(Trinos)

(Balido)

(GIME ASUSTADO)

(OLFATEA)

(SE SORPRENDE)

(PUJA)

(EMITE SONIDOS)

(PUJA)

(CHILLA)

¿Mh? Hola. No te había visto.

¿Eres de por aquí? ¿Estás solo? Ven con nosotros.

(GIME ASUSTADO)

(RÍE) Tienes hambre. Toma.

Me llamo Pil. Y estos son Dientecitos y Peludo.

Si quieres, puedes unirte a nosotros.

Pero lo primero... ¿qué nombre te ponemos?

(RÍE) ¡Ya lo sé! ¡Glotón!

Vamos, te enseñaré lo que hacemos por aquí.

Esta es nuestra ciudad:

Villaniebla.

El lema de la ciudad es:

para construir un reino, uno debe encontrar donde reside la nobleza.

¿Lo pillas? Ya, yo tampoco.

Se le ocurrió al antiguo rey, Theobald.

¿Ves ese hombre? Es Tristán. Es el que está al mando ahora,

pero no es el rey, solo es el regente.

Ese chico será nuestro próximo rey: Roland.

(RÍE)

(RÍE)

Sinceramente, Glotón, a nosotros nos da igual quién reine.

Somos huérfanos, vivimos en la calle

y, desde luego, la nobleza no va a cuidar de nosotros.

Nos las tenemos que arreglar solos.

Agárrate fuerte, Glotón.

(GRITA) ¡Uh!

¡Uo!

(GRITA) ¡Uh!

(GRITA)

(Campanada)

(RÍE) ¿Estás bien, Glotón? (EMITE SONIDOS)

Y cuando queremos comer vamos a ver... a Crobar.

Esta vez, ese duendecillo no va a escapar.

Y Crobar cree que soy un duendecillo.

Cree que tengo poderes mágicos. ¡Mira esto!

(RÍE) Ese duendecillo no se resistirá a esta empanada.

Oh, caramba...

(RÍE) ¿Has visto?

No estoy alucinado, sé que ha sido ese duendecillo.

Bien, ¿dónde te has metido?

¡Ahí estás, duende!

(RÍE)

(SE QUEJA) ¡Ya verás!

(RÍE)

Ahora verás.

(RÍE) Maldito duendecillo.

¡Atención! ¡Paso al señor Tristán!

¿Se puede saber qué haces, Crobar?

Es ese duende, señor Tristán. Intento atrapar a ese duendecillo.

¿Un duendecillo?

Sí, señor Tristán, ¡un duende al que le encanta la empanada!

Si consigo atraparle, ¿podríais convertirme en caballero?

Porque eso sería un gran...

(RÍEN) ...logro.

Crobar, lo único que estás demostrando

es que no sirves para nada.

¡Vámonos!

(RÍEN)

¿Crobar un caballero? ¡Tiene gracia!

Pobre Crobar, así nunca será caballero.

Pero, por él, tenemos empanada todos los días.

¿Eh? ¡Vamos! ¡Pásamela!

-Vamos. ¡Cógela! -¡Eh!

¡Otra vez! ¡Otra vez!

-¡Ahora me toca a mí! -Oh, no, no.

¡No! ¡Le has dado muy fuerte!

-No le he dado fuerte. Y puedo hacer lo que quiera.

Adentro ahora mismo. Es el duende, no os acerquéis a él.

Eh, pero... (SUSPIRA)

(Portazos)

¡Bien, bien, bien!

Príncipe Roland, he gobernado en este reino

desde que tu padre falleció y lo he hecho muy bien.

Desde que soy el regente, tengo a los plebeyos a mis pies.

Me dan toda su fortuna sin quejarse, porque me temen.

He recaudado más y más impuestos y no se han enfrentado a mí.

¿Y tú crees que porque hoy sea tu cumpleaños

voy a cederte el trono sin más? ¡Jamás!

¿Sabes cuál va a ser mi regalo de cumpleaños? ¡Esto!

(GRITA)

¡Feliz cumpleaños! ¡Toma!

(RÍE) ¡Y esta! Quién es el listo ahora, ¿eh?

¿Señor Tristán? ¡Y esta!

¿Eh? Pasaba por aquí y le he escuchado.

Eh... ¿Todo bien? Sí, sí, sí.

Es que tenía ganas de... pollo.

Bien. Buenas noches, señor Tristán.

Buenas noches, príncipe.

Tu última noche.

(Trompetas)

Aten...

atenci... Oh, venga. Ya basta con las trompetas.

Bien. Atención, atención, ciudadanos de Villaniebla.

Hoy es el vigésimo cumpleaños de nuestro príncipe Roland.

Hoy cumple la edad de tomar el trono.

Alegraos todos y traed comida al gran banquete de coronación

que se celebrará para toda la nobleza de la realeza.

Siguiente. Vamos, vamos.

Provisiones para el banquete por aquí.

La carne va al fondo. Verduras aquí al lado.

Ah, y el queso en la sombra, por favor.

Y usted, señor, ¿qué ha traído? (CARRASPEA)

Unas empanadas riquísimas para el banquete.

(RÍE) ¿Puedo verlas?

No. ¡Son para el príncipe! Oh. Muy bien, por aquí.

Vaya...

(Campanadas)

(RÍE)

Vamos, comed todo lo que queráis, pero no hagáis ruido, ¿vale?

(Aplausos)

¡Damas y caballeros! Abran paso a los juglares y trovadores

que llenarán este castillo de música y diversión

para esta gran ocasión.

La felicidad se respira en el aire.

Olviden sus preocupaciones y disfruten de esta divertida tropa.

(Música)

Vaya...

¡Vamos, Rigolin, date prisa!

(NERVIOSO) Ya voy. Sí, sí, sí. Ya voy, ya voy.

(Risas)

Oh...

Ya voy, ya voy.

(TARAREA)

(GRITA)

(SE QUEJA Y GRITA) -¡Rigolin!

(RÍE)

Mira, Rigolin, tienes que esforzarte más, ¿eh?

Es la coronación del príncipe, tienes que darlo todo.

Intenta ser gracioso por una vez.

Ah, en ese caso, este trabajo debería hacerlo el señor Crapulín.

