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Para todos los públicos El príncipe olvidado
Transcripción completa

"Un buen día, mientras jugaba,

Ricitos de Oro entró en el bosque.

Aquella mañana,

los osos se habían preparado gachas para desayunar.

Las gachas estaban muy calientes.

Por eso, decidieron salir a dar un paseo por el bosque.

Mientras caminaban por la arboleda,

Ricitos de Oro encontró una casa con una puerta enorme.

Como tenía muchas ganas de entrar, se acercó y llamó a la puerta."

Venga, chicos, hay que bajarse. -No hemos oído el final del cuento.

Ya no da tiempo.

Tome, he llenado el depósito.

Gracias, que tenga un buen día. Gracias.

Hasta luego.

(La puerta suena)

(La puerta suena)

(RÍE)

(EMITE UN SONIDO)

(EMITE UN SONIDO)

(EMITE UN SONIDO)

¿Estás bien? ¿Eh?

Sí, claro.

Cosillas mías.

(La puerta suena)

¿Todo bien? ¿Eh?

¿Qué leches haces? ¡Nada!

¡Hasta mañana!

¡Vale, hasta mañana!

(EMITE UN SONIDO)

(EMITE UN SONIDO)

(EMITE UN SONIDO)

Adiós, hasta mañana.

Gracias. ¿Qué es?

Un cruasán. ¿No había macarons?

No, no quedaban. ¡Ah!

Te toca. Gato.

Qué fácil: "Había cuatro gatos".

Vale. "Haber gato encerrado". Oh, muy buena.

"Dar gato por liebre".

¿Esa frase existe? Claro.

Si te pido que ordenes tu cuarto y me mientes

diciendo que ya lo has hecho, me das gato por liebre.

Vale.

Te toca.

Estoy comiendo, espera.

No se te ocurre nada.

(RIENDO) No se te ocurre nada.

¿Se te ha comido la lengua el gato?

¿Se te ha comido la lengua el gato? ¡Sí!

Haber dicho: "Comerse la lengua el gato".

Sí... ¡Sí!

O "buscarle tres pies al gato",

"llevarse el gato al agua", "ser como el perro y el gato"...

Vale. "Plata de la que cagó la gata".

Ya, pero esa expresión da un poco de asco.

Sí, pero es una frase hecha. Vale, pero es asquerosa.

Puede, pero la frase es así.

¡"Engatosar"!

¿Cómo que "engatosar"? Claro, cuando te engatusa un gato.

Venga, ve a ponerte el "gatijama".

Date prisa, que se nos hace tarde para el cuento.

Lady "Gaga-to".

No está mal. Choca.

(AMBOS) ¡Choca esa zarpa!

"Gatarse" el dinero. (RÍE)

¡"Gatison" Ford!

Vale, no lo conoces.

Es verdad, si no lo conoces, pierde la gracia, así que...

Lo he encontrado. ¡Bien!

Vale, ¿por dónde íbamos?

Pues... el príncipe acababa de encontrar el tesoro,

gracias a la gaviota Francis Ford,

y se había quedado dormido al lado del cofre mágico.

Ah, es verdad.

La gaviota Francis Ford y el cofre mágico.

A ver...

El príncipe se quedó dormido al lado del cofre mágico.

La tapa mágica del enorme cofre mágico

se abrió con un chirrido húmedo.

(EMITE UN SONIDO)

¿Qué es eso? El chirrido. ¿Te gusta?

Sí.

El príncipe, que estaba profundamente dormido,

tenía los ojos bien cerrados.

Nosotros también los cerramos, cielo.

"De pronto, el chirrido del cofre le despertó.

Entonces, descubrió un tesoro inesperado.

El mejor de los tesoros.

Unas 'manaletas' mágicas. ¿Unas qué?

Unas 'manaletas' mágicas. ¿"Manaletas"?

Sí, 'manaletas'. Son como aletas,

pero, en vez de ponerse en los pies, se ponen en las manos.

Además, eran mágicas. Vale.

Venga, no me interrumpas más.

Entonces, se dirigió a la plaza del pueblo.

Era día de mercado."

¡Buenos días, príncipe! -¡Buenos días, príncipe!

Buenos días, Geoffrey.

"A su alrededor, sobre el suelo,

se arremolinaban las sombras de los temibles pájaros invisibles.

El príncipe no los había visto, claro, porque eran invisibles."

Buenos días, príncipe. -Buenas.

"De repente, la vio. Era la princesa."

(RÍE)

¿Pritprout? Sí, soy yo, Pritprout.

No te librarás jamás de mí.

La gaviota Francis Ford te ha traicionado.

¡No, tú eres un traidor! Mira que eres inocente.

Todos saben que las gaviotas son unas traidoras.

Eres tú quien no se entera, Pritprout.

Las gaviotas son muy fieles. ¡Basta ya de gaviotas, zopenco!

¡Hablas demasiado! Y, ahora mismo,

la princesa se debate entre la vida y la muerte.

(LA PRINCESA GRITA) (TODOS) ¡Ah!

¡No! ¡Sí!

¿Cómo te atreves? ¡Hijo de...

...patata! (TODOS) ¡Ah!

¡Oh, oh! ¡Soltadme, me hacéis daño!

Qué lelo, se había olvidado de mis pájaros invisibles.

Eres tú quien había olvidado que mis "manaletas" mágicas

son más fuertes que los pájaros invisibles.

¿Quién es el lelo ahora?

¡Ya voy, princesa!

(RÍE)

¡Mira que es bobo!

"Esta vez, el príncipe había perdido."

¡Derrotado por unas absurdas aletas!

"De pronto, recordó que las 'manaletas' sagradas

tenían otro poder:

permitían a los valientes alzar el vuelo

cual majestuosas águilas. Cogió impulso...

Y salió volando."

¡Bravo!

¡Ya, vale, vale, vale!

Mi príncipe, habéis vencido. -Pues sí.

No ha estado mal. Ha sido pan comido, a decir verdad.

¡Bravo!

"Una vez más, el príncipe había logrado salvar a la princesa.

Pero el inmundo Pritprout tenía más de un as en la manga

y al príncipe aún le aguardaban un sinfín de aventuras."

Gracias. gracias...

Gracias, ¿ya está?

¿Ya está?

Ya se ha dormido, ¿no?

¿Recogemos?

¿Hola?

¿Chicos?

Ya podemos salir, ¿no?

Ah, qué rollo de aletas.

(SUSUPIRA Y RÍE)

Hoy no ha salido nada mal.

Me encanta cuando hay pelea.

¡Atrecista! -Las "manaletas".

Toma. -Tú, el de allí,

vamos, vamos. Descolgad a la niña. ¡Y recoged!

Las "manaletas", perfecto. -Genial.

Gracias, Benoît. -Soy Jacques.

¿Jacques? ¿Seguro?

¡Oye! ¡Que tú no eres técnico! ¿Y las normas?

¡Nadie se acerca a menos de cinco pasos de la niña!

Salvo el príncipe, claro.

Bueno, me voy. Adiós, Benoît.

¡Eh! Señora...

Está bien, chicos.

¡Adiós! Eh, tíos, ¿jugamos a los bolos?

Sois los mejores.

Ah, Pritprout, no ha estado mal la noche, ¿eh?

No, no, no. Menos lo de llamarme lelo.

Eso no me ha gustado. Venía en el guion, hombre.

Lo de las "manaletas" era un poco facilón.

Pero yo lo he bordado, lo dice todo el mundo.

Tienes envidia. ¿Envidia yo?

¿De ti? Sí.

Si tú supieras, chaval... Vale que eres el héroe.

Pero el auténtico protagonista, complejo, intenso y rico...

Es el menda. El menda, claro.

Ríe, pero un buen cuento necesita un buen villano.

¿Que el villano es tan importante como el héroe?

¡Me parto contigo!

¿Qué haríamos sin ti?

¡Hola, tío!

(MEGAFONÍA) "¡Buen trabajo! ¡Gracias a todos!"

Qué dibujo tan chulo. ¿Es Pritprout?

Sí. Pues lo has clavado, es buenísimo.

Gracias.

Pero aquí no has pintado nada. Sí, los pájaros invisibles.

Oh, es verdad, están muy logrados, es imposible verlos.

Normal, porque son invisibles. Ah, claro, perdona.

Genial, cariño, están muy bien.

Bueno, ¿y qué más has hecho hoy? No lo sé.

Qué curioso, cuando te pregunto qué has hecho en clase,

dices que no lo sabes.

Ah, sí, nos han enseñado algo increíble, ¿quieres verlo?

