(Golpes)

(Música)

¡Hola, claners! ¿Estáis listos para el programa de hoy?

(SOPLA)

(JADEA) Lo que estoy

es sin aire, James. -Bueno, Nacho, tranquilo.

Mira, inspira... espira.

(INSPIRA Y ESPIRA) Inspira... espira.

A ver, a ver. Inspira... (INSPIRA)

No respires.

Inspira... (INSPIRA)

Bueno, no es exactamente eso, Nacho.

¿Pero estás mejor? -Sí, bueno...

Es que he pasado muy mal rato, James.

Y todo por ese malvado.

¿Malvado? ¿Te refieres al globo amarillo?

Sí. Es para la fiesta de cumpleaños de mi abuela.

¡Hombre, tu abuela! ¡Qué guay! Felicítala de mi parte.

Pero... no te veo muy emocionado.

Ya... es que mira este globo,

parece un plátano podrido de lo mal hinchado que está.

Vale, pero... es que creo que no te entiendo.

Pues que estamos hinchando globos

para la fiesta de cumpleaños de mi abuela

y me falta aire todo el rato.

Hasta mi abuela ha hinchado más globos que yo.

Es que tu abuela es la caña.

Sí, la verdad es que no sé cómo tiene tanto aire,

con la edad que tiene.

A lo mejor es por los potajes que se come.

Y luego tiene una de gases...

Bueno, sobre todo es por la capacidad pulmonar, Nacho,

ya sabes, el aire, el oxígeno...

¿Oxígeno? ¿Eso qué es? Suena a planeta extraterrestre.

No, no, no es un planeta.

Es algo que te ayudaría a hinchar mejor los globos. Mira.

(INSPIRA)

Ay, Arlequina, qué bien respiro en esta nave espacial,

respiro incluso

cuando duermo, sin darme cuenta. Es una pasada,

llenando los pulmones. -Y menos mal

que respiras cuando duermes, porque respirar es esencial,

es la manera que tenemos de obtener oxígeno,

vital para nosotros.

Sí, sí. El oxígeno es un elemento químico imprescindible,

está presente en casi todas las moléculas

de nuestro cuerpo

y, también, puede formar un gas que está en el aire.

Cuando respiramos, tomamos el oxígeno del aire

y lo utilizamos para obtener energía.

Orilo, ¿te apetece que hagamos un viaje para conocer

muchas más cosas sobre el oxígeno?

¡Claro que sí, Arlequina! ¡Vamos allá!

Venga, agárrate fuerte que despegamos.

¿Pero dónde estamos, Arlequina? Esto está lleno de volcanes

y de magma por todas partes. -Hemos viajado atrás en el tiempo.

Estamos hace 4500 millones de años,

cuando se estaba formando la Tierra,

estaba llena de volcanes, de actividad magmática.

¡Fíjate qué mal huele, Orilo!

Pero, Arlequina, que esta vez no he sido yo.

No has sido tú, ya lo sé. Es la actividad de los volcanes,

que expulsan un montón de sulfuros.

Aquí no hay oxígeno.

Para encontrar el oxígeno en la Tierra,

tenemos que irnos a hace

2500 millones de años,

cuando se produce la gran oxigenación.

Entonces aparecen las cianobacterias,

capaces de utilizar el dióxido de carbono del aire

y la energía del sol

para obtener su alimento en un proceso llamado

fotosíntesis, que liberaba a la atmósfera el oxígeno.

¿Qué, Arlequina? ¿Seguimos con nuestro viaje?

¡Sí, vamos! -¡Agárrate fuerte! ¡Vamos allá!

(EXCLAMA) ¿Has visto, Orilo?

Estamos en el interior oceánico,

porque aquí, en los mares, en los océanos,

también hay oxígeno

disuelto en el agua. Y qué bien que lo hay,

porque los peces lo utilizan para respirar,

absorben ese oxígeno

a través de sus branquias. ¿Y sabes quién también toma

el oxígeno del agua? -¿Quién?

¡El pulpo! Y con el agua sobrante...

¡Pluf! Emite unos chorros para propulsarse.

¿Me estás diciendo que el pulpo se propulsa

a base de pedos acuáticos?

