# Casi no puedo pasar, # tanta gente que esquivar,

# pero al baño tengo que entrar.

# Ropa sucia que escalar, # pañales que huelen mal.

# No abandonaré, resistiré.

# En una casa de locos

# 10 chicas y yo,

# verás qué diversión.

# En una casa de locos

# 10 chicas y yo,

# no podría ser mejor.

# CA-SA DE LO-COS. #

"UNA CASA DE LOCOS"

"QUIÉN RÍE EL ÚLTIMO"

¡Ah!

-Si te has vuelto a perder,

permíteme indicarte que tu dormitorio se encuentra ahí.

-Yo lo sé, pero me da miedo cruzar.

-Lola sigue hiperactiva.

Como ha concluido la temporada de desfiles,

toda la energía que dedica a desfilar

está contenida.

Ayer embelleció al señor Quejica.

-¡Métete, que tenemos mucho que ensayar!

-Es muy peligroso, don Coquito.

-No me voy a hacer más joven, hija.

Mira los anillos que tengo en el cuello.

-Ah, vale.

¡Allá voy! -¡Ay!

¿Por qué poco, no, don Coquito?

¡Ah! ¡Don Coquito! -¿Eres tú, tío Abedul?

Tu sobrino Coquito vuelve a casa.

-¡Ah! ¡No te vayas, Don Coquito!

¡Por favor, que alguien pida una ambulancia!

Perdón, no podía evitarlo.

-No, ese era bueno.

-¡Mamá! ¡Papá! ¡Necesito ir al carpintero!

¡Es una emergencia!

-Yo no tenía la culpa, Lisa.

¿No lo has visto? ¡Salió de repente!

Ah, este pasillo está lleno de puntos ciegos.

"Dos horas después."

¿Cómo está Don Coquito? -Ha salido del quirófano.

El doctor Ted le soldó la pierna

y dice que estará como nuevo con un lijado y una imprimación.

-Gracias al cielo.

Siento haberle atropellado con el coche

presuntamente.

-Pero hay un problema.

Don Coquito va a pasar unos días en el taller,

pero agendamos una fiesta.

Querían un número de ventriloquía y no sé qué hacer.

Si me pongo a hablar así, quedará un poco raro.

-Cosas más raras has hecho.

Ojalá pudiera ayudarte,

pero tengo otra sesión de belleza con el señor Quejica

a las cuatro. ¡Adiós!

-Sí que puedes ayudarme haciendo de marioneta.

-Cariño, Lola Loud no se deja mover por nadie.

-¿Lo ves? Y has hecho un chiste.

Mira. Yo no me encontraría en este fregado

si no hubieras astillado el fémur de Don Coquito

por todo el pasillo. -Presuntamente.

Bueno, y se pagó sus facturas médicas

hasta 100 dólares.

-Tendré que buscarme a otra persona con la que actuar

ante un teatro lleno.

-¿Un teatro lleno?

¿Pero es que la gente va a ver tus números?

-Sí, y esta vez sería tu espectáculo,

igual que tus desfiles.

Tú serías la estrella.

-"Tú serías la estrella" es mi frase favorita.

Da por hecho que tienes marioneta.

-¡Oh! Tengo mucha sed, princesita Caradura.

-¡Oye! ¿Es que ahora quieres ahogarme o qué?

Que sepas que yo de besugo tengo lo justo.

(RÍEN)

¡Yuju! Me encanta.

-¡Ha sido increíble!

¡Creo que les has encantado!

Mira cuántas peticiones para ir a fiestas.

Nunca me habían llegado tantas en un mismo día.

-No me extraña. Hemos arrasado.

-Entonces, ¿te podría interesar hacer estos otros números conmigo?

-¿Me tomas el pelo?

¡Ha sido un subidón con los aplausos y adulación que echaba de menos!

¡Me apunto!

¡Eunice, mira qué noticia!

-Trucos y risas. Trae tus divisas y tendrás risas.

Luan al habla.

-Soy el doctor Ted de la carpintería.

