Vaya palabra. ¿Sabéis lo que es la polimerasa?

Es lo que facilita que el ADN se pueda copiar.

¿Habéis visto qué maqueta tan chula?

Representa una estructura de ADN.

Está formada por dos cadenas

que se enroscan entre sí,

como retorcida, de una manera retorcida,

formando lo que se llama

"una doble hélice". "¿Y esto del ADN para qué sirve?",

te estarás preguntando.

¿A lo mejor alguna vez os han dicho que os parecéis

a algún familiar? Pues eso es culpa del ADN.

El ADN se encarga de transmitir

este tipo de información:

el color de ojos, las pecas, algunos rasgos de nuestro carácter.

¿Queréis ver un ejemplo práctico del ADN?

Mirad estas fotos.

Esta soy yo de pequeña

y esta es mi hija.

¿A que nos parecemos?

Los descubrimientos de Margarita Salas han sido

muy importantes en la historia de la ciencia

y su vida y su trabajo han servido de inspiración

a todas esas niñas que quieren ser científicas

y a todas las personas con curiosidad y ganas de aprender.

Muchas gracias, Margarita.

¿Vosotros qué?

¿También queréis ser científicos como ella?

¡Nos vemos pronto!

Nacho, ¿por qué has traído a Conexa?

-Forma parte de mi plan para hacerme científico

en 30 minutos.

-¿30 minutos? ¿Y por qué tanta prisa?

-Porque luego he quedado con mi primo Juan Mapacho

para quitarle más pulgas. -Convertirte en científico

tan rápido es imposible, necesitas años de estudio.

-Como siempre, tan equivocadito.

Conexa, dime las propiedades de una sandía.

-"Voy. 89 % de carbohidratos.

7 % de proteínas, 4 % de grasas

y 2 % de pipas."

-¿Lo ves? No necesito perder el tiempo estudiando.

Lo que quiero saber

me lo dice Conexa. -Nacho, usar internet

para complementar tu educación está bien,

pero formarte es imprescindible

para convertirte en un buen científico,

¿verdad, Conexa

-"Afirmativo. Los grandes científicos

no solo buscan información en internet,

ellos aprenden e investigan durante años."

-Exacto. Y, además de todo eso,

necesitas un laboratorio. -Labo... ¿qué? No me gusta lavarme.

-Laboratorio. Es un lugar donde los científicos

realizan experimentos

e investigaciones. Mira, en el reto de hoy,

Orilo y Arlequina nos enseñan a hacer uno.

Arlequina, Arlequina, ¿cuál es el reto científico más alucinante

al que te has enfrentado nunca?

-(RESOPLA) Yo qué sé, Orilo, hay un montón.

He investigado el ciclo del agua,

he generado electricidad utilizando patatas,

he hecho nieve con bicarbonato,

he hecho catapultas. -Y, para resolver todos esos retos,

¿qué es lo que siempre has necesitado?

-Pues un laboratorio.

-Efectivamente. Hay laboratorios increíbles repartidos

por todo el mundo.

-Hay laboratorios en la Estación Espacial

Internacional, en el Himalaya

y tenemos uno de los laboratorios más grandes

del mundo en el CERN, en Ginebra.

-Son laboratorios muy sofisticados,

pero no hace falta irse tan lejos

porque podemos crear nuestro propio laboratorio en casa.

-¡Sí! Podemos tener minilaboratorios

para poder investigar

cosas de química o cosas sobre la luz, de física.

-Así que ya tenemos ¡reto!

-¡Sí!

-Vamos a crear nuestro propio laboratorio en casa.

-Un laboratorio que tiene que quedar todo guapo.

-Ah, pero eso lo aporto yo, Arlequina.

Me meto yo en el laboratorio

y en el laboratorio

ya está el guapo. -Bueno, bueno, Orilo,

que no digo no yo que tú no seas guapo.

Tampoco digo que lo seas, pero a lo que me refiero es

a que el laboratorio tiene que tener todo lo necesario

para poder investigar bien, Orilo.

