(Alarma)

(Música)

¡Hola, clanners, o, como dicen en francés,

"salut, clanners"! Bienvenidos a "Aprendemos en Clan".

-James, ayúdame. -Nacho, ¿dónde estás?

-Aquí abajo.

-Ay, coge esto, por favor. -Sí, ¿dónde vas con esto? Espera.

-Ay, cómo pesa.

(SUSPIRAN)

-Guau. -Gracias.

-Mejor dicho: de nada.

-¿De nada por qué? -Porque te he traído

todo esto para ti. Son esas cosas que te gustan tanto

y te pasas todo el rato mirando.

-Sí, libros. Muchas gracias. ¿Has estado en la biblioteca?

-Sí, bueno, en el contenedor de basura

que está al lado de la biblioteca. -Ya decía yo que olías un poco raro.

Mira, este mola un montón: "Viaje al centro de la Tierra",

de Julio Verne.

-¡Guau! ¿Se puede ir al centro de la Tierra?

Seguro que hay un montón de cosas chulas.

Yo quiero ir, James, yo quiero ir.

-No, no. No se puede ir al centro de la Tierra.

-¿No? ¿Por qué? ¿Qué pasa? ¿No tienen cosas chulas?

-¿Está prohibido? ¿Está cerrado por obras?

-Lo que pasa es que esto es una obra de ciencia ficción.

-¿Está cerrado por una obra de ciencia ficción?

James, ¿y cuándo vuelven a abrir?

-Te estás liando.

La ciencia ficción es un género literario.

Mira, Juan Carlos te lo explica.

¡Hola, superlingüistas! Soy Juan Carlos Palomino,

tu maestro de Lengua.

¿Alguna vez te he contado que me encanta pasa horas y horas

en la biblioteca?

La lectura me ayuda a conocer nuevos mundos

y, además, aprendo un montón.

Y, por cierto, el tiempo se me pasa volando

cuando estoy leyendo. Los libros que más me interesan

son los de grandes viajes.

Aunque también me gustan mucho las revistas científicas.

El espacio es uno de mis temas favoritos.

Me fascinan los lugares poco conocidos,

como, por ejemplo, el planeta Marte.

Solo pueden llevarnos las revistas científicas

o la ciencia ficción.

La ciencia ficción es un género literario,

pero, a diferencia de la comedia,

que nos hace reír, o del drama, que nos hace llorar,

la ciencia ficción basa sus historias

en supuestos logros científicos o técnicos que podrían conseguirse

en el futuro.

Pero, ojo, no hay que confundirlo

con el género fantástico,

en donde las situaciones y los personajes son fruto

de la imaginación.

¿Te está interesando este género literario?

(GRITAN)

Deja que te recomiende a uno de mis autores favoritos,

el gigante de los libros,

el genio, el fantabuloso Julio Verne.

Seguro que has oído alguna vez hablar de Julio Verne.

Cuentan sus familiares y conocidos que Julio Verne

se pasaba horas y horas leyendo en la biblioteca.

Tenía muchísimas revistas científicas que devoraba.

Además, su gran curiosidad le llevaba

a imaginar un montón de inventos.

Estoy seguro de que, si Julio Verne viviera hoy

en nuestros días, estaría muy pendiente

de las nuevas tecnologías.

¿Sabes que él se imaginó el teléfono antes de que existiera?

A eso lo llamo una persona con visión de futuro,

todo un gurú tecnológico.

Aunque Julio Verne nació hace 200 años,

millones de personas siguen hoy en día leyendo sus libros.

Y esto puede ser debido a que los personajes de sus novelas

eran aventureros, amantes de las ciencias

y también un poco alocados, como, por ejemplo, el capitán Nemo.

En sus libros, imaginó medios de transporte

que ni siquiera existían.

¿Cómo? ¿Que no me crees?

Léete "20.000 leguas de viaje submarino".

Su protagonista se sumerge en aguas muy profundas

cuando ni siquiera nadie lo había conseguido.

Otro libro más. ¿Te suena "De la Tierra a la Luna"?

