Nuevo programa de Los Lunnis, con Lucrecia.

Hoy se celebran 20 años desde aquella primera emisión, a las 21:00h, justo antes del Telediario de TVE, del videoclip "Nos vamos a la cama" de Los Lunnis. Una canción que acompañaría a los más pequeños y pequeñas de la casa a irse a la cama durante años. Lucho, Lupita, Lulila, Lublú, el profesor Lutecio, la bruja Lubina, Lulo, Lula y la profesora Lumbrela nos deseaban felices sueños cada noche con un ritmo súper pegadizo y una letra que nos marcaría para siempre, tanto a pequeños como mayores. ¿Quién no la ha cantado alguna vez?

Lunnis de Leyenda - El gigante Botafuegos

Gaudí.

En el siglo XIX la viruela se extendía por todo el mundo. Hasta que dieron con su vacuna. Pero era muy difícil que ésta llegara a los territorios americanos. Así que Isabel Zendal, junto con el doctor Balmis, decidió reclutar un grupo de huérfanos para llevar en su interior la vacuna y así erradicar la enfermedad.

Cuentan que en las costas de Galicia vivía una sirena incomprendida. Nadie se ponía de acuerdo en si ayudaba a los marineros o por el contrario les llevaba a la deriva. Así que deciden capturarla para someterla a juicio. Una tradición que aún se mantiene en las fiestas de San Ciprián, leyenda que traslada a los niños ese capítulo de 'Lunnis de leyenda' interactuando Lucrecia con los muñecos y cantando el tema del mismo nombre.

Lunnis de leyenda - El Trasgu.

Lunnis de leyenda - Alfonso X y el ajedrez.

Los Lunnis y Lucrecia nos cuentan y nos cantan la leyenda del Ojáncano.

Aprovecharemos la historia de Rosario Weiss para conocer algo a su maestro, Goya.

Historia real: A mediados del siglo XX, un estudioso del arte demostró que setenta y siete dibujos custodiados por la Hispanic Society de América atribuidos durante años al pintor Francisco de Goya eran en realidad obras pintadas por una de sus más geniales alumnas. Rosario Weiss fue alumna de Goya desde que era una niña de siete años y aprovechó sus clases hasta el punto de convertirse en una pintora reconocida en círculos artísticos y reales. La Academia de San Fernando la nombró académica de mérito y fue nombrada maestra de dibujo de las hijas de Fernando VII.

Podemos trabajar la historia en dos tiempos: a mediados del siglo XX en una gran exposición de cuadros de Goya, donde todo el mundo estaba impresionado por todas sus obras. Lo que nadie sabía era la verdad de muchos de aquellos cuadros. Después nos remontarnos a la época de Goya, cuando estaba aceptando discípulos y allí tenía a la joven Rosario. El resto de discípulos no creían que pudiera aprender del gran maestro, pero Goya confiaba tanto en ella que le acabó enseñando todos sus secretos. Así que acabó planteando un juego al resto para ver si podían distinguir entre sus obras y las de Rosario. Pero todos creyeron que era una trampa. Todas estaban dibujadas por Rosario. Lo habían conseguido. Habían demostrado que Rosario podía dibujar tan bien como el mismísimo Goya. Pero con el tiempo nadie acabó desvelando cuales eran sus obras, y Rosario no tuvo el reconocimiento que se merecía. Todas fueron tomadas por creaciones de Goya. Volvemos al siglo XX donde las pinturas de Rosario seguían siendo consideradas de Goya, hasta que llega una estudiosa del asunto y demuestra que aquellas pinturas eran de Rosario. Así fue como con los años Rosario acabó siendo reconocida por el resto.

Rosario al final fue una gran copista, y todos la denostaron por no tener personalidad. Sus obras eran fantásticas, pero solo se dedicaba a copiar a los grandes clásicos.

La vida de Pedro González inspiró el cuento de La bella y la bestia. De ahí que los Lunnis no se crean que pueda haber historias como las de sus cuentos en la realidad. Pero Lucrecia les explicará que muchas de ellas están inspiradas en la vida real.

