Vamos, Flop. Ya voy, Bing.

Coco.Hola, Bing.

Hola, Charlie.

Hola, Bing.

Hola, Pando. Hola, Pando.

Hola, Bing. Sula.

Ríen

Alguien tiene prisa. Niaooooo. Oh.

Um, Bing. Oh, oh.

¿Estás bien, Bing? Sí.

Está bien.

Magia centelleante.

A la vuelta de la esquina, no lejos de donde estoy,

Bing juega a hacer magia con Sula hoy.

Sula, soy yo...

Yo no soy Sula,

soy la reina de las hadas, ¿Lo ves?

Um, ahh, Sula... Bonita varita, reina de las hadas.

Hola...

Es mi varita mágica centelleante, te convertiré en una rana.

Wusshh...

Croa, croa, croa.

Ríen

Y Bing, tú eres un árbol.

Wuussh... ¿Uh?

¿Por qué?

Porque tengo una varita mágica que tiene purpurina, ¿lo ves?

Eres un árbol.

Uh, uh... Woosh...

Has fallado.

Después de ti, Amma. Gracias, Flop.

Yo también puedo hacer magia centelleante.

Wushhh...Eres un pato.

No soy un pato, Bing. Oh...

Tú no puedes hacer magia. ¿Por qué no?

Pues porque tus brazos no son mágicos como mi varita.

¿Ves? Noo...

Y tiene que ser centelleante para hacer magia.

Qué suene la música para la reina de las hadas.

Ohh... Ah... Hi, hi... Ha...

"Baile mágico, canto sinfín...

"Yo soy la reina de las hadas... Y el rey eres tú por fin".

Ah... Si soy el rey de las hadas necesito la varita mágica.

Por favor...

Por favor es una palabra mágica. Puedes ponerte alas.

Um... ¿Hacen magia?

No, bobo.

No tienen purpurina.

Las alas son para volar.

Yo quiero la varita centelleante.Oh... Noo...

Por favor... ¡Es mía!

Eh, hey... ¿A qué viene todo este alboroto?

Sula dice que soy el rey de las hadas.

Oh... Um...

Pero no me deja usar la varita mágica.

Es mi varita especial y me encanta.

Es cierto.

Esta varita sin duda pertenece a una reina de las hadas.

Owhh... Hmm...

Ah... Sula, ¿no habrá algo especial en tu cajita mágica de las hadas

para un rey de las hadas?

Sólo las reinas de las hadas pueden elegir.

Um, no... No...

Ooh... te dejo esto.

Es un zapato mágico.

Um... Pero no centellea.

Necesito algo centelleante para hacer magia. Ah...

¿Qué te parece esto?Um... ¿Umm...?

Es mi bolita mágica centelleante, y la hice yo.

Ah... Oh... Ummm...

Yo no tengo nada.

Oh, Bing... Oh...

A ver, las reinas de las hadas

pueden hacer su propia magia, ¿verdad?

Sí.

¿Y pueden explicarle a los reyes de las hadas

cómo hacer su propia magia?Sí.

Tienes que coger algo que te guste muchísimo

y cubrirlo con magia centelleante.

Bien, ¿hay algo que te guste mucho mucho de verdad?

Me gustan mucho las piedras.

Estás de suerte, rey de las hadas,

porque tengo un montón de piedras preciosas, vamos a verlas.

Oh, a mí se me da muy bien buscar.

Bien, a ver si encontramos algo apropiado para un rey de las hadas.

¿Qué tal esta, Bing?

No, tiene bultos.

Um...No...

Ah... No.

Snif... Atchús.

(TODOS) Salud.

Esta sí que me gusta mucho de verdad.

Pero no tiene magia centelleante.

Hay que espolvorearla con polvos mágicos.

Yo te enseñaré, Bing.

Esto son polvos mágicos.

Vaya...

¿Puedo hacerlo? Snif... Por favor, Sula.

Cuidado, Bing. Esto es muy, muy mágico.

Ah, vale. Frota los polvos en la piedra.

Oh, mira, Flop.

Estoy haciendo mi propia magia centelleante.

Sniff... Atchís... (TODOS) Salud.

¡Noo! Mis polvos mágicos se han ido.

Llora

Ni toda la magia del mundo puede detener un estornudo

cuando quiere salir. Lo siento, Sula.

No pude aguantarme el estornudo.

Eran mis polvos mágicos más especiales.

Oh...Flop...

Los polvos mágicos han desaparecido.

¿Desaparecido? ¿Dónde?

Mira, Flop. Um...

Mi piedra tiene polvos mágicos por todas partes.

Mira... Sula... Oh...

Oh, ohh...

Mira...

Mis brazos están cubiertos de polvos mágicos también.

Ohh... Ahh... Y los míos también.

Ahora que estás centelleando puedes hacer tu propia magia, Bing.

Flop, ahora puedo convertirte en una rana. Wuush...

Croa, croa, croa...

Ríen

Oh, mirad, todos somos mágicos.

La reina de las hadas... ...y el rey de las hadas.

"Baile mágico, canto sinfín...."

"Yo soy la reina de las hadas, y el rey eres tú por fin".

Ríen

La magia centelleante está por todas partes.

Es cierto.

Hola.

Fui a casa de Sula.

Quería que mi piedra centelleara

para que pudiera hacer magia como la varita de Sula.

Pero no pude... Atchís... aguantar mi estornudo,

y los polvos mágicos de Sula salieron volando por los aires.

Y eso nos puso tristes.

Pero no pasó nada, porque los polvos mágicos volvieron,

y estaban por todas partes.

Y ya no estábamos tristes,

porque había magia suficiente para todo el mundo.

Hacer magia centelleante es algo muy Bing.

Que todo el mundo tenga magia centelleante...

Woosh...