No es justo, hoy tocaba hacer algo distinto.

(Despertador)

Extra, extra, horas extra para nuestro Clan.

Entre el tiempo y el espacio, en un punto ideal.

Nunca hay miedo. -¡No!

-Ni células ni átomos, qué aburrimiento.

¡Big Band Clan!

¡Big Band Clan!

Y el ninja rojo pega un salto, queda encima del árbol

y, desde ahí, ve dónde está el peligro.

Desde ahí ve que el agua va a llevarse todo el pueblo.

Pues mira tú qué bien, ¿no? Qué bien.

¿Y cómo se titula la película? "El ninja rojo".

Al profesor Einstein le encantó. (RÍE) Sí.

Cuando salimos del cine, iba pegando saltitos.

Cuando era niño, le encantaban los ninjas.

Nos lo estuvo contando al salir del cine.

Qué bien... Qué bien.

¿Y cómo se llama la película?

Mamá, ¿te pasa algo?

Te hemos dicho el título de la película como 20 veces.

Ay, lo siento, perdonad, es que estoy un poco preocupada.

¿Qué te pasa?

Mi sexto sentido de hormiga me avisa de que se acerca, no sé,

una especie de... De combate. ¡Hala! Contra un archienemigo.

No lo sé.

La sensación es muy clara, pero los detalles son confusos

y estoy preocupada porque... las peleas

nunca llevan a ninguna parte y hay que evitarlas a toda costa.

Lo mismo dijo el ninja de la peli que vimos este fin de semana.

Pero cuando reparte... reparte. Como tú, mamá.

Doris, ¿y tú qué piensas? ¿Qué crees que puede ser?

-"Me haces preguntas como si fuera tu amiga del café con leche,

soy una máquina

que no está programada para la adivinación".

-Perdona, es que a veces pareces tan humana...

-"Un poco de respeto por mis circuitos, por favor.

¿Quedan aspirinas?

Hoy me he despertado con una leve sensación de mareo".

(RÍEN)

(Música)

Y con sus propias manos, el ninja rojo construye una presa

cargando pedruscos inmensos y evita la inundación.

Está muy bien, pero a mí me tira más el musical.

De pequeño, me encantaban los ninjas.

Aún me acuerdo de unos movimientos que entrenaba cada día como un loco

en mi habitación. Ya verás, aparta, aparta.

Cuidado, profesor,

a su edad el fémur empieza a mostrar cierta debilidad que...

¡Va! Mantengo una agilidad digna del mundo felino.

(Música)

¡Ay!

¿Se ha hecho daño?

Oh... Oh... Arriba.

¿Está bien, profesor? ¿Qué pasa?

Siéntese, siéntese, ¿eh? Aquí.

A ver, ¿cuántos dedos le estoy enseñando?

"Guayominí, quatre points". Ay...

(Música)

¡Mis conexiones neuronales!

Tengo que intentar conectarlas de nuevo.

Tengo... "Guayominí, quatre points".

(Música)

(RÍE) Ya ves, nen,

qué sobrevaloradas que están las neuronas.

¿A ver qué es lo que tenemos por aquí?

¡Uaah! ¡Ya ves!

Habrá que reorganizar este cerebrito de nuevo

que lo veo todo muy anticuado.

Vamos a darle un poco de marchita al tema.

Con todos ustedes... Dj E, más conocido como el ninja rojo.

(Música)

A ver, profesor, intente contestar a mis preguntas.

¿Cómo se llama?

El ninja rojo. ¡No!

Eso era la película que vio este fin de semana

con Ana y con Dani. ¿Película?

¿Y tú quién eres, chatarritas? ¡Dios mío, lo hemos perdido!

Mira, mira lo que hago, mira. ¡Oh!

(Música)

¿Qué? ¿Cómo se te ha quedado el cuerpo?

Pues... Pues... (IMITA) "Pues... Pues... Pues...".

Espabila, nen, que te veo "apalominao".

Trae alguna cosita para picar, un refresco para la sed.

¡Venga, venga! ¡Uf!

Qué feo que es todo esto, por la gloria de mi madre.

