Hola, "clanners", bienvenidos y bienvenidas

a "Aprendemos en clan".

James, ¿ya ha empezado el programa?

Nacho Mapacho, "bonjour, mon ami".

¿Eh? ¿Qué te pasa en la boca?

¿Por qué haces esos ruidos raros?

¿Qué te has atragantado?

No estarás comiendo basura sin mí, ¿eh?

James, que me enfado.

No, te he dicho "buenos días, amigo".

Pero en otra lengua, a ver si sabes cuál.

Pues, ni idea.

Una pista, es nuestro país vecino.

Ah, claro, Mapachelandia.

Casi, te hablo de Francia.

Y el idioma que se habla ahí es el francés.

¿Y sabes cómo se llaman sus habitantes?

Pues, Fran... ¿Francisco?

Bueno, algún Francisco habrá, pero se llaman franceses.

Ah, claro, ya lo sabía.

Te estaba tomando el pelo.

Todo el mundo sabe que en Francia viven los franceses.

Franceses, se dice franceses.

Eso es lo que he dicho yo, James.

Y a ver, ¿qué tiene de especial Francia?

Uy, pues un montón de cosas. Mira, por ejemplo.

La "ratatouille", el cruasán, la baguete.

Eso parece comida.

Pero aquí también tenemos un montón de cosas muy ricas.

Aparte de la comida, también destacan un montón

por su historia, es muy interesante.

Ah, sí, claro, es verdad.

Tienen una historia apasionante.

Sobre todo, cuando el mapache salva al mundo

justo antes de que explote todo.

Creo que te lo has inventado ahora.

¿Pero por ejemplo no te suena la Revolución francesa?

Ah, claro que me suena la revolu... La revolu...

La cosa esa francesa.

Lo que pasa es que estaban hablando de ello muy bajito y muy lejos.

-Y no me enteré de nada. -Pues, mira, esta vez,

abre bien los oídos y escucha a Mamen,

porque nos lo va a explicar alto y claro.

¡Tenemos hambre, queremos pan!

¡A la Bastilla!

(HABLA EN FRANCÉS)

"Bonjour, mes amis".

Hola, como estáis, chicos y chicas.

Os preguntaréis que qué me pasa hoy.

Pues estoy proclamando libertad, igualdad y fraternidad,

que era el lema de la Revolución francesa.

Es lo que gritaban los habitantes de París

cuando fueron en masa a tomar la Bastilla.

¿Y qué era la Bastilla? Pues sí.

La Bastilla era un castillo que servía como prisión

y era el símbolo del poder absoluto del rey, de la monarquía.

Los reyes y los nobles vivían muy bien.

Acumulaban toda la riqueza, el poder y los derechos.

No tenían ninguna gana de compartirlo

con el resto de la población.

Así que, en 1789, los ciudadanos de Francia,

cansados de estar con hambre y en guerra siempre,

tomaron la Bastilla pidiendo justicia.

Estaban muy enfadados, cuentan que la reina María Antonieta

les dijo que si no tenían pan para comer,

que se fueran a la pastelería.

¿Os lo podéis creer? Se morían de hambre

y les mandaban a comprar pasteles. Qué cabeza.

Qué pinta.

(HABLA EN FRANCÉS)

¿Os imagináis que solo dos o tres compañeros de clase

pudieran disfrutar de las cosas buenas?

De salir al recreo, de llevar almuerzos ricos.

De ir a las excursiones.

Sería totalmente injusto, ¿verdad?

Pues eso es lo que pensaron en Francia.

Querían acabar

con el reparto injusto de la riqueza.

Querían participar en la toma de decisiones.

Así que redactaron un documento para dejar esto bien claro

ante la historia.

Exigieron libertad para poder decidir entre todos,

siendo importante cada opinión y cada voto.

También pidieron igualdad para poder tener una vida digna sin importar

el origen social del que vinieras, todos iguales ante la ley.

Y lucharon por conseguir la fraternidad.

Echaron al rey y los nuevos gobernantes

escribieron la declaración de los derechos del hombre

y ciudadanos, hombre y mujeres tenemos los mismos derechos.

(CANTA EN FRANCÉS)

¿Conocéis esta canción? Es un himno.

Y es el himno de Francia.