Ese también es de Verne. Así que Julio fue la primera persona

que se imaginó un viaje a la luna.

De tanto hablar de Julio Verne,

me están surgiendo un montón de dudas

de cómo será la vida dentro de 100 años.

¿Habrá coches voladores? ¿Tendremos robots en nuestras casas

que nos ayudarán a hacer la tarea del cole?

Uy, todo esto me está dando para escribir

algunas historias de ciencia ficción.

¿Has visto cuál es el poder de la lectura?

Tanto leer historias de Julio Verne ha hecho

que me invente un nuevo personaje.

Ahora me he convertido ¡en el doctor Juan Carlos Einstein!

y quiero viajar al futuro.

Por cierto, ¿has visto mi nuevo pelo?

¿Qué tal me queda?

Creo que esta melena me hace un poquito más inteligente.

Venga, dejémonos de bromas.

Y, como quiero saber qué pasará en el futuro,

estoy pensando en construirme

una máquina del tiempo. ¿Crees que me estoy volviendo

un poco loco?

Quizá mi pasión por alcanzar mi sueño

me está alterando un poco.

Pero Julio Verne no solo me ha influido a mí

para crear el personaje del doctor Juan Carlos Einstein,

sino que ha influido

a muchos escritores

y también ha sido una gran influencia en el cine.

Seguro estoy de que conoces alguna película de dibujos animados

basada en el género de ciencia ficción.

Te dejo pesando.

¡Hasta pronto!

Vale, ya sé lo que es la ciencia ficción.

¿Y ahora podemos ir al centro de la Tierra?

Por favor. Por favor.

-Es que el centro de la Tierra tal y como nos lo cuenta Julio Verne

no existe.

-Jo.

Ya, pero es que ¡igual mola todavía más¡

¿Y si vamos y descubrimos una civilización

de mapaches jamás descubierta?

-No lo creo. Y, además, para llegar al centro,

tendríamos que atravesar

la corteza terrestre. -¿La corteza? ¿Como la del pan?

-Más o menos. La Tierra está formada por capas.

-Oh. ¿Un pan con capa?

¡Superpán!

-(RÍE)

La Tierra tiene una composición que dentro tiene...

-¿Es un pájaro? ¿Es un avión?

¡No, es una barra de pan!

¡Es Superpán!

-(RÍE) -Deja de hacer el cafre y atiende,

que Montse nos lo va a explicar.

# Superpán, Superpán.

# Es un pan, es un pan. #

¡Hola, niños y niñas!

¿Qué tal? Soy Montse, vuestra profe de Ciencias Sociales.

A ver si adivináis de qué vamos a hablar hoy.

¿Os habéis dado cuenta?

# Tachán, tachán. #

¡Claro que sí! Aquí tengo una representación de la Tierra.

¿Queréis conocerla en profundidad?

No os lo perdáis.

¿Sabéis que la Tierra tiene un montón de capas,

muchas muchas, como una cebolla?

Pero en verdad no tiene tantas.

Vamos a descubrirlo.

¿Y para ello te animarías

a hacer un viaje al centro de la Tierra?

Esta idea no es original mía,

no se me ha ocurrido solita. Hay un escritor muy famoso llamado

Julio Verne que ya escribió un libro

sobre un viaje al centro de la Tierra,

solo que él tenía un montón de imaginación

y se imaginan que dentro de la Tierra

había bosques, montañas, lagos y animales parecidos

a los dinosaurios.

Pero nada de eso. Vamos a descubrir qué hay realmente

en el interior de nuestro planeta Tierra.

(GRITAN)

Comenzamos nuestro viaje en el exterior de la Tierra.

Tenemos que atravesar la zona gaseosa,

porque la Tierra tiene gases, pero no de los que te piensas.

Así que atravesamos la atmósfera,

la troposfera, la mesosfera, su capa de ozono,

¡pum! y aterrizamos, en cinco, cuatro, tres, dos, uno,

en la parte sólida de la Tierra,

que se denomina "geosfera".

En la parte visible de la Tierra, distinguimos dos zonas, ¿a que sí?