Pero lo mejor es cuando todo el pueblo

agradece al ninja rojo que los haya salvado

y él les hace una exhibición de artes marciales increíble.

Les pega, quieres decir. No, no, hombre, ¿qué dices?

Un niño que le admira mucho le pide que haga la exhibición

y él empieza a dar golpes superespectaculares en el aire

como una coreografía. (RÍEN)

-Qué ganas me están entrando de verla.

Oye, ¿por qué no vamos el próximo fin de semana

tú y yo a verla? -Guay, pues ya está, quedado.

Me voy, que tengo que acabar una cosita, ¿vale? Hasta luego.

-Oye, no te habrá molestado que... Que quede a solas con Leo.

¿Molestarme? No. Vale, vale.

Es que hay pensado: "No se le haya ocurrido ahora...

enfadarse por quedar a solas con Leo".

Hala, hala, pero... qué dices.

A ver, es cierto que la posibilidad se me abre.

Pero mi intención no es buscar nada con Leo.

Podría, pero... si fuera malota, lo aprovecharía,

pero como soy noble como un roble y buena como una magdalena...

Ya, ya...

Bueno, pues que entre nosotros no va a haber nada, ¿vale, guapa?

Voy tirando que tengo que ayudar a Leo a hacer unas cositas. Chao.

(Música)

¿Qué? ¿A que lo has flipado, nen? Pues ahora verás, ya verás, mira.

Media vuelta y...

¡Se admiten aplausos! Venga, muchas gracias.

Eh... ¿Todo... bien, profesor? ¿Y tú quién eres?

Tú tienes cara de empollona, ¿eh?

Ana, el profesor se ha dado un golpe muy fuerte en la cabeza

y se ha quedado así. ¿Qué?

Sí, se cree que es el ninja ese rojo de la película que fuisteis a ver.

Pues... No se parece mucho, que digamos.

Parece, más bien, un chuleta.

Me presento, el ninja rojo,

servidor de la humanidad y de lo que haga falta.

Ten, aguanta el "bebercio" que tengo que seguir entrenando, nen.

El golpe lo ha dejado amnésico. No nos reconoce.

He buscado información sobre la amnesia

causada por un traumatismo.

Claro, el golpe le ha hecho perder neuronas

y las que quedan tienen que buscar nuevas maneras de conectarse.

Tienen que crearse nuevas conexiones neuronales.

He leído que lo mejor es no forzarle a recordar,

que ya irá haciendo su proceso.

De acuerdo. ¿Amanda sabe algo? No.

Pues voy a avisarla, tiene que estar al tanto de todo esto.

(Música oriental)

Dios mío, esto es muy grave.

¿Qué pasa, pibita?

Aquí el ninja rojo, ¿tú cómo te llamas?

Yo a un hombre que me llama pibita ni le respondo.

Pedazo carácter, nen, me gusta, me gusta.

Ana, voy a hablar con tu madre.

Seguro que con su experiencia como enfermera

puede aconsejarnos algo.

Y, sobre todo, no le digáis nada a nadie, ¿eh?

Vamos a intentar resolver este... asunto con la máxima discreción.

(SUSPIRA) Por favor. Odio los chulos.

(Música)

Le gusto, lo he notado, pero es de las que va de dura.

Tengo que encontrar la manera de romper su coraza.

Voy a seguir entrenando que eso le ha molado, ya verás.

(Música)

Tema palomitas, ¿cómo lo llevas?

-Molan. -Muchísimo.

Pillamos un bol grande y así compartiremos.

Que eso se hace mucho en pareja.

-¿Como que... "en pareja"? -Somos dos, ¿no?

Pues eso, una pareja de personas.

-Hola, Ana.

Estamos ultimando los preparativos para ir al cine este fin de semana.

Ah... Qué bien.

Compartiremos un bol grande para los dos.

-Sí, eso se hace mucho en pareja, en pareja de personas, claro.

Sí, sí. Tengo que ir tirando. ¿Para qué es el hielo?

¿Hacéis un cóctel en el laboratorio? (RÍE)

No, no, es para...

Para una cosa... Hasta luego.

Está un poco rara, ¿no? -¿Rara?