Claro que sí.

Va del pasado, el presente y el futuro.

Vale.

Bueno, ves que estamos aquí, ¿no? Sí.

Esto es el ahora, el presente. Vale.

Eso de ahí atrás es de donde venimos, o sea, el pasado.

Y ahí delante está adonde vamos, es el futuro.

¿Lo entiendes? Sí.

Ahora veremos.

Si nos damos la vuelta, ¿qué tenemos delante?

No lo sé... ¿Unos chinos a cámara lenta?

Venga, papá...

¿El presente? ¡Que no!

Eso también es el futuro.

Lo que tenemos delante siempre es el futuro,

aunque nos demos la vuelta. Vale.

Y cuando estamos así, cara a cara, ¿dónde está el futuro?

Chupado.

Ahora, mi futuro eres tú y tu futuro soy yo.

Me gusta mucho esa idea.

(RÍE)

¿Adónde quieres ir ahora?

Allí, Entonces, hacia el futuro.

El futuro siempre está delante. Vale.

Ponte en posición.

El primero que llegue al futuro gana, ¿vale?

Como tú quieras.

Uno, dos...

¡Eh, tramposa! (RÍE)

Vamos, date prisa, papá, que lo perdemos.

¡Venga! Ya... Vale, vale, ya voy.

Ni que fueras mi jefa.

Te he puesto un zumo.

Y unos yogurcitos.

(RÍE)

Que no, que es broma. Muy gracioso.

Es un día importante, cielo, disfrútalo.

Ni que fuera a la Luna,

Voy al instituto, no hay que llamar a los periódicos.

Vale, tampoco iba a hacerlo,

pero el primer día de instituto es importante.

Además, no conozco a nadie.

Tranquila, verás como todo va bien.

(Timbre)

El principal cambio que notaréis con respecto a la escuela primaria

es que os pediremos ser más autónomos.

Debéis gestionar vuestros horarios vosotros mismos

y tendréis una taquilla para guardar vuestras cosas.

Os exigiremos que seáis más adultos y asumáis más responsabilidades.

Yo seré vuestra tutora

y luego tendréis otro profesor para cada asignatura.

Hola. Hola.

¿Puedo sentarme? Sí, sí, claro.

¿Esperas al autobús?

Eh... ¿Me estás vacilando? No, no, era broma, tranquila.

Pero... ¿cuál coges?

El 318. Guay, igual que yo.

¡Tachán! ¿Qué tal, princesa?

Bueno, ¿todo bien? Sí, sí.

Buenas, soy el padre de Sofía. Hola. Max.

Hola. Encantado.

Igualmente.

¡Te he traído macarons!

¡Gracias por hacerme quedar fatal!

¡Esperen! ¡Yo también subo!

¡Ah, oh!

Buenas tardes. Buenas tardes.

¿A qué planta va? A la quinta.

Como nosotros.

¿Se ha mudado al piso de la señora Massadian?

Sí, era mi abuela.

Lo he heredado. Ah, vale.

La apreciábamos mucho. Gracias.

¡Ah, no le había reconocido! Es el viudo, ¿verdad?

¿Qué tal? Oh, sí, bien.

Perdón.

Lo... Lo siento, no quería decir eso.

Perdón.

Tranquila.

Además, es verdad que soy viudo.

Tampoco ha dicho: "Anda, pero si es el tonto del pueblo".

O "el imbécil del quinto".

Sí, vale, gracias.

Además, coincidimos una o dos veces cuando venía a ver a mi abuela.

Ella me habló de usted, por eso lo he dicho.

Solo por eso.

Verá, me preguntaba...

¿Hay más vecinos en el edificio, más inquilinos o solo nosotros?

Solo nosotros. Ah, ¿sí?

Creo que querían demolerlo pronto. ¡No me diga!

Bueno, cuando no vivamos aquí. ¡Ah!

Vale. Hasta luego.

¡Hasta luego!

Por cierto, si necesita cualquier cosa,

algún favor, una canguro, alguna chapuza,

ya sabe dónde estoy.

Vale.

Hasta luego. Hasta luego.

Adiós. Adiós.

¿Qué ha sido eso? ¿El qué?

Nada. "Hasta luego".

No sé a qué te refieres. Ya, claro.

Pero ¿qué dices? Son imaginaciones tuyas.

Imbécil. Pero qué imbécil soy.

"Es el viudo, ¿verdad?". Seré idiota...

Y lo de las chapuzas...

Qué chapuza.

Oye, papá, si quieres salir con alguien,

puedes hacerlo, ¿vale?

Ya, gracias, pero no me apetece.

Sí, vale, pero te lo digo por si acaso.

Genial, pero no quiero salir con nadie.

Vale, pero por mi parte y por la de mamá...

Si quisieras, podrías. Nada más.

Es un detallazo, pero ni me lo planteo

porque no quiero salir con nadie. Claro.

Pero por si acaso...

Mira, ¿sabes qué? Ya es hora de acostarse.

Vamos.

(MEGAFONÍA) "Príncipe, le esperan en el plató en dos minutos.

Repito: el cuento empieza en dos minutos."

Eres un príncipe árabe enviado

para desbaratar el complot del visir Pritprout

contra la princesa. Vienes de un noble linaje.

Ya te lo sabes.

Alma dura y orgullosa, infancia difícil.

Padre ausente, madre sobreprotectora.

Te eligieron para el trono en vez de a tu hermano mayor,

por lo que te sientes muy culpable.

Complejo de inferioridad latente, etc.

La acción se desarrolla en un suntuoso palacio bizantino.

Hay una fiesta pero no una cualquiera.

Hay miles de invitados, de todos los rincones de Oriente,

bailarinas de la danza del vientre, músicos,

hay avestruces, tigres, elefantes, marajás...

Ya verás, es algo faraónico. No pierdas detalle.

Vale. -¡Vaya!

¿Por qué no se abre?

¿Qué pasa aquí? -¿Algún problema?

Pues sí, está bloqueada. Es la primera vez que pasa.

No soy cerrajero, pero no se puede abrir.

No lo entiendo.

(Alarma)

¿Qué está pasando?

¿Qué pasa aquí?

¿Me lo pueden explicar, por favor?

¿Cómo que no quieres cuento?

¿Estás segura?

Pues qué pena.

Es una lástima porque había elefantes y marajás,

tigres, magia...

Pero... vale.

Vale, cariño.

Estoy cansada. Claro, duérmete.

Si quieres, te lo cuento mañana. Ya veremos, ¿vale?

Papá, tengo 11 años.

Ya puedo inventarme mis propios cuentos, ¿sabes?

Sí, sí, claro. Es normal, no te preocupes.

Pues entonces...

Buenas noches.

Buenas noches.

Que duermas bien, cariño.

¿Papá? ¿Sí?

¿Te has enfadado? No, claro que no.

Qué boba, no pasa nada. Buenas noches.

¡Vamos, vamos, vamos! ¡Espabilad! Hay que recoger, chicos.

Daos prisa, venga, venga, venga. Vamos, venga, en marcha.

Vamos a entrar.

"Atención: excepcionalmente,

el cuento ha acabado antes de empezar.

Repito: el cuento ha acabado..." Ah, vale, estás aquí.

Lo sabía, si es que ya me lo olía yo...

¡Es el final, amigo!

¿El final? Sí, sí.

¿El final?

Pero ¿no entiendes que nunca hay final?

Siempre vuelve a empezar. ¿No te habías dado cuenta?

El final...

Pues te aseguro que esta vez no volverá a empezar.

¡Verás cómo nos reímos!

¡Verás qué tal sienta no volver a ser el héroe del cuento!

No serás más que un pringado sin oficio ni beneficio.

Las llaves...

Las llaves, las llaves, las llaves...

Me he olvidado las llaves.

No sé qué pasa hoy.

Vale.

"Atención: cuento dentro de tres minutos.

Que el príncipe se dirija al plató.

Repito: el príncipe debe estar en el plató dentro de tres minutos."

¡Anda! ¡Ha vuelto a empezar!

¡Dos cuentos la misma noche! ¡Menuda locura! ¡Es increíble!

Si no lo veo...

Lo importante es que vuelve a empezar.

¡Se acabaron las preocupaciones!

Disculpe, señor, no puede pasar, el cuento va a empezar.

¿Perdón?

Debo pedirle que se aparte y deje pasar a los personajes.

Yo soy un personaje.

Yo soy el protagonista. -Puede ser.

Pero son las normas: solo los personajes del cuento.

¿Me toma el pelo? -Por favor, señor,

el príncipe va a llegar. -El príncipe soy yo.

Se ha vuelto usted loco. -Apártese, que ahí llega.

(PINGANILLO) "Todos a sus puestos, código 0-1."

¡Hola, Benoît!

¿Quién era ese? -El príncipe.

¿príncipe?

¡Pero el príncipe soy yo! ¡Yo soy el príncipe!

¡Si es solo un mocoso!

¡No nos parecemos nada! -Eso es verdad...

Venga, ya está bien.

¿Cómo ha hecho eso?

¿Desde cuándo es más fuerte que yo?

"Atención: cuento en siete, seis..."

Pero ¿qué pasa aquí hoy?

Aquí, Jacques.

Tengo un código 2 en la entrada principal.

¡Buenos días, príncipe! -Buenos días.

¡Buenos días, príncipe! -Buenos días.

Pero mi casa no está por aquí. -Le han reubicado, señor.

Nos estamos alejando bastante de los estudios, ¿no?

Es el barrio de los personajes secundarios.

¿Qué?

¿Qué ha dicho después de personajes? -Bienvenido a su casa, señor.

Pero ¿qué me están contando?

Mírenla, si es minús... ¡Eh!

¡Eh!

¡Oigan!

¿Saben quién soy yo?

¿Es que no lo saben?

¡Pues se van a enterar!

Van a ver quién soy yo.

Ya lo verán.

¿Príncipe?

¿Sí? ¿Eres tú? Pero ¿qué haces aquí?

¿Qué está pasando? Pero ¿eres transparente?

En absoluto. Que sí, es rarísimo.

Qué va. No soy transparente, no.

¡Lo siento!

Además, llevas una puerta. Pues sí, cosas del personaje.

Sí, la Mujer de la Puerta.

Hace dos o tres años, mientras atravesabas los mares del Norte,

te cruzaste con una mujer que iba con su abuela.

(ASIENTE) ¡Tachán!

No.

Tranquilo, nadie se acuerda de mí.

Creía que me llamarían para el cuento antes o después,

cuando menos lo esperase, pero no, aquí estoy.

(Puerta)

¡Madre mía! ¿Qué pasa?

¿Hay alguien ahí?

¡Ya lo entiendo!

Te han dado mi casa porque quieren enviarme a las mazmorras.

¿A las maz...? Morras.

Mazmorras, sabes lo que son, ¿no? Pues sí.

Gracias de todas... No es un malentendido, lo sabía.

¡Tú eres el siguiente en la lista.

Te meten aquí y, en menos que canta un gallo, ¡bum!, a las mazmorras.

Lo mismo son imaginaciones y no es más que un vecino.

¡Soy el regidor! ¡Abra! ¡No digas nada, no estamos!

Los conozco, se irán. ¡Abra ahora mismo! ¡No nos iremos!

Diles que vuelvan más tarde, que no te viene bien...

Que estás bañándote. Qué chorrada, no estoy bañándome.

¡Ya lo sé! ¡Miénteles! ¡Que no!

(Puerta)

¡Le llaman del plató! ¡Hay un papel para usted!

Es una trampa, no abras.

No, tengo un papel. -Dese prisa, va a empezar ya.

Y hay que hacer pruebas de vestuario.

Es mentira, es una trampa.

¿Es verdad lo del papel? -¡Sí!

¿No es una trampa?

¡No! ¡Que sí! ¡Que sí, sí!

¡Entren!

Te lo dije, siempre funciona con los secundarios.

Han denunciado que hay un olvidado escondido aquí.

(EN VOZ BAJA) Ahí.

Ahí, está ahí, está...

Ahí.

¿Hay alguien ahí?

¡Jajá! ¡No intenten atraparme!

Deprisita, que ya no está de vacaciones.

A ver, trátenla con más delicadeza. Solo es una loca.

Tres años sin salir en ningún cuento. Se acabó.

Los olvidados, a las mazmorras.

¡No dejes que te olviden! Las mazmorras.

¡Consigue un papel en el cuento que sea!

¡Aprovecha lo que te ofrezcan! ¡Ánimo!

¡Y no olvides que eres el mejor!

¡Eres el príncipe!

¡A la gente le chiflas!

Las mazmorras.

¡Corre! Venga, va, va...

¡Fíjate en la mochila de Sofía!

¿Has visto la etiqueta, con el nombre y el corazoncito rosa?

¡Es rosa!

Sofía, pídele a tu madre que te compre una mochila nueva

porque esa... Dile que ya no estamos en Primaria.

¡Qué fuerte!

Pensaba, si quieres,

este finde, podemos ir a comprarte otra mochila.

¿Por qué? No sé...

Porque sí, para que tengas una nueva.

No, gracias, no hace falta.

Quería decirte una cosa sobre lo que ha pasado antes.

(Timbre)

Buenas noches, ¿molesto? Bueno, estábamos cenando.

Ah, qué bien. Verá, era por el garaje,

¿Sabe cómo funciona el mando? No.

Es que no funciona desde dentro.

Desde fuera sí, pero desde dentro, tengo que salir a pie,

dar la vuelta, ponerme delante de la puerta del garaje,

abrirla y luego ya salir.

Tiene que haber otra forma, pero ¿cuál?

No sé, no tengo coche. Ah.

Igual son las pilas.

¿No tendrá pilas pequeñas? No, lo siento.

Lo hablaré con el presidente. Genial.

¿Le conoce? ¿Es diligente?

Lo siento, pero no es buen momento.

Ah, vale. Bien.

Vale. Buenas noches.

Buenas noches y disculpe.

"¿El presidente es diligente?". Pero qué pena doy...

Debí haberle hablado de la contribución, seré boba.

Las pilas pequeñas...

¿Era la vecina?

Sí.

Es bastante maja.

Sí.

Pero no quiero meterme en tu vida privada.

¿Te acuerdas de mí por lo menos? -Pues sí, un poco sí.

¿Y por qué ya no me llamas?

Ya no salgo en ningún cuento, no tengo ni papeles cortos.

No lo entiendo. -Pues es verdad.

Ya no te dejas ver mucho. ¿Por qué será?

Es justo lo que he preguntado. -Ah, sí.

Sí, sí... Ah, yo me limito a seguir órdenes.

Si me piden que llame al príncipe, llamo al príncipe;

si me piden al otro príncipe, el otro príncipe.

Si me piden que llame al conejo, pues llamo al conejo.

Si me piden que llame a la gallina...

Lo pillo. No hace falta repasar todo el corral.

Ya, claro.

Pero ¿quién le da las órdenes concretamente?

¿Quién toma las decisiones?

Ah, eso...

Nunca lo había pensado.

¿Quién lo decide todo?

¡Oh!

Ah, por cierto, se me olvidaba.

Hola. Hola.

¿Puedo sentarme? Sí, sí, siéntate.

¿Qué haces? Eh... Nada, dibujar.

Te iba a decir que... mis padres se van este finde

y mi hermano hace una fiesta en casa.

¿Te apetece venir?

Pues sí, sí.

El sábado puedo.

Me apunto. ¡Guay!

Pero será un poco tarde. ¿Te viene mal?

¿Estás de coña? No conoces a mi padre, es superenrollado.

Pues una fiesta por la noche no me hace gracia.

¿Quién es esa chica? Pues... una amiga.

Ya, gracias. Suponía que no irías al cumpleaños de una desconocida.

¿Y quieres saber quién es? Cómo se llama, por lo menos.

No sé, qué más dará cómo se llama mi amiga.

¿Y es mejor que no lo sepa?

Vale. Pues... Es Mélanie.

¿Mélanie? Sí, Mélanie.

No sé, qué más da su nombre.

Entonces, ¿sí? ¿Puedo ir?

Sí, en principio puedes ir.

Pero quiero el número de sus padres.

¿Para qué?

Es lo normal, es lo que suele hacerse.

Ya no somos críos, papá. Además, estarán sus padres.

¿Cómo? Sí, estarán sus padres,

Pero no con nosotras.

No habrá espectáculo de marionetas, que tenemos 11 años.

Sí, exacto, tenéis 11 años.

No entiendo a qué viene tanto misterio.

Una amiga sin nombre, unos padres sin teléfono,

que estarán allí, pero luego resulta que no...

Tampoco me tomes por tonto. No te tomo por tonto.

Eres tú, que haces un mundo de nada.

No sé qué te pasa, pero estás pesadísimo.

Igual es una crisis de adolescencia.

Como ya voy al instituto, supongo que estoy muy subidita.

Lo siento, mi cuerpo cambia.

Estoy haciéndome una mujercita y no siempre es fácil.

Sé que es un rollo para los demás y pido disculpas.

Era broma. Genial.

Muy bonito por tu parte.

Venga... ¡Choca esa zarpa! No me hace gracia, me cabrea.

¡Era broma, cielo! Era broma.

(Portazo)

¡Era broma!

(Puerta)

(RÍE) Soy yo.

(RÍE) ¡Pritprout!

¿Qué tal? ¿Qué haces? Nada, nada. Aquí, reflexionando.

Ah, reflexionando, qué original.

Pero... ¿estás bien?

Muy bien. ¿Por qué preguntas?

Ya, claro.

Pero ¿curras? ¿Tienes algún proyecto?

Calla, calla, estoy hasta arriba.

Ojalá los días tuvieran 30 horas, me vendría genial.

¿Estás acabado o qué? Pues sí.

Mi pobre amigo...

Qué ironía, qué crueldad, qué tristeza...

¡Oh, madre mía! ¿Qué te ha pasado?

No lo sé.

Ya lo imagino.

¿Sabes qué?

Acompáñame.

Igual tengo algo que ofrecerte.

¿Qué entiendes exactamente por secuestrar al príncipe nuevo?

Piénsalo, le secuestramos y ¡pim! Se acabó el príncipe nuevo.

Sin príncipe nuevo, no habrá cuentos nuevos.

Y ¡pum! Vuelta a la normalidad.

Vale, le secuestras. ¡Pim, pam, pum! Y luego, ¿qué?

A las mazmorras.

¿A las mazmorras?

Las mazmorras.

¿Sabes lo que son? Pues claro, sí.

Sí. Qué tío...

Que si sé lo que son. Anda que...

Entonces, ¿qué son? ¿Las mazmorras?

¿Sí?

Las mazmorras...

Resulta que no es fácil explicar qué son.

A ver, las mazmorras...

Pero lo sabes, ¿no? No.

Allí envían a los personajes cuando ya no salen en cuentos.

Al principio están ahí, sin hacer nada,

y cuando empiezan a transparentar, ¡hala, a las mazmorras!

¿Y qué hacen esos personajes en las mazmorras?

Pues nada, se les olvida.

Y desaparecen.

Para siempre.

¡Vaya!

Ya te digo, vaya.

Anda, justo lo que buscaba.

Sí, podemos meter al chaval dentro, así no forcejeará.

¿Meterle dentro? Tranquilo, le dormiremos.

No le pasará nada. No le pasará nada...

(BUFA) ¿Cómo que...?

Esto es la vida real, no el mundo de los cuentos.

No puedes apañártelas solo con tus piruetas.

Si colaboramos, saldrá bien. Hay que hacerlo así.

¿Con una pistola? Pero ¿qué pistola?

Unidos como los dedos de la mano.

No las tengo todas conmigo...

Oye, Pritprout. No te lo tomes a mal, pero no soy así.

Secuestros, mazmorras, no son mi rollo.

Cambiaré de estrategia.

Esperaré a que las cosas se arreglen. Eso es lo que haré.

No haré nada de nada.

No está mal, ¿no?

¿Tú eres tonto? No.

Soy amable.

Hay un pequeño matiz que creo que no captas.

Un matiz ínfimo. Puede.

Pero yo soy así.

Amable.

Un idiota amable, sí.

(Puerta)

¿Te molesto? Estoy muy ocupada, ¿vale?

¿Te importa que hablemos? ¿Ahora de qué?

¿Podemos hablar normal o hace falta hacerlo así?

Vale.

Un dibujo muy bonito.

¿Eso es lo que querías decirme? No.

Solo quería disculparme por lo de antes.

Para mí no es fácil.

A veces sé que te hablo como si fueras mayor

y, a veces, como a un bebé, pero...

¿A ti te gusta que estemos enfadados?

Ven aquí.

También quería decirte que puedes ir al cumpleaños.

Gracias, papá. Pero dile a tu amiga

que quiero que sus padres me llamen, ¿vale?

Vale.

(AMBOS) ¡Choca esa zarpa!

Cielo, ¿me echas una mano, por favor?

Los padres de Mélanie aún no me han llamado,

se lo toman con calma.

Sí, no sé, tampoco es para tanto.

No, no es para tanto, pero bueno...

Coloca esto.

(Mensaje)

(LEE) "Chavales y pibas,

mi dirección para lo de esta noche."

¿Me lo explicas?

¿Te ríes de mí? ¿Crees que soy tonto?

Perdona. No, con eso no vale.

¿Te crees que con pedir perdón todo se arregla?

¿Qué hago si ya no puedo confiar en ti?

¿Prohibírtelo todo?

¿Por qué me has mentido?

(ALZANDO LA VOZ) ¿Por qué me has mentido?

No lo sé. ¿Que no lo sabes?

Olvídate del cumpleaños. No irás.

Estás castigada.

Lo siento, pero no irás a ningún sitio.

Además, ¿quién es ese Max, que dice eso de "pibas"?

¿Tú también hablas así?

No. ¿No?

Tus mensajes tienen palabras así.

¿Has leído mis mensajes? Sí, los he leído. ¿Algún problema?

¿Hablas de confianza y me cotilleas el móvil?

No intentes darle la vuelta. Pero no puedes leerlos.

¡Hago lo que quiero! ¡Soy tu padre!

(Timbre)

¡Buenos días! ¿Molesto? ¡Sí!

No, pero no es buen momento.

¿No tendrá una taladradora? ¿Una taladradora?

Sí.

Alucino con usted.

Viene siempre en los peores momentos.

Es de lo más inoportuna.

¿Una taladradora? Sí.

¿Ahora? Sí.

¡Pues no, no tengo! Esto no es una ferretería.

¡Buenas noches!

Y tú, escúchame, lo que has hecho no está bien, ve a tu cuarto.

Y no salgas en toda la noche, ¿entendido?

¿Entendido?

Retomamos el plan.

El plan... ¡Sí, el plan!

El plan de deshacernos de ese principito... de pacotilla.

Ese hijo de su... madre.

No digas más, nos vamos.

Me pongo las sandalias.

(Burbujas)

¿Eso que se oye es un jacuzzi?

Sí.

Pues sí.

¿Y por qué yo no tengo?

Pon el tronco ahí, a la derecha.

¿Quién es?

¡Soy Oy!

¿Quién? Oy.

"Yo" al revés. ¿Quién?

Soy yo.

No entiende nada, el muy bobo.

¿De qué va esta broma?

Ya no somos tan listillo, ¿eh, guapito?

Pero ¿y esta leonera?

(Golpes y gritos)

No tiene buena pinta. ¿No tenemos mercromina?

¿El qué? Mercromina.

¡No soy una farmacia ambulante! ¿Estás bien, chaval?

Vamos, a la derecha, directos a las mazmorras.

Me encanta que los planes salgan bien.

Hay que admitirlo: tú y yo somos invencibles.

¡El cerebro y los músculos!

Yo me siento un poco tonto, la verdad.

Normal.

Si te soy sincero, yo también me siento así.

¿Qué hacemos si nos preguntan algo? ¡Pues nada!

Caminar tranquilos, con naturalidad.

Vale.

¿Y qué hago para parecer natural?

No hagas nada, sigue todo recto. Vale.

No los mires. Vale.

Y, sobre todo, no contestes.

¡Eh, vosotros dos! -¿Nosotros?

Sí. ¿Adónde vais? -Nos pidieron un tronco.

Dejadlo en el taller, ahí, detrás de vosotros.

Gracias.

¡No!

Pero ¿qué haces? Eres tonto de remate.

¡Te he dicho que todo recto!

Olvídalo.

Da la vuelta, da la vuelta.

¿Dónde está el taller? ¡Ahí!

Eres un idiota integral.

Hay que ver cómo salir de aquí. Sí.

¿Sí?

Buenas noches, soy... soy yo.

Ya. ¿Y?

Y... nada, que... Sí, un segundo.

No es buen momento.

Espere un poquitín.

¿No la molesto? Porque si es así... No, no, no. No, no, no. ¡Tranquilo!

¿Sí? Buenas noches.

Solamente quería... ¿Disculparse?

Eso, en cierto modo, sí.

De un modo un tanto torpe. Sí.

Tiene razón, me disculpo.

Pero no era buen momento porque... ¿Quiere una copa?

Ah, sí. Vaya, qué rápido.

Si prefiere quedarse ahí y está cómodo en el rellano, por mí.

Bueno, vale.

¿Qué, entra? Vale, sí.

Vaya, sí que ha cambiado el piso.

Sí, qué remedio.

No tiene nada que ver con el de antes.