Efectivamente. -Me parece maravilloso.

Arlequina, sigamos con nuestro viaje.

¡Agárrate fuerte porque nos vamos!

(EXCLAMA) ¡Mira, Arlequina!

Estamos en lo alto de Everest,

la montaña más alta del mundo. Desde aquí se ve todo el Himalaya.

¿Y te das cuenta? (INSPIRA)

Aquí cuesta mucho más respirar,

porque a medida que ganamos altura, el aire va perdiendo densidad,

es decir, hay menos gases y, por lo tanto,

hay menos oxígeno. Por eso muchos escaladores

y escaladoras tienen que llevarse sus bombonas de oxígeno

para poder llegar a lo alto.

¿Qué, Arlequina? ¿Volvemos a nuestro laboratorio?

Volvemos, volvemos. -¡Vamos allá!

¡Guau, Orilo! ¡Vaya viaje! Hemos aprendido

un montón de cosas sobre el oxígeno.

Que apareció en la Tierra gracias a la fotosíntesis.

Que también hay oxígeno disuelto en el agua

y es el que utilizan los peces para respirar.

Y que a medida que ganamos altura en una montaña,

hay cada vez menos y menos oxígeno,

porque el aire es cada vez menos denso.

Arlequina, hemos aprendido un montón.

¡Nos vemos en nuestra próxima aventura!

¡Adiós!

(SOPLA)

Nacho, ¿qué haces?

Me estoy entrenando. Quiero conseguir hinchar un globo

de un solo soplido.

Si entrenas, puedes conseguir lo que quieras.

¿Crees que conseguiré hinchar más globos que mi abuela?

Sí, claro, practicando mucho sí.

Podrías empezar aguantando la respiración,

eso sirve para entrenar tus pulmones.

¿En serio? ¿Aguantando la respiración?

Sí. Algunos apneistas aguantan sin respirar hasta 20 minutos.

¿Antenistas? Eso lo tengo que probar.

No, Nacho, apneistas. Podríamos ir juntos a una piscina.

¿Una piscina? ¡Qué va!

Nacho Mapacho hace las cosas a lo grande.

Vamos a lo más profundo del mar.

Uy, eso no creo que sea buena idea.

Nacho Mapacho solo tiene buenas ideas, James.

¡Anda, mueve las patitas!

¡Pero, Nacho, espera, espera...!

Claners, me voy a vigilarlo

y mientras os dejo con Orilo y Arlequina.

Arlequina, ¿te parece si hacemos una competición para ver

quién tiene mayor capacidad pulmonar?

¡Ay, sí! ¡Te voy a machacar! A esto no me gana nadie.

Ya veremos, ya veremos. Vamos a coger aire,

inflar bien nuestros pulmones y a soplarnos a la cara.

¿De acuerdo? -¡Venga!

A la de tres. ¡Una, dos y tres!

(INSPIRAN) (SOPLAN)

¡Ay, Orilo, que me escupes! Que solo hay que echar aire.

Perdón, perdón. Arlequina, ¿te parece si buscamos

un método para poder medir correctamente

nuestra capacidad pulmonar?

¡Me parece que ya tenemos reto!

(Música)

Mira, Arlequina, cada uno tiene su bolita, soplamos

y la que vaya más lejos gana. ¿De acuerdo?

Vale, vale, venga.

A la de tres. ¡Una, dos y tres!

(SOPLAN FUERTE)

Uy... Creo que esto no ha salido bien, Orilo.

No. -Creo que necesitamos...

(AMBOS) ¡Un circuito!

(GRITOS INFANTILES) ¡Bien!

Mira qué circuito nos hemos construido

utilizando estos lapiceros.

Ganará el primero que llegue a meta, ¿de acuerdo, Orilo?

A la de tres, dos, uno...

(SOPLAN FUERTE)

Creo que esto tampoco funciona. -No.

Arlequina, tenemos que controlar mejor el aire que expulsamos.

Creo que necesitamos... (AMBOS) ¡Una pajita!

¡Claro que sí! Mira, mira, de estas de cartón.

¡Vamos allá, eh! Tres, dos, uno...

¡Adelante! (SOPLAN)

Mi pajita...

(SOPLAN)

¡Vamos! ¡He ganado!