Pedro González nació en Canarias en el siglo XVI con una extraña enfermedad que le cubría todo el cuerpo con pelo. En su pueblo todos le dejaban de lado. Creían que era medio hombre medio animal y nadie podría domesticarlo. Pero Pedro era un joven como los demás. Su caso era tan extraño que acabó siendo llevado ala corte del rey de Francia, Enrique II. Allí era un bicho raro. Le usaban para que las visitas le miraran con asombro. Hasta que una de esas visitas aseguró que un ser así nunca podría ser civilizado. Enrique II aceptó el reto y comenzó a darle una formación a Pedro, que aprendió protocolo, latín y fue vestido con las mejores ropas de París. Se acabó convirtiendo en todo un caballero, y trabajó mucho tiempo como ayuda de cámara del rey. Hasta que un día llegó a la corte una joven parisina de gran belleza. Se llamaba Catherine, y nada más verle se asustó como era costumbre. Pero Pedro comenzó a hablar con ella, y no tardaron en congeniar. Poco tiempo después se acabaron casando y teniendo un montón de hijos. Así fue como alguien como Pedro González acabó con una de las jóvenes más bellas de París, demostrando que la verdadera belleza está en el interior.

Nuestros amigos descubrirán las similitudes de esta historia con el cuento de la bella y la bestia, alucinando por que sea una historia real. Además nos podría dar pie a tratar una historia clásica como es la de Pigmalion, donde se demuestra que cualquiera puede ser moldeado a los gustos de otra persona.

Todos sabemos que el acueducto de Segovia lo construyeron los romanos. Pero hay veces que la historia es mucho más divertida si se cuenta algo increíble. Así es como nacen leyendas como la de la construcción del acueducto.

Cuentan que una joven criada que vivía en lo alto de la ciudad tenía que ir cada día a la parte baja a por agua. Cansada de tanto trajín, acabó afirmando en voz alta que daría lo que fuera por no tener que bajar cada día a por agua. En ese momento aparece un joven apuesto que asegura tener la solución a su problema. Podría construir un gran acueducto que le llevara el agua hasta la parte alta. Pero a cambio tendría que firmar un contrato por el que le cedería su alma. La joven lo firmó, aunque recelosa puso la condición que tendría que hacerlo antes de que saliera el sol al día siguiente. Pero aquella noche no consiguió pegar ojo. ¿Y si aquel muchacho se llevaba su alma? Desvelada, decidió acercarse en medio de la noche a ver qué estaba urdiendo. Así descubrió al joven convertido en un diablo, que daba órdenes a otros diablillos que se afanaban construyendo el acueducto. La chica estaba perdida. Entonces se le ocurrió una idea que podría salvarle. Cuando estaba a punto de amanecer, el diablo ya celebraba su triunfo. Pero uno de sus secuaces llega preocupado. Les falta una sola piedra para terminar. El primer rayo de sol despunta por las montañas y el diablo pierde su apuesta. En cambio la joven aparece con la última piedra colocándola en su lugar, y consiguiendo que el agua llegara al resto de sus vecinos.

Pese a que Lupita no le de ningún crédito a la leyenda, acabará reconociendo que hay veces que las leyendas hacen mucho más divertida la historia.

No fiarse de las apariencias.

Cuando algo malo sucede a nuestro alrededor lo más fácil es culpar a un desconocido. Eso le sucede a un nuevo amigo, Gabi, que pese a estar de paso por el bosque de los Lunnis, es acusado de desviar el cauce del río. Lucrecia aprovecha la ocasión para contarles la leyenda del peregrino que pasaba por la localidad portuguesa de Barcelos y fue acusado de robar a un vecino. Una historia clásica del camino de Santiago que dio forma al emblemático gallo portugués.

No dejarse llevar por las modas. Ser siempre uno mismo.