La hidrosfera, que es la zona que tiene agua.

¿Sabías que la parte de agua de la superficie terrestre ocupa

tres cuartas partes?

Toma ya. Y la podemos encontrar

en diversas formas: en grandes bloques de hielo,

como los icebergs;

en agua salada, como la de los mares;

o en agua dulce, como la de los ríos.

La zona sólida, sobre la que estamos ahora mismo,

son los continentes, aunque también hay islas.

Las capas de la geosfera son tres:

la corteza, el manto y el núcleo.

Recuérdalas bien porque vamos a hablar de ellas.

La corteza es esa parte más superficial

donde hemos dicho que estaban...

Muy bien, l a hidrosfera, los continentes

y los fondos marinos.

¿Estás preparado para iniciar el viaje

al centro de la Tierra?

A ver qué nos encontramos.

Mis valientes investigadores,

ya estamos en el interior de la Tierra.

Y, como veréis, no hay nada de las cosas

que se le ocurrieron al escritor Julio Verne:

ni animales mitológicos, ni bosques, ni manantiales,

ni nada de eso.

Lo que sí tenemos es un montonazo de capas.

Como ya hemos visto,

estaba la corteza, en la cual estaba la hidrosfera,

los continentes y los fondos marinos.

Nos adentramos un poquito más.

La siguiente capa es el manto.

Es la más extensa de las capas de la Tierra

y está formada por rocas.

Muchas de ellas están en estado líquido

y eso se debe al calorazo que hace,

porque están derretidas.

Vamos a tomarle la temperatura

a esta capa de la Tierra.

Uy, uy, qué calor. Parece que nuestro termómetro

aumenta su temperatura.

Madre mía, si hubiéramos hecho el viaje

de Julio Verne, hubiéramos pasado un calor

porque el manto está que arde.

Seguimos explorando el interior de la Tierra

y nos acercamos a su zona más profunda: el núcleo.

El núcleo está formado por metales pesados.

¿Y sabéis? También hace un calor.

Midamos la temperatura. Uy, uy, que nuestro termómetro

sigue subiendo en el núcleo. ¡Madre mía, hace un calor abrasador!

Ya habéis aprendido muchísimo sobre las capas de la Tierra.

Aquí os dejo.

Me quedo buscando el camino de salida hacia el exterior,

porque me parece que me va a llevar un rato

porque son miles y miles de kilómetros

hasta la superficie de la Tierra.

¡Hasta luego!

¿Lo ves, Nacho? El centro está muy, pero que muy,

pero que muy caliente.

-James, no pasa nada, me llevo una nevera portátil

que encontré el otro día en la basura

y un par de latas de Mapache-Cola, claro.

-No sé si eso valdrá.

-Vale, me llevo tres latas.

-No, me refiero a que el centro de la Tierra

está lejísimos. -Oh. ¿Cuánto se tarda?

¿Un minuto? ¿Siete segundos?

¿Una mapache semana?

-¿Mapache semana? Creo que tienes que hacer un repaso

a las unidades del tiempo.

Por suerte, Miguel nos va a echar una mano.

-Atiende. -¡"Mapachulo"!

¡Hola, matemaníacos y matemaníacas!

¿Qué tal? Soy Miguel Ángel Ruiz, vuestro profesor de Matemáticas.

Hoy vamos a hacer unos viajes en el tiempo.

¿Que creen que no es posible? Claro, creen que no es posible

porque no tienen esta máquina tan chula

que me han prestado los profesores de Ciencia:

Orilo y Arlequina. Con ella podemos viajar

por los días, por las semanas, por los meses,

por los años, por los lustros,

las décadas, los siglos, los milenios.

¿Que no saben lo que es? Vamos allá.

El tiempo se puede medir

en distintas unidades.

Empecemos por el día. Un día tiene 24 horas.

Y podemos hacer en 24 horas muchas cosas.

Por ejemplo, por la mañana, podemos ir al cole

y, por la noche, podemos dormir.