Bueno, la dueña tampoco, así que...

Mi abuela tenía 93 años, era lógico cambiar la decoración.

Ya, claro.

A mí me gusta algo menos colgar platos de las paredes.

Le tomaba el pelo. En fin, ¿qué bebe?

¿Vino? Sí.

¿Blanco? Sí, perfecto.

Menos mal, solo hay de ese. Siéntese.

Gracias.

Siento mucho lo de antes, ¿eh?

Es la primera vez que discuto así con mi hija, así que...

No pasa nada, olvídelo.

Además, también ha sido culpa mía, no era buen momento.

Ya, eso es verdad.

Debería haberme dicho que no era culpa mía,

habría sido lo correcto. Sí, perdón, es verdad, lo siento.

Es verdad que no era culpa suya, lo siento.

No sé cómo he podido ponerme así, precisamente yo.

No me pasa nunca.

El instituto, no sé...

Entrar al instituto da miedo.

Ah, ¿está en Secundaria? Sí que ha repetido cursos.

Yo no... Perdón. (RÍEN)

No, ya sé que es un momento complicado.

¿Por qué se ha enfadado con ella? Me ha mentido.

¡Oh!

¿Sobre algo importante? No, pero me ha mentido,

que es lo que cuenta.

Ya, bueno, es que no podía dejarlo pasar.

Pero si no era importante... ¿Usted nunca ha mentido?

Sí, sí que lo he hecho, pero...

No digo que haya que aplaudirla, pero tampoco hay que discutir, ¿no?

Si estuviera en su lugar, iría a verla,

me tragaría el orgullo y le pediría perdón.

Y luego le diría... algo amable. Ah, ¿sí? ¿Eso es lo que haría?

¿Así de sencillo? Ah, sí, sí, seguro.

¿Prefiere seguir enfadado con ella? No.

Pero no es más que una niña, debo darle ejemplo.

¿Enfurruñándose?

No, verá... Su idea parece buena,

pero perdone que se lo diga de forma un tanto brusca:

no tiene hijos, así que no tiene la menor idea

de las consecuencias... Soy psiquiatra infantil.

Ah, ¿sí?

No, era broma. Ah, vale.

Perdón. Pero tengo un padre.

Y, a cierta edad, me gustaba que me dejara algo de espacio.

¡Estoy harta!

¡Harta!

¿Papá?

Vaya, un nubarrón negro.

Es la primera vez que veo uno.

Tienes toda la razón.

¡Eh, oigan! ¡Los del fondo! Pero ¿qué hacen ahí todavía?

¿Nosotros? -¡Sí, ustedes! ¡Vengan aquí!

¡Ya vamos!

Cuando diga "huye", cogemos al chico

y nos largamos corriendo. Hecho.

¿Vale?

Pero ¿te importaría decir "huyamos"?

Como vamos a correr los dos, me parece más sencillo.

Vale, si tú quieres... Gracias.

¡Eh, que es para hoy! ¡Sí, ya vamos!

¡Vamos a avisar a los demás!

Vale, vale, vale. Tú tranquilo y natural. Así, así.

Sonríe. Sonríe.

¿Preparado? ¿Listo?

¿Ya? ¡Huyamos!

¡A la derecha! ¡A la derecha, a la derecha!

¡Ah, eso es la izquierda!

¡Corre!

Oye, Molosse, ¿te gustaría ser el héroe del cuento nuevo?

¿Yo? -Sí, tú.

Les corre mucha prisa. Debes hablar con esos hombres de allí.

Vamos, fortachón.

Es tu gran día. Creo en ti, compañero.

Gracias.

Vamos, verás cómo les convences.

¡Vamos, a por ellos! ¡Venga!

¡Apartaos! -¿Y vosotros qué esperáis?

¡Necesitan a todos! -¿Hay papeles?

Sí, sí, hay papeles para todos. ¡Vamos!

¡Empiezan en tres minutos! -¡Déjennos pasar!

Venga, chicos, que vuelve a empezar.

Vuelve a empezar. ¡Impresionante!

¿Verdad?

Qué pasada, ¿eh? Sí, sí, magnífico.

Aprovecharse de la desesperación de la gente... Me encanta.

Ya, claro.

Cínico, eficiente, hasta astuto.

Ya vale. Déjalo ya, gracias.

La verdad...

Yo he hecho bastantes jugarretas en la vida,

pero lo tuyo está a otro nivel. ¡Vale, sí, ya lo he entendido!

Muchas gracias. Por la copa y sobre todo por...

Se llama "consejo". Eso.

No hay de qué. Y vuelva cuando quiera.

Vale. Y usted también. Pásese cuando quiera.

Vale. ¿Mañana? Mañana, sí. Vale, sí.

¿A qué hora? ¿A las cuatro? A las cuatro, vale.

¿Será un buen momento?

Sí... Pues buenas noches.

Sí, buenas noches.

¿Sofía?

Sofía, ¿estás dormida?

Sofía...

Sofía, sé que no estás dormida.

¿No quieres hablarme?

(Música)

Hola, ¿qué quieres? Me han invitado.

¿Seguro que no te has confundido de planta?

¿Hay una guardería en el edificio? No, me ha invitado Max.

Ah, ya, vale... ¡Max!

¿Ahora curras de canguro o qué? -Déjalo ya, es mi invitada,

no la trates así. Ven, Sofía.

"Es mi invitada, no la trates así". -¡Cierra el pico!

Perdona, son amigos de mi hermano, unos capullos.

¿Vas a seguir enfadada conmigo hasta los 18?

¿Sí?

Bueno.

Pues entonces me voy.

Buenas noches.

(Temblor)

¿Qué narices has hecho? ¿Yo? No he hecho nada.

¡Páralo!

¡Páralo!

¡Deja de decir...!

(GRITA)

(GRITA)

(GRITAN)

(GRITAN)

(GRITA)

(GRITAN)

(GRITA)

(Música)

Pero ¿qué ha pasado? ¡Ah!

Gracias. De nada, no hay de qué.

Ya te dije que era amable. Ya, ya, pero hasta ese punto...

(La música cesa)

La princesa... ¡La princesa corre peligro!

¡Me voy! ¡No, espera!

Hay que deshacerse de... No tengo tiempo. ¡Debo salvarla!

Tenemos unos minutillos, el mundo no se va a acabar.

Bueno... Ya, vale, no es el mejor argumento.

Pero piénsalo, como ella no le ha olvidado,

si nos deshacemos de él y le olvida, te tocará ir a ti.

Pero, antes, le tocará ir a él, ya que ella no le ha olvidado.

¿Me he explicado bien? Creo que no te sigo.

Tú confía en mí.

¿Acabas de salvarme y crees que no puedes confiar en mí?

Vamos...

Venga, vale, en marcha.

¡Oh! Es increíble.

Vale, ya está. Venga, date prisa.

¿Por qué yo? Pues porque el plan era tuyo.

Y porque eres el villano. Ah, vale...

Que soy el malo.

Creía que eso ya no importaba.

Que daba igual.

Que trabajábamos en equipo.

Pero, como soy el malo, lo cogeré yo.

No pasa nada, soy el villano.

Qué raro, cómo pesa de repente.

Ah, ¿sí?

(RÍE)

Pobre Pritprout. No estás nada en forma.

Mira, te lo pongo aquí, así, y solo tienes que empu...

(GRITANDO) ¡Jarlo! (RÍE)

¡Ese era mi plan desde el principio!

¡Pobre inocentón! (RÍE)

Conque estas son las mazmorras.

Oh, no, las mallas no. ¡Ahora están sucias!

¡Pritprout! ¡Traidor!

Pero ¿cómo he podido confiar en él?

Tengo que salir de aquí.

¡Ah! ¡Pero si es el príncipe!

Pues sí, es él. -¿Qué son estos seres?

Buenos días, excelencia. -¿Quiénes son?

Son transparentes, serán olvidados.

¡Por fin nos reencontramos, amigo! -¿Os conocéis?

Ya no se acuerda.

Por desgracia, todos nos han olvidado.

Pero nosotros a ti no, canalla.

¡Y tú y yo vamos a tener más que palabras!

Vale, vaquero. Ya hablaremos luego.

¿Cómo se sale de aquí? -¡"Welcome" a las mazmorras!

Nadie sale de aquí. -¿Cómo que nadie?

Pues nadie es nadie.

Quiero decir, por ejemplo, que si alguien dice

que no hay nadie cuando no hay nadie,

normalmente, significa que... -No te enrolles.

Os digo que saldré de aquí. -¡Si acabamos de decirte que no!