Me alegra informarte que Don Coquito se ha recuperado por completo

y está listo para recibir el alta.

-¡Qué buena noticia! Me pasaré a recogerlo.

-El público estuvo aplaudiendo tanto

que hicimos cuatro reverencias, Eunice.

¡Cuatro! -¿Luan?

-Lo siento, doctor Ted.

Me pasaré pronto.

"Residencia de ancianos Sunset Canyon."

(Música)

"Rechazar."

"¡Feliz cumpleaños!"

(Música)

No puedo creer

que vayamos a encabezar el Portal de la risa!

He actuado aquí un millón de veces, pero nunca como artista principal.

-¡Uy! Vamos a hacernos un selfi con el cartel.

-Ups. Espera. La memoria está llena.

Tengo que borrar unas fotos.

Oh.

Como va a ser un número importante,

había pensado que en vez de beber agua,

podría comerme un trozo de pizza y que tú la escupieras.

-Si es de jamón con piña, no tendré ni que actuar.

(RÍEN)

(GRITAN)

-Don Coquito, ¿cómo has llegado a casa?

-Ah, hola, peque. ¿Por qué no hay luz?

Me pasé por la carpintería y he recogido a don Coquito por ti.

-Qué detallazo.

Me alegra mucho verte en forma, don Coquito.

Siento mucho todo lo del atropello, presunto.

Dejaré que os pongáis al día. Yo ensayaré escupiendo peperoni.

-Oh, me alegro de verte, don Coquito.

¿Cómo te encuentras?

Como un calcetín sudado de Lynn tirado en el suelo.

¿Cuándo ibas a recogerme, chata?

-Oh, lo siento. He estado superliada.

-Yo lo sé. Tu padre me lo ha dicho.

Lola y tú sois el dúo de boda del pueblo.

-Ah, ¿sí? -El portal de la risa, eh.

-Ay, cómo le gusta a papá irse de la boca.

Oye, ¿puedo explicártelo?

No hace falta. Estás en lo más alto.

Me alegro muchísimo por ti.

-¿De verdad?

¿Y estamos en paz?

-Totalmente, chica.

-Buen ensayo, Luan. Me encantó tu impro del final.

Bien, tengo que irme. ¡Hasta luego!

-¿Qué te parece nuestro número ahora que nos has visto ensayar

a Lola y a mí?

-Pues... No tiene nada que no haya visto antes.

-Oh, a ti te suelen encantar estos chistes.

En fin, ya verás qué vestido tiene Lola para la función.

-Oh, qué emoción.

Una cosilla, yo he llevado el mismo mil rayas durante dos años.

Pero bueno, vale.

-¡Ah! ¡Que alguien me ayude!

-Uy, perdón. Dejé aquí ese bidón de residuos nucleares

para no molestar a Lily.

-¿De qué estás hablando?

-Esperad. ¿De qué estás hablando? -¡De esto!

¡Algo ha manchado todo mi vestido nuevo!

¡Está fatal!

Huele a barniz para madera.

-Qué cosa más rara esto que ha pasado.

¿Lista para ensayar, socia?

-Ya te digo. Sacaré las tartas de mousse de chocolate

de la neverita.

¿Hiciste tartas de mousse de chocolate?

Ay, qué detalle

que me vayas a dar con mi postre favorito.

-A ver. Yo llevo pidiendo tartas de limamedia vida,

pero no voy a quejarme.

¡Ah! ¡Las tartas están chafadas! ¡No lo entiendo!

¿Cómo ha podido pasar?

-¡Ay, qué lástima!

Estos percances podrían arruinar vuestro número

en El portal de la risa.

-Ah. Este vaso valdría.

-¿La broma del vaso que gotea no está muy quemada?

¿Qué? ¡A ti te encantaba!

Además, a Lola... -¡Cómo no!

A la princesa robamicurro le parece la monda.

-¡Ah!

¡Alguien se ha llevado las ruedas de mi cochecito!

¿Cómo vamos a ir hoy a la función?

Ah, nos puede llevar, papá.