-Eso es.

¿Y qué es lo primero que necesita un laboratorio?

¿Qué es eso común en todos los laboratorios del mundo,

en los de la NASA, en los de la ESA, en los de la TIA,

en todos? -Vamos a ver si lo sabéis.

¿Que las paredes estén bien decoradas con brillibrilli

la seguridad o hacerse selfis para quedar guay

con los colegas? ¿Qué es lo fundamental

en un laboratorio? -¡Efectivamente! La seguridad.

-La seguridad. -Todos los laboratorios

cumplen con las medidas de seguridad

y necesitamos una bata bien molona.

-Una bata es fundamental para que las cosas no te caigan

encima de la ropa, pero también necesitamos

unas gafas de laboratorio, por si hay algo que salpica,

que no te llegue a los ojos,

y unos guantes para protegernos las manos,

¿eh, Orilo? La seguridad, ante todo.

-¿Y qué más tienen en común todos los laboratorios?

¡El cuaderno de laboratorio!

-¡Aquí está! Es fundamental tener una libreta

donde apuntes todos los experimentos

que estás haciendo, todo, la experimentación, la hipótesis,

las conclusiones.

El cuaderno es el diario de laboratorio

y es fundamental no perderlo nunca.

-Y, finalmente, ¿qué más necesita todo buen laboratorio para funcionar

y hacer experimentos?

-Pues los materiales.

Tenemos que tener suficientes materiales

como para poder experimentar.

Mira cuántos materiales

tenemos aquí, Orilo. -Eso sí, los materiales

no pueden estar así, a lo loco, esparcidos,

como si fuese vuestra habitación.

-Desordenados. -Los materiales tienen que estar

perfectamente ordenados,

catalogados. -Mira qué orden tenemos aquí.

Tenemos un cajoncito para tener los corchos, las pilas,

cables, cuerdas. Todo debe estar en su lugar.

-Y, con un laboratorio así, podremos hacer experimentos,

experimentos para resolver grandes dudas, como, por ejemplo:

¿podríamos hacer que un huevo se volviese blandito

y rebotase? Pero con cáscara y todo, ¿eh?

-¿Blandito y que rebotase?

-Sí. Si ponemos un huevo en vinagre

y lo dejamos varios días, la cáscara se volverá blandita.

Y fijaos cómo rebota.

-¡Ahí va!

¡Ahí va!

Pero que mola un montón.

Mola un huevo este huevo.

-Orilo, me encanta.

-Y la pregunta es:

¿pasaría lo mismo si lo hubiésemos puesto en leche?

Con un buen laboratorio como el que acabamos de montar,

podremos hacer ese experimento

y resolver esa pregunta.

-Así que ya sabéis, os dejamos con el reto.

Recordad que todos los laboratorios

deben tener medidas de seguridad,

material suficiente que esté bien ordenado

y un cuaderno de laboratorio donde poder registrar

todo lo que hagáis.

Nosotros nos vamos a poner a experimentar con todo esto.

Nos vemos en nuestra siguiente aventura.

¡Adiós!

Pues ya tengo listo el laboratorio.

Está preparado

para mi primer experimento científico.

Vete preparando el Premio Nobel.

-Muy bien, Nacho. ¿Y en qué consiste?

-Voy a transformar esta basura en oro.

-¿En oro?

Estoy deseando ver cómo lo consigues.

-Muy fácil: vertiendo esta pintura dorada

encima de la basurita.

-No, no, no, ni se te ocurra.

-¿No te gusta mi ciencia?

-Sí, me gusta tu ciencia, pero no quiero que me dejes

el laboratorio lleno de pintura.

-Descubro la forma de transformar basura en oro

¿y así me lo agradeces?

Ay, James, es un gran logro científico.

-No, esto no es un logro. Un logro es lo que ha conseguido

con el exoesqueleto Elena García Armada.

-Exo... ¿que qué?

-Exoesqueleto. Mira, es muy interesante.