(GRITA CONTENTO)

Vale, Arlequina, tú soplas más fuerte.

¿Pero soplas más cantidad de aire en cada soplido?

¡Ja! Eso lo vamos a comprobar utilizando estos dos globos.

Un solo soplido... -Uno.

Y vamos a medir quién infla más el globo.

¡Venga! -¡Una, dos y tres!

(SOPLAN)

Pues yo creo que... ¿O tú...?

Están casi iguales, Arlequina.

Han quedado muy similares, Orilo. No sé yo qué decir.

¿Sabes qué? Podemos utilizar el aire de este globo

para propulsar un coche.

El que consiga que el coche avance más,

habrá significado que ha llenado más el globo

y que, por lo tanto, tiene mayor capacidad pulmonar. ¿Qué?

¡Vamos allá, a probarlo! ¿Tienes un coche por ahí

impulsado con un globo? -¡Lo tengo!

Lo he construido con un poquito de cartón,

cuatro tapones de botellas y una pajita pegada a un globo.

¡Vamos allá! -Ahora lo que tenemos que hacer,

es inflar el globo de un solo soplido.

¡Adelante, Arlequina!

Y después veremos hasta dónde llega ese coche.

Y midiendo la distancia,

comprobaremos la capacidad pulmonar.

A ver, hasta dónde llegas... -¡Voy!

¡Oh!

¡Qué lejos! -Hasta aquí.

A ver hasta dónde llegas tú. -Voy, voy, voy.

Un solo soplido. -Uno solo, eh.

¡Muy bien, Orilo, venga!

A ver, a ver, a ver... -A ver hasta dónde llegas.

¡Vamos, vamos, vamos!

¡Sí! -¡Uh! ¡Por qué poco!

Mira, mira, mira, mira. ¡Toma, toma, toma!

Yo he llegado más lejos.

Efectivamente, yo soplo más fuerte,

pero tú, Orilo, tienes mayor capacidad pulmonar.

(RÍEN)

Ahora es tu turno, construye tus propios coches

propulsados por globos.

Nosotros nos vemos en nuestra próxima aventura.

(AMBOS) ¡Adiós!

¿Lo ves, Nacho? Los submarinistas tienen

botellas llenas de aire

y por eso pueden respirar bajo el agua.

Pero yo no quiero respirar,

yo quiero aguantar la respiración al máximo.

Yo me quitaría la botella. -No, Nacho, eso es muy peligroso.

No te puedes quitar el equipo bajo el agua.

Yo no le tengo miedo a nada. -Nacho, esto no es un juego.

Si te quitas la botella, te quedas sin aire.

Vale, lo he entendido, es peligroso.

¡Mapachus! Esto de entrenar los pulmones es súper complicado.

Bueno, podrías probar en la montaña,

en las altas alturas.

¿Y para qué quiero ir yo a las altas alturas?

Los alpinistas se caracterizan por tener

unos súper pulmones, y es que deben entrenarlos mucho,

porque en las alturas hay menos oxígeno

y cuesta mucho respirar.

¡Mapachus! ¡Qué buena idea he tenido!

Ay, miedo me dan tus ideas. -Me voy a escalar el Everest.

¿Al Everest, Nacho? ¡Pero si eso está muy lejos!

Claners, me voy a vigilarlo. Os dejo con Álex.

¡Que me ahogo!

¡Hola, súper atletas!

Estaba probando a ver cuánto aguanto sin respirar

y no veas qué mal se pasa.

Seguro que has escuchado que la respiración es

muy importante en el deporte.

¿Y eso por qué?

Porque al respirar, nuestro corazón bombea sangre

que transporta oxígeno y nutrientes

a todo nuestro cuerpo y, en este caso, a los músculos.

Mira cómo se quedó mi amigo Pepe por empeñarse en no respirar.

(RÍEN)

Pero esto no te lo tienes que creer sin más,

esto lo vamos a demostrar.

Venga, ponte en pie, que vamos a hacer unas pruebas.

Y para ellas, vas a necesitar

dos paquetes de arroz y unos globos.

Vamos a correr un poco. ¡Uno, dos!

¡Uno, dos! Inspiro...