Habla de un cambio social y político en el que el pueblo francés

toma el poder.

La Revolución francesa marcó el final de la Edad Moderna.

Y dio paso a la Edad Contemporánea, que es donde vivimos ahora.

El pueblo francés estableció las bases de la democracia.

Pronto, sus ideas de igualdad y de progreso se extendieron

por toda Europa; gracias a esta lucha,

ahora vivimos en igualdad.

Podemos manifestar nuestra opinión política

mediante el voto.

Vamos a repasar.

La revolución francesa supuso un cambio de valores.

Se pasó del poder absoluto de la monarquía

a participación ciudadana en la sociedad.

Y después de la revolución, empezó la Edad Contemporánea.

Ya sabéis, aprendiendo cosas del pasado,

entendemos mejor nuestro presente

y seguro que mejoramos nuestro futuro.

Bueno, me queda un poco de trabajo por hacer.

Tengo que desmontar esta barricada.

Nos vemos pronto.

¡Madre!

Ay, he tenido una idea mapachuda, James.

Voy a hacer mi propia revolución, la Revolución "mapachecha".

¿Una revolución? ¿Pero contra quién?

Ah, pues, pues... Ah, ya sé.

Contra los malvados basureros,

que se llevan la comida todas las noches.

¡Arriba los mapaches!

Ay, contra los basureros.

-Pobre gente. -"Liberté, basurité, mapachité".

No intentes pararme, James.

No, no, yo pararte, no.

Quiero decir, ¿la revolución la vas a hacer solo?

Porque estaría bien tener a más gente.

Uy, no te preocupes, James, si quieres formar parte, yo te dejo.

Aunque seas un humano.

No, si no lo decía por mí, lo decía porque si quieres convencer

a más gente, tendrás que aprender idiomas.

¿Más idiomas? Pero si soy un mapache internacional.

Hablo mapachés, castellano, inglés.

Mapachés otra vez. Lo que quieras.

A ver, cómo se dice "vamos a la revolución"

en inglés, por ejemplo.

Ah, eso es superfácil, está chupado.

Mira, escucha y aprende.

(HABLA EN INGLÉS)

(DUDA)

Oye, tampoco habrá tantos mapaches que hablen en inglés, ¿no?

Creo que necesitas una clase en inglés.

Por suerte, tenemos a Catherine, mira.

(HABLA EN INGLÉS)

(HABLA EN INGLÉS)

Vale, entonces, como mi primo, seríamos...

Nacho, ¿qué estás haciendo?

Ah, esta es la lista de los que van a venir a la revolución.

Vamos a ser todos estos, mira.

Ah, ¿sí? ¿A ver?

Uy, ¿pero cómo va a ser eso? Si aquí hay números decimales.

¿Cómo van a venir diecisiete personas y media?

Ah, eso es porque va a venir uno muy bajito

y tampoco es seguro que venga.

Sí, pero los números decimales se utilizan para otras cosas.

Ah, claro, claro, si es lo que yo pensaba.

¿De qué estábamos hablando?

De números decimales.

¿Y eso qué es?

Algo muy fácil que te va a explicar Miguel.

Pero presta atención.

Muy buenas, matemaniacos y matemaniacas, ¿qué tal?

Resulta que vengo de ver a una amiga

que está un poco malita, tiene un pequeño resfriado.

Y me ha dicho que tiene unas décimas de fiebre.

¿Sabéis lo que es?

Pues, está hablando de la temperatura corporal.

Y también está utilizando los números decimales.

¿Saben lo que son? Pues, vamos allá, vamos a verlo.

Os cuento lo que me ha dicho mi amiga.

Mirad el número 321.

El 3 equivale a las centenas y vale 300.

El 2 equivale a las decenas y vale 20.

El 1 equivale a las unidades.

Podemos ponerle 300, más 20, más 1.

Y nos daría 321.

Bien, si nos fijamos, el lugar que ocupa cada cifra

dentro de un número, nos dice su valor.

Podemos ponerlo también 3 por 100, más 2 por 10, más 1.

Y tendríamos también 321.

Si nos fijamos también, vemos como una posición a la izquierda

equivale a multiplicarlo por 10.

Y me dirán: "¿Y esto qué tiene que ver con los números decimales?".

Bueno, ahora les cuento.