¡No es no! ¿Vale? ¿Entiendes la palabra "no"?

N-O. ¡No!

¿Quieres pelea? Venga, desenfunda, muchacho.

Vaquerito, cálmate y espera a que te crezcan los brazos, ¿vale?

Miserable. ¿Me juzgas por el largo de mis brazos?

¡Te daré un miniempujón! ¡Un miniempujón y unas minitortas!

Mejor luego. ¿Quién os dijo que no se podía salir de aquí?

Deberás acostumbrarte, príncipe. De aquí no se sale y punto.

Blablablá. Pero ¿quién os dijo que no se podía?

El problema no es quién fue, eso ha sido así desde siempre.

Recuerdo que hace mucho tiempo... -Vuelves a enrollarte.

¿Y ese de qué se ríe?

Pero ¿qué hacemos?

Perdemos el tiempo hablando con personajes para críos.

¿Para críos? ¿Yo? ¿Para críos? ¿Buscas pelea, gringo?

Calma y concentración.

A ver, ¿quién fue la primera persona que llegó a las mazmorras?

Pues... La reina. -¿La reina? ¿Hay una reina?

Vale, pues vamos a verla. -Vale. ¡En marcha!

En marcha.

Adelante, amigos.

No sabemos dónde está, se nos ha olvidado.

¿Y eso? -Es lo que tienen las mazmorras.

Hay dos cosas que nunca consigo recordar.

La primera es...

Eh...

¡Maldita memoria!

Estaría bien volver al pasado,

a la época en la que aún no habíamos olvidado las cosas.

Se me hace raro decirlo,

pero estoy de acuerdo con el vaquero bracicorto.

Para hallar lo olvidado, hay que volver al pasado.

Y el pasado...

Está por allí.

¿Por allí? -No. Por allí.

¡Pues vamos!

Pero ¿por dónde? -Por allí.

El pasado siempre está detrás de ti.

Seguidme, por delante de mí.

Pero... ¡yo alucino!

¡Mira que son torpes estos pingüinos!

Oye, oye. ¡Ah, vaquero!

¡De torpes, nada!

Y tus brazos tampoco son como para tirar cohetes, ¿eh?

Los personajes son cada vez más infantiles,

así que vamos por buen camino. -Eh...

Me he colado, ha sido sin querer.

"Me he colado". ¡Pero este tipo es lo peor!

Ya me he disculpado. -Blandengue.

Vamos, amigos, continuemos. -Culo de terciopelo...

Pobre príncipe, le resultará raro no salir ya en ningún cuento.

"Pobre príncipe". (HACE PEDORRETAS)

Creo que es aquí.

Sí, hemos llegado.

¿Adónde? No entiendo nada. -Hemos vuelto atrás.

Al punto más lejano del pasado. -Sigo sin entender nada.

Sí, es ella. Pero está muy muy transparente.

Buenos días, príncipe.

Buenos días, señora. -Sabía que al final vendrías.

Ah, no, creo que se equivoca, en realidad, me han empujado.

Así que no tendría que...

Diga algo, por favor. -No ha sido un error, príncipe.

Este es tu lugar.

Esa voz...

Sí.

Soy yo.

Cuánto tiempo...

Fue muy duro no volver a verte, ¿sabes?

Sí, me lo imagino. Para mí también.

Pero era necesario que desapareciera

y te las has arreglado muy bien.

Lo mío me ha costado.

Te he echado mucho de menos.

Pero ¿quién es? No lo he pillado.

Pues la reina madre, la madre de la princesa.

Ah, vale.

Os habéis apañado muy bien los dos. -Por ella, reina madre,

tengo que salir de aquí como sea. -Pero eso es imposible.

Ya, pero mi caso... es distinto.

¿Por qué? -Pues porque...

Yo no debería estar aquí, me han empujado.

Debo irme. -No, debes quedarte.

Este es tu sitio, a mi lado.

Ya sé que parece triste, pero... así es la vida.

Todos acabamos desapareciendo.

Pronto, todos estarán en las mazmorras

y todo desaparecerá, de verdad.

Y ya no habrá princesa.

Se acabará haciendo mayor.

¿No habrá princesa?

¿Y yo, aquí?

Entonces, no hay salida.

¡Es el fin del mundo!

Y todos esos cuentos, ¿para qué?

¿Para acabar olvidado?

Al final, no valgo más que esa mujer que conocí.

La de la puerta.

¡La Mujer de la Puerta! ¡Ya sé cómo voy a salir de aquí!

¡La Mujer de la Puerta!

¡Volveremos atrás! ¡Hacia delante! Ya veremos si no hay princesa.

Me va a oír. -No has entendido nada.

¡Sí! Pero debo irme. -Te he dicho que la dejes tranquila.

Y yo tengo que salvar el mundo. -No has cambiado,

sigues igual de cabezota.

Perdón. Lo siento.

Adiós.

¡Ah, otra cosa!

Adiós, olvidados, no volveré a acordarme de vosotros.

Adiós, príncipe, también te olvidaremos pronto.

¡Adiós, excelencia!

No he entendido adónde iba.

Perdona, pingüino, ¿puedo pedirte un favor?

Sí.

¿Te importaría rascarme el culo? Es que tengo los brazos muy cortos.

¿Seguro que es por ahí? -¿Qué más da?

¡De hecho, es por allí!

Por cierto, tú te quedas aquí, no vienes conmigo.

Cada uno tiene su aventura.

A mí me aguarda la mía.

Y no puede esperar.

¿Sabe algo de fugas?

Sofía se ha escapado. Algo así.

Creo que se ha ido a esa fiesta, digamos que...

Sin mi permiso.

Pase otra vez.

Supongo que la habrá llamado. Y no me lo coge.

¿Está preocupado?

Sí, pero es raro, porque tampoco demasiado.

Creía que estaría más enfadado.

Lo importante es que no le pase nada malo.

Seguro que le llama, sabe que está preocupado.

¿Quiere otra copa?

¿No le importa? No.

Tranquila, no me quedaré mucho. No es problema.

Es que me apetecía hablar con usted.

(Música y ovaciones)

¡Regalos! ¡Regalos! ¡Regalos!

¿Pero qué?

¿Quién me ha regalado esta chorrada?

Gracias, tío, es para el mocoso de mi hermano.

¡Max! ¡Tienes un regalo! -¿Para mí?

Es bastante raro.

¡Pero si está envuelto con papel higiénico!

¿Lo han comprado en una droguería o qué?

¿Quién le ha regalado eso? Es superraro.

¿Qué será? -Yo no he sido.

¡Venga, ábrelo ya! (RÍEN)

Venga, a ver, ¿qué es?

Enséñanoslo.

Eso, queremos verlo. ¿Qué es?

¿Nos lo enseñas a todos o qué?

(Risas)

Qué cosa más fea.

¡Eh! ¿Y qué se supone que es?

Ah, eres tú, ¿no? Sí que eres tú.

¿Y ahora tienes alas? -¿Por qué tiene alas?

¿Eres mitad hombre, mitad paloma o qué?

Ya vale, chicos. Dejadlo.

No, en serio. ¿Quién te ha regalado esta mierda?

Pues yo. ¿Perdón?

Yo.

Perdónanos, la verdad es que mola. Hazme a mí uno si quieres.

Yo también quiero uno.

Pero con alas de pelícano, por favor.

Vale, dejadlo ya, en serio.

¡Venga, vamos, subid otra vez la música!

¡Eso, vamos, vamos! -¡Venga, sigamos con la fiesta!

¿Sabe? Para mí, esto es nuevo.

Además, creo que la adolescencia va a ser...

¿Puedo contarle una historia? No tiene nada que ver con lo suyo,

pero mis padres se divorciaron cuando era pequeña.

Mi padre siempre estuvo muy presente.

Era un...

Un superpadre.

Pero, cuando yo tenía 14 o 15 años, las cosas se complicaron.

Se volvió cada vez más insoportable.

Yo no sabía por qué.

Cuando me independicé, lo entendí.

Lo había sacrificado todo por mí, sin pensar en sí mismo.

Cuando me marché, le dejé un gran vacío.

Pero yo no le pedí que se sacrificara.

(Vibración)

Perdón, será Sofía.

¿Diga?

Vale, no te muevas, voy ahora mismo para allá.

Como dijo que tenía problemas con el garaje,

supongo que tendrá coche.

Una moto.

¡Mujer de la puerta!

¡Ya sé cuál es tu papel en el cuento!

¿No existir? -No, ahora verás.

Cruzaré esta puerta, llegaré hasta el mundo de los cuentos

y hasta la princesa. Y todo gracias a ti.

Ese es tu papel.

Tu gran papel en el cuento. ¿Entiendes?

¿Y tú qué haces aquí? ¿Qué te había dicho?

Soy el príncipe y debo ir a ver a la princesa.

Me necesita a mí.

¿Eres tonto o qué? No te acerques a menos de cinco pasos de ella,

son las normas. Solamente puedo yo.

¿"Capicho"?

Adelante.

¿Sabes lo que haces?

Estoy segurísimo, Mujer de la Puerta.

Saldrá bien. -Vale, confío en ti.

¡Ah!

Perdón.

(RÍE)

Adelante, di "toc, toc".

¡Toc, toc! -¿Quién es?

¡El príncipe! -Los príncipes.

¡Salid!

O sea... Entrad.

Bueno... Entrad fuera.

Dios mío.

Espero que no sea tarde.

No llegaremos, estamos en la otra punta del mundo.

No estás a la altura, chaval.

Mientras la batalla no esté perdida,

aún podremos ganarla.

¡La princesa me espera! Gracias, Mujer de la puerta.

Soy yo quien te las da.

Acabo de entender mi propia moraleja.

Ah, ¿sí? -Sí.

No hay puerta que la confianza no pueda abrir.

Es maravilloso.

Y, gracias a ti, soy útil.

Me has salvado.

Bueno...

Hablando de salvar, debo irme.

¡Qué bien traído!

¡Anda, si es Pritprout!

¡Príncipe!

Sí, ya te lo dije: nunca hay final, todo son peripecias.

En cuanto al pequeño incidente de antes,

quería decirte que no es lo que piensas.

Tranquilo, no estoy enfadado. ¡Ah, gracias, gracias!

¡Cómo me alegro de verte! Vale, querido Pritprout.

Ya está.

Ya está, sí.

Menudo abrazo, ¿eh?

¿Y ese qué hace aquí?

¡Oh! Échame una mano con él porque...

Pero si estás desapareciendo.

Pues es verdad. -¡Qué notición!

Sí, y no me extraña, querías ir de guay,

pero ser príncipe es un trabajo.

Hace falta talento, experiencia, esfuerzo...

Así se labra uno una carrera.

No con ese peinadito. Tiene razón.

Lo siento por ti, pero, llegado el momento,

hay que saber desaparecer.

Bueno, ahora que eso está resuelto, ¿qué hacemos nosotros?

Hay que volver con la princesa.

¡Eh! No hace falta que nos sigas, ¿eh?

Tampoco te alejes mucho. Ahí tienes la entrada a las mazmorras.

¡Qué cosas tienes, Pritprout! Se lo he dejado clarito...

¡Allí!

¡Cariño!

¿Qué ha pasado?

Lo siento, papá, pero ese casco...

Es un horror.

Vale. Y ahora, ¿qué ha pasado?

Papá, por favor...

Espera, que voy a decirles un par de cosas a esos... mocosos.

Aunque no sé el código del portal.

Tampoco la dirección.

No sé nada de ellos. Papá, prefiero ir yo sola.

¿Me esperas aquí? ¿Cinco minutos?

Sin problema.

Me quedo aquí.

Por si acaso.

Como siempre.

¿Qué? Nada.

Pero sabía que la vecina era maja.

Qué bobada.

Buenas noches. Buenas noches.

Bueno, me voy. Ahora vengo.

(AMBOS) ¡Choca esa zarpa!

Qué bueno lo del choque, es muy gracioso.

No, es de hace siglos.

Pero le gusta. ¡Ah!

Cosas de críos. Ya.

¡Gracias por acompañarme, Pritprout!

¡No hay de qué, amigo mío! ¡Es lo más lógico!

¡Uno nunca sabe qué puede pasar!

¿Max?

¿Le conozco?

Soy el padre de Sofia. ¡Ah! Sí.

Mira, chaval, voy a decirte una cosita.

¿Sabes qué? Mejor no te la digo.

Mejor me la callo y no te la digo porque no te lo mereces.

Ya lo sé, tiene razón. Soy lo peor, soy idiota.

Estoy de acuerdo. Me doy asco.

No sé ni lo que hago. Pues sí.

Sí...

Veo que ya te has dado cuenta, no está mal.

Está bien.

Ya está.

(SUSURRA) No voy a lanzarle en brazos de mi hija, ¿vale?

No.

Pero podrías esforzarte.

¿Sigue ahí detrás?

¡Sí!

¡Tendrá otros defectos, pero tenaz es un rato!

Dirás "insoportable". -¡Por favor!

¡No me deje aquí tirado!

¿Qué dice? No lo sé.

(MAX HABLA)

A esa edad no paran de hacer el tonto.

¡Pues yo creo que quiere decirnos algo!

Ya, claro.

¡Cuidado!

Sí que está en forma el chico...

Y solo tiene 11 años.

Increíble.

Ya, bueno.

Es verdad que no es mal chaval.

Y la pirueta ha estado bien, hay que reconocerlo.

¡Un segundo!

¡Descansemos un segundo!

No vas a dejarme en paz, ¿eh?

Vale. Pero, en cuanto lleguemos, yo me ocupo de todo

y tú te quedas atrás, si no te importa.

Viendo cómo estás de forma... -Ya me siento algo mejor.

Claro. Salta a la vista.

Yo estoy reventado.

Y yo.

Estoy fatal.

Creo que estoy... hiperventilado.

¿Sí? No sé si será por el viento, pero yo me siento mejor.

¿Vosotros no?

¿Queréis que hagamos una pausa? -¿Estás de coña? ¡Ve tú!

¡Vamos!

Un corazón valiente...

Todo lo puede.

¿Qué haces? Ve tú, ya te alcanzaré.

Necesito descansar un segundo.

No quiero ser un lastre. ¿Seguro?

Que sí, vete.

Si quieres, te espero.

Anda que...

No voy a mentirle.

Se ha ido y no sé dónde está. ¿Que no lo sabes?

Se ha subido.

Se ha subido... Pero ¿a mi casa o por las paredes?

Creo que un poco las dos.

Ya, pero lo bueno es que quería hablar contigo.

Si es para mandarme a la porra, no sé yo...

Bueno, ¿y qué te gustaría decirle? No lo sé.

¿Perdón? ¿Lo siento?

Eso está muy bien.

Muy bien. Es un comienzo. Qué va.

No, no, de eso nada.

Dicho así, es poca cosa. No sé, desarróllalo.

Desarróllalo y dile algo chulo. ¿En plan...?

Podrías inventarte un cuento bonito.

Un corazón valiente todo lo puede, chaval.

¿Un corazón valiente todo lo puede? ¿Va en serio?

¿Y por qué no? Es que esa frase es un poquito...

No es tan complicado, basta con decirle...

Basta con decirle...

No se me ocurre...

No se me ocurre nada chulo ahora mismo.

No sé qué me pasa. Mira, a veces...

No vale la pena hablar, basta con estar ahí.

Lo que cuenta es cómo vas a estar ahí,

cómo vas a mirarla, cómo...

Cómo vas a prestarle atención.

Que ella sepa cómo la ves.

Vale.

Pero, bueno, ¿qué te pasa? -Estoy reventado.

Y también estás desapareciendo.

¡Y yo acabo de volver! ¡Qué guay! ¡Pues sí que tiene gracia!

Sí, me parto, me muero de la risa.

¡Venga, hay que seguir, casi hemos llegado!

¿Te echo una mano?

Venga, apóyate en mí.

No.

Ve tú, ya iré yo la próxima vez.

¿Qué pasa? -Nada.

Ve con la princesa.

Es tu turno.

Es tu turno, chaval.

¡Vamos, date prisa!

¡Vamos, príncipe!

Vete.

¿Y qué le digo? ¿Le digo que baje?

¿Sabes qué? Mejor que decida ella.

¿Vale? Supongo que sí.

¿Está bien si no le digo nada? Genial. No le digas nada.

Mejor.

(Música)

¿Qué hacemos, nos vamos? ¿Y Sofía?

Tiene mi número, me llamará si hace falta.

Mi querido Pritprout, parece que este sí es el final.

Pero no lo entiendo, dijiste que nunca habría un final.

Pues me equivocaba.

Creo que esta vez...

Sí es el final.

Entonces, ¿ya no se puede confiar en ti?

Lo siento, Pritprout.

Siento mucho que me creyeras.

¿Puedo apoyarme en tu regazo? Pues claro.

(Vibración)

Cariño. ¿Eh?

Ya está.

¿Estás bien?

Sí, sí, estoy bien.

O lo estaré.