(INSPIRA) Espiro.

(ESPIRA) Inspiro...

Espiro. (INSPIRA Y ESPIRA)

Al respirar, el oxígeno llega a todos los músculos,

incluido el corazón.

Cuanto más deporte hacemos, mejor bombea el corazón el oxígeno

a todos los músculos.

¿Pero... qué pasa si no respiramos?

(Latidos del corazón)

¡Ah! ¡Qué mal rato!

Al no tener aire, no es ya que me ahogara,

sino que las piernas me flojeaban porque no les llegaba oxígeno.

Lo has notado tú también, ¿verdad?

Vamos a hacer otra prueba.

En esta vamos a levantar y a bajar el paquete de arroz.

Primero respirando. Al levantar el paquete, inspiramos...

(INSPIRA) Y al bajar el paquete, espiramos.

(ESPIRA)

Venga, uno, arriba... (INSPIRA)

Dos, abajo... (ESPIRA)

¿Pero qué pasa si no respiramos?

(Latidos del corazón)

¿Has visto lo que ha pasado?

Los brazos se quedan sin fuerza porque no les llega oxígeno.

¡Qué agotamiento!

(Risas)

(GRITA CONTENTO)

Ahora quiero probar otra cosa, con el globo.

Voy a inflar este primero, ahora que estoy parado.

Y, después, voy a inflar otro, después de hacer ejercicio.

Ahora vamos a hacer unos saltos muy fáciles. Fíjate.

¡Uno, dos! ¡Uno, dos! ¡Uno, dos! ¡Uno, dos!

¡Uno, dos! ¡Uno, dos! (COGE AIRE)

Prueba ahora a inflar el globo.

Se me va.

¿Pero cómo podemos mejorar nuestra capacidad respiratoria?

Pues entrenando a intervalos de tiempo muy cortos.

Por ejemplo, corres muy rápido durante un minuto

y caminas durante otro minuto y así.

Hemos comprobado la importancia de la respiración en el deporte.

Tenemos que respirar rítmicamente, cuanto más profundo, mejor,

para que nuestros músculos

reciban el oxígeno que necesitan.

Y si vemos que nos estamos ahogando,

entrenamos a intervalos de ir muy rápido y, luego, lento

para recuperarnos cada vez.

Recuerda cómo se quedó mi amigo Pepe, en los huesos.

¡Anda! Hablando del rey de Roma...

Pero... si ha venido volando,

¿cómo ha hinchado los globos?

¡Adiós, súper atletas!

(Sopla el viento)

En el Everest me convertiré

en el mayor hinchador de globos del mundo.

Pero estamos muy lejos de casa.

¿No podríamos haber hecho esto más cerca?

Los mejores montañeros se entrenan para tener súper pulmones

y yo quiero ser el mejor,

por eso he venido a la montaña más alta.

Ya, pero podríamos haber elegido una montaña

donde no hiciese tanto frío.

Siempre he querido conquistar el Everest.

¡Y por fin he cumplido mi sueño! ¡Yuju! ¡Yuju!

¡Yuju...! (TOSE)

Ay... Me canso muy rápido.

Eso es por la falta de oxígeno que hay en el Everest, Nacho.

Ay, a mí no me da miedo la falta de oxígeno.

Lo único que me da miedo es encontrarme al Yeti.

¿El Yeti? Pero si eso es una leyenda.

No es una leyenda, es un mono blanco gigante

y lo han visto muchas veces por esta zona.

Va, Nacho, tonterías. A lo que sí que tienes

que tenerle miedo, es al frío.

Por cierto, me he dejado mis guantes.

Tranqui, estás en una de las montañas

más famosas del mundo, seguro que encontramos

a alguien que te deja unos.

Ya, pero, quizás, es de otro país y habla otro idioma.

¿Qué te parece si repasamos nuestro vocabulario

en inglés sobre la montaña?

(HABLA EN INGLÉS)

(Gritos de alegría)

(HABLA EN INGLÉS)

(RÍEN)

(HABLA EN INGLÉS)

(INSPIRA FUERTE)

Nacho, ¿pero qué haces ahora?

Me lleno de aire. Estoy pillando todo el que pueda,

así cuando llegue a casa, ganaré a mi abuela en oxígeno.