¡Guau, Orilo! ¿Y todos estos huesos?

-Son los huesos de un antiguo pirata que encontré

en una cueva secreta. -Vaya pedazo de hallazgo.

-Y no es el único hallazgo que he hecho.

Hay cosas extraordinarias,

como, por ejemplo, que hay esqueletos

que van por fuera. -¿Por fuera? Uy, qué miedo.

¿Como los esqueletos vivientes,

esos a los que se les ven todos los huesos por fuera?

-No, no, Arlequina, esqueletos que van por fuera,

como este.

-¡Ah!

Uy, qué susto.

Pero creo que ya sé a lo que te refieres:

los exoesqueletos, exoesqueletos como los que tienen

las arañas u otro tipo de animales,

como las gambas, esqueletos que van por fuera.

-Efectivamente. Pero vamos un paso más allá

porque yo quiero hablar de esqueletos que van por fuera

que hemos construido

los seres humanos.

Te estoy hablando

de los exoesqueletos biónicos.

-¡Biónicos! Eso significa que tecnología y biología,

es decir, naturaleza, van de la mano.

¿Y a quién se le ha ocurrido construir un exoesqueleto biónico?

-Se le ha ocurrido a una científica española:

Elena García Armada.

Ella es ingeniera industrial en el CSIC

y, además, tiene un doctorado en Biomecánica.

Y, con todos sus conocimientos,

ha creado un exoesqueleto, "exo-", va por fuera, biónico,

que imita a la naturaleza.

-Qué maravilla. Porque recordad que el esqueleto

tiene muchas funciones; entre otras, mantenernos erguidos

también ayudar al movimiento y proteger los órganos internos.

Pero no podríamos hacer todas esas funciones si no fuera

también por la ayuda de los músculos,

que ayudan a nuestro esqueleto a estar derecho,

que ayudan a nuestro esqueleto a moverse.

-Efectivamente. -Qué importantes.

-El problema es que hay algunas personas

que no pueden utilizar correctamente sus músculos,

son personas que tienen una enfermedad llamada

"atrofia muscular".

Sus músculos no tienen suficiente fuerza

para mantenerlas de pie

o para caminar.

Pero, gracias a Elena García Armada

y a su exoesqueleto biónico,

estas personas pueden volver a ponerse de pie

y caminar.

-Mirad qué chulada de exoesqueleto biónico,

biónico, recordad, que une tecnología y biología.

-Tiene unas partes externas que permiten a las personas

mantenerse de pie. Y, con unos motores,

esas partes externas se mueven para hacer

que las personas caminen.

-¡Qué guay! ¡Te conviertes en un Transformer!

Además, tiene unos sensores

que ayudan al movimiento de las articulaciones,

igual que un esqueleto de verdad. Buah, hay muchísimas científicas,

como Elena García Armada, que, con sus investigaciones,

están cambiando el curso de la ciencia

y que están mejorando la vida de muchísimas personas.

Así que os voy a pedir un fortísimo hurra

por todos esos científicos y científicas que trabajan

en sus laboratorios en sus centros de investigación

haciendo que este mundo sea cada día un poquito mejor.

(AMBOS) ¡Hurra!

Y nosotros nos vemos en nuestra próxima aventura.

¡Adiós!

(SUSPIRA)

Nunca fabricaré algo tan guay como un exoesqueleto.

-No te rindas, Nacho. Seguro que, si sigues estudiando

e investigando, consigues fabricar algo chulo.

-La ciencia es demasiado complicada

para los mapaches, James. -Pero la ciencia no es imposible.

Necesita tiempo y esfuerzo.

-Jo, yo, que había encontrado

una misión en la vida, que era ser científico

y ganar el Premio Nobel, ahora me siento perdido.

-(SUSPIRA) Ánimo, Nacho. Mira, vamos a ver a Álex,

que él nos va a enseñar unos ejercicios para mover

los huesos de todo el cuerpo.