-¿Y llegar a la alfombra roja en Furgodzilla?

¡Ah! Ya no es solo eso, Luan.

El vestido, las tartas y ahora, las ruedas.

Yo tengo la sensación

de que alguien no quiere que hagamos el número.

-¡Tienes razón! ¡Y sé quién es el culpable!

¡Don Coquito! -¿Ah?

-¡Ah! ¡Pues claro!

Espera, ¿Don Coquito no eres tú?

-¿Qué? ¿Por qué dices eso?

-¿Tú sabes a qué se refiere? -No, no sé a qué se refiere.

-Os dejaré un momentito a solas.

-Tú ganas, don Coquito.

Sé que has manchado el vestido, chafado las tartas,

robado las ruedas. -Pero si...

-No, te entiendo.

Sentías que te cambié por Lola y que te había traicionado.

No te preocupes, Lola y yo dejaremos de actuar.

Cancelaré el número de El portal.

Ay.

-¿Lisa? ¿Todd?

¿Qué hacíais los dos detrás del garaje?

-No estamos enterrando residuos nucleares.

-Luan, he oído tu conversación.

Don Coquito no es el responsable de sabotear tu número con Lola.

-Ah, ¿no? ¿Y quién lo es?

-Deja el muñeco y sígueme.

Bueno, Lily, ya sabes lo que toca. -¡Sí!

¡Toma! -Vi todo el sabotaje

y desarrollé una teoría.

Para confirmarla, anoche instalé varias cámaras

y lógicamente demostraron que tenía razón.

El saboteador eres tú.

-¡Oh! ¿Yo?

-Observa.

Saboteé mi número mientras estaba dormida,

pero ¿por qué iba a hacer eso?

-En una palabra, culpa.

-¡Otra!

-Créeme, te comprendo.

Cuando construí a Todd,

dediqué menos tiempo a don Brazos de titanio reforzado.

Me sentí bastante mal.

-Yo me siento mal por pasar de don Coquito.

-Lo sé, pero madurar es bueno, Luan.

Puede que ahora trabaje más con Todd,

pero no por eso dejo de socializar con don Brazos.

-Hola, Lisa.

¿Enterramos residuos nucleares juntos?

-Bueno, ya lo he hecho con Todd,

pero ¿te gustaría clonar a Charles luego?

-Por supuesto.

-Entonces, porque esté trabajando con Lola,

no quiere decir que tenga que dejar a don Coquito.

-Exactamente.

Con suerte, Lola y Don C se llevarán tan bien

como Don Brazos de titanio reforzado y Todd.

-¡Somos muy colegas!

-¡Ay, gracias por la ayuda, Lisa!

¡Tengo que buscar a Lola y a don Coquito!

(RÍEN)

-Y eso es todo, amigos.

-¡Sí, impresionante!

¡Un aplauso para la princesa Caradura

y para don Coquito!

-Me alegra tenerte de vuelta, Don C.

Cuando empiece la temporada de desfiles,

no estaré tan disponible, así que te quedarás solo.

-Puedes actuar con nosotros cuando quieras, chata.

-Bueno, eso casi me ha llegado al miocardio.

Parece que Lola y Don C son amigos, igual que vosotros dos.

-Ay, eso podría haber acabado con Todd.

-Vaya, eso sería una lástima.

"TEMOR AL VOLANTE"

(GRITAN) -¡Ah!

Estoy bien.

Que alguien busque mi dentadura.

Perdón, señor Quejica.

¡Le ayudo en un momento!

¡Ah! ¡Madre mía, Lori!

¡Qué ganas tengo de verte este finde!

Yo igual.

Será como en los viejos tiempos,

pasando el día de compras en el outlet.

¿Sabías que todo está al 50 %?

Si vamos dos veces, nos rebajarán el 100 por 100.

¿Eh?

Por cierto, Tania se apunta.

Está como loca por cambiar de "look".

No te pongas nerviosa.

Ya encontraré a alguien que nos lleve.

Escucha, Leni.

¿No deberías volver a intentar sacarte el carnet?