Pero eso solo lo hacemos entre semana,

de lunes a viernes, porque los fines de semana,

los sábados y los domingos,

¿qué hacemos? ¡Los fines de semana jugamos!

(GRITAN)

Lunes, martes, miércoles, jueves y viernes son 5.

Y el sábado y el domingo son 2 más.

Son 7, porque 7 son los días de la semana.

Si juntamos cuatro semanas, nos salen 28 días. ¿Por qué?

Porque 4 x 7 = 28. Y se preguntarán:

"¿Y qué meses tienen 28 días?".

Todos. Todos los meses tienen 28 días,

incluso 30 y 31.

De hecho, el único mes que tiene 28 días

es febrero, aunque algunos años tiene 29,

pero solo ocurre cada 4 años

y se denomina "año bisiesto".

Te voy a enseñar un truco muy guay para saber

qué meses tienen 31 días

y qué meses tienen 30

y lo vamos a hacer con nuestras manos.

Tenemos que cerrar los puños

y los juntamos. ¿Por qué? Porque nos vamos a fijar

en los nudillos y vamos a ver. ¿Los nudillos qué representan?

Los meses con más días.

¿Enero tiene qué? 31. Febrero tiene 28; algunos años, 29,

que es el hueco entre los nudillos.

¿Marzo qué tiene? Marzo tiene 31. Abril tiene 30.

Mayo tiene 31. Junio tiene 30.

¿Julio qué tiene? Julio tiene 31.

Y me voy a mi otra mano. Agosto, que está aquí unido,

¿qué tiene?

También tiene 31. El verano es grande.

Y nos vamos aquí, al valle, que sería septiembre.

Después, octubre más; Noviembre, menos; y diciembre, más.

Con estos 12 meses, ¿a qué nos hemos ido?

Con 12 meses, ¡hemos dado una vuelta al año!

12 meses son 1 año.

(GRITAN)

Si juntamos 5 años, tendríamos un lustro.

Si ven esta línea que representa 1 año,

si juntamos 5 juntas, ¿qué serán? 5 años, que equivalen a 1 lustro.

¿Y qué pasa si juntamos 2 lustros?

2 lustros serían 10 años.

¿Y 10 años a qué equivalen?

A 1 década, que ya son años.

1 década son 10 años.

¿Y qué pasa si juntamos 10 décadas?

10 décadas son muchos años.

10 décadas son nada más y nada menos que 100 años.

Y 100 años es un siglo.

1 siglo son 100 años

y son 10 décadas.

¿Quieren ver cómo eran los coches hace 100 años?

Miren cómo han cambiado.

Y ahora vamos a hacer un viaje más largo en el tiempo.

Vamos a viajar mucho. Si sumamos 100 años 10 veces,

es decir, 100 + 100, así 10 veces,

¿cuánto tenemos? Tenemos muchísimos años.

Tenemos 1.000 años y eso equivale a 1 milenio.

Hemos pasado del día al milenio en tan solo unos minutos.

¡La máquina del tiempo ha funcionado!

Así que voy a aprovechar y voy a seguir viajando.

¡Adiós, matemaníacos y matemaníacas!

Entonces no podemos ir al centro de la Tierra, ¿no?

No entiendo la ciencia ficción. ¿Para qué sirve si todo es mentira?

-Para entretenernos. -¿Para entretenernos?

A ver otro libro. ¿Es de qué va?

-Mira, este de aquí:

"Un yanqui en la corte del Rey Arturo",

de Mark Twain. Va de un señor que viaja al pasado

y de repente termina en la corte del rey Arturo.

-¡Guau, qué guay!

Quiero ir a la corte del rey Arturo ese también.

Le diría: "Ey, Arturito, quiero probar sandías de por aquí"

y nos haríamos amigos.

-Creo que no te iba a entender porque era el rey de Inglaterra.

-Oh. -Hablaba inglés.

(HABLA EN INGLÉS)

Le diría...

(HABLA EN INGLÉS)

-¿"Sandieishon"? -¿"Sandieishon"?

Creo que no te iban a entender.

Pero, mira, por si de repente viajas al pasado

y acabas en Inglaterra, Katherine te puede ayudar

a preparar el viaje.