¡Hola! No, no, no, esa marioneta no.

Oh. Vamos, por favor, Lugan. Solo un par de bromas.

Seguro que les encanta el señor Crapulín.

No, no les va a gustar el señor Crapulín.

Siempre que sacas esa marioneta te ríes de la nobleza.

No. No, esta vez no diré nada de ellos.

Solo una simple adivinanza: ¿en qué se diferencian un arcoíris

de un noble trabajando?

Que a los arcoíris los ves de vez en cuando.

(RÍE) (RÍE)

(RÍE) Gracioso, ¿no?

Rigolin, si ofendes al señor Tristán,

nos encerrará en la torre, ¿lo has entendido?

Sí, Lugan. Pues venga, vámonos.

¡Y guarda esa marioneta!

¿Le has oído, señor Crapulín?

Lo siento mucho, no saldrás esta noche.

¡Lugan! ¡Me estás censurando!

No tengo miedo de decirle la verdad a la realeza.

Tú te arrodillas ante ellos. ¡Eres un cobarde, Lugan!

¡Un cobarde y un cretino! (RÍE NERVIOSO)

# Navidad, Navidad, # dulce Navidad.

# La alegría de este día # hay que celebrar. ¡Eh!

# Navidad, Navidad... #

¡Se acabaron las marionetas!

(RÍE) Oh.

¡Cu, cu! Eh... ¿Cu, cu...?

¿Sabes lo feliz que me hace escucharte reír?

¡Eres la primera que cree que soy gracioso!

Eh. Espera, espera, espera... para el carro, pequitas.

No eres el único que cree que eres gracioso. Yo también.

(RÍE) Me encanta lo que haces con ese calcetín.

¿¡Perdona!? ¿Qué me has llamado?

¡Tú eres un calcetín!

Este es el señor Crapulín, y yo soy Rigolin.

Yo soy Pil. ¡Atención!

¡Abran paso a la duquesa Eleanor!

(Trompetas)

(TARAREA)

¡Tía Eleanor, bienvenida!

Oh... Roland, mi tesoro.

¿Quién es la duquesa Eleanor? Es la tía del príncipe Roland.

Oh. ¡Vas a ser el rey!

Mi hermano Theobald estaría orgulloso de ti.

¡Qué gran día para el reino!

Acércate, querido, ven, hay algo que debes saber.

Poco antes de que falleciera, tu padre guardó un tesoro.

Un tesoro que te dejó como legado. -¿Un tesoro?

(SORPRENDIDA) ¿Un tesoro?

Dijo que para poder encontrarlo, sin duda, tendrías que...

¿Has oído eso, Rigolin?

Hay un tesoro escondido en Villaniebla.

¡Sería genial encontrarlo!

...donde reside la nobleza. ¿Lo has entendido?

(RÍE) -No. -Ya, yo tampoco.

¿Al menos te lo pensarás?

Y hagas lo que hagas, no se lo digas a Tristán.

Si lo supiera, puede que... ¡Ah, príncipe Roland!

¡Y la duquesa Eleanor!

Tristán, te has quedado sin trabajo.

Sí, sí.

¿A qué vienen tantos baúles? ¿Te mudas?

He traído mucha ropa para la ceremonia.

Quiero estar presentable para la coronación de mi sobrino.

(RÍE) En fin, me marcho ya. Voy a elegir vestido. ¡Nos vemos!

(RÍE) Tu tía, tan encantadora como siempre.

Príncipe, si me acompañas, me gustaría hablar contigo

antes de la coronación.

Espero que el duende no venga a molestarnos hoy.

Anda, ¿son las empanadas que ha traído ese anciano?

Debería probarlas para ver si están muy saladas.

Porque a veces ponen demasiada sal.

¡Ay! Empanadas que muerden y que se mueven solas.

¡Es el duende! -¡Alerta, alerta!

¡Hay un intruso en la plaza del pueblo!

¡Un intruso!

¡El duendecillo!

(GRITA)

¿Tenemos que subir a la mazmorra?

Sí, lo que tengo que decirte es muy confidencial.

¿Las mazmorras suelen estar tan altas?

(GRITA) (CHILLA ASUSTADO)

(OLFATEA) ¡No, Glotón! Es veneno.

(GRITA)

Uh.

¿Eh? ¿Ese no es Tristán?

¿Con una hechicera?

(Ruidos)

¡Glotón! ¿Qué haces? No toques nada.

¿Quieres que nos pillen o qué?

¿Qué son estas pociones?

Eh... Creo que la has liado un poco.

Subir... con esta armadura es agotador.

Ya, ¿a quién se le ocurrió ir todo el día con la armadura?

Bueno, Tristán, ¿qué querías decirme?

Del trono. Llevo gobernando 15 años

esperando a que tuvieras la edad para suceder a tu padre.

Ese día ha llegado.

Si no te sientes preparado,

si necesitas más tiempo,

si quisieras esperar un par de años más,

yo lo entendería.

Lo entendería perfectamente.

¡No, Glotón! ¿Y bien? ¿Qué te parece?

¿Te gustaría que me quedara un poco más en el trono?

No, no te preocupes.

Es hora de que afronte mis responsabilidades.

Me las apañaré, todo irá bien.

No, es que... Sé que a veces no lo parece,

pero no soy tan idiota como aparento.

(RÍE)

Ya basta. Suficiente.

Si de verdad quieres tomar el trono,

solo hay una cosa que debemos hacer.

Brindar para celebrarlo.

¡Un pequeño brindis!

(SUSURRA) Perrito, no hagas ruido.

Te daré a probar una de mis bebidas especiales.

(RÍE) Y me dices qué te parece.

¡Un brindis! Por mi coron... por tu coronación.

¡Por Villaniebla! Sí, sí, eso también.

(RÍE) Mi querido Roland, tengo que contarte algo.

Creo que te interesará.

Es la historia de un joven que soñaba con convertirse en rey.

"Soñaba con las ovaciones del pueblo y con llevar la corona,

sentarse en el trono...

pero su destino era aprender magia como su madrina.

El joven muchacho no quería ese destino

así que lo cambió...

Creó un veneno muy potente para deshacerse del rey.