Me lo pensé y luego, me asusté.

Así que dejé de pensar en ello.

¿Te acuerdas de la última vez?

¿Esto es a lo que llaman Aqua Planning?

No pienso volver a pasar por eso nunca más.

Lo único que me asusta más que conducir

son las hombreras y las permanentes.

Uy.

Pero tranquila, ya buscaré la forma de llegar.

Hola, cariño. Estaba probando baquetas

para el cencerro.

¿Cuál te gusta más?

¿La tintín?

¿O tontón?

¡Uy! ¡Me gusta la tontón!

Oye, ¿podrías llevarme el sábado al outlet para ver a Lori?

Te compraré unas bermudas nuevas.

¡Estaría bien!

Las bermudas y ver a tu hermana.

¡Cachis, jo!

Ahora recuerdo que Los Papapis tienen concierto.

Tocamos en el aparcamiento del súper.

# ¡Gracias por venir a comprar! # ¡Aquí podréis todos aparcar! #

Mamá podría llevarte.

-¡Carrito corre muchito!

¡Lily, deja de tocar los botones!

Ay.

-No voy a opinar sobre eso. Estarán bien.

-Latte, expreso, macchiato, cortado.

¡Esas riman!

Mamá, ¿puedes llevarme este finde al outlet?

Papá... Lo siento, cariño, no puedo.

Tengo que acabar un artículo sobre el café, café, café

y ahora me hago pipí, pipí, pipí.

Aquí no.

Lana está dándose su baño de cuatro horas

y solamente lleva dos.

Señor Quejica, necesito su baño.

¿Podrías ir en bus?

Uy.

Solo tengo que coger el 15 hasta la 220,

subirme en el B110... ¡Hola, Lenny!

¡Aquí, Lincoln!

¿Qué estáis haciendo?

Entender los horarios de los autobuses

porque nadie puede llevarnos al outlet.

A ver, si cogemos el 40 hasta la línea B,

transbordamos al 180, cogemos la línea dorada,

luego, el 97 y luego, la línea de plata,

tendríamos que salir...

Oh, quizá ayer.

Oh, si no vamos a llegar nunca.

Mira, Lenny, si tuvieras carnet, podrías ir tú sola.

Lincoln, ya he pasado por eso.

Conducir no es una opción para mí.

Yo creo que deberías recuperar tu confianza.

Mira a Rusty, por ejemplo.

Lleva desde segundo queriendo hacer una voltereta.

Ay.

Pero al final le salió.

¡Rusty Spokes!

Tú también podrías hacerlo. Pero yo ya sé hacer volteretas.

Me refiero a sacarte el carnet.

Tienes razón, Lincoln.

Si Rusty puede con una voltereta, yo puedo sacarme el carnet.

Bienvenida a la autoescuela, Bolhofner.

¿Estás lista?

Superlista. Primer fallo.

Nadie está superlisto para nada.

Ponte el cinturón. No puedes conducir si no estás viva.

Alguien se ha levantado con el pie izquierdo.

Ji, ji.

Gira a la derecha.

"Entrada a la autopista."

¡Pero lleva a la autopista!

Señor B, ¿podríamos practicar más en la secundaria?

¡No! ¡Prueba de fuego! ¡Autopista!

¡Ponte delante del bus!

¡Písale, que ya puedes! ¡Ahora!

¿Puedo cerrar los ojos para esto?

La prueba de la venda viene luego. Mantén los ojos abiertos.

¡Acelera!

¡A todo gas! ¡Va, va, va!

(GRITA)

Se me han roto mis gafas.

¿Tus gafas?

¡Lo que has roto es mi coche!

"Eruct-Burger."

Le agradezco mucho que me enseñe a conducir,

señor Quejica.

Con mi último profesor no me fue muy bien.

Tranquila, yo te ayudo.

¿Has traído las Lynnsañas?

Vale, lo primero, pon las manos en el volante

a las 10:10.

Pero si el volante no tiene ningún número a la vista.

Pondré las manos aquí.

Eso quise de... Da igual.

