Las ardillas ayudan a Duggee a pintar la casa del club. Tienen la suerte de contar con la ayuda de Tino, el ratón artista, que les aporta sus ideas sobre las técnicas de pintura y los colores que pueden utilizar.

Es invierno y las ardillas disfrutan jugando con la nieve en el parque. Duggee les enseña que pueden utilizar la nieve para darle forma y crear figuras, entre ellas, un muñeco de nieve, con su cuerpo, su cabeza, sus ojos y su nariz.

Duggee les enseña a las ardillas su insignia de "queremos a los animales". Los niños quieren ganarla también demostrando su amor por los animales. Por eso, salen al parque a encontrar animales a los que puedan acariciar, pero algunos son más escurridizos que otros.

Duggee ha estado fuera alimentando a todos los animales, entre ellos, las ovejas, que se han escapado de su corral porque la puerta está rota. Ahora hay que traerlas de vuelta al corral y para ello cuenta con la ayuda de las ardillas.

Duggee ha perdido su cuaderno de actividades diarias, pero cuenta con la ayuda de las ardillas para ayudarle a buscar. Cuando finalmente aparece el cuaderno, descubren que la actividad que toca hoy es un juego muy fácil y divertido: el escondite.

Duggee está inflando muchos globos porque es el cumpleaños de Tino. Y, aunque Tino es un poco gruñón y siempre está de mal humor, las ardillas acuden a felicitarle con muchos globos. Sorprendentemente, el cumpleaños de Tino resulta muy divertido.

Es otoño y las hojas de los árboles se esparcen por todo el parque. Entre todas ellas, las ardillas encuentran una bellota. Duggee les hace saber que si plantan una bellota y la cuidan, con el tiempo saldrá un fuerte y hermoso roble.

Duggee y las ardillas están regando las plantas porque el día es muy caluroso. Necesitan más agua para llenar la regadera, pero al abrir el grifo no sale agua. Pero Duggee tiene la insignia de la danza de la lluvia, un baile que la gente hace para que vengan las nubes que traen el agua.

Las ardillas ayudan a Duggee a hacer limpieza en su casa y empiezan por vaciar todos los trastos. Tiene tantos que, a medida que vacían la casa, se van apilando formando un laberinto que retiene a Duggee en el centro. Las ardillas tienen que encontrar un camino y llegar a Duggee.

Hoy todas las ardillas están sufriendo un ataque de hipo que no puede parar y preguntan a Duggee para ver si sabe algún remedio. Duggee les recomienda que beban un vaso de agua y parece que funciona.

Norrie no se encuentra muy bien hoy y tiene que quedarse en casa recuperándose. A las ardillas deciden escribirle una tarjeta de "recupérate pronto" y llevársela a su casa para darle ánimos. En el camino se encuentran con muchos amigos y a los que les tienen que ayudar.

Duggee encuentra guardado en un armario a Duck

Las ardillas salen a buscar cosas interesantes para enseñarselas a Duggee. Cada uno aporta lo que ellos consideran interesante: una pelota, un libro, una planta, una mariquita, un vaso de agua, una piedra... Hacen tan buen trabajo que obtienen como recompensa la insignia de las cosas interesantes.

Mientras las ardillas pintan en el parque, oyen una voz entre la niebla que llama su atención. La voz procede de un castillo donde habitan unos ratoncitos muy traviesos que juegan con los muchachos.

Duggee les enseña a los niños a hacer barquitos de papel y tienen la oportunidad de utilizar sus conocimientos para hacer un gran barco de papel que ayudará a un grupo de hormigas a cruzar el lago. De esta manera, las hormigas consiguen llegar a tiempo para acudir al picnic.

Hoy hace mucho calor y a Duggee se le ocurre la refrescante idea de desplegar una piscina hinchable en el parque. Tras unas pequeñas dificultades iniciales para hinchar la piscina, surge otro problema más importante: cómo llenarla de agua.

Duggee enseña a las ardillas a cultivar frutas y verduras en el huerto. Primero hay que cavar un pequeño agujero en la tierra y después plantar la semilla y regarla con agua. Pero hay que esperar hasta que crezcan las plantas y protegerla de los insectos y pájaros que quieran comerselas.

Duggee enseña a las ardillas a hacer una tortilla. En primer lugar, hay que ir al gallinero a buscar huevos que necesitan. Sin embargo, al llegar allí, se dan cuenta de que las gallinas no han puesto ningún huevo porque están demasiado entretenidas viendo la televisión.

A Duggee le falta la hoja arcoiris para completar su colección de hojas. Por eso, propone a las ardillas salir al bosque a buscarla. Mientras recorren el bosque, escuchan un extraño ruido procedente de la espesura que asusta a los amigos.

Duggee levanta un castillo hinchable en el parque y enseña a las ardillas sus mejores saltos. Estas están deseosas de divertirse saltando y demostrar a Duggee lo que saben hacer, pero una nube repentina amenaza con estropear sus planes.

Mientras Duggee enseña a las ardillas cómo se planta el maíz, los pájaros merodean el sembrado intentando comerse los granos. Pero Duggee tiene la solución: las ardillas le ayudarán a fabricar un espantapájaros para ahuyentarlos y proteger la cosecha.