Pero debía haber un culpable. Y acusó a su madrina."

¡Ha sido ella!

"Ella huyó y se refugió en el lugar más oscuro del reino.

El bosque encantado."

Hoy, lo único que se interpone

para sea coronado rey es el príncipe.

(TOSE)

No, no, no...

Oh. Querido Roland, ¿te ha sentado mal?

¿Te cuesta digerir el veneno? Oh, qué pena...

El príncipe fallece debido a una enfermedad rara...

¡en el día de su coronación!

(RÍE)¡Y yo tendré el poder!

¿Qué? ¿Pepét? ¿Dónde estás?

¡Ay!

Bueno, será mejor que me vaya.

No vas a ninguna parte.

Me temo que estás en el lugar y momento equivocados.

Lo siento, pero no puedo dejar testigos.

(FORCEJEAN)

(SE QUEJA)

¿Todavía no está muerto?

(CACAREA)

¿Me equivoqué con los ingredientes?

No pasa nada. Primero el granuja y luego el príncipe.

¡Duendecillo! ¡Estoy seguro de verte subir por aquí!

(Golpes)

¿Qué?

(CACAREA) ¿Príncipe Roland?

¿Príncipe?

Dios mío, ¿está bien, príncipe?

¡El duende! ¿Crobar?

Eh, sí, es el duende y ha encantado al príncipe.

Atrápale, Crobar, ¡atrápale!

Ven aquí, pequeño duendecillo.

Te enseñare a convertir al príncipe en pollo.

No, vuelve aquí, príncipe, era una broma.

Esto no ha salido como esperaba.

(LADRA)

¡Ay!

Me ha entrado flato.

Perdón, perdón...

¡Como una estampida de caballos!

Parece que estás en un buen lío, príncipe Roland,

y creo que soy la única persona que puede ayudarte.

Por suerte, estoy dispuesta a hacerlo.

Pero a cambio quiero el tesoro que te dejó tu padre.

Tú decides.

¡Buena suerte!

El guardia ha entrado y todo ha salido volando.

¿Qué ocurre?

(CACAREA)

(GRITA) Pero ¿qué criatura es esta?

¿Y bien? ¿Has recapacitado mi propuesta?

Tristán, ¡gracias a Dios!

El guardia acaba de entrar aquí y mis trajes han salido volando.

¿Sabes el escándalo que causaría?

¡Debes hacer algo con ese guardia, Tristán!

Con el que ha manoseado mis trajes.

¡Trato hecho! (RÍE)

Y había una bestia muy fea...

¡horrible!

¿Una bestia? ¿A dónde ha ido? Por allí.

Cuando Theobald era rey, esto nunca pasaba.

Dígame, madame, ¿ha visto pasar a un duende?

¿Un duende? No.

¿Y a un galligato? ¿Un qué?

Sí, ya sabe, mitad gallina, mitad gato.

Un galligato. Sí, y no debería contarte esto,

pero el galligato es el príncipe Roland.

No. ¡Pobre príncipe Roland!

¿Y tus amigos peludos han visto al galligato?

No, no, no, no, mis amigos no lo han visto, Crobar.

Pero ¿cómo sabes cómo me llamo?

Bueno, es... es porque... todo el mundo te conoce, Crobar.

Todos saben que eres el guerrero más valiente de Villaniebla.

No. Sí.

Toda la nobleza dice que pronto te convertirás en caballero.

¡El príncipe!

¡Mi tesoro!

¡El banquete!

(Música)

Oh... ¿Cómo voy a encontrarle aquí dentro?

Yo te ayudaré, Crobar. ¿En serio? ¿Lo harías por mí?

Claro, soy una princesa, mi trabajo es ayudar al príncipe.

¡Caramba! ¿De verdad? ¿Eres una princesa?

Sí, sí. Desde luego que soy princesa.

Bien, tú irás por ahí y yo por aquí.

Y ahora, damas y caballeros...

demos un caluroso aplauso al irresistible,

al divertidísimo Rigolin.

(APLAUDEN)

Intenta ser gracioso.

¡Hola, hola! ¿Quieren reírse? ¡Tengo lo que necesitan!

Una broma con dos golpes de risa.

(RÍE)

Golpes, ¿lo pillan?

Un público exigente...

"Ps"... Más gracioso. ¡Más!

Bien, ¿qué es cuadrado y amarillo?

¡El sol! Sí, es broma, el sol no es cuadrado.

Recuérdame otra vez

por qué lo sigo teniendo en el grupo.

-Porque es tu sobrino, Lugan.

-Sí, eso era. En fin, al menos no usa la marioneta.

¿Quién quiere tirarme del dedo? ¿Usted, señora?

No, no puedo verlo. ¡Dame eso!

¡Suéltelo, señorita!

Este tampoco es él.

¿Qué es marrón, suave y que huele a caca?

¡Es caca! (RÍE)

¿Novedades, Crobar? No lo he encontrado.

No puede andar lejos, ¡sigue buscando!

¿Qué me dicen de esta?

¿Por qué son malos los chistes sobre elefantes?

¡"Irrelefantes"! ¿Lo pillan? Elefantes. ¿Irrele-fantes?

Qué malo...

"Ps"... ¡Rigolin!

¿Eh? Ah, hola, Pil. Ayúdame.

¿Puedes sacar al señor Crapulín para animar el ambiente?

Bien, amigos, ha llegado la hora de presentaros a mi compañero.

¡El señor Crapulín!

Oh, no, la marioneta no.

¡Hola!

Vamos a tocar algo, ¡muy alto! ¡Muy alto!

(Música)

¿Han oído hablar del noble que paga impuestos?

¿No? ¡Yo tampoco!

¿No les ha gustado? Bien, sigamos...

¿qué les parecería un acertijo?

-¡Más rápido!

¿Cómo se reconoce a un ladrón que roba en el reino?

Lleva una corona en la cabeza.

(Barullo)

¡Más alto! ¡Rápido y alto!

Dejadme pasar, apartad de mi camino, dejadme pasar.

¿En qué se diferencian un cojín y el señor Tristán?

¡En que el cojín sí pertenece al trono!

(RÍE)

-Qué falta de respeto. -No respeta la nobleza.