No, qué va, ella es bastante así.

Debe tener algún... experimento en la cabeza o algo así.

Ya sabes... Nosotros a lo nuestro.

Tema refrescos. -Yo uno de cola.

-Qué guay, yo también. Compartiremos uno con dos pajitas.

Así, como las parejas. Las parejas... de personas.

-¿A cuánto está?

-A 35 ° Celsius. -Vamos a bajarlo un poco.

Así frenamos la pérdida de neuronas y demás conexiones neuronales.

Ana, añádele hielo al agua, venga.

-Y así, de paso, ganamos tiempo

para que las neuronas sanas generen nuevas conexiones.

-Correcto. Oye, Clara...

¡Sara! ¿Tú conoces a la pibita esa...?

¿Cómo me habéis dicho que se llama? Eh... Amanda. ¿La conoces bien?

Sí, perfectamente, sí, por supuesto. Es la directora de esta escuela.

Ya, pues dile que me has conocido y que soy lo más.

A ti te va a escuchar fijo, ¿vale?

Es cuestión de ir haciendo números, ¿sabes?

Trabajando ahí... ¿Sabes? Trabajando, insistiendo.

Sí, no se preocupe,

seguro que no sabrá resistirse a un ninja tan valiente.

Ahí, ahí... Veo que lo has pillado. Pues nada...

A ver, cómele la orejilla a Amanda, a ver si se ablanda un poco.

De acuerdo. Qué frío está esto, ¿no?

No me diga que un ninja no aguanta un poquito de agüita fría, ¿eh?

Utilice su concentración para entrar en un estado catatónico

que le inmunice del frío del agua, ¿de acuerdo? ¿Conoce la técnica?

Eh... Por supuesto.

Sara, acaba de entrar en el Hormiga-app una misión urgente.

-OK. Voy a cambiarme.

Aguántale con esta temperatura todo lo que puedas, ¿de acuerdo?

Aunque creo que su técnica ninja ha funcionado.

Ay... Qué gordo me cae este Einstein, ¿eh?

(Música)

Qué frío, nen.

A ver si encuentro por aquí el termostato

para regular la temperatura interna del cuerpo.

Piensa en la playita o en el solecito. ¡Ah, buena idea!

A ver si encuentro el activador de recuerdos calentitos.

Tú puedes, ninja rojo. ¡Ánimo! ¡Ah, aquí!

(Música)

Mejor.

(Música)

Vaya bici-moto más guapa me ha quedado,

esto está para patentarlo. (RÍE)

(Música)

¡Ah! (RÍE)

¿Qué? ¿Cómo se te ha quedado el cuerpo?

¿Se puede saber qué es lo que estás haciendo?

Probar la bici-moto. ¿Qué? Lo habéis flipado, ¿eh?

Venga, venga, venga,

todo el mundo para clase que aquí no hay nada que ver.

¿Qué? ¿Te has convencido ya de que soy el hombre de tu vida

o tengo que hacer un mortal para que te enteres?

No te soporto. Eso es porque necesitas más dosis.

Apague el motor, por favor. ¡Uf!

Mira, apago el motor porque ya he acabado la exhibición,

no porque tú lo digas. Muy bien.

Vuelva al laboratorio, venga. ¿Pero tú de qué vas?

¿Crees que una piba disfrazada de carnaval

me va a dar órdenes a mí? ¿Pero tú quién eres?

Hormigafiuuung, una conocida superheroína.

¿Hormiga qué? Vaya chorrada.

Un ninja como yo, contigo no tiene ni para empezar.

No me provoque, por favor.

Te reto en combate. "Hormigachún" contra el ninja rojo.

A ver si eres tan heroína como dices.

No, pero le reto a una carrera hasta el laboratorio.

Yo corriendo y usted con su moto. Va... Chupado. Cuando quieras.

Venga, una, dos y tres.

(Música)

Perdona, Ana, pero ¿estás enfadada con nosotros?

¿Enfadada? No, no, qué va. ¿Por qué tendría que estarlo?

Yo ya se lo he dicho, Ana, ya sé que no estás enfadada.