Nacho, pero no se gana en oxígeno,

se entrena la capacidad de aguantar sin él.

Y por mucho que respires fuerte, tus pulmones tienen un límite.

Me da igual lo que digas. Hincharé más globos que nadie,

"por qué" el aire del Everest es "mapachachi".

Ese "por qué" está mal dicho, realmente va junto y sin acento.

¿"Porque"? -Y ese va separado y con acento.

¡Qué pesado te pones, James!

Ahora no tengo tiempo para esas cosas,

debo pillar más oxígeno.

(INSPIRA)

Nacho, fortalecer tus pulmones no es excusa

para no fortalecer tu gramática. Venga, vamos a repasar

los "porqués" con nuestro súper lingüista.

(JADEA)

¡Hola, amigas y amigos! ¿Qué tal?

Acabo de llegar del campamento base del Everest

y vengo haciéndome algunas preguntas.

Para que no es me olviden, las he recogido

en mi cuaderno de campo

y, además, las he hecho con pictogramas

para que todo el mundo las pueda entender.

Mira, vamos a ver.

Ah.

Cuando nos preguntamos el motivo por el que pasan las cosas, usamos

"por qué", separado y con tilde en la E.

Suele ir entre interrogaciones, aunque a veces no.

Pero siempre tiene significado de pregunta.

Por ejemplo, "ella preguntó

por qué habíamos llegado tarde al campamento".

"Los científicos se preguntan pro qué son las cosas como son".

Y se hacen alguna pregunta como:

"¿Por qué necesitamos oxígeno para vivir?"

Y para responder a todas las preguntas,

utilizamos la forma junta y sin tilde "porque".

Fíjate en este ejemplo: "Porque nuestras células

lo necesitan como fuente de energía".

Este "porque" se utiliza para responder a las preguntas

y explicar las causas.

Pero también podemos encontrar

"porqué" junto y con tilde.

En ese caso funciona como un sustantivo.

Te voy a dar un truco para que lo identifiques

y sepas cuándo funciona de esa manera.

Intenta sustituir en la frase

el "porqué" por "motivo" o "razón", que también son sustantivos.

Si lo puedes sustituir y tiene sentido,

entonces, estará correcta.

Mira, vamos a ver un ejemplo.

Aquí va una frase con "porqué" como sustantivo.

"Para aprender necesito preguntar el porqué de las cosas".

Y ahora vamos a sustituirlo por "motivo".

"Para aprender necesito preguntar el motivo de las cosas".

¡Funciona!

Eso es, así que podemos dejar "porqué".

Y el último "por que", separado y sin tilde,

es cuando "que" funciona como pronombre.

Y para saberlo, lo podemos sustituir

por "el cual", "la cual", "los cuales" o "las cuales".

Veamos este ejemplo:

"El oxígeno y el sol son las razones

por que las plantas viven".

Vamos ahora a sustituirlo por "las cuales".

"El oxígeno y el sol son las razones

por las cuales las plantas viven".

¡Eureka! Aquí también funciona, así que podemos dejarlo.

Vamos a jugar a abrir la puerta de la muralla.

O no, depende de los "porqués" que quieran entrar. ¿Vale?

¡Ah del castillo! -¿Quién es?

Soy la frase

"las aves tienen alas porque pueden volar".

¿Qué decimos...?

¡Sí! ¡Abre la muralla!

¿Hay alguien ahí? -¿Quién va?

Soy la frase "veamos los porqués de la situación".

¿Puede usted cambiar los "porqués" por "motivos"?

¡Por supuesto! "Veamos los motivos de la situación".

¡Perfecto! ¡Abre la muralla!

Vamos a recordar los "porqués" para que aprendas

a escribirlos bien en tus historias.

"Por qué" exclamativa e interrogativa.

"Porque" como respuesta a una pregunta.

"Porqué" como sustantivo.

Y "por que" cuando lo podemos sustituir por "el cual",

"la cual", "los cuales" y "las cuales".

Antes de despedirme, te doy un consejo.

Pregunta siempre el porqué de las cosas,

porque preguntar es de sabios.

¡Hasta luego!

Creo que pronto estaré listo para volver a casa.