¡Príncipe Roland! ¡El galligato!

¡Mi tesoro!

No podemos permitir que hable así.

Apartaos, ¡tengo que pasar!

Pitas, pitas, pitas...

¡Apartaos!

¡Ven con papá!

¿Qué es eso?

Dejadme pasar.

¿No les ha gustado?

(LADRA)

(GRUÑE Y GRITA)

(GRITA)

(GRITAN)

(GRITAN)

Son muy buenos, Pepét, demasiado buenos.

Vamos a necesitar ayuda para acabar con el príncipe.

Qué silencio, ¿no?

-¿Qué has dicho?

(GRITAN)

¡Ha dicho "cuánto silencio"!

¡Já! Sin duda hemos arruinado el banquete.

Vamos, príncipe, déjeme que le lleve al castillo,

iremos a ver a Tristán. Él sabrá cómo ayudarle.

¿Qué le pasa? Yo cuidaré de él, Crobar.

Soy una princesa, se supone que debo cuidar del príncipe.

Tú puedes seguir persiguiendo al duende. Bien, ¡adiós!

Bueno, está bien.

¿Ves? Cumplo mi palabra. Te he sacado del castillo

y hay que convertirte en humano.

Vamos a la hechicera del Bosque Encantado.

Debe odiar mucho a Tristán, ¡te ayudará!

Y después, ¡conseguiré mi tesoro!

Eh, princesa, ¿a dónde vamos?

¿Te marchas sin nosotros?

Oh... ¡Sí! Pero, bueno...

después de todo lo que ha pasado, el señor Crapulín y yo ya no...

bueno, no tenemos trabajo y buscamos otro,

¿Crees que podrías contratarnos? Pues... no.

¿Estás segura, princesa? Si no nos contratas, princesa,

a lo mejor debería hablar con nuestro amigo Crobar

sobre ese duendecillo de Villaniebla al que busca.

¡Venga ya, Rigolin! No me delataríais, ¿verdad?

Yo no, pero él sí.

¡Para ya! ¡Es tu marioneta!

No, él es mi humano. No es lo mismo.

Oh. Está bien, podéis venir conmigo.

¿Y a dónde vamos? A encontrar a la hechicera

en el Bosque Encantado. ¡Yuju, vamos al Bosque Encantado!

¿Y eso dónde está? Pues no lo sé.

Está al oeste. (AMBOS) ¿Eh?

A un día de camino. Pero... no deberíais ir allí.

¿Por qué no?

Porque el Bosque Encantado es un bosque que está encantado.

Ya, nos imaginábamos algo así. ¿Conoces el camino?

Sí, solía recoger setas cuando era pequeño.

Por aquel entonces, no estaba encantado,

pero ahora, sí que lo está.

Vamos, Crobar, ¿de verdad te asusta un bosque?

No es un simple bosque, princesa, ¡está encantado!

Quieres convertirte en caballero, ¿no, Crobar?

¿Sí? ¿Y si te ayudo a conseguirlo?

¿En serio? Pues claro. Soy una princesa,

es mi trabajo, puedo convertir en caballero a quien quiera,

solo tengo que hacer eso de la espada en los hombros.

¿Cómo se llamaba eso? Armar caballero.

¡Ah, sí, eso es!

Llévanos al Bosque Encantado, Crobar,

ayúdanos a convertir al príncipe en humano y ¡bum!,

te convertiré en caballero.

Será un gran honor, princesa.

¡Genial! Todos juntos.

¡Al Bosque Encantado!

Mi humor está a tu servicio, princesa.

Y mi arma te protegerá, princesa.

Caramba.

(Campanadas)

Y pensar que es el príncipe Roland...

Ya, es lo que consigues

cuando la realeza se casa entre sí. (RÍE)

(RÍE)

Rigolin, un poco de respeto. Recuerda que la princesa

también es de la realeza.

¡No he sido yo, ha sido él!

¡Atención! Abran paso a la princesa Pil.

Abran paso, por favor.

¡Paso! Crobar, ¿tienes que hacer esto?

Sí, princesa. Tenemos que asegurarnos

de que recibes el respeto que mereces.

¿El respeto que me merezco?

Princesa... -Mis respetos, su alteza.

-Saludos, princesa.

-Muchas gracias por venir. Hola.

Su alteza...

-Vaya... -¡La princesa es preciosa!

No está mal esto de ser princesa.

Parece que alguien se lo tiene muy creído.

(SORPRENDIA) ¡Rigolin! Tu calcetín debe mostrar respeto.

Eh, me ha vuelto a llamar calcetín.

Señor Crapulín, ¡inclínate ante la princesa!

¡No! ¡Yo no me inclino ante nadie!

Ya es suficiente, ¡al bolsillo!

No, al bolsillo no, por favor, al bolsillo no. Está muy oscuro.

¡Déjame salir!

Su Alteza. -Princesa...

-Princesa...

(GRITA) ¿Eh?

(MAÚLLA Y CACAREA)

(GRITA)

(MAÚLLA Y CACAREA)

(TARAREA)

(Cacareos)

(GRITAN)

¡Príncipe Roland!

(TOCA LA FLAUTA)

Crobar, tengo hambre. Sí, princesa, enseguida está.

Oh... Está muy caliente, Crobar.

Sí, perdón.

Y ahora está muy fría.

Mil perdones, princesa, le traeré otro cuenco.

Caza unas comadrejas también, Crobar.

Sí, sí.

Aquí tiene.

Buen provecho, princesa.

Pobrecita, durmiendo fuera siendo una princesa.

Es muy triste.

Ha prometido convertirme en caballero, princesa,

siempre ha sido mi sueño.

Quería agradecértelo así que, le he hecho este modesto regalo.

(ERUCTA)

(GRUÑE)

Cuidado, princesa, estás siendo tan arrogante

como el resto de la nobleza.

Crobar.

Es muy bonito, gracias.

A su servicio, princesa.

(Relinchos y cabalgadas)

(GRAZNA)

(Murmullos)

(BALBUCEA)

Disculpa...

(BALBUCEA)

No... No entiendo lo que dices.

¿Qué os trae por aquí?