-¿Mover los huesos? Hala, qué idea más "mapachachi".

Si no puedo hacer grandes descubrimientos,

puedo hacer grandes movimientos.

# "Oh, yeah, oh, yeah".

# Mueve el esqueleto. # Mueve el esqueleto.

# Toma ciencia. #

(Música)

Hola a todos y todas.

Hoy estoy super... Qué digo, super... Hipercontento

porque en este ratito

no vas a parar de...

¿Has visto? Me he quitado la piel, los músculos,

los órganos y me he quedado en los huesos.

Así que no perdamos más tiempo.

Empezamos por la cabeza.

¿Cuál es este hueso tan duro que tenemos protegiendo el cerebro?

El cráneo, muy bien.

Pues vamos a moverlo un poco

ayudándonos de la parte de la columna vertebral

que está en el cuello porque el cráneo no se puede mover.

Y ahora lo acompañan los hombros moviendo los omóplatos,

que están aquí detrás,

y las clavículas, que están aquí delante.

Muy bien.

Siegue calentando, que sales a bailar.

Vamos con los brazos.

Primero, el húmero, que es el hueso que está

en la parte superior del brazo.

Muy bien. Ya vamos cogiendo ritmo.

Añadimos todo el brazo.

¿Sabes cómo se llaman los huesos

que van desde el codo hasta las manos?

Te doy tres opciones:

tibia y peroné, costillas o radio y cúbito.

¡Eso es! Muy bien, el radio es el hueso que discurre

más cerca del pulgar

y el cúbito, el que está más alejado.

Vamos a movernos.

Muy bien. Cuéntalo.

Uno, dos. Uno, dos. Uno, dos.

A por las costillas. Inspira.

Espira.

Inspira.

Espira.

Y, debajo de las costillas, ¿qué huesos nos encontramos?

La pelvis y las caderas.

Pelvis, caderas.

Pelvis. Caderas.

Y, si los juntamos...

¡Guau!

Mi esqueleto está a tope coordinado.

¿Y el tuyo?

Ya nos quedan poquitos huesos por mover,

pero no por ello menos importantes,

porque vamos a por el hueso más largo

del cuerpo humano. ¿Sabes cuál es?

Te voy a dar tres opciones:

¿el sacro, el fémur o el metacarpo?

Muy bien, el fémur.

Pues vamos a por el fémur,

que es el hueso que está en la parte superior de la pierna,

y de paso movemos la tibia y el peroné,

que son los huesos que van desde la rodilla

hasta el pie. Vamos.

Derecha. Izquierda.

Derecha. Izquierda.

Como habéis comprobado, hemos visto los huesos principales

del organismos y ahora lo que vamos a hacer

es mover todo el esqueleto.

¿Cómo? ¿No crees que sea posible?

Mirad.

Bueno, aquí me quedo con mi amigo moviendo el esqueleto.

¡Hasta pronto!

(Música)

# Eh, ciencia, ciencia,

# toma ciencia. #

-Bueno, Nacho, me alegro de verte tan animado.

-Estoy a tope, James. Pero tú estás hecho un muermo.

¡Venga, muévete!

-¿Muermo? Lo que ocurre es que ha llegado la hora

de presentar el informativo.

-Eso puede esperar; pero el esqueleto, no.

-Baila conmigo, James. -Si me pongo a mover el esqueleto,

¿quién presenta las noticias? -Se puede hacer todo a la vez.

Y, si quieres ser un mapache tan enrollado como yo,

tienes que aprender a "mapachear".

-Creo que prefiero seguir siendo humano.

"Clanners", es la hora de "Está 'mapachando'".

-Pero dilo bailando y cantando.

# "Clanners", # empieza "Está 'mapachando'".

# Uh. #

"Está 'mapachando'".

(RÍE)

Bienvenidos a "Está 'mapachando'",

el noticiero mapache

que da las noticias "pache" lo que "pache".

Buenas noticias: el casi ganador de un Premio Nobel

Nacho Mapacho presenta este informativo.