Cuando nos movemos una posición hacia la izquierda,

multiplicamos por 10 el valor.

Y me dirán:

"¿Y esto qué tiene que ver con la temperatura de mi amiga?".

Pues, tiene mucho que ver.

Cuando mi amiga me ha enseñado el termómetro,

he visto que en la pantalla ponía 37.2.

Un número con un punto en el medio.

Y eso ella lo ha leído como "37 con 2 décimas".

¿Y esto qué es? Bueno.

"37 es la parte entera", me ha dicho.

Claro, ¿cuál sería

el siguiente número si les digo a 37?

Exacto, el siguiente número sería 38.

¿Y si tenemos un poquito más de 37 y menos que 38?

Podemos decir "37 y pico, 37 y un poco más".

Pero si queremos decir con exactitud la cifra,

pues ahí para eso están los números decimales.

¿Y cómo calculamos la parte decimal?

Pues lo que vamos a hacer es dividir el hueco entre el número 37 y 38.

¿Y en cuántas partes lo dividimos? Lo dividimos en diez partes iguales.

Por eso se llama decimal.

Como es 37.2, estamos cogiendo 2 de esas 10 partes.

Y si fuese 37.5, ¿qué haríamos?

Cogeríamos cinco partes.

Como pueden ver, el 37.2 tiene una parte entera

que es el 37, el punto y una parte decimal,

que es el 2.

¿Han visto qué fáciles son los números decimales?

Vamos a hacer un breve repaso.

Los números decimales nos sirven para describir un número

que no están tan entero.

Tienen una parte entera y una parte decimal.

Y utilizamos el punto para separar

esa parte entera de la parte decimal.

Así que, bueno, matemaniacos y matemaniacas,

lo mejor que puedo hacer es llamar a mi amiga,

a ver si se encuentra mejor de la fiebre.

Nos vemos, hasta la próxima.

Y habrá siempre sandía para todos los mapaches.

Perfecto.

Punto.

Pues ya está, ya lo tenemos.

-¿Pero el qué? -¿Pues qué va a ser?

La nueva Constitución Mapacha.

Guau, sí, la verdad es que está muy chula.

-Pero... -Sí, ya lo sé.

Tendría que llevar una foto mía para que así me siga más gente.

Como soy un mapache tan guapo y famoso...

No, más bien lo que yo te iba a decir es que...

Ya lo sé, ya lo sé. Quizá no habrá sandía para todos.

Bueno, quizá para nadie.

No, más bien lo que yo te quería decir es que en este texto

hay faltas, Nacho.

Hay muchas palabras escritas con G

-que realmente van con J. -¿Pero qué dices?

Si todo el mundo sabe que la G y la J son lo mismo.

Uy, como te oiga Juan Carlos, nuestro profe de lengua.

Mira, vamos a pedirle que nos haga una pequeña clase

explicando la diferencia entre la G y la J.

Hola, superlingüistas. El otro día estuve bailando la jota.

¿Cómo? ¿No sabes qué baile es ese?

Claro, ni yo tampoco.

Porque es la jota.

Con J. No gota, con G.

Hay algunas palabras que se confunden

y las escribimos con J o con G.

Pero tenemos que aprender a distinguirlas perfectamente.

¿Qué? ¿No sabes cómo?

Pues, presta atención.

Vamos a hacer un pequeño juego.

Te voy a poner unas palabras y a ver cuál de ellas

está bien escrita.

Muy bien, la palabra bien escrita es "proteger".

Como con mi escudo.

¿Recuerdas lo que era la raíz de una palabra?

Es la parte que no cambia.

Si la raíz va a la J, se escribe ja, je, ji, jo, ju.

Y si va a la G, ja, ge, gi, jo, ju.

Aunque suena igual, se escriben de distinta manera.

¿Te estoy liando?

Venga, vamos a seguir jugando para seguir de dudas.

¿Cuál de estas palabras está bien escrita?

Y esto, una corona de laurel.

Soy elegido el mejor superlingüista.

Efectivamente, elegido es la palabra que está bien escrita.

Y es que en su raíz lleva la G.

En la raíz de tejer va la J.

Y otro secreto, las palabras que llevan "ógico",

siempre se escriben con G.

Bueno, veo que lo tienes clarísimo.