Ah, necesito hacer que alguien desaparezca...

Y te pagaré por ello.

Oh... ¿Eh?

Sí, eliminar a gente por dinero es nuestra especialidad.

Pero es una pena... ¿En serio? ¿Por qué?

Porque ahora mismo, tenemos un plan de suscripción.

(TODOS) ¡Sí! ¿Plan de suscripción?

Sí, ofrecemos servicios de calidad, profesionalidad

y nos adaptamos a los clientes: ¡satisfacción garantizada!

Por ejemplo, con nuestro plan Embajador Plus,

puedes tener asesinatos ilimitados para quien quieras

con un bonus de tortura.

-¡Les machacaremos! -¡Les saquearemos!

¡Les quemaremos! (TODOS) ¡Sí!

Y haremos daño a pequeños gatitos... (RÍE)

-No, eso ya no lo hacemos. -Perdón.

Muy bien, entonces cogeremos el plan embajador.

(TODOS) ¡Bien! ¡Plan embajador! ¡Plan embajador!

¡Enhorabuena!

Pero la suscripción al planEmbajador, como imaginas,

es un poco más cara.

El dinero no es un problema.

Oh...

Los cuatro individuos que deben desaparecer...

¿Cuatro? Me temo que cuatro son demasiados para el plan Embajador.

Vas a tener que coger en plan Premium.

(TODOS) ¡Plan Premium! ¡Plan Premium!

De acuerdo, cogeremos el premi...

¿Estás intentando tomarme por tonto?

Sí, supongo que sí. Bueno, al menos lo he intentado.

¿Quiénes son esos cuatro que deben desaparecer?

Estos guardias...

¿Me dejáis terminar la frase?

Como iba diciendo... Estos guardias

te enseñarán el camino por el que van.

Pero ahora no podrán hacer nada.

(SUSPIRA) Vamos, seguidme.

Ya he me cansado de estar aquí.

Cuidado, de ahora en adelante, está encantado.

Y por ahí está muy muy encantado.

Esto no está mal, pero está igual de encantado,

así que cuidado.

¡Señora hechicera! ¡Yuju! ¿Dónde estás?

¿Durante 15 años ha vivido aquí sola?

A lo mejor se ha vuelto un poco cu-cu.

¿Un poco qué? Un poco loca.

Buah. Y lo dice un chico que habla con un calcetín...

Oye, creo que será mejor que nos separemos para encontrarla.

Elegid un camino para seguir. ¡Buena suerte!

Vale, separarnos en el Bosque Encantado,

buena idea.

Bien, sé valiente, ningún bosque encantado

va a asustarnos, no, señor.

Solo es un bosque un poco encantado.

¿Señora hechicera? ¡Yuju! Oye, ¿Rigolin?

¿Quieres dejar de temblar tanto? Creo que he escuchado algo.

(GRITAN)

Oh... ¡Caramba!

¡Crobar! ¡Rigolin! ¡Por aquí!

¿Ha encontrado algo?

¡Sí! Mirad, ¡por aquí!

La hechicera ha dejado sus huellas, pero acaban aquí.

Como si hubiera salido volando...

¿Habéis oído?

Sí, ha sonado cerca.

En este momento podría estar detrás de nosotros.

(ASUSTADO) Nos giramos todos a la vez...

Sí, bien, nos damos la vuelta a la de tres.

Uno...

Dos...

Dos y medio...

¡Tres!

Supongo que no está aquí. (SUSPIRAN ALIVIADOS)

(GRITAN)

¡Este no es vuestro lugar! ¡Marchaos ahora mismo!

Pero necesitamos tu ayuda

para salvar al príncipe de Villaniebla.

¡Me da igual Villaniebla! ¡Y no me importa el príncipe!

Y ahora... marchaos.

¿Qué vais a hacer, princesa?

(Graznidos)

(GRAZNA)

"Es la historia de un muchacho.

Creó un veneno muy potente para deshacerse del rey.

Y acusó a su madrina."

"¡Ha sido ella!"

Eres muy cabezota...

Sé que no fuiste tú la que envenenó a Theobald.

Sé que eres buena persona.

Nos ayudarás a salvar al príncipe, ¿no?

He cambiado. No sabes lo que es estar hechizada,

ni vivir sola como un animal para no ser capturada.

¡Sí! Claro que sé cómo te sientes.

Y si nos ayudas a salvarlo, ¡todo cambiará para mí!

(GRAZNAN)

Todo bien, va a ayudarnos.

Debéis ser rápidos, o el príncipe se quedará así para siempre.

Para preparar el antídoto

necesito un ingrediente muy especial.

¿Y cuál es?

Heces de unicornio.

¿Eh? ¿Los unicornios cagan?

Sí. Y solo hay un sitio en la Tierra

donde podréis encontrar las heces de unicornio...

en el Valle de la Bestia.

Eh... ¿Una bestia como un hombre lobo?

No.

(SUSPIRAN ALIVIADOS)

Esta bestia es mucho peor que un hombre lobo.

Iréis por el camino de la montaña

hasta llegar al valle.

Cuando lleguéis, no os paréis, coged las heces y salid de allí.

Pase lo que pase, alejaos de las sombras.

Espera, ¿este viaje será peligroso?

Habéis venido en busca de una hechicera

para romper el hechizo

que ha convertido al príncipe en galligato.

claro que será peligroso.

¿Qué esperabas? Si es peligroso,

mejor dejar al príncipe aquí. Sí, estará a salvo aquí conmigo.

Ah, vale. Claro.

¿Ves, Rigolin?

Al parecer, la hechicera no está loca después de todo.

Ñam... Ñam, ñam, ñam.

(SABOREA) Ñam.

Vamos, pequeñín, encuéntralos.

(LADRA)

(RELINCHA)

Ya está. Con esto al menos no pasaréis frío.

Gracias, Crobar.

(RÍE) Tiene gracia,

con esa capucha, me recordáis al duende de Villaniebla.

Ah, sí, es verdad, Crobar, venga, ¡atrápala! ¡Atrápala!

No, no, no, es broma, Crobar, ¡está bromeando!

Ya, lo sé, es una broma. (RÍE)

Es aquí, estamos en el Valle de la Bestia.