Pues menos mal porque me estoy helando.

Sí, me noto que me han crecido los pulmones, James.

¿En serio? -Sí, ya lo creo.

Me pesa más el cuerpo

y noto como si tuviera dos sandías gigantes

debajo del sobaco. -Bueno, me alegro

de que, como mínimo, hayas aprendido algo.

Sí, cuando vuelva, mi abuela va a tener que comerse

una olla de fabada para competir

con todo el oxígeno que llevo dentro.

Bueno, pues venga, vámonos. -No, no, espera.

He dicho "pronto", no ahora.

Necesito un día más de entrenamiento.

¿Un día más? Me voy a helar, Nacho.

Parece que te da miedo el frío. Ay...

Los montañeros no tememos nada.

(Rugido)

¿Qué ha sido eso? -Yo no he oído nada.

¿Cómo que no? ¡Está cada vez más cerca!

¡Es el Yeti! -Nacho, son imaginaciones tuyas.

¡No! ¡Míralo, está allí! ¡Y viene a por mí!

Claro, tiene envidia de mis pulmones

y me los quiere robar. ¡Aquí te quedas, alpinista!

No me dejes aquí solo,

que tenemos que presentar el informativo.

¡Espera, vamos a hacerlo juntos!

Vaya, parece que no les ha gustado mucho el rugido del Yeti.

Quizás debería haber probado con el maullido de un gato.

¡Je, je, je!

(Música)

Bienvenidos y bienvenidas a "Está mapachando",

el informativo mapache

que da las noticias "pache lo que pache".

Hola, Nacho. Oye, me alegro de que hayas recuperado

la fuerza para respirar.

¿Has visto? Estoy hecho un campeón.

Por cierto, hoy te traigo un par de noticias muy jugosas.

¿Ah, sí? No creo que sean tan jugosas como las mías.

Ah, eso no lo sé, pero hay una que te va a encantar

porque es sobre un tema que te gusta.

¿Ah, sí? ¿De las sandías?

No, del Everest. -¡Oh!

El Everest es la montaña más alta del planeta

con 8849 metros de altura. Y aunque es muy bonita,

presenta también muchos peligros, como por ejemplo,

el mal de altura. El mal de altura se produce

cuando en sitios muy, muy altos empieza a faltar el oxígeno,

y puede dar síntomas como cansancio, dolor de cabeza

e incluso náuseas.

Por eso es muy importante entrenar bien antes de escalarlo.

¡Bah! El mal de altura ya lo tengo superado.

No lo creo. Recuerda que cuando estuvimos en el Everest,

tú también notaste la falta de oxígeno.

Sí, pero ahora tengo pulmones de acero.

Puedo con todas las montañas.

Bueno, lo mejor será que te quedes con tu abuela hinchando globos,

eso será lo más seguro.

Bueno, bueno, me toca. Claners, vais a flipar

con la noticia que he encontrado sobre mi propia familia.

Resulta que mi primo Juan Mapacho y su colega Bolita Orejona

también querían entrenarse

para hinchar a tope los globos.

Pero en vez de bucear por el fondo marino,

se colaron en la piscina del vecino.

¡Y no veas! Enseguida tuvieron que salir por patas,

porque el vecino les pilló chapoteando.

(RÍE) Este Juan Mapacho...

menudas ideas tiene.

Se nota que sois de la misma familia.

Siguiente noticia, ¿sabéis por qué los buceadores

pueden aguantar tanto rato debajo del agua?

Pues es gracias a su equipo.

Los trajes de buzo están especialmente diseñados

para proteger a las personas del frío,

ya que debajo del mar

las temperaturas pueden ser muy bajas.

La botella de aire que llevan en la espalda les permite respirar

y a través del regulador que llevan en su boca

son capaces de estar horas sumergidos bajo el mar.

Y ahora... voy a aguantar la respiración

hasta que James termine de despedir el programa.

(INSPIRA)

Bueno, claners, hasta aquí el programa de hoy.

Y recordad que el oxígeno es muy importante y es vital tener

una buena respiración para la salud. ¡Hasta pronto!

(JADEA) ¿Has cronometrado?

¿Cuánto he aguantado? ¿Una hora?

(Música)