Malas noticias: también sale un señor

que no es un científico.

-Hola, James. -Bueno, yo no soy científico,

pero soy maestro. -No interrumpas a un mapache.

Está científicamente demostrado

que es malo para la salud. ¿Qué noticias nos traes hoy, James?

-Mira, nuestra primera noticia

es para recordar a una de las científicas más famosas

de la historia: Jane Goodall, que con sus estudios revolucionó

el mundo de los chimpancés.

Jane se doctoró en Etología

y viajó a Tanzania. A Jane la bastaban unos prismáticos

y una libreta para observar a los chimpancés de día y, de noche,

con una máquina de escribir , transcribía todas sus notas.

Gracias a su labor científica,

hoy sabemos que humanos y chimpancés somos muy parecidos.

¿Sabías que los chimpancés comparten

el 98 % del ADN con los humanos?

-No, no lo sabía. Pero sé imitar a un mono. Mira.

(RONCA)

-¿Eso es un mono? -Es un mono dormido.

Es que despierto es muy difícil.

-Bueno, ¿y hoy no nos traes algunas de tus noticias inventadas?

-No. Hoy traigo una entrevista "mapachonante".

-Bueno, pues espero que sea a una científica.

-Bueno, es muy importante para la ciencia.

Bienvenidos a "Entrevistas 'mapachonantes'".

Hoy tenemos a Inesqueleto.

-Sí, en carne y hueso.

Bueno, solo hueso.

-¿A qué se dedica usted?

-Soy esqueleto de anatomía en un colegio.

-Uy, ¿le gusta su trabajo?

-Sí, pero los niños siempre están haciendo bromas conmigo.

-Es que los esqueletos

son muy graciosos. -No es graciosos que te traten

como a un adorno de Halloween.

-¿Te has fijado en que me falta un trozo de brazo?

Se lo dieron a un perro.

-Y, si no le gusta su trabajo,

¿por qué no lo cambia? -He pensado en hacerme esqueleto

de esos que se encuentran en las pirámides.

-Pero en las pirámides

solo hay momias. -¿Y qué te crees que hay

dentro de las momias?

-Huesos y más huesos. -Uh. Mi última pregunta:

¿se animaría a mover el esqueleto?

-¿Por quién me has tomado? Todo esqueleto merece un respeto.

-"Todo esqueleto merece un respeto",

qué buena rima. -Es verdad, soy una genia.

(RÍE)

(Música)

# Todo esqueleto merece un respeto.

# Todo esqueleto merece un respeto.

# Todo esqueleto merece un respeto.

# Y, si es el tuyo, # no lo dejes quieto.

# Todos tenemos uno dentro

# y, si lo movemos, está contento.

# Los esqueletos son geniales.

# Por eso por dentro somos iguales.

# Todo esqueleto merece un respeto.

# Todo esqueleto merece un respeto.

# Todo esqueleto merece un respeto.

# Y, si es el tuyo, # no lo dejes quieto.

# Blando, por fuera.

# Por dentro, duro.

# Para bailar necesitas uno.

# Mueve el esternón.

# Mueve la cadera. # Mueve la clavícula

# y también la calavera.

# Todo esqueleto merece un respeto.

# Todo esqueleto merece un respeto.

# Todo esqueleto merece un respeto.

# Y, si es el tuyo, # no lo dejes quieto.

# Si eres animal y vertebrado,

# dentro de tu cuerpo

# están colocados.

# Estás hecho de carne. # Estás hecho de hueso.

# Mueve tus huesitos.

# Dales movimiento.

# Todo esqueleto merece un respeto.

# Todo esqueleto merece un respeto.

# Todo esqueleto merece un respeto.

# Y, si es el tuyo, # no lo dejes quieto. #

Esto no hay quien lo pare.

Recordad, chicas, si vuestro sueño es ser científicas,

estudiad mucho, seguro que lo vais a conseguir.

¡Hasta pronto! O, como se dice en hebreo,

"lehitraot".