Los Lunnis no se libran de las modas pasajeras, haciendo que se olviden de los juegos tradicionales. La historia de Isidro, el joven que prefería tocar el tambor a jugar a ser soldado como los demás, les enseñará que no hay que dejarse llevar por las modas. Así fue como Isidro y su tambor acabaron salvando a todo su pueblo de ser conquistados por las tropas de Napoleón.

Alimentación sana. Vivir en armonía con la naturaleza.

Una antigua leyenda del rey Habis cuenta cómo la superstición de su gente le llevó a ser criado por los animales del bosque. Serán ellos los que le enseñen a alimentarse con lo que le da la naturaleza, introduciendo entre los suyos la arquitectura. Toda una lección para Lucho y los demás, que aprenderán a que una buena pieza de fruta puede estar tan rica o más que un bollo de chocolate.

No dejarse llevar por las modas. Ser siempre uno mismo.

Los Lunnis no se libran de las modas pasajeras, haciendo que se olviden de los juegos tradicionales. La historia de Isidro, el joven que prefería tocar el tambor a jugar a ser soldado como los demás, les enseñará que no hay que dejarse llevar por las modas. Así fue como Isidro y su tambor acabaron salvando a todo su pueblo de ser conquistados por las tropas de Napoleón.

Ser lo que uno desea. Perseguir los sueños.

Nadie diría que todo un premio Nobel de joven era un rebelde aficionado al culturismo. Pero sobre todo, Santiago se pasaba el día dibujando, pese a los esfuerzos de su padre por que se convirtiera en médico como él. Nuestros amigos descubrirán gracias a su historia que hay que perseguir tus sueños aunque todos crean que no te llevan a ningún lado.

El poder de la verdad frente a la mentira.

Se pilla antes a un mentiroso que a un cojo. A no ser que seas el gobernante de Cáceres y todo el mundo viva atemorizado por tus amenazas y mentiras. Hasta que el amor prohibido de su hija por el embajador de León les lleve a destapar sus mentiras, dando un escarmiento al tirano. Lucho descubrirá que no necesita mentir a sus amigos para conseguir lo que quiere.

Ser lo que uno desea. Perseguir los sueños.

Nadie diría que todo un premio Nobel de joven era un rebelde aficionado al culturismo. Pero sobre todo, Santiago se pasaba el día dibujando, pese a los esfuerzos de su padre por que se convirtiera en médico como él. Nuestros amigos descubrirán gracias a su historia que hay que perseguir tus sueños aunque todos crean que no te llevan a ningún lado.

Creer en lo que uno quiera. El poder de la fantasía.

Unos creen en la magia. Otros piensan que son solo trucos de ilusionismo. La leyenda de la joven que se convierte en un hada del bosque para liberar a su pueblo, enseña a nuestros amigos que cada uno puede creer en lo que quiera, por muy extraño y fantástico que sea.

Creer en lo que uno quiera. El poder de la fantasía.

Unos creen en la magia. Otros piensan que son solo trucos de ilusionismo. La leyenda de la joven que se convierte en un hada del bosque para liberar a su pueblo, enseña a nuestros amigos que cada uno puede creer en lo que quiera, por muy extraño y fantástico que sea.

No juzgar a la gente. Aprender a perdonar. Amistad y fidelidad.

Muchas historias se cuentan del legendario Cid Campeador, pero Lucrecia decide leer a los Lunnis la de su amistad con el rey Alfonso de Castilla, que creyó que le había traicionado. Pero el Cid no cejó hasta que demostró a Alfonso su fidelidad. Todos aprenderán a no juzgar a la gente y a perdonar a sus amigos.

Ser uno mismo. El valor de la amistad.

La leyenda valenciana del dragón que vivía en el río sirve a nuestros amigos para aprender que no hay que dejar de ser uno mismo para conseguir lo que se quiere en la vida. Así le pasó al pequeño caimán, que todos confundieron con un temible dragón. Esto le obligó a ser lo que no era, perdiendo así a todos sus amigos.

Ser uno mismo. El valor de la amistad.