(Rugido)

(GRITA) ¡La bestia! ¡Me ha cogido!

¡Corred, corred!

¡Vale, vale, ya basta! ¡Deja de molestarles! ¡Ven aquí!

No tengáis miedo, es buena, pero a veces tiene un poco de hambre.

Oh, no, mi empanada, ¡era la última que me quedaba!

Bueno, es que le encantan las empanadas.

Bien, ¿qué os trae por aquí? Buscamos un unicornio.

(RÍE) Eres muy gracioso. ¡Los unicornios no existen!

Eh. Mira, Crobar. ¡Allí!

¡Lo hemos encontrado!

Lo que pasa es que... está en la sombra.

Yo iré, princesa.

¿Seguro?

Sí, es mi deber.

¡Ten cuidado, Crobar!

Ja... ¡Unicornios! Paso por aquí todos los días con mis ovejas.

Si hubiera un unicornio, seguro que lo habría visto antes.

Parece que se está nublando mucho...

Ya no existen las estaciones, ya te lo digo.

-Uh...

(GRITA)

¿Qué te pasa? ¿Qué ocurre? ¿Cuál es el problema?

¿Por qué me estás mirando así?

¡Pil! ¡Detrás de ti!

(GRITAN)

¡Lo tengo! Al final no ha sido para tanto.

(GRITA)

(GRITAN)

¡No! ¡No!

(GRITA)

Vamos, corre, Rigolin, ¡corre por tu vida!

¡Más rápido! No te rindas. puedes hacerlo, sí, eso es.

Ahora sí que vas rápido. ¿Estás volando?

Ah, no he dicho nada.

¡Rigolin!

Princesa, ¡buscad un refugio! ¡Yo me encargo de la bestia!

(FORCEJEA)

Te sacaré de aquí, Rigolin. ¡Gracias, Crobar!

(BALA)

¡Eh! Le estás dando a Rigolin, zoquete.

Oh, caramba... No pasa nada.

(GRITA)

Oh, caramba. ¡Se me ha caído la caca!

Creo que a mí también.

(RÍE NERVIOSO)

¡Crobar! Has demostrado que mereces ser caballero.

Entretén al unicornio mientras cogemos la bolsa.

¿Pero cómo? Toma, pilla.

(BALA)

A tu servicio, princesa.

Vamos, bestia, coge la empanada, atrápala.

(EMITE SONIDOS)

(LLORIQUEA ASUSTADO)

(SUSPIRA)

Bien. ¡Ya está, Crobar! ¡Tenemos la bolsa!

¡Vamos, Crobar!

(GRITA)

Agarraos fuerte.

(GRITAN)

¿A dónde vais? Os he dicho que no hay que preocuparse.

Si hubiera un unicornio por aquí, seguro que lo habría visto.

Oh, vaya, ¡me he vuelto a romper los pantalones!

(SE QUEJA)

Oh... ¡No me lo puedo creer, lo hemos conseguido!

¡Vamos a salvar al príncipe y a completar nuestra misión!

Y yo me convertiré, en caballero.

Crobar, el caballero. Crobar, el caballero.

¿No crees que deberías decirle la verdad?

Crobar, el caballero. Crobar, el caballero.

Bien, ¿nos vamos? Crobar, el caballero.

Crobar, el caballero. Sí, ya vamos, Crobar.

Crobar, el caballero. Crobar, el caballero.

(RÍE)

Mucho mejor.

Flor de eléboro, baba de babosa, veneno de una víbora

y heces de unicornio.

Crobar, el caballero. Crobar, el caballero.

(TARAREA)

Muy bien, el antídoto está listo.

Bébetelo.

(CACAREA Y MAÚLLA)

Eh... ¡Ha funcionado!

Sí, pero está desnudo.

¡Necesita calzoncillos! ¡Calzoncillos!

¡Calzoncillos! ¡Calzoncillos! Toma, solo he encontrado esto.

¡Gracias!

¡Ya está! Me queda bien, ¿no?

Misión cumplida, princesa. ¡Hemos salvado al príncipe!

(Tormenta)

Juro honraros y serviros siempre, en nombre de la justicia.

Estoy listo para ser vuestro fiel caballero.

(HACE FUERZAS)

(SUSPIRA)

No puedes convertirte en caballero...

porque no soy una princesa de verdad.

Robé este vestido

cuando me perseguías por el castillo.

Eh... Espera, eres el duende, ¿no?

Sí, así es.

Tú me has mentido, me has manipulado.

Pero ¿por qué harías eso?

Para conseguir el tesoro que Theobald había escondido.

Yo pensaba que eras buena persona.

Pero solo quieres el oro. Es lo único que te importa.

¡Es hora de que la nobleza comparta su riqueza!

No lo hice por placer, lo hice para sobrevivir.

¿Crees que es fácil vivir como una huérfana en la calle?

No importa, no es excusa para mentirme.

Yo confiaba en ti. Creía que me respetabas.

(SOLLOZA) Soy un idiota, un idiota, un idiota.

(LLORA) ¡Crobar! ¡Espera!

(LLORA)

Ve a hablar con él, Pil, nunca es tarde para pedir perdón.

¡Crobar!

(LADRA)

Tristán, cuánto tiempo...

Mi querida madrina,

no quiero hacerte daño, solo vengo a por el príncipe.

Llegas tarde, Tristán, no dejaré que le hagas daño.

Creo que no has entendido del todo la situación.

(RÍE) Vamos a quemarlo todo. ¡Sí, a quemarlo todo!

-¡Apunten! ¡Fuego!

¡Ah!

Y tú, Crobar...

No valías para nada, pero no pensaba

que fueras un traidor. ¡No! ¡Crobar!

¡Pil!

¡Pil!

¡Tristán!

No, ¡soltadme! ¡Pil! ¡Pil!

¡El señor Tristán ha regresado!

Oh, por Dios, yo me voy.

Pueblo de Villaniebla, tengo una muy mala noticia que anunciar.

La horrible hechicera que, como recordaréis,

envenenó a nuestro buen rey Theobald,

ha vuelto y ha secuestrado a nuestro príncipe.

Con sus cuatro cómplices,

ha llevado al príncipe al Bosque Encantado y luego,

lo ha arrojado por un precipicio. Mi pobre criatura.

Sí. Y está muerto.

¡Muerto! ¡Muerto! ¡Muerto! ¡Muerto!

(RÍE)

Oh, no... No. Estos criminales serán ejecutados.

Y después seguiremos con mi coronación.

Ah, sí, ya que el príncipe no puede tomar el trono,

me presento voluntario para ser vuestro rey.

Es lo que Roland habría querido.

(LLORA) Crobar...

Rigolin.

¿Mh?

¿Roland?

¡Pil! No quiero molestar, pero ¿me podrías ayudar de nuevo?

¡Aguanta!

(GRITA)

¡Vayamos a Villaniebla

antes de que Tristán haga daño a nuestros amigos!

Has cumplido tu promesa, Pil, ¡me has salvado la vida!

Te has ganado el tesoro de mi padre.

¡No me importa el tesoro de tu padre!

¿En serio?

Vale, menudo alivio, porque la verdad es que... (RÍE)

No sé dónde está.

Pensaba que tu tía te lo había dicho.

En realidad no, solo me dijo que para encontrarlo,

mi padre me dejó un acertijo: "Para construir...", ¿cómo era?

"...un reino hay que encontrar donde reside la nobleza".

¿Te lo sabes? Es el lema de la ciudad, Roland,

todo el mundo lo conoce.

Ah... Ya decía yo que me sonaba.

Vale, agárrate fuerte, ¡que hay curvas!

¡Cuidado!

Oh. Mirad, el príncipe en calzoncillos.

-¿Qué has dicho?

-¡Ha dicho que el príncipe va en calzoncillos!

Tú sigue, Pil, nos veremos allí.

(Campanadas)

Muy bien, comencemos.

¡Parad!

¡Es Pil, está viva!

¡Está viva!

¿Eh? ¿No estaba muerta?

(GRITA)

(GRITA) ¡Rigolin!

Tristán es un mentiroso.

Él es el que ha intentado matar al príncipe Roland.

¿Cómo que "intentado?"?

Yo he matado a... no he querido decir eso.

¡Y también fue quien envenenó al rey Theobald!

(Abucheos)

¡Qué sinsentido! En serio, ¿quién va a creer a esta granuja?

¡Me creerán a mí!

-Madre mía, ¡es el príncipe Roland,

en calzoncillos!

¿Tú tampoco estás muerto?

Cuando mato a alguien y no muere del todo

me pongo de los nervios.

Escuchad, ha habido un terrible malentendido.

Dejadme que os explique lo que ha pasado.

Mirad. ¡Detrás de vosotros! ¡Es horrible!

¡Tristán, mentiroso! ¡Largo de aquí!

Crobar... siento mucho haberte mentido.

No pasa nada, princesa, no pasa nada.

Eh... Oye, ya no tienes por qué llamarme "princesa".

Como queráis, princesa.

Eh, ¿y qué pasa conmigo?

¡Abrazo grupal!

¡Catapultas!

¡Listas!

¡Y disparad!

(GRITA)

¡No os quedéis aquí! ¡Abandonemos la ciudad!

¿Y dejar que Tristán gane? ¡De eso ni hablar!

Le enseñaré a no meterse con mis amigos.

Y yo debo evitar que utilice su magia en Villaniebla.

El señor Crapulín y yo

sabotearemos las catapultas. ¿Perdona?

-Muy bien, ¡yo iré a buscar refuerzos!

Yo elevaré los puentes, príncipe,

para que no puedan entrar en el castillo.

¡Perfecto, vamos allá!

Este plan es horrible.

-¡Vamos, vamos! Ulric, ¡protege los puentes!

George, protege las rampas, y esta vez intenta no caerte.

Tristán...

(SUSPIRA) Querida madrina...

Acaba con esto de una vez. ¿Por qué te has vuelto tan cruel?

Yo no soy cruel, soy poderoso.

¡Y quiero seguir siéndolo!

Bébete esto.

(SORPRENDIDA) Oh...

(Bomba)

(RÍE) -Hola. -Hola.

¿Eh, eh?

(OLFATEA)

(GRITA) ¡Fuego! ¡Estoy ardiendo, fuego!

¡Pueblo de Villaniebla, adelante!

¡Atacad!

¡Atacad! ¡Atacad!

¡Adelante!

(GRITAN)

¡Toma esta! ¿Te ha gustado? Tú, ven aquí.

¡Muchachos! Vamos, haced algo, moveos.

Eh, George, tienes un mazo en la mano, no un bastoncillo.

Y tú, Ulric, ¿es que no quieres arañar el escudo o qué?

¡No me hagas bajar! ¿Qué ha sido eso?

¿Qué estás haciendo?

¿Yo? Nada, estaba...

Bueno, mejor nos vamos. (RÍE NERVIOSO Y SILBA)

No vas a ninguna parte.

No he visto a este chico en mi vida.

¡Nos vamos ya!

Corre, Rigolin, corre. Corre por tu vida.

¡No pinta bien, señor Crapulín! No, no, aquí estaremos a salvo,

no te preocupes.

Ah, pues no.

(GRITA)

Pepét, deshazte de ella.

(GRITA)

(TOSE)

(TOSE)

¡Eh! ¿Y si mejor hablamos tranquilamente?

(GRITA) -¡Fuego! ¡Fuego! ¡Fuego!

¿Mh? (GRITA)

Agua, necesito agua, ¡agua!

(Agua)

Rigolin, sé sincero conmigo, ¿hay calzoncillos

ardiendo en mi cabeza? Sí, señor Crapulín.

¡Quítamelos de encima!

Oh, oh.

Rigolin, no puedo soplar. Sujeta la puerta, señor Crapulín.

Yo lo haré.

Oh, rayos, no era agua. ¿Y ahora qué hacemos?

¿Gritar? Sí, buena idea.

(GRITAN)

(GRITA)

¡Pil!

¡Tienes que hacer que beba esto! ¿Eh?

(GRITA)

No.

(SE QUEJA)

(GRITA) ¡No! Ahora Pil os necesita.

¡Ayuda! Oh. No, Pil.

Necesito pólvora para el cañón.

¡Déjame entrar! ¡Déjanos salir!

Rigolin, ¿dónde estás? Necesito pólvora para el cañón.

¡No puedo ayudarte, Crobar, estoy encerrado aquí!

Rigolin, si sujeto la puerta, puedes ir a ayudarle. ¡Vamos!

Pero, señor Crapulín, entonces tú...

Sí, resistiré.

Señor Crapulín, ¿qué voy a hacer sin ti?

Tienes lo que hay que tener para ser un buen bufón, Rigolin,

yo solo soy un calcetín.

Puede ser, pero también eres mi mejor amigo.

Ahora tienes otros amigos. Y te necesitan, Rigolin.

Yo siempre estaré contigo, en tu corazón.

Átame a esta puerta y acaba con esto.

(FORCEJEA) (RÍE)

Esto te ocurre por hacerte pasar por princesa.

Nadie puede pararme.

¡Oh!

(GRITA)

¡Date prisa, Rigolin!

Adiós, señor Crapulín.

Ajá. La cosa empieza a calentarse...

Oh... ¡Mamá!

(GRITA)

¡Te tengo, te tengo, te tengo, te tengo!

(GRITA) ¡Ya te tengo!

Gracias, Rigolin.

¡No huyáis, venid aquí!

¡Ya me he cansado!

Chicos, ¡marchaos!

(GRITA)

Príncipe Roland, ¡elevad el puente!

¡De acuerdo, Crobar!

Vamos, puedo hacerlo, puedo hacerlo, puedo hacerlo.

Suéltala, Pepét.

¡No! (GRITA)

¡Bien hecho! Crobar, esta pócima acabará con el dragón.

Yo me encargaré. ¡Ven aquí, bestia inmunda!

¡Oh, no!

Pobre Crobar, ¿pensabas que podías acabar con el dragón?

¿Crees que eres un caballero? Vamos, abre los ojos.

¡No sirves para nada!

(LLORA) Lo siento, princesa, no puedo protegerte.

Tiene razón, no sirvo para nada.

Mi fiel Crobar...

Me has servido y me has protegido con honor y valentía.

¿Me harías el honor de ser mi caballero?

Sí, princesa.

¿Juras luchar en nombre de la justicia y la igualdad?

Lo juro, mi princesa.

Entonces, te proclamo mi caballero.

Eres Crobar, Caballero de Villaniebla.

Siempre supe que erais de la nobleza, princesa,

noble de corazón.

¡Pues claro! ¡Esa es la respuesta al acertijo!

¡Tristán, espera! Tengo algo que puede interesarte.

Para construir un reino hay que encontrar donde reside la nobleza.

La nobleza está en tu corazón.

¿Eh? ¿Qué es eso? ¿Un tesoro?

¡Sí! ¡El tesoro de Theobald!

Lo quieres, ¿verdad? (RÍE) ¡Sí!

(ASIENTEN)

Entonces ve a buscarlo.

Mi tesoro...

Glotón, el muñeco.

¿Papeles? ¿Qué tesoro es este?

Pagarás por esto, mocosa.

¡No tienes escapatoria! ¡Pepét!

Vamos, ¿quieres un muñequito para jugar?

(Pitido)

¡Ah! No... ¡Ah!

(GRITA)

Princesa, conocerte ha sido la mayor aventura de mi vida.

¡Crobar!

Príncipe Roland. ¿Me has salvado?

(Gritos)

¡Calzoncillos! ¡Calzoncillos!

¡Calzoncillos! ¡Necesito calzoncillos!

-¡Esperad! ¡Esperadme! -¡Largo de Villaniebla!

-¡Y no se os ocurra volver a poner un pie

en Villaniebla, sinvergüenzas!

(Gritos y abucheos)

¡Pil! ¡Crobar!

¿Dónde estás, Pil?

¡Pil!

¡Pil!

¡Crobar!

¡Crobar!

¡Crobar!

(LLORA) Crobar...

Crobar, no me dejes.

Te necesito aquí.

¿Puedes oírme?

Despierta, Crobar, es una orden, ¿me escuchas?

Ahora eres mi fiel caballero y debes obedecerme,

no me dejes, Crobar...

(TOSE) A su servicio, princesa. ¡Crobar!

¡Ay!

(TODOS) ¡Bien!

Son ellos.

(HABLAN A LA VEZ)

¡Gracias! Gracias, amigos.

Gracias por lo que habéis hecho por mí y por Villaniebla.

¡Claro! ¡Eso es! ¡El tesoro de Theobald!

Daos prisa.

No tenemos todo el día.

-Daos un poco de prisa.

-Rápido. -Alguien ha visto al capataz?

Oye... No te conozco. No eres de por aquí.

¿Estás solo?

Si quieres, puedes unirte a nuestra banda.

(RÍE)

¡Esto es Villaniebla!

¿Te gustaría conocer a mis amigos?

Hola, señora hechicera.

¿Va todo bien en sus clases de magia?

Genial, mis alumnas aprenden muy rápido.

Ya veo...

Ah, Pil. ¿Has visto lo bien que va la obra?

¡Mira eso! ¡El tesoro de mi padre!

Sí, bueno, en realidad el tesoro era para mí.

Pero he decidido compartirlo con todos.

El primer orfanato de Villaniebla.

Y por allí, una biblioteca para que todos la disfruten.

Y allí, un hospital para ayudar a los enfermos.

¡Bien dicho! El tesoro era un plan.

Instrucciones para el nuevo pueblo

que el rey quería construir para su gente.

Eh, es hora de comer, muchachos.

Ay... ¡Crobar!

(RÍE) Mi pequeña princesa.

Vamos, empanadas para todo el mundo, ¡muchachos!

¡Tengo un chiste!

¿Cuál es la diferencia entre el rey Roland y una pared?

Muy bien, vamos a tocar música... ¡muy alta!

Que la pared... ¡no es tan dura!

(TODOS RÍEN)

No lo pillo.

(Música)

Señoras...

Mh... Me gustaba más en calzoncillos.

(AMBAS) ¡A mí también!

Ah, la pared...

(RÍE) ¡No es tan dura!

(RÍE) Ya lo pillo.

(RÍE)