(HABLAN EN INGLÉS)

(HABLA EN INGLÉS)

(GRITAN)

Ya estoy preparado para viajar al pasado

y conocer al rey Arturo.

(HABLA EN INGLÉS)

-Pero sabes que es ciencia ficción

y que no existe en el mundo real.

-¡¿Cómo?! ¡¿Esto tampoco?!

"Mapachis" en la mar.

-Pero siempre puedes escribir tu propia novela de ciencia ficción

donde pase lo que quieras.

-Eso voy a hacer. ¿Y sabes qué va a pasar?

Voy a ir a ver al rey Arturo al centro de la Tierra

y allí habrá una civilización de mapaches jamás descubierta.

-¡Guau! Qué ganas de leer tu novela.

-Sí, lo único es que falta un pequeño detalle

que te tenía que comentar.

No sé cómo se hace, así que la vas a tener que escribir.

Sí, venga, empieza. Érase una vez...

-Que no, que no, granuja, ni hablar de eso.

Mira, justo hoy en el reto Orilo y Arlequina nos explican

cómo podemos escribir nuestra propia novela.

-Oh. -Mira.

¡Hola, chicos, chicas! Somos Arlequina y Orilo,

vuestros profesores de Ciencias Naturales.

Orilo, ¿qué lees?

-Estoy leyendo "De la Tierra a la Luna",

de Julio Verne.

-¡Julio Verne!, uno de los inventores

de la ciencia ficción. Cómo molan los libros,

las pelis de ciencia ficción.

Son mi género favorito.

-¿Ciencia ficción? Arlequina, ¿eso qué es,

como ciencia de mentirijilla? -Lo que estás leyendo, Orilo.

Y no vas desencaminado. En realidad, la ciencia ficción

son historias que analizan las consecuencias

que podrían tener algunos inventos científicos,

reales o imaginarios. -Eso pasa en este libro,

que se inventan un cañón para disparar proyectiles a la luna.

-Orilo, ¿quieres que nos teletransportemos

al mundo de la ciencia ficción?

-¡Sí! -Aquí llega nuestro reto de hoy:

vamos a construir auténticas historias

de ciencia ficción. ¡Imaginación al poder!

-¿Puedo construir mis propias historias?

-¡Claro! -Mis historias van a tener

viajes en el tiempo, mundos paralelos, naves espaciales,

vida microscópica, espadas, láser, unicornios.

-Vale, vale. Me parece genial todo eso,

pero tenemos que ponerle orden a las ideas.

Lo primero que tenemos que hacer

es pensar en nuestro personaje protagonista

y en el mundo en el cual vivirá.

Ojo, puede ser la Tierra, pero pueden ser otros mundos

en el universo. -Vale, el personaje será

Orilo Nautilus. Está inspirado en mí.

Y vivirá en un palacio,

un palacio que estará debajo del mar.

El palacio se llamará Mediterráneum Avisae,

en el fondo del mar Mediterráneo.

-Genial. Lo siguiente que tenemos que pensar es

en un algún avance científico.

-Un robot que le hace los deberes.

-Hombre, Orilo, seguro que se te ocurre algo mejor.

Hay que pensar como un auténtico científico.

-Debajo del mar, en el fondo, podrían tener un sol,

porque en el fondo del mar no hay luz.

-Muy bien. -Y tener un sol,

pero un sol que brilla debajo del agua.

-Toma. -Me encanta,

me encanta ese avance científico.

Ahora tenemos que buscar un conflicto.

-Pero ¿un conflicto?

Pero ¿por qué un conflicto? Con lo bien que estamos sin líos,

Arlequina. -No, Orilo, pero todas las historias

tienen un conflicto, es lo que le da vidilla,

algo que distorsione un poco el devenir del protagonista.

-Vale, vale. El conflicto podría estar

con el "Himantolophus groenlandicus",

el pez más feo del mundo, porque "Himantolophus" tiene

un farolillo, con el que hace su propia luz,

y el sol de Orilo Nautilus le molesta.