La leyenda valenciana del dragón que vivía en el río sirve a nuestros amigos para aprender que no hay que dejar de ser uno mismo para conseguir lo que se quiere en la vida. Así le pasó al pequeño caimán, que todos confundieron con un temible dragón. Esto le obligó a ser lo que no era, perdiendo así a todos sus amigos.

No juzgar a la gente. Aprender a perdonar. Amistad y fidelidad.

Muchas historias se cuentan del legendario Cid Campeador, pero Lucrecia decide leer a los Lunnis la de su amistad con el rey Alfonso de Castilla, que creyó que le había traicionado. Pero el Cid no cejó hasta que demostró a Alfonso su fidelidad. Todos aprenderán a no juzgar a la gente y a perdonar a sus amigos.

Lucha contra las injusticias. Empoderamiento. Igualdad de género.

A veces nos cruzamos de brazos ante las injusticias. Pero historias como la de María Pita nos enseñan a luchar por lo que es justo. María no paró hasta que consiguió que se le reconocieran los mismos derechos que a los hombres, y se la premiara por su valiente pelea contra las tropas del pirata Francis Drake. Toda una lección que enseñará a los Lunnis a luchar por que nadie acabe con su bosque.

Igualdad de género. El cuidado del entorno.

El folclore está lleno de historias de gigantes malvados que someten a los pueblos. Como Silbán, el gigante de las montañas de Huesca, que esta vez se acaba topando con Marieta, de la que aprenderá la importancia de mantener limpio su entorno y que las tareas del hogar no son “cosa de chicas”.

Lucha contra las injusticias. Empoderamiento. Igualdad de género.

A veces nos cruzamos de brazos ante las injusticias. Pero historias como la de María Pita nos enseñan a luchar por lo que es justo. María no paró hasta que consiguió que se le reconocieran los mismos derechos que a los hombres, y se la premiara por su valiente pelea contra las tropas del pirata Francis Drake. Toda una lección que enseñará a los Lunnis a luchar por que nadie acabe con su bosque.

Igualdad de género. El cuidado del entorno.

El folclore está lleno de historias de gigantes malvados que someten a los pueblos. Como Silbán, el gigante de las montañas de Huesca, que esta vez se acaba topando con Marieta, de la que aprenderá la importancia de mantener limpio su entorno y que las tareas del hogar no son “cosa de chicas”.

Jane Goodall dedicó toda su vida a demostrar que los animales tienen sentimientos, ayudando así a luchar por la preservación de su hábitat y defendiendo sus derechos.

Muy joven viajó a África para investigar los hábitos de los chimpancés. Así fue como descubrió lo parecidos que eran a los humanos. Ellos también tenían sentimientos o usaban herramientas.

Precursora del ecologismo, Rachel Carson se dio cuenta de cómo el uso incontrolado de los insecticidas afectaba a muchas especies y dañaba nuestro medio ambiente.

De pequeño, Isaac Newton sentía curiosidad por conocer las causas de todos los fenómenos naturales. Por eso, fue a la universidad a aprender los principios científicos que le llevarían a enunciar sus famosas leyes, en las que se basa la física moderna.

Mary Shelley soñaba con ser una gran escritora, hasta que se cruzó con Percy, un apuesto poeta con el que se fugó para ver el mundo. Cuando estaban a punto de quedarse sin dinero, conocieron a Lord Byron, un famoso escritor que les retó a crear el relato más terrorífico. Para sorpresa de todos, Mary escribió Frankenstein, un libro que acabó pasando a la historia.

Ada Lovelace, hija del poeta Lord Byron, después de conocer diferentes inventos de su época y entrar en contacto con el trabajo del padre de la computación, Charles Babbage, acabaría sentando las bases de los actuales lenguajes de programación.

En contra de lo que todos esperaban, Florence Nightingale decidió dedicarse a cuidar a los demás convirtiéndose en enfermera. Gracias a su formación, consiguió mejorar las condiciones de los hospitales de su país, así como educar a todos en que una buena higiene podría salvar la vida de muchos pacientes.