Hoy, Duggee y las ardillas van a buscar un tesoro escondido. Para lograr encontrarlo contarán con la ayuda de un mapa que les indica cuál es el camino que tienen que seguir y los peligros que tienen que sortear para llegar hasta él.

Duggee y las ardillas planean hacer mermelada con toda la fruta que tiene Duggee en su jardín. Pero un mono travieso aparece y se lleva toda la fruta. Al final, el travieso mono se da cuenta de que es más divertido unirse a la fiesta y ayudar al equipo a hacer la mermelada.

Duggee y las ardillas tienen que emprender una operación de rescate para salvar a la gata Enid, que ha quedado atrapada en lo alto de un árbol. Después de poner en práctica varias ideas, Enid puede finalmente bajar del árbol.

Las ardillas deciden jugar a los superhéroes. Tienen todo lo necesario: sus enormes ganas, sus supertrajes y sus supernombres de héroes, pero no tienen nada que hacer. Sin embargo, pronto surge la oportunidad de poner en práctica todas sus habilidades.

Duggee intenta peinarse el pelo, pero el pelo no quiere colaborar y siempre se descoloca. Las ardillas se ofrecen para ayudar a su amigo con su desastre capilar. El primer paso es lavarse el pelo, el segundo, secarlo y en último lugar decidir el peinado que llevará Duggee.

Duggee y las ardillas salen a jugar con la nieve y se encuentran con Mawk, un pájaro que ha perdido el contenido de su maleta cuando viajaba hacia tierras más cálidas. Las ardillas le ayudarán a recuperar todas las cosas que tenía dentro para que pueda reanudar su viaje hacia el sur.

Mientras juega en el parque, Happy se encuentra una tarta en medio del campo y se la come. Después de comérsela se da cuenta de que la tarta pertenecía a unos conejos, que no están muy contentos con lo que Happy ha hecho. Para arreglar la situación, Duggee decide hacerle una tarta para ellos.

Duggee y las ardillas tienen que quedarse en casa sin poder salir a jugar porque fuera llueve demasiado. Para no aburrirse, deciden ponerse a dibujar. Como lo hacen también, ganan la insignia de dibujo.

Mientras juegan a la pelota en el parque, las ardillas se encuentran a un topo que se encuentra muy triste porque, aunque es un topo con éxito, lo que realmente desea es ser un topo especialista. Él cree que nunca va a conseguirlo porque lo ve todo borroso, pero Happy le da la solución.

Las ardillas se sorprenden porque Duggee se cose su propia ropa. pero Duggee tiene la insignia de la moda y les enseña su armario de costura donde guarda todos sus materiales como cintas, botones, lazos o telas. Con todo ese material, las ardillas tienen un montón de ideas para hacerle ropa a Duggee

Duggee y las ardillas han comprado una enorme raqueta para regalársela a Hennie por su cumpleaños. Pero antes de darle su regalo hay que envolverlo. Solo necesitan papel de regalo y celo para pegarlo. Aunque la raqueta es tan grande que van a necesitar mucho papel.

Hoy Duggee y las ardillas se van de picnic. Es un picnic de ositos de peluche y todos llevan el suyo en su gran cesta. Mientras juegan con sus ositos, encuentran un oso que se siente solo porque no tiene su propio osito, por lo que las ardillas deciden fabricarle uno.

Duggee y las ardillas están muy sorprendidas porque oyen un extraño ruido que no saben identificar. Después de indagar, descubren que el ruido lo producen los estornudos de un oso polar que está resfriado. Pero Duggee hará que se sienta mejor prestándole un pañuelo que él mismo ha cosido.

Duggee enseña a las ardillas una deliciosa tarta de manzana que acaba de hacer. Pero la tarta desaparece inexplicablemente y no la pueden encontrar. Sin embargo, Duggee tiene la insignia del detective y con todo lo que él les enseña, los niños lograrán encontrar pistas que resuelvan el misterio.

Duggee y las ardillas van a vivir una aventura emocionante a bordo del submarino que pilota el padre de Betty. Mientras Duggee toma el mando, el padre de Betty les enseña toda la belleza del océano profundo.

Duggee enseña a los niños a hacer pompas de jabón. A algunos se les da mejor que a otros hacerlas. Tag tiene unos ligeros problemas iniciales para conseguir que le salga alguna, pero, al final, logra hacer una pompa enorme y espectacular.

Mientras juegan en el parque, Tag se cae y se hace daño en la rodilla. Solo es un pequeño rasguño, pero Duggee tiene la insignia de Primeros auxilios y acude con su botiquín a curar a Tag.

Hoy hace un hermoso día para disfrutar al aire libre. Las ardillas disfrutan jugando en el parque hasta que un mono travieso interrumpe su tranquilidad haciendo travesuras. Pero el mono travieso no tiene cuidado y cae en un gran agujero. Duggee y las ardillas le ayudan a salir.

Hoy Duggee enseña a los niños lo que tienen que hacer para observar aves. La advertencia principal es que no pueden hacer ruido ni hablar alto para que los pájaros no se asusten. Las ardillas lo hacen tan bien que ganan la insignia de la ornitología.

Eugene está encargado de organizar el gran desfile, pero no puede encargarse de todo y pide ayuda a Duggee y a las ardillas. Está preocupado porque nada sale bien y van con mucho retraso. Pero Duggee tiene la insignia del gran desfile y no hay nada que temer.