Entonces ahí se produce la lucha.

-Muy bien.

Y hay que buscar, en un desenlace final,

una posible solución: ¿quién gana, tu protagonista

o prevalece el conflicto?

-¡Como hace Julio Verne en sus libros!

-Exacto, Julio Verne escribió en sus libros

historias alucinantes

y muchas de ellas se han podido llevar a cabo

realmente con el paso de los años,

con el avance de la ciencia.

Realmente, Julio Verne fue un visionario.

¿O fueron los científicos y las científicas

las que se inspiraron en las historias de Julio Verne?

-Y ahora es tu momento.

Desde casa puedes escribir tu propia historia

de ciencia ficción. Recuerda: necesitarás un personaje,

un lugar en el que viva, un avance científico real

o inventado, necesitarás un conflicto

y resolver la historia.

-Imaginación al poder. Recuerda que la única manera

de explorar los límites de lo posible

es aventurarse en lo imposible.

Nos vemos en nuestro siguiente capítulo.

Adiós.

Y fin. Ya tengo mi ciencia ficción.

-Uf, cómo me ha costado. -Pero si solo has hecho media hoja.

-Pero está muy bien. Escucha, que te la leo.

Érase una vez un malvado profesor llamado

James Van der Lust,

que no quería que un valiente Nacho Mapacho

fuera al centro de la Tierra.

-Pero, Nacho... -Con el rey Arturo

porque no quería que descubriera una civilización

de mapaches jamás descubierta

y se convirtiera en su rey. -Pero no es verdad, no soy malvado.

-No te preocupes, Jamesito, es ciencia ficción, no es verdad.

¿Quieres saber el final o no?

-Bueno, va.

-Venga, ven, acércate, que te lo cuento, venga.

Abre bien las orejas porque te voy a contar

¡que "Está 'mapachando'", que empieza el informativo!

(RÍE)

"Está 'mapachando'".

(RÍE)

Bienvenidos a "Está 'mapachando'",

el noticiero mapache

que da las noticias "pache" lo que "pache".

Buenas noticias: aunque es tan guapo que parece sacado

de una obra de ciencia ficción, el mismísimo Nacho Mapacho presenta

este programa. Malas noticias: también sale James Van der Lust.

-Hola, James. -Hola, Nacho.

-Sí, eso he dicho: "Hola".

Buenas noticias: se acaba de descubrir

una civilización de mapaches desconocidas

hasta ahora.

Se pensaban que venían del centro de la Tierra,

pero, en realidad, estos graciosos mapachines

son de Mapachinilla. Incluso han entrenado a un señor

para que les dé salchichas.

"Mapachonante".

-Se ha hablado de ellos en incontables obras

de ciencia ficción, pero al parecer los coches voladores

pueden convertirse en una realidad.

Una empresa japonesa logra crear un coche volador

totalmente funcional y asegura que podría salir de venta

al público para el año 2023.

-¡Guau! Quiero uno. Suerte que me he traído a Conexa.

¡Hola, Conexa!

-"Hola, soy Conexa, tu asistente virtual."

-Hola, Conexa. Soy Nacho, tu jefe.

¿Puedes llamar a Japón?

-Hola, Nacho Tu Jefe, no tienes ningún contacto

que se llame Jamón.

-No, soy tu jefe, pero me puedes llamar Nacho Mapacho.

-Llamando a Nacho Mapacho.

-Ay, Conexa, me estás llamando a mí.

No, cuelga, cuelga. Ay, ayúdame, James.

-Llamando a James.

-No, cuelga. Ay, madre mía.

-Llamando a tu madre.

-¿Que qué?

-"Nacho, ven a comer, que tengo sandía de postre."

-¡Sandía, cómo me gusta! ¡Gracias, mamita querida!

¡Adiós, James!

-Clanners, lo dejamos aquí.

No dejes de imaginar.

Y muy importante: la realidad a veces

supera la ficción.

Hasta pronto o, como dicen en Francia,

¡"au revoir"! -Llamando a Francia.

-No, no, a Francia no, cuelga, cuelga.