(RÍE)

¡Hasta ahora!

Hola, Esther.

(CHISTA) Que despiertas a mamá.

Hay que dormir, cielo.

Es tarde.

¡Es de noche!

¿No quieres dormir? ¿Es eso?

Pero ¡qué trasto!

¿Quieres que te cuente un cuento?

Vale.

Te lo cuento, pero luego te duermes, ¿vale?

A ver, es el cuento de los olvidados.

Es un cuento precioso, ya lo verás.

Todo empezó una noche negra negra, negra como esta.

Una noche sin luna. Vamos, cierra los ojitos...

(CHISTA)

Érase una vez un sitio donde reinaba el silencio

desde hacía mucho tiempo.

El mundo de los olvidados.

Pero aquella noche, se escuchó una voz.

"Atención: el cuento empieza en tres minutos.

Repito: el cuento empieza en tres minutos.

Se ruega a todos los olvidados que acudan al plató."

"Entonces, como sacudiéndose las tinieblas de encima,

todos los personajes se despertaron, unos tras otros.

El mundo volvía a levantarse

y todos debían prepararse

para poder seguir contando historias."

¡Vamos, vamos, vamos, que empezamos! ¡Espabilad, panda de gandules!

Daos prisa, no es momento de holgazanear.

¡Vamos, en marcha, ya charlaréis luego!

¡El cuento empieza en dos minutos!

¡Vamos, chicos! ¡A por todas!

¡Que volvemos!

"El cuento empieza en un minuto.

Repito: el cuento empieza en un minuto."

¡Oh, vamos, chicos! ¿Aquí estabais? ¡Os he buscado por todas partes!

¡Eh!

¿No habéis oído la megafonía?

¡Despertad ya! Os necesitamos.

¡Venga, el cuento empieza en treinta 30 segundos!

¡Sí! ¡Volvemos!

¿Llevo mucho dormido?

¡Vamos! ¡Venga, venga, venga!

"El cuento empieza en cinco, cuatro,

tres, dos, uno..."

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49 Episodios

  • Meñique y el espejo mágico

    Meñique y el espejo mágico

    Cine Clan71 min, 57 sec

  • Jumanji: Bienvenidos a la jungla

    Jumanji: Bienvenidos a la jungla

    Cine Clan105 min, 27 sec

  • Los Olchis: Bienvenidos a Pestilandia

    Los Olchis: Bienvenidos a Pestilandia

    Cine Clan77 min, 1 sec

  • El príncipe olvidado

    El príncipe olvidado

    Cine Clan91 min, 43 sec

  • Ex Posados

    Ex Posados

    Cine Clan101 min, 34 sec

  • Richard, la cigüeña

    Richard, la cigüeña

    Cine Clan74 min, 53 sec

  • Hechizados

    Hechizados

    Cine Clan80 min, 23 sec

  • Mina y el mundo de los sueños

    Mina y el mundo de los sueños

    Cine Clan73 min, 15 sec

  • Dixie y la rebelión zombi

    Dixie y la rebelión zombi

    Cine Clan76 min, 30 sec

  • Capitán Diente de Sable y el diamante mágico

    Capitán Diente de Sable y el diamante mágico

    Cine Clan75 min, 25 sec

  • La fiesta de la Tía Rita

    La fiesta de la Tía Rita

    Cine Clan77 min, 26 sec

  • Las vacaciones gatunas de los Barkers

    Las vacaciones gatunas de los Barkers

    Cine Clan67 min, 53 sec

  • El séptimo enanito

    El séptimo enanito

    Cine Clan77 min, 17 sec

  • Juguetes y mascotas

    Juguetes y mascotas

    Cine Clan92 min, 29 sec

  • La princesa y su dragón. Una historia interminable

    La princesa y su dragón. Una historia interminable

    Cine Clan69 min, 26 sec

  • Bella y el circo mágico

    Bella y el circo mágico

    Cine Clan72 min, 16 sec

  • Súper Papá Oso

    Súper Papá Oso

    Cine Clan81 min, 38 sec

  • Lunáticos

    Lunáticos

    Cine Clan76 min, 19 sec

  • Ainbo: La guerrera del Amazonas

    Ainbo: La guerrera del Amazonas

    Cine Clan75 min, 34 sec

  • Mia and me: La leyenda de Centopia

    Mia and me: La leyenda de Centopia

    Cine Clan81 min, 37 sec

  • Vicky el Vikingo: La espada mágica

    Vicky el Vikingo: La espada mágica

    Cine Clan70 min, 2 sec

  • Mina y el mundo de los sueños

    Mina y el mundo de los sueños

    Cine Clan73 min, 16 sec

  • Tierra firme

    Tierra firme

    Cine Clan107 min, 25 sec

  • El jinete del dragón

    El jinete del dragón

    Cine Clan80 min, 31 sec

  • La pequeña bruja

    La pequeña bruja

    Cine Clan92 min, 30 sec

  • 4 chicos y esto

    4 chicos y esto

    Cine Clan100 min, 20 sec

  • Zapatos rojos y los siete trolls

    Zapatos rojos y los siete trolls

    Cine Clan82 min, 43 sec

  • Nacida para ganar

    Nacida para ganar

    Cine Clan88 min, 37 sec

  • Animals United

    Animals United

    Cine Clan83 min, 9 sec

  • Pérez, el ratoncito de tus sueños 2

    Pérez, el ratoncito de tus sueños 2

    Cine Clan79 min, 33 sec

  • Stuart Little

    Stuart Little

    Cine Clan76 min, 23 sec

  • Los elfkins

    Los elfkins

    Cine Clan69 min, 4 sec

  • Ploey: Nunca volarás solo

    Ploey: Nunca volarás solo

    Cine Clan78 min, 4 sec

  • Félix y el tesoro de Morgaa

    Félix y el tesoro de Morgaa

    Cine Clan77 min, 18 sec

  • Los Lunnipiratas. La película

    Los Lunnipiratas. La película

    Cine Clan83 min, 13 sec

  • La abeja Maya y el orbe dorado

    La abeja Maya y el orbe dorado

    Cine Clan77 min, 32 sec

  • Boonie bears: en un mundo diminuto

    Boonie bears: en un mundo diminuto

    Cine Clan82 min, 50 sec

  • La gran aventura de los Lunnis y el libro mágico

    La gran aventura de los Lunnis y el libro mágico

    Cine Clan75 min, 48 sec

  • García y García

    García y García

    Cine Clan93 min, 30 sec

  • D'Artacan y los tres Mosqueperros

    D'Artacan y los tres Mosqueperros

    Cine Clan81 min, 59 sec

  • Los Rodríguez y el más allá

    Los Rodríguez y el más allá

    Cine Clan108 min, 19 sec

  • Academia Cranston: Escuela de monstruos

    Academia Cranston: Escuela de monstruos

    Cine Clan75 min, 1 sec

  • Luis y los alienígenas

    Luis y los alienígenas

    Cine Clan77 min, 26 sec

  • Trasto

    Trasto

    Cine Clan75 min, 16 sec

  • Valentina

    Valentina

    Cine Clan61 min, 59 sec

  • Anacleto, agente secreto

    Anacleto, agente secreto

    Cine Clan85 min, 11 sec

  • Jungle Beat. La película

    Jungle Beat. La película

    Cine Clan80 min, 22 sec

  • El festival de la diversión de Garfield

    El festival de la diversión de Garfield

    Cine Clan71 min, 0 sec

  • Yoko y sus amigos

    Yoko y sus amigos

    Cine Clan76 min, 4 sec

Cine Clan - El príncipe olvidado

Infantil

Edad Recomendada:

Dentro de una misma calificación moral, “Todos los Públicos” por ejemplo, puede haber contenidos diseñados para niños de 4 años y otros para niños de 8. De la misma manera que todos los niños van a un mismo colegio, pero no tienen que entender las mismas asignaturas.

Con esta calificación buscamos agrupar contenidos de audiencias afines.

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  • Infantil: Programas especialmente adecuados para niños de 4 a 6 años
  • Junior: Programas especialmente adecuados para niños mayores de 7 años
  • Calificación Moral:

    Clasificación del contenido audiovisual efectuada siguiendo la normativa vigente y el Código de Autorregulación sobre Contenidos Televisivos e Infancia.

    Según estos criterios, los contenidos del canal Clan y sus plataformas digitales se califican en las siguientes categorías:

    • ERI: Programas especialmente recomendados para la infancia
    • TP: Programas para todos los públicos
    • +7 Programas no recomendados para menores de 7 años (NR7)
  • Calificación Moral:

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