-Pues perdonad, pero desde que hemos dicho que íbamos al cine,

yo noto algo raro. Si quieres puedes venir, ¿eh?

Si no te lo hemos dicho es porque ya has visto la peli.

-Claro, claro. ¿Cómo va a venir a verla otra vez?

-Bueno, que lo decida ella si quiere venir o...

-Es que no quiere. No quieres, ¿verdad?

No. Lo siento, chicos, tengo que dejaros.

Marta, te has pasado, parece que no quieras que venga.

-Es que no quiero.

No quiero... que se aburra viendo la peli otra vez.

Lo hago por ella. -Pues a mí no me lo parece.

-Oye, pues si te pones así, no vamos al cine y ya está.

-Pues no vamos. -Pues no vamos.

Me voy a dar un garbeo con la moto que este sitio me agobia un puñado.

Usted no sale del laboratorio, es usted , ahora mismo,

un peligro público y un pesado.

Mira, "Hormigachún", hasta aquí, ¿vale?

Si yo quiero salir, ¿tú cómo me lo vas a impedir?

Ya ha visto que soy muy rápida. Sí, pero correr es de cobardes.

Te reto a un combate, si me ganas mandas tú.

Como no me vas a ganar... Cálmese, profesor.

¿Pero qué profesor ni qué ocho cuartos?

¡Que soy un ninja, caray!

¿Qué? ¿Te atreves a pelear conmigo o no?

Mire, un ninja como usted

debería saber que el poder conlleva una responsabilidad,

es deseable usarlo para ayudar a los demás

y no para peleas absurdas que no conducen a nada bueno.

(CACAREA)

Mira, mira.

(CACAREA) Miedica, que eres una miedica.

Mamá, ven.

¿Y si pruebas a seguirle la corriente?

¿Por qué no aceptas el combate?

¿Qué quieres, que le mande al hospital de un tortazo?

No, no hará falta que pelees contra él de verdad,

pero protegerle contra su voluntad no está funcionando.

Mi lógica científica me dice que hagas lo contrario.

Muy bien, voy a confiar en ti.

¿Qué estáis cuchicheando por ahí? ¿Secretitos? ¿Secretitos?

Muy bien, ninja rojo, acepto el combate.

Ahora sí que empieza lo bueno. Día, hora y lugar. Elige.

Hoy, dentro de un ratito, cuando acaben las clases,

aquí, en el hall de la escuela.

Esperaremos que no quede ningún niño, no querría darles mal ejemplo.

Esto es algo entre usted y yo. Chachi. Empiezo a calentar.

Tú, chatarritas, levanta las palmas de las manos.

(Música oriental)

Pero que no vamos al cine, ¿eh?

Después no me vengas con que tú quieres ir.

Porque no quieres, ¿no? -No.

Tú tampoco, ¿no? -No, no, no.

Bueno, un poco sí que me apetece. -Ya, bueno, a mí también un poco.

Bueno, más que un poco, un mucho. -Ya... A mí también un mucho.

Pero que no vamos, ¿eh? -No, no, qué va.

Jo... Qué lástima, con lo guay que hubiera sido.

-Jo... Pues sí.

¿Qué os pasa? Tenéis una cara...

Que al final hemos decidido no ir al cine.

-Sí, lo hemos hecho por ti, por nuestra amistad.

¿Pero qué me estáis contando? Si ya os he dicho que no me importa.

Ya, pero es que no te creemos.

Parece que nos quieras evitar todo el rato.

No, no es eso.

Amanda me había dicho que no le dijera nada a nadie,

pero... ¿puedo confiar en vosotros? (AMBOS) Sí, sí, sí.

El profesor Einstein se ha dado un golpe en la cabeza

y ahora se cree que es un ninja,

como el de la película, pero en chungo.

¡Hala, qué guay! No, no es nada guay, te lo aseguro.

Ahora se va a pelear con Hormigafiuuung.

¿Pero qué dices? Lo que oyes.

Oye, ahora nos lo cuentas, pero antes...

¿Qué os parece si este fin de semana vamos los tres al cine?

(AMBAS) ¡Guay! -Guay, vale, pues ya está.