Tú arranca y no dejes de mover los ojos a un lado y a otro.

Izquierda, derecha, izquierda, derecha,

izquierda...

¡Señor Quejica!

¡Se supone que tiene que ayudarme!

(GRITA)

¡Cuidado!

¡Señor Quejica, despierte! ¡Despierte!

Bien.

¿Qué hacemos aquí?

Un filete de pescado con patatas.

¿Tú vas a querer algo?

(Bocina)

Gracias por enseñarme a conducir.

Me alegra tener a alguien que no sea un gritón o un dormilón.

No hay problema.

Soy incapaz de levantar la voz y no necesito dormir.

Vale, empecemos la lección de aparcamiento.

Rota la dirección 45 grados.

Eso son 47 grados.

Eso son 90 grados.

Acelera un poco menos.

Eso era acelerar más.

Creo que deberías...

¡Basta, por favor!

Dejaré una nota.

Lori, tengo una noticia terrible.

No podemos ir de compras. ¿Qué? ¿Por qué?

Nadie puede llevarme,

así que intenté aprender a conducir,

pero hubo muchos gritos, dormidos y unos rotos de nada.

Mejor te veo en las vacaciones de primavera.

Ah, la verdad es que no iré a casa en primavera.

Tengo que ponerme al día con los estudios.

Lo siento, Lenny. Con suerte te veré en verano.

¿En verano?

Pero entonces seré viejísima y tú lo serás más.

¡Ah! ¡Carrito corre! -¡Lily!

Veo que todavía hay que limar algunas asperezas

con el carrito autónomo.

¡Ah! A lo mejor sí hay una forma de quedar con Lori.

Lisa, ¿podrías contarme de qué va eso del carrito autónomo?

¡Oh, Lenny Loud! Me acuerdo de ti.

Empecemos con el examen.

Ahí está la autopista. Gira a la derecha.

"Entrada a la autopista."

Vale, cambiemos de carril y entremos en la autopista.

¡Caramba! ¡Excelente! ¡Has mejorado muchísimo!

Oh, madre mía. Yo también estoy sorprendida.

O sea, gracias.

Ah.

"Eruct-Burguer."

Muchas felicidades. Ya tienes tu carnet de conducir.

¡Sí! ¡Muchísimas gracias!

Uf. Esta foto no mola.

Ya le mandaré otra por el móvil.

¡Lori! ¡Allá voy!

Cómo molan los coches autónomos.

¿A que sí, Tania?

Lo siento, no sé cómo puedo pararlo para que vayas al baño.

Pero, mira,

te dije que no te tomaras tantas Flipmonadas.

¡Ah!

¡Ay, no! ¡Algo va mal!

¡Estás en el carril contrario, loca!

-¿Diga? ¡Lisa!

La cosa que conduce sola se ha vuelto loca.

Protones, se habrá averiado algo.

Pero no hace falta transpirar en exceso ni elevar la voz.

Tú ya tienes el carnet.

Apágalo y conduce por tu cuenta.

¡Pero tengo miedo!

¡Ya! -Uh.

Ojalá pudiera ayudarte,

pero también tengo una situación apremiante

entre manos.

¡Puedes hacerlo, hermana!

¡Ay, jopeta!

(Bocina)

Vale, tú puedes, Leni.

Ah. ¡Hala, casi nos la...!

(GRITA)

(GRITA)

¿Lo has visto, Tania? ¡Estoy conduciendo!

¡Esa, Leni! ¡Esa, Leni!

¡Estás conduciendo!

¡Ah!

¡Leni, estoy orgullosísima!

¡Lo has conseguido! ¡Has conducido tú sola!

¡Lo sé! Yo también estoy orgullosa.

Al final podía hacerlo yo solita.

Solo necesitaba más confianza.

Me dio mucho miedo,

pero por este abrazo ha valido la pena.

Y Tania me ayudó. ¡Ay, no! Se me olvidó.

Vente, Lori.

No paramos en ningún sitio y Tania tiene que hacer pipí.

Vamos, Tania, a los servicios.