Marie viajó de Polonia a París para poder estudiar. Se casó con Pierre Curie, investigador también, y entre los dos descubrieron elementos como el polonio y el radio, y como aplicar esos conocimientos para crear las radiografías. Fue galardonada con dos premios Nobel, y terminó siendo primera profesora universitaria. Después fue de gran ayuda en la I Guerra Mundial, donde ayudó en el frente con los heridos y su técnica.

En lo más alto de su carrera como compositor, Beethoven se da cuenta de que se está quedando sordo. Aunque trató de disimularlo, todos acabaron sabiéndolo. Pero Beethoven no se rindió y acabó adaptándose, volviendo a componer nuevas obras que acabaron revolucionando la historia de la música.

A finales del siglo XIX los hermanos Lumiere inventaron el cine, dedicándose a captar imágenes de su entorno. Cuando Alice Guy pudo ver el invento se le ocurrió que podría ser una buena forma de contar historias inventadas. Así que no paró hasta que se hizo con una de sus cámaras, logrando filmar cientos de películas. Pese a ello con el tiempo sus logros fueron olvidados, atribuyendo sus obras a otros hombres.

El peñón de Ifach

Gracias al descubrimiento de un cazador, Marcelino Sanz de Sautuola consiguió encontrar dentro de una cueva las pinturas rupestres más importantes de la historia. Pero al informar a todos sobre el hallazgo nadie creyó que fueran reales. Hasta que el descubrimiento de una cueva similar en el sur de Francia acabó dándole la razón.

Los apuros económicos llevaron a Lope de Vega a trabajar con tesón hasta convertirse en el más famoso dramaturgo de su época. Pero un día descubre que sus comedias estaban siendo publicadas sin su permiso. Por eso no paró hasta que consiguió defender sus derechos ante los piratas de su época.

La ruta de la seda era la principal vía comercial entre Oriente y Occidente, pero los mongoles se hicieron con el control de todas las caravanas. Hasta que el joven Marco Polo logró convencer el gran Kublai Kan para reanudar el comercio. A cambio, Marco Polo se quedó trabajando a su servicio, descubriendo a todos las maravillas procedentes de la otra punta del Mundo.

Leonardo Da Vinci se pasó media vida inventando todo tipo de máquinas que nunca llegaron a funcionar. Por eso no tuvo más remedio que trabajar para el duque Ludovico Sforza, que le hizo un montón de encargos que nunca conseguía terminar. Aún así, Leonardo acabó pasando a la historia por obras de arte tan conocidas como la Gioconda.

Los Lunnis y Lucrecia nos cuentan cantando la historia de 'Pedro Serrano'.

Cuando el barco de Pedro Serrano naufragó, éste acabó en una isla desierta con parte de su tripulación. Mientras que todos querían intentar salir de allí con una improvisada barca, Pedro prefirió esperar a una mejor oportunidad. Su historia acabó siendo todo un ejemplo de paciencia, e inspirando la novela más famosa de náufragos, Robinson Crusoe.

A principios del siglo XX, las mujeres no podían votar a sus representantes. Hasta que Clara Campoamor decidió ponerle remedio.

Alrededor de una hoguera de la noche de San Juan, un joven cuenta a sus amigos la leyenda de La Encantá, el fantasma de una chica que se aparece cada cien años. Como nadie le cree, el joven decide demostrar a todos que la leyenda es cierta. Y para eso subirá hasta las ruinas del antiguo palacio resolviendo todos los misterios.

Gracias a la red de calzadas romanas, la intrépida Egeria se creía capaz de atravesar todo el continente. Pero nadie creía que una mujer pudiera hacer semejante viaje. Gracias a su tenacidad, Egeria consiguió su objetivo convirtiéndose en la primera viajera hispana conocida, y sus cartas acabaron siendo una especie de guía de viajes de la época.

Egeria quería viajar ella sola hasta oriente, pero nadie creía que una mujer pudiera lograrlo. Hasta que lo consiguió, convirtiéndose en la primera viajera hispana conocida.

Cuenta la leyenda que en Tarragona vivía una noble dama, que el organizar una fiesta se dio cuenta que tenía una plaga de ratas en su casa. El mismísimo rey sufrió a estos animales hasta que “contrataron” a un gato. Que tampoco tuvo demasiado éxito. Hasta que se le ocurrió un truco…. El ingenio por delante de todo.

Una plaga de ratas en una noble casa de Tarragona obligó a ingeniársela a su dueña, ya que el mismo rey padeció a los animales.

En busca de especias, muy valoradas en la época, Magallanes propuso al rey Carlos I una ruta pasando por la recién descubierta América, en una disputa con Portugal. Finalmente, lo que consiguió casi sin proponérselo fue dar la vuelta al mundo, hace 500 años.

Magallanes fue el primer marino en dar la vuelta al mundo, dando nombre al estrecho que se halla en el sur del continente americano.

A Felipe V le regalaron un tesoro que él ni apreció. El tesoro era una vajilla de incalculable valor, expuesta en el Prado, pero que fue sustraída poco a poco del museo, hasta que un comisario investigó el caso para descubrir qué había pasado. Fue el primer investigador en utilizar las huellas dactilares para descubrir un robo…

Cuenta la historia de un tesoro expuesto en el Prado y que fue robado poco a poco, y de cómo un investigador abordó el caso para esclarecerlo.

Carlos III ordenó construir el Gabinete de Historia Natural, donde hoy se levanta el museo del Prado. En esa época las tropas francesas ocupaban la capital. La mujer del rey, Isabel de Braganza, hizo restaurar el edificio para acoger su colección de arte: y se fundó el Museo Real de Pinturas. Más tarde convertido en el Museo del Prado. Pese a su mal estado, el museo permaneció gracias a la gente.

El Museo del Prado tuvo unos inicios difíciles por el acoso de las tropas francesas y un incendio que casi acaba con sus obras.

Sofonisba era una pintora con talento, a la que su padre animó a trabajar con los mejores maestros del Renacimiento, pero por ser mujer no la admitieron en ningún taller, y fue el mismísimo Miguel Ángel quien la recomendó. Hasta que coincidió con Lavinia Fontana, pintora de éxito en la época.

Sofonisba y Lavinia fueron dos mujeres pintoras en una época donde por ser mujeres les era complicado triunfar, pero con esfuerzo y talento lo consiguieron.

Los Lunnis y Lucrecia te cuentan cantando la historia de la poetisa 'Carolilna Coronado y Rosalía de Castro'.

Carolina Coronado y Rosalía de Castro se convirtieron en grandes escritoras enfrentándose a las rígidas normas de su época en las que no estaba bien visto que las mujeres trabajaran fuera del hogar.

Los Lunnis y Lucrecia te cuentan cantando la historia de la gran bailarina 'Alicia Alonso'.

Alicia Alonso se convirtió en una de las más famosas bailarinas a pesar de sufrir una severa ceguera. Tras triunfar en los más prestigiosos ballets, volvió a su Cuba natal para convertir al Ballet Nacional de Cuba en uno de los más importantes del mundo.

Los Lunnis y Lucrecia te cuentan cantando la historia de 'Gutenberg'.

En el siglo XV a Johanes Gutenberg se le ocurrió una idea que revolucionaría el mundo: la imprenta. Para llevarlo a cabo tuvo que pedir dinero prestado a Johan Fust, que finalmente se quedaría con su invento.

Los Lunnis y Lucrecia nos cuentan cantando la fantástica historia de 'Gandhi'.

En el siglo XVIII, Madrid era una ciudad oscura y peligrosa, Carlos III nombró a Esquilache como ministro de la Corte. Quiso cambiar la forma de vestir de los madrileños pero estos no lo aceptaron. Fue el conde de Aranda que revirtió la situación y los madrileños aceptaron la moda europea.