Ahora, cuenta, cuenta lo del profesor.

Pues nada, estábamos en el laboratorio...

(Música)

Señor ninja, póngase esto.

Deja, deja, si no voy a necesitar nada,

con la hormiga esa no tengo ni para empezar.

Será mejor que se lo ponga.

Bueno, va, dame el kimono que voy a quedar guapo para las fotos.

El casco no, que me despeino.

Yo voy a tumbarme un rato,

tanto entreno me ha dejado para el arrastre.

Sí. Uy...

¿De verdad que no se acuerda de nada, profesor?

¿De los experimentos que usted y yo hemos hecho juntos?

¿Experimentos? ¿Tú y yo? Sí, nos encanta la ciencia.

Creo que te equivocas de persona, maja, a mí la ciencia ni fu ni fa,

a mí dame una buena moto, ¿sabes? Mira, ¿sabes lo que es eso?

Pues no. La posición de la grulla chunga.

Cuando me veas utilizarla en combate, lo vas a flipar.

Sí, si de hecho lo estoy flipando hace rato.

¿A que sí? Pues venga.

Vámonos al ring.

(Campanas)

(Música)

(Música acción)

Bueno... Otra vez a los mandos.

A ver... Vamos reconectando neuronitas.

(RÍE)

(CONFUNDIDO) ¿Qué...? ¿Qué ha pasado?

¿Qué estamos haciendo aquí?

Profesor Einstein, ¿me reconoces?

¿Cómo no voy a reconocerte, Sara, bueno, Hormigafiuuung?

Qué bien, el profesor Einstein ya ha vuelto.

A ver, ¿qué es todo este griterío? ¡Amanda!

¿Einstein? ¿Eres tú?

Pues claro, ¿quién voy a ser? ¿Un ninja?

Oh, ven aquí, cucuruchi.

Bueno, profesor, tendríamos que ir al laboratorio,

tiene que cambiarse. ¿Cambiarme?

¿Cambiarme de personalidad? ¡No! De ropa, profesor, de ropa.

¡Ah! (RÍE) Vamos.

-Esto sí que ha sido una auténtica batalla de ninjas.

-Bueno, un poco cutre, pero... sí. -Pues vale ya de ninjas, ¿no?

¿Qué os parece si este fin de semana vemos una que Ana no haya visto?

Por mí, guay. Vale.

Hay una policiaca que tiene muy buena pinta.

Yo, como actriz que está triunfando en una serie de este género,

os la recomiendo. ¿De qué va?

Pues va de un hombre que se da un golpe en la cabeza

Pues va de un hombre que se da un golpe en la cabeza

y pierde la memoria y no se acuerda de nada.

(RÍEN)

(Música)

Y cuando ya no sabía qué hacer,

se puso así, con una pose así, como muy ridícula,

pegó un saltito, se cayó y se pegó un tortazo en toda la cabeza...

Qué fuerte. Y voy yo y me lo pierdo. No te has perdido nada, Dani.

Bueno, ya, un verdadero ninja jamás se habría comportado como Einstein.

Ya, y el verdadero Einstein tampoco.

Estaba bajo los efectos de una amnesia.

Por Dios, qué pesado Einstein en versión ninja.

Bueno, por lo que decís, más que un ninja parecía un chulito.

Sí, muy bocazas, la verdad. Lo contrario que un ninja.

El verdadero artista marcial valora la paz por encima de todo.

Hay gente que piensa que un arte marcial...

es repartir galletas, pero nada más lejos de la realidad.

Las artes marciales son un camino de autodescubrimiento

que te hace entender que formas parte de un todo

y agredir a otros, ¿sabéis qué? Es agredirte a ti mismo.

Dani, mi niño, pero si pareces un sabio.

Ya lo sé. (RÍE) Si lo dijo el ninja rojo.

¿Eso lo dijo Einstein cuando se hacía el chulo?

No, mamá, eso lo decía

el ninja de la peli que vimos este fin de semana.

Ah... ¿Y cómo se llamaba la película? (AMBOS) ¡"El ninja rojo"!

-Bueno, perdón.

(Música)