Así que vamos a seguir jugando.

Ahora tengo tres palabras escritas con J.

A ver cuál de ellas está bien escrita.

La buena es...

Crujido, claro.

Y es que en la raíz lleva J.

Esta era un poquito más difícil porque, magia,

no te había explicado la regla.

Y es que las palabras que acaban en "agia"

se escriben con G.

Y otra regla más es que las palabras

que empiezan por "geo", como geológica,

se escriben siempre con G.

Vamos a por otra prueba.

Mira estas tres palabras.

¿Cuál de ellas está bien escrita?

Eso es, la palabra es bujía.

Es un elemento que llevan los coches y las motos

para que puedan funcionar.

E igual dices: "Anda, pero si este iba con G.

Igual que magia, porque termina en 'gía'".

No, es una excepción.

Y te la tienes que aprender.

Lo mismo pasa con "berenjena", que se escribe con J.

Y es otra excepción que tienes que saber.

La palabra "escoger" veo que te ha dado cuenta

que en su raíz lleva la G.

Así que hay que escribirla con G.

Repasemos lo que hemos aprendido con nuestro juego.

La raíz es la parte de la palabra que no cambia.

Las palabras que llevan G son las que terminan

por "ógico", "agia", o empiezan por "geo" o llevan "gen".

Salvo algunas excepciones.

Pero recuerda que el truco para escribir bien las palabras

es leer mucho.

Hasta luego.

(HABLA CON ACENTO) "Allez", compañero.

Tenemos que acabar con esos malditos basureros.

"Allez, allez".

Por la victoria.

Nacho, ¿pero por qué hablas así?

¿Eh? Estoy hablando francés.

A ver si aprendes idiomas, hombre.

Sí, sí, claro, claro.

Oye, por cierto, ¿cómo va el tema de la revolución?

Va bien, va bien.

Lo único que la tuve que aplazar, porque me entró sueño.

Pero ya pronto lo haremos.

"Igualité, basurité y mapachité".

Ah, eso son los principios de la revolución, ¿qué significan?

¿Principios? ¿Qué principios?

Sí, claro, los principios, como en la Revolución francesa,

que eran "égalité, fraternité, liberté",

que significa "igualdad, libertad y fraternidad".

Ah, los principios son los mismos, pero diferentes.

O sea, que no son iguales, pero son lo mismo, pero diferentes.

-¿Lo entiendes? -No.

Yo tampoco.

Pero no te preocupes, porque Orilo y Arlequina

en el reto de hoy nos lo explican.

(HABLA CON ACENTO) Compañeros, compañeras, uníos a la revolución.

"Liberté, égalité, fraternité".

Sí, somos revolucionarios franceses.

Estamos en plena Revolución francesa.

El inicio de la Edad Contemporánea en la que estamos ahora.

Pero Orilo, para ser auténticos revolucionarios,

debemos conocer qué significa nuestro lema.

Claro que sí, Arlequina.

Mira.

Vale, muy bien.

¿Pero qué significan en realidad esas tres palabras?

Ay, Arlequina, se me está ocurriendo una cosa muy chula.

Podríamos representar de forma creativa

el significado de cada una de las palabras

del lema de la Revolución francesa.

Ay, Orilo, me encanta.

Creo que ya tenemos reto.

Pedazo de reto.

Venga, empezamos por la libertad.

Orilo, ¿cómo podemos representar lo que es la libertad?

Pues, es complicado, porque es un pedazo de concepto.

Se me ha ocurrido una cosa, Arlequina.

¿Qué te parece si lo escribimos en un ordenador

y lo imprimimos en grande para pegar por ahí

lo que significa para cada uno de nosotros

el concepto de libertad?

Me encanta, aquí tengo un ordenador

de inicio de la Edad Contemporánea para poder escribirlo.

¿Qué es la libertad?

Pues mira, para mí la libertad es... Imprimir.

-¿Qué? -Mira, Arlequina.

La libertad es cuando puedo decir lo que pienso.

Qué buen concepto. Yo ya lo tengo.

Imprimir.

Para mí, la libertad es poder decidir

si juego a las muñecas o al fútbol.

Perfecto, y ahora es tu turno.

Escribe en un folio en blanco qué significa para ti la libertad.

Vamos con el segundo concepto. Igualdad, Arlequina.

¿Cómo lo representamos?

Podemos recoger escenas de lo que significa para nosotros

la igualdad grabándolas en video.

Yo me grabaría en mi laboratorio científico

investigando sobre ciencia.

Las mujeres no siempre hemos tenido la oportunidad de investigar.

Y poder hacerlo, eso es igualdad.

Pues yo me grabaría votando como delegado de clase

a mi amigo Mohammed, que aunque haya nacido en Marruecos,

ahora está aquí y todos tenemos que tener

las mismas oportunidades; eso es igualdad.

Vale, Orilo, ya sabemos lo que es la libertad

y lo que es la igualad.

Nos queda la tercera palabra de nuestro lema.

Fraternidad, ¿pero qué es la fraternidad?

Arlequina, la fraternidad es sentir por todas las personas,

aunque no las conozcamos, el mismo amor y cariño

que sentimos por nuestros familiares.

Qué bonito, Orilo.

¿Y qué te parece si lo representamos dibujándolo?

Qué buena idea, Arlequina.

Vamos a dibujar lo que es la fraternidad.

Y tú, desde casa, ¿te atreves con ello?

Dibuja lo que es para ti la fraternidad.

Nosotros nos vemos en nuestra siguiente aventura.

-Adiós. -Mira qué bonito.

-Pero qué bonito. -Cuánto cariño.

Cuánto corazón.

Oye, James, y después de la Revolución francesa,

¿qué pasó?

Pues que en Francia se instauró la democracia.

Y empezó la Edad Contemporánea, que es en la que estamos ahora.

Mapachachi.

Después de la Revolución mapachecha, vendrá la mapachecracia.

-Uy, ¿y esa cómo funciona? -Pues muy fácil.

El mapache más guapo y carismático, o sea, yo,

mandará a todo el mundo todo el rato.

Se hará siempre lo que yo quiera.

Uy, eso me suena a todo lo contrario

de lo que tiene que ser una democracia.

En eso no te apoyo.

Silencio y arrodíllate ante mí.

No, Nacho, yo a esa revolución no me apunto.

Solo me apunto a la revolución por la democracia.

Como los franceses.

Pero date prisa, hombre, que estaba haciendo broma.

Es porque empieza "Está mapachando".

Venga, corre.

Bienvenidos y bienvenidas a "Está mapachando",

el noticiero mapache que da las noticias "pache lo que pache".

Buenas noticias: Nacho Mapacho,

el mapache revolucionario, presenta este programa.

Malas noticias.

También sale un señor con barba, James van der Lust.

-Hola, Nacho. -Hola, James.

Buenas noticias. Después de ver este programa,

animales de todo el mundo

empiezan a hacer sus propias revoluciones animales.

Esta valiente rata de Ratarifa,

ha decidido que ya era suficiente y en vez de salir corriendo

cuando ha visto a este gato, se ha revelado

y ha hecho su propia Revolución ratanesa.

El pobre gato no sabe qué hacer.

A través de internet, se produce una Revolución medioambiental.

Y gente de todo el mundo se organiza para limpiar

sitios llenos de basura.

Miles de personas de todo el mundo, cansadas de la suciedad

y de la contaminación, se han unido

en un movimiento medioambiental que se ha creado

a través de redes sociales.

Y se movilizan para realizar grandes limpiezas

en lugares que estaban completamente repletos de basura.

Las imágenes del antes y del después,

hablan por sí solas.

Los resultados son completamente asombrosos.

Claro que sí, eso sí que es una revolución.

Y si los participantes quieren enviarme

un poco de basura, yo estaré encantado de colaborar.

Y hasta aquí

-las noticias de hoy. -No, no, espera, espera.

Que hay noticias de última hora.

Pero si no quedan más noticias hoy.

Nos informan que la Revolución mapachecha

ha sido todo un triunfo.

Hasta los franceses están asombrados.

Esta noticia se la está inventando.

Se creará la primera mapachecracia

en la cual solo se podrá comer sandía

y los basureros traerán basura en lugar de llevársela.

Esta será su bandera.

(RÍE) Qué mapachulada.

Bueno, "clanners", hasta aquí las noticias de hoy.

Ahora sí, nos vemos. Hasta pronto.