¡Milo!

(Música)

¡Milo!

(Música)

¡Milo!

(Música)

¡Milo!

(RIENDO) ¡Allá va mi globo de agua!

(RIENDO) ¡Pues toma otro!

¡Y otro más!

¡OH!

(TODOS RÍEN)

(Campanilla)

(NIÑOS) ¡Un cliente!

(RESOPLA)

(Música)

¡Hola, Otto! Estás empapado.

(RÍE) Sí, solo un poquito.

A mi mono de fontanero

le vendría bien un buen lavado y secado.

¿Por qué te has mojado tanto, Otto?

He arreglado tuberías pequeño Milo.

Y he apretado grifos.

Los fontaneros revisamos los desagües,

reparamos las fugas de los retretes

e incluso desatascamos bañeras y lavabos.

Todo eso en un solo día.

(NIÑOS) ¡Guau!

Muy bien, pues ahora vamos a lavar y asecar tu mono, Otto.

(Música)

Muchísimas gracias, y hasta luego.

¡Si lo lleváramos a Suds, mamá!

(Música)

¡Hola, Suds!

¡Hola, mis burbúgeantes amigos!

¿Qué tenemos para lavar hoy?

¡Es un mono de fontanero!

Detecto suciedad, agua y más agua.

Uuu, tendré que asegurarme que mis tuberías

estén en condiciones para dejarlo bien limpio.

(RÍEN)

(Música)

Suds, ¿tienes algún mono de fontanero que podamos usar?

¡Déjame ver!

(Música)

(Música)

(NIÑOS) ¡Guau!

¡Samos fontaneros!

¡Oh, pobre de mí!

¿Qué pasa, Otto?

Me he metido en un lío de fontanero.

La señorita Esther, me encargado un trabajo urgente aquí en el museo.

El problema es que me acaba de llamar la reina Maybel.

El foso de su castillo tiene una fuga horrible.

No puedo hacer ambos trabajos a la vez.

¿Y si ayudamos a la señorita Esther en el museo

para que vayas a arreglar el foso de la reina Maybel?

¿Vosotros?

La verdad es que tenéis pintar de fontaneros profesionales.

Muy bien, pues estáis contratados.

(NIÑOS) ¡Bien!

Como sabréis, tenemos una reputación impecable

aquí en servicios de fontanería, Otto.

Siempre conseguimos que fluya el agua y lo dejamos todo bien limpio.

No te preocupes, Otto.

Puedes confiar en nosotros.

¡Oh, estupendo, hasta luego!

¡Oh! ¿Sois los fontaneros? Llegáis gusto a tiempo, seguidme.

(Música)

(NIÑOS) ¡Guau!

Mira, señora Esther,

¡hay un barco encayado en el museo!

¡Oh, no, Milo!

Es un barco vikingo.

Los vikingos navegaban en ellos hace cientos de años

y esta es la nueva exposición de artepactos vikingos.

(NIÑOS) ¡Guau!

¡Y dónde está el problema, señorita Esther?

Esta vitrina es para nuestro barco en miniatura.

Debería esta llena de agua para que los visitantes

se imaginen en el barco vikingo navegando por los mares ancestrales.

He encontrado el problema, señorita.

El grifo no funciona.

(RÍE) Eso ya lo sabía, Lofty.

Tenemos que descubrir por qué.

Nosotros nos encargaremos.

Muchas gracias, adiós.

¡A hacer de fotaneros!

Hm... Me preguntó qué le habrá pasado al agua.

¿Y si se le ha bebido alguien?

¿O puede que hay algún problema con la tubería?

Sigamos la tubería, ver qué encontramos.

(Música)

Hay otro grifo.

Tampoco sale agua.

Sigamos revisando la tubería.

(Música)

Aquí hay un montón de grifos.

Vamos a probarlos todos.

(Música)

No sale ni una gota.

El agua estará estancada en alguna parte.

Igual podemos desatascarlas dándoles golpétitos.

(NIÑOS) Sí.

(Golpecitos)

(Música)

Oh, sigue sin salir.

Vamos a revisar todos los grifos del museo.

(Música)

No salé agua en ningún sitio.

(Rugido leve)

¿Qué es ese ruido?

Es tu barriga, Lark.

(RÍE)

No, me parece que viene de ahí fuera.

(NIÑOS) ¡Es el agua!

(Música)

Arreglemos esta tubería para que el agua llegue a los grifos.

Esto servirá.

(Música)

Bien.

Ahora podremos reemplazar la parte rotra.

(Música)

(Música)

Lo probaremos dejando que corra el agua.

Yo iré a la vitrina vikinga para ver si el grifo funciona.

(Música)

Ya estoy.

¡Ja!

¡Ah!

Funciona.

(Música)

Ahora sale un montón del agua del grifo.

Buen trabajo, fontaneros.

(Rugido leve)

Oh, no, ¡otra fuga!

No, ahora sí que ha sido mi barriga.

(RÍEN)

¡A merendar!

La señorita Esther abrirá el museo en breve.

Estará contenta de que funcionen los grifos.

¿Por qué hay tanta agua en el suelo?

(SORPRENDIDO) ¿De dónde ha salido?

Nos hemos dejado el grifo abierto.

Nos los habremos dejado todos abiertos.

Rápido. ¡Tenemos que cerrarlos todos de nuevo!

(Música)

(Música)

(Música)

(Música)

Ya están todos cerrados,

pero ahora hay agua por todas partes.

La señorita Esther puede abrir el museo así.

Se supone que nosotros teníamos que reglar el problema del agua.

No hacer que todo vaya a peor.

(GRUÑE) Somos los peores fontaneros del mundo.

Bueno, al menos hemos conseguido que fluye el agua,

como dijo Otto.

Eso es, Lofty.

¿Y qué más dijo Otto?

(NIÑOS) Que siempre lo deja todo bien limpio.

Hay que limpiar y secar el museo para que la señorita pueda abrirlo.

(Música)

(Música)

(Música)

¡Oh!

(RÍEN)

(Música)

Qué limpio y brillante está el suelo.

¿Está todo listo? Los visitantes desean entrar.

Ah... Sí, señorita Esther.

Creo que está todo listo.

(Música)

(Se sorprenden)

Adelante todo el mundo.

Bienvenidos al maravilloso mundo de los vikingos.

¡Guau!

Qué pasada.

(Música)

Vaya, mirad eso.

Es un auténtico barco vikingo en el mar.

Nunca había visto nada parecido.

Ah, madre mía, pero ¿qué ha pasado?

¡Oh, no!

Dejamos todos los grifos abiertos cuando reglamos la tubería rota.

Y hemos inundado el museo sin querer.

Hemos intentado limpiarlo todo.

Pero se nos ha olvidado esto.

(NIÑOS) Perdón, señorita Esther.

¿Perdón? No tenéis que pedirme perdón.

Esta es la exposición más increíble

que ha tenido nuestro museo en su historia.

Jamás se me habría ocurrido, pero ¿qué ven mis ojos?

Es el trabajo de fontanería más ingenioso

que he visto en mi vida.

(NIÑOS) ¡Bien!

(Risas)

¿Qué tal os ha ido, mis pequeños fontaneros?

Oh, Suds, ha sido genial.

Los grifos del museo no funcionaban.

Así que no os tocó buscar y reparar una tubería rota.

Dejamos todos los grifos abiertos y se inundó el museo entero.

Lo limpíamos todo, pero entonces no vimos

que un auténtico barco vikingo estaba a flote.

Y al final no pasó nada

porque a todos les pareció asombroso que estuviera a flote.

Cuando sea mayor, creo que